} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ELEGIDOS DE DIOS (11) EL SUFRIMIENTO

domingo, 3 de agosto de 2025

ELEGIDOS DE DIOS (11) EL SUFRIMIENTO

 

A nadie le gusta sufrir pero el sufrimiento sucede. El apóstol Pedro busca las razones del sufrimiento, algunos de los resultados del sufrimiento y cómo servir a través del sufrimiento.

 

RAZONES DEL SUFRIMIENTO

 

1 Pedro 3:13-17.¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? 14  Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15  sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; 16  teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. 17  Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.         

 

La razón más importante para sufrir es el hacerlo por el bien. Pedro identifica el corazón justo, la respuesta correcta y la actitud correcta en relación al sufrimiento.

El corazón justo. Cuando el creyente sufre por hacer lo que es correcto él es considerado bendecido por Dios. El creyente debe ser lleno de fe y no temer, y necesita dar su corazón al Señor. La cosa más fácil de hacer es cuando sufrimos por hacer el bien es el de abalanzarnos en contra del que hizo el mal. De acuerdo a nuestra naturaleza humana, responderíamos a la maldición con una maldición. El sufrimiento de Jesús nos instruye a bendecir en vez de maldecir y de confiar en el Señor en vez de confiar en nuestros propios sentimientos. Cuando el Señor fue maltratado pudo haber golpeado a sus enemigos, pero sufrió para poder hacer algo por nuestro pecado. El sirviente sufriente sigue haciendo el bien a pesar de las reacciones malvadas alrededor de él.

 La respuesta correcta. El creyente debe dar razón para la esperanza en él. Entendiendo el mensaje del evangelio le da a uno la oportunidad de dar la respuesta correcta.

La actitud correcta. Cuando el sufrimiento del sirviente responde a los hacedores del mal, lo hace en mansedumbre, respecto y con una conciencia limpia. El sabe que está sufriendo por hacer lo que es correcto y no sufriendo por su propio acto maligno. Esto llevará a los malhechores a ser avergonzados.

No hay creyente que naturalmente pueda tener el corazón, la respuesta y la actitud. Esto es el fruto de ser nacido de nuevo, purificado por la Palabra y dirigido por el Espíritu. Esta será la experiencia del creyente cuando sea perseguido por  la justicia. El Espíritu del Señor lo logrará.

 

EJEMPLOS DE SUFRIMIENTO

 

1 Pedro3:18-4:6. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19  en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20  los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.(21  El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 22  quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.1 Pedro 4:1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2  para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3  Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 4  A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 5  pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 6  Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. 

 

 

El principal ejemplo. Pedro presenta el sufrimiento de Jesús en la cruz como el principal ejemplo de sufrimiento (3:18). El sufrimiento de Jesús como nuestro sustituto. Él sufrió por nuestros pecados, nuestras injusticias, para que pudiéramos morir y vivir por el Espíritu.   Pedro repetidamente apunta que Jesús murió por nuestros pecados (no los suyos).  Cuando el cristiano sufre por la justicia, no está sufriendo por su propio pecado, pero su sufrimiento tiene un propósito santificador que es conocido por Dios.

El segundo ejemplo de sufrimiento es durante los tiempos de Noé. Sólo Noé y su familia eran justos. Vivían en medio de un mundo malvado que tenía que ser destruido. Agustín y Calvino notaron que Cristo predicó a través de Noé a la gente de su tiempo.  Esto concuerda con 1 Pedro 1:11, en donde el Espíritu de Cristo inspiró a los profetas del Antiguo Testamento para predicar el evangelio en su tiempo, y 2 Pedro 2:5 en donde Noé era un predicador de la justicia en su tiempo. El pueblo en los tiempos de Noé escuchó el evangelio, no se arrepintieron y ahora son espíritus en su prisión. No es como que nunca habían oído. No es como que Dios no fue justo. El evangelio les fue predicado  para que “para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios” (4:6). A los ángeles también se les predicó.

El tercer ejemplo relacionado al sufrimiento y juicio tiene que ver con el bautismo. El diluvio universal en los días de Noé es usado como un ejemplo del bautismo. El diluvio mostró el juicio de Dios sobre el pecado. Mientras que la familia de Noé fue salvada a través de las aguas del diluvio, así también el agua del bautismo cristiano es una señal de la cruz de Cristo (juicio sobre el pecado)  y resurrección (nuevo comienzo) lo llevará a través de la muerte y hacia la vida. Y entonces asegurarnos que el creyente no cae en la trampa del ritualismo, Pedro añade que la señal del bautismo y resurrección pondrá en la muerte la pasión de la carne. 1 Pedro 4:1-6 es detallado al identificar la pasión de la carne en el cristiano que tiene que ser erradicada antes del juicio final.

La mentalidad que el cristiano debe tener es la siguiente: “pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado.” El creyente, por su fe en la cruz y resurrección en Jesús, debe crucificar el pecado que está en él. Sólo entonces no pecará. El genuino arrepentimiento personal es parte del sufrimiento. Es doloroso estar separados de nuestros pecados favoritos. El creyente clama con el apóstol Pablo; “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro (Romanos 7: 24-25). ¡Pero debemos clamar, arrepentirnos, morir al pecado y vivir de acuerdo a Dios y en el Espíritu!

SIRVIENDO EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

 1 Pedro 4:7-19. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 8  Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 9  Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10  Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11  Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. 12  Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13  sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14  Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15  Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16  pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17  Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18  Y: Si el justo con dificultad se salva,  ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?19  De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.        

 

Cuando Pedro dice: “el fin de todas las cosas” puede que se esté refiriendo  a su propia muerte o la segunda venida de Jesús y el Día del Juicio. Puede que sea ambos eventos. Pedro instruye al creyente a que espere y ore. Jesús había dado instrucciones similares a sus discípulos en cuanto a la inminente venida del juicio.

Los creyentes son llamados a tener amor ferviente y recibirse mutuamente (v. 8-9). Pedro les recuerda que “cada uno” (no algunos) han recibido un regalo espiritual y deben de ministrar en palabra y acción.

De nuevo los apóstoles apuntan al futuro. Su declaración doxológica habla de la gloria y el dominio eternal (soberanía) del Dios trino. A los cristianos perseguidos por los emperadores romanos se les recordó que pertenecían a un imperio más grande, un dominio más grande, y un reino más grande.

Pedro les asegura a los creyentes que cuando sufren por Cristo el Espíritu de gloria y de Dios descansará sobre ellos. Los acompañará en el momento del juicio. Esta es la esperanza universal, que “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

La persecución y el juicio que ha venido a la “casa de Dios” es una indicación de lo que vendrá a nuestro mundo. La iglesia está siendo purificada para el final, mientras que el mundo está añadiendo a su condenación para el Día del Juicio.

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