} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 03/01/2016 - 04/01/2016

jueves, 24 de marzo de 2016

Proverbios 17:1-28

       
17.1-3 Estas palabras recomiendan el amor y la paz familiar como necesarias para el bienestar de la vida humana. El siervo sabio es más merecedor que el hijo dispendioso y es más probable que parezca uno de la familia. Dios prueba el corazón por la aflicción. Así ha demostrado a menudo el pecado remanente en el corazón del creyente.
Se requiere de un intenso calor para purificar el oro y la plata. De manera similar, a menudo se requiere del calor de las pruebas para que los cristianos seamos purificados. A través de las pruebas, Dios nos muestra lo que hay en nosotros y quita cualquier cosa que se atreviese para que podamos confiar completamente en El. Pedro dice: "Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" (1Pedro 1:7). Así que cuando surjan tiempos difíciles en nuestro camino, démonos cuenta de que Dios desea utilizarlos para refinar nuestra fe y purificar nuestro corazón. Como los metales preciosos se purifican con fuego, así purifica Dios los corazones por medio de la adversidad.


17.5-7 Los que se ríen de la pobreza tratan con desdén a la providencia y los preceptos de Dios. Pocos actos son tan crueles como burlarse de los menos afortunados, pero muchos lo practican porque les hace sentirse bien ser mejores o tener más éxito que otros. Escarnecer al pobre es burlarse del Dios que los creó. También nos burlamos de Dios cuando ridiculizamos al débil o a los que son diferentes o a cualquiera. Cuando notemos que menospreciamos a los demás solo por diversión, deténgamonos y pensemos en el que los creó. Honor para los hijos es tener padres piadosos y sabios que siguen con ellos, aun después de haber crecido y haberse establecido en el mundo. El necio de los Proverbios de Salomón representa al impío, al cual no corresponde discurso excelente porque su conversación lo contradice.



17.8 Los que ponen en el dinero su corazón, harán cualquier cosa por tenerlo. ¡Qué influencia deben tener las dádivas de Dios en nuestro corazón! El que es tan corrompido como para aceptar el cohecho, demuestra su estimación del mismo sujetándose a su influencia.
Salomón no disculpa el soborno sino que hace una observación acerca de cómo las cosas actúan en el mundo. El soborno puede hacer que la gente obtenga lo que quiere, pero la Biblia lo condena claramente (Éxodo 23:8; Mateo 28:11-15).

17.9 Este proverbio menciona que deberíamos perdonar de buena voluntad a los que han pecado contra nosotros. La manera de conservar la paz es sacar lo mejor de todo: no fijarse en lo que se ha dicho o hecho contra nosotros.
Olvidar las ofensas es necesario en cualquier relación. Es tentador, sobre todo en una discusión, sacar a la luz todos los errores que la otra persona cometió. Amar, sin embargo, mantiene la boca cerrada, aunque esto sea difícil. Nunca trate de sacar a relucir algo en una discusión que no esté relacionado con el tema a discutir. Conforme crezcamos para llegar a ser iguales a Cristo, adquiriremos la capacidad de Dios para olvidar los errores confesados del pasado.

17.10-17 ¿Qué clase de amigo es usted? La reprensión suave entrará no sólo en la cabeza del sabio sino en su corazón. Vigilemos nuestras pasiones y evitemos la compañía de hombres furiosos. Devolver mal por bien es diabólico. El que hace eso acarrea maldición a su familia.
¡Qué peligro hay en el comienzo de la discordia! Resiste sus primeros indicios, y de ser posible, apártate antes de empezar. Ofende a Dios exonerar al culpable o condenar a los inocentes. Suscitar contienda es como abrir la compuerta de un torrente. Es mejor dejarla cerrada. La amistad se demuestra mejor, no en los buenos tiempos, sino en momentos de dificultad.
La negligencia del hombre en cuanto al favor de Dios y su propio interés, es muy absurda
Hay una gran diferencia entre conocer bien a alguien y ser un verdadero amigo. La evidencia más grande de una amistad genuina es la lealtad, amar "en todo tiempo", (1Corintios 13:7), estar listo para ayudar en los momentos de aflicción o de luchas personales. Demasiadas personas son amigos en los buenos tiempos. Permanecen a nuestro alrededor cuando la amistad los ayuda y nos dejan cuando ya no sacan algún provecho de la misma. Piense en sus amigos y analice la lealtad que les ofrece. Sea la clase de amigo fiel que la Biblia describe. Ningún cambio de las circunstancias externas debe abatir el afecto por nuestras amistades o parientes. Pero ningún amigo, salvo Cristo, merece confianza ilimitada. Este texto recibió, y aún recibe, su más glorioso cumplimiento en Él.

17.18-22 Que nadie haga mal a su familia. Cristo al hacerse fiador de los hombres es una muestra glorioso de la sabiduría divina, porque Él pudo cancelar la deuda. .Si queremos mantener la conciencia limpia y la mente en paz, debemos evitar todas las incitaciones a la ira. El hombre que pretende un estilo de vida por encima de sus medios, va camino a la ruina. Nada se obtiene con malas intenciones. Muchos han pagado caro por una lengua desenfrenada. El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra; Y el padre del necio no se alegrará. Gran misericordia es que Dios nos permita estar contentos y que cause nuestro contentamiento, si por su gracia nos da corazón para estar contentos.
Estar alegre es estar listo para recibir a otros con una bienvenida, una palabra de aliento, un entusiasmo por la tarea entre manos y una perspectiva positiva hacia el futuro. Tales personas se reciben como medicina que alivia el dolor.

17.23-24 El impío está listo para separarse de su dinero, aunque lo ama, para no tener que sufrir por su delito.  
Si bien hay cosas que decir por tener grandes sueños, este proverbio señala la necedad de perseguir fantasías. ¡Cuánto mejor es alinear sus metas con las de Dios, ser la clase de persona que El quiere que sea! Quizás tales metas (sabiduría, honestidad, paciencia, amor) no parezcan atractivas, pero determinarán su futuro eterno. Dediquemos tiempo para pensar en nuestros sueños y metas, y asegurémonos de que abarcan las áreas que en verdad importan de la vida.

17.25, 28 El hombre prudente tiene siempre presente la palabra de Dios. Pero el necio no puede fijar sus pensamientos ni perseguir ningún propósito con constancia. Los hijos malos desprecian la autoridad de su padre y la ternura de su madre. Muy malo es encontrar culpa en el cumplimiento del deber.Este proverbio destaca varios beneficios de guardar silencio: (1) es lo mejor si no tiene nada valioso que decir; (2) le da la oportunidad de escuchar y aprender; (3) le da algo en común con los sabios. Asegurémonos de utilizar momentos de silencio para pensar y escuchar para que así cuando hablemos, tengamos algo importante que decir. El hombre se demuestra sabio por el buen temperamento de su mente y por el buen gobierno de su lengua. Es cuidadoso cuando habla, para hablar conforme al propósito. Dios conoce su corazón y la necedad que está allí ligada; por tanto no puede ser engañado en su juicio como suelen serlo los hombres.



¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

domingo, 20 de marzo de 2016

FIDELIDAD Y OBEDIENCIA A LA PALABRA DE DIOS EN LA BIBLIA

 
"El Señor DIOS me ha dado lengua de discípulo, para que yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana despierta, despierta mi oído para escuchar como los discípulos. El Señor DIOS me ha abierto el oído; y no fui desobediente, ni me volví atrás".
Isaías 50:4-5

Debemos tener presente que para poder enseñar la Palabra de Dios, ella misma muestra requisitos para ser aptos y preparados para enseñar eficazmente. 
En Isaías 50:4 al 5 hemos leido:
Al principio de nuestra vida como hijos de Dios es fundamental recibir la enseñanza y el alimento de la leche espiritual no adulterada de la Palabra (1 Pedro. 2:2), para crecer adecuadamente en el evangelio.   El cristiano que desea enseñar la Palabra de Dios, debe comprender que en el principio de su vida cristiana necesita ser instruido, no precisamente para enseñar, sino para ser edificado y alimentado. Nos habla de un proceso continuo, “mañana tras mañana” Es decir que el cristiano siempre necesita escuchar y aprender de la Palabra de Dios, para vivirla y enseñarla. A pesar de que la Biblia indica que debemos aprender continuamente, hay quienes consideran que después de determinado tiempo de recibir alguna instrucción o determinados cursos bíblicos o teológicos, ya no necesitan aprender nada más.
Despierta mi oído para escuchar como los discípulos 
Despertar se traduce del hebreo “ur” que, entre otras cosas, significa: Avivar, levantar, mover y ser triunfante. Despertar es interrumpir el sueño a quien está durmiendo. Renovar o traer a la memoria algo ya olvidado. Hacer que alguien vuelva sobre sí o recapacite.
El Señor despierta nuestros oídos para “escuchar”; escuchar es dar atención a lo que se oye, dar oídos, atender al aviso, consejo o sugerencia. La importancia de esto radica en que hay personas que no escuchan la enseñanza o el consejo de la Palabra de Dios, sino que únicamente la oyen, y no la atienden ni la retienen.
La frase “como los discípulos” se refiere a que, para enseñar bien la Palabra de Dios, tuvimos que haber sido discípulos, escuchando la Palabra a los pies de un maestro. Es decir, que se debió y debe ser instruido, se debió y debe ser enseñado y, se debió y debe ser discípulo. No es extraño encontrar a quienes pretenden ser maestros, pero nunca fueron discípulos, es decir, no se sentaron a aprender doctrina y ser instruidos por algún ministro de Dios; por lo que su enseñanza es dudosa. La persona que desea anseñar, primero debe ser discípulo para aprender, entender y comprender doctrina. Debe aprender a interpretar la Biblia y no confundir los pasajes, tiempos, personajes y contextos bíblicos.
Alguien puede saberse de memoria Biblia, pero no necesariamente sabe entenderla. Esto lo vemos en los escribas, quienes sabían de memoria la ley; sin embargo, no pudieron interpretarla y para reconocer que Jesucristo era el mesías.
Discípulo, en el Nuevo Testamento, se traduce del griego “mathetes” y significa: aprendiz y alumno. Es el masculino del nombre mathano que significa “entender”. En el Nuevo Testamento significa un adihiriente que acepta las instrucciones que le son dadas y las hace su regla de conducta.
El discípulo se caracteriza porque tiene maestro, entiende, es aprendiz y alumno, veamos algunas definiciones:  
Entender: Tener idea clara de las cosas. Tener amplio conocimiento y experiencia en una materia determinada. Saber manejar o disponer algo para algún fin.
Alumno: Discípulo, respecto de su maestro, de la materia que está aprendiendo o de la escuela, colegio o universidad donde estudia. Persona criada o educada desde su niñez por alguno, respecto de este.
Aprendiz: Persona que aprende algún arte u oficio. Persona que, a efectos laborales, se halla en el primer grado de una profesión manual, antes de pasar a oficial.

El Señor Dios me ha abierto el oído.
En Marcos 7:31-35 encontramos un ejemplo que nos explica porqué es necesario que el Señor abra nuestros oídos para escuchar como los discípulos, pues muestra que la consecuencia de abrirle los oídos al sordo y tartamudo, fue que desapareció el impedimento de su lengua y hablaba con claridad. ¿Cuanta necesidad tenemos de que el Señor abra nuestros oídos?... en primer lugar, para escuchar y comprender el significado de su Palabra, y luego para hablar con claridad, es decir, enseñar con claridad y correctamente, sin confundir a los que escuchan (2 Timoteo 2:15) 
No fui desobediente, ni me volví atrás.
De acuerdo al Word Study Bible & Reference, discípulo es una persona que acepta las instrucciones que le son dadas y las hace su regla de conducta; es decir, que bíblicamente un requisito que se debe cumplir para que la persona sea apta para enseñar correctamente es la obediencia. El cristiano que no ha sido discípulo y obediente, su enseñanza será sin sentido, es decir como un símbalo que retiñe (1 Corintios 31:1), que difícilmente podrá presentar defensa razonable de su fe en Cristo Jesús (1 Pedro. 3:15), y difícilmente tendrá el respaldo de Dios.

¡Maranatha!

sábado, 19 de marzo de 2016

Resultados de meditar la Palabra de Dios

Versión Traducción Lenguaje Actual

 Salmo 1:1  Dios bendice a quienes no siguen malos consejos ni andan en malas compañías ni se juntan con los que se burlan de Dios.
 2  Dios bendice a quienes aman su palabra y alegres la estudian día y noche.
 3  Son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien!
 4  Con los malvados no pasa lo mismo; ¡son como el polvo que se lleva el viento!
 5  Cuando sean juzgados, nada los salvará; ¡esos pecadores no tendrán parte en la reunión de los buenos!
 6  En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso.


La Palabra de Dios se escribió para ser estudiada, comprendida y aplicada, y el libro de Salmos se presta más directamente a la aplicación. Meditar en la palabra de Dios es discurrir con nosotros mismos acerca de las grandes cosas en ella contenidas, con una íntima aplicación de la mente y concentración en el pensar. Debemos referirnos constantemente a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo; y hemos de tenerla en nuestros pensamientos noche y día. Con este propósito no hay momento que no sea oportuno.
Comprendemos mejor los salmos cuando dejamos que nos caigan encima y nos empapen como la lluvia. Podemos ir a los salmos en busca de algo, pero tarde o temprano encontraremos a Alguien. Cuando leemos y nos aprendemos los salmos, gradualmente descubrimos que en gran medida ya son parte de nosotros. Expresan en palabras nuestros más profundas heridas, anhelos, pensamientos y oraciones. Poco a poco nos llevan a ser lo que Dios tenía pensado que fuéramos: gente que lo ama y vive para El.
El escritor comienza su salmo ensalzando el gozo de obedecer a Dios y no escuchar a los que lo desacreditan o ridiculizan. Nuestros amigos o socios pueden tener una influencia profunda en nosotros, a menudo en forma muy sutil. Si insistimos en tener amistad con los que se burlan de lo que Dios considera importante, nos veremos llevados hacia el pecado y nos volveremos indiferentes a la voluntad de Dios. Esta actitud es igual a la burla. ¿Lo edifican en su fe sus amigos o se la destruyen? Los amigos verdaderos deben acercarnos a Dios.

  Dios no juzga a la gente sobre la base de la raza, sexo o nacionalidad. La juzga sobre la base de su fe en El y la respuesta que dan a su voluntad revelada. Los que con diligencia tratan de obedecer la voluntad de Dios son como árboles sanos que dan fruto y que tienen grandes raíces (Jeremías 17:5-8) y Dios promete cuidarlos. La sabiduría de Dios guía sus vidas. En contraste, los que no confían en El ni le obedecen tienen vidas sin significado que el viento se lleva como si fuera polvo.
Sólo existen dos caminos en la vida: el camino de la obediencia a Dios o el camino de la rebelión y destrucción. Asegúrese de elegir la senda de Dios porque su elección determinará dónde pasará la eternidad

Podemos aprender a seguir a Dios al meditar en su Palabra.
Medita, hagah  Strong: Reflexionar; gemir, murmurar; cavilar; el hacer un sonido quedo como el de un suspiro; meditar o contemplar algo mientras se repiten las palabras. Hagah representa algo distinto a la palabra «meditación», lo cual sólo puede ser un ejercicio mental. En el pensamiento hebreo el meditar acerca de las Escrituras implica repetirlas silenciosamente con un sonido suave y sordo, a la vez que se abandona por completo cualquier distracción externa. De esta tradición nos llega un tipo especializado de oración judía en la cual se recitan textos, se ora intensamente o se pierde la conciencia en comunión con Dios mientras se hace una reverencia o se balancea hacia delante y hacia atrás. Evidentemente esta dinámica forma de oración / meditación se remonta a los tiempos de David.
 Meditar significa pasar tiempo leyendo y pensando en lo que ha leído. Además significa pensar acerca en cómo cambiar para vivir como a Dios le agrada. Conocer y meditar la Palabra de Dios son los primeros pasos para aplicarla a su diario vivir. Si usted quiere seguir a Dios más de cerca, debe conocer lo que El dice.

  Esta "ley de Jehová" se refiere a toda las Escrituras: los primeros cinco libros de Moisés, los profetas, y los otros escritos. Mientras más conozcamos el punto de vista de la Palabra de Dios, más recursos tendremos para tomar nuestras decisiones diarias.

  Hay una pizca muy simple de sabiduría en estos dos versículos. Mientras más nos deleitamos en la presencia de Dios, más fructífero seremos. Por otro lado, mientras más permitamos que los que ridiculizan a Dios afecten nuestros pensamientos y actitudes, más nos separamos de la fuente real de alimento espiritual. Debemos tener contacto con los incrédulos si es que queremos hablarles de Dios. Pero no debemos imitar su conducta pecaminosa. Si usted desea desesperarse, pase tiempo con los escarnecedores. Pero si desea felicidad, cultive la amistad de los que aman a Dios y su Palabra.

  Cuando las Escrituras prometen "y todo lo que hacen, prosperará", no significa que sean inmunes al fracaso o a las dificultades. Tampoco es una garantía de salud, riqueza y felicidad. Lo que la prosperidad significa en las Escrituras es esto: cuando la sabiduría de Dios se aplica en nuestras vidas, el fruto (resultados o productos derivados) que produce en nosotros será bueno y recibirá la aprobación de Dios. Así como un árbol absorbe el agua y produce muchos frutos, nosotros debemos absorber la Palabra de Dios, para producir hechos y actitudes que lo honren. Para alcanzar logros que valgan la pena, debemos tener la Palabra de Dios en nuestro corazón.

El tamo es la cubierta exterior (o cáscara) que se debe retirar para obtener las semillas de grano que están dentro. El tamo se retiraba por medio de un proceso llamado trilla y aventamiento. Después que se cortaban las plantas, eran aplastadas, y luego las piezas eran aventadas al aire. El tamo es muy liviano y el más mínimo viento se lo lleva, mientras que el grano bueno cae en la tierra. El tamo es símbolo de una vida infiel que vaga sin dirección. El grano bueno es símbolo de una vida fiel que Dios puede utilizar. 

Se exige responsabilidad en el plan de prosperidad de Dios , «Y todo lo que hace, prosperará». Esto incluye todo: familia, progenie, matrimonio, negocio, empleo y salud. Significa que Dios desea cumplir lo que dice: todo prosperará.

Pero, ninguna promesa de Dios está exenta de alguna acción responsable de parte nuestra. Nadie prosperará mientras no comience a hacer lo que Dios dice. Mucha gente desea los resultados prometidos sin el compromiso responsable que le acompaña. Pero ninguno de nosotros ganará algo que valga la pena instantáneamente. No esperes que las respuestas divinas se ajusten a tu itinerario. Recuerda que sus respuestas llegan cuando pones su palabra en acción. Así como un período de intenso estudio precede a un título universitario, a través de la paciente búsqueda de su promesa podemos esperar que la palabra de Dios madure en nuestras vidas. (Juan 10:10/Lucas 12:15)  

¡Maranatha!

viernes, 18 de marzo de 2016

Proverbios 16:1-33



16.1 "Mas de Jehová es la respuesta de la lengua" significa que el resultado final de nuestras disposiciones está en las manos de Dios. Si esto es así, ¿para qué decidir? Al hacer la voluntad de Dios, debe haber camaradería entre nuestros esfuerzos y el control de Dios. El quiere que usemos nuestras mentes, que busquemos el consejo de los demás y que tomemos decisiones. Sin embargo, los resultados están en sus manos. Entonces, las disposiciones nos ayudan a hacer las cosas de acuerdo con el propósito de Dios. A medida que viva para El, pídale dirección cuando tome decisiones y luego actúe de acuerdo a ellas confiando en Dios. Solo la gracia renovadora de Dios prepara el corazón para toda buena obra. Esto nos enseña que no somos suficientes por nosotros mismos para pensar o decir algo que sea sabio y bueno.


16.2 La ignorancia, el orgullo y la jactancia nos vuelven jueces parciales respecto de nuestra propia conducta.
"Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión". La gente puede buscar explicaciones racionales para todo si no tienen normas para juzgar el bien y el mal. Siempre podemos probar que tenemos razón. Antes de poner en marcha cualquier decisión, preguntémonos:
(1) ¿Está esta decisión en armonía con la verdad de Dios?
(2) ¿Dará resultados bajo las condiciones de la vida real?
(3) ¿Agrada a Dios mi actitud?

16.3 Hay diferentes formas de fracasar al encomendar a Dios cualquier cosa que hagamos. Algunos solo encomiendan su trabajo de manera superficial. Dicen que su proyecto es para Dios, pero en realidad es para ellos mismos. Otros tienden a dar a Dios el control temporal de sus intereses, solo para quitárselo en el momento en que las cosas dejan de marchar de la manera en la que esperaban. Aun así hay otros que encomiendan su tarea por completo a Dios, pero no ponen ningún esfuerzo de su parte. Debemos mantener un balance: confiar en Dios como si todo dependiera de El, mientras que trabajamos como si todo dependiera de nosotros. Descarga el peso de tu afán en Dios y déjalo con Él, por fe y confianza en Él.
Piensa en un esfuerzo específico en el que estés involucrado ahora. ¿Lo has encomendado al Señor?

16.4 Este versículo no quiere decir que Dios creó a algunas personas impías, sino más bien que Dios utiliza incluso las actividades de los impíos para llevar a cabo sus buenos propósitos. Dios usa al impío para ejecutar la justa venganza de uno contra el otro; y al final, Él será glorificado por la destrucción de ellos.
 Dios es infinito y nosotros somos finitos. No importa cuán maravillosos sean nuestros intelectos, nunca comprenderemos del todo a Dios. Pero podemos aceptar por fe que El es todopoderoso, todo amoroso y perfectamente bueno. Podemos creer que El no es la causa del mal (Santiago 1:13-17). Y podemos confiar en que no hay cabos sueltos en su sistema de juicio. El mal es una condición temporal en el universo. Un día Dios lo destruirá. Mientras tanto, utiliza las intenciones malvadas para sus buenos propósitos (Génesis 50:20).

16.5 Aunque los pecadores se fortalecen a sí mismos y unos a otros, no escaparán de los juicios de Dios.
La altivez es la voz interna que susurra: "Mi manera es la mejor". Eso es resistir al liderazgo de Dios y creer que se es capaz de vivir sin su ayuda. Cuando se vea queriendo hacer algo a su manera y menospreciando a otras personas, la altivez tira de usted. Solo cuando elimina la altivez, Dios puede ayudarlo a convertirse en lo que El quiso que usted fuera.

16.6-7 Por la misericordia y la verdad de Dios en Cristo Jesús, los pecados de los creyentes son quitados y quebrantado el poder del pecado. Aquel que tiene todos los corazones en su mano, puede hacer que los enemigos de un hombre estén en paz con éste. Queremos agradar a otras personas y en ocasiones haremos casi cualquier cosa para ganar su aprobación. Sin embargo, Dios nos dice que es mejor depositar nuestra energía en tratar de agradarle a El. Nuestro esfuerzo pacificador, por lo general, nos hará más atractivos a quienes nos rodean, incluso a los enemigos. Pero aun si esto no sucediera, no hemos perdido nada. Seguimos complaciendo a Dios, el único que en verdad importa.

16.8-10Un patrimonio pequeño honestamente logrado, resultará mejor cuenta que un patrimonio grande logrado a la mala. Si los hombres hacen de la gloria de Dios su fin, y de su voluntad su regla, Él dirigirá sus pasos por su Espíritu y su gracia. Que los reyes y jueces de la tierra sean justos y gobiernen en el temor de Dios. La segunda oración depende de la primera, expresando la importancia de la equidad en las decisiones, así autoritativas.


16.11-17 Ya sea que vendamos o que compremos, que produzcamos un artículo o que ofrezcamos un servicio, sabemos lo que es o no justo. A veces nos sentimos presionados a ser injustos para avanzar o sacar más provecho. Pero si queremos obedecer a Dios, no hay términos medios: Dios demanda honestidad en cada transacción comercial. Ninguna explicación racional encubrirá la práctica de un negocio sucio. La honradez y la justicia no siempre son fáciles, pero es lo que Dios demanda. Pídale discernimiento y fortaleza para ser siempre honrado y justo. Se espera con razón de parte de los gobernantes, por su posición, que aborrecerán el mal; pues ellos conservan su poder mediante su rectitud. Camino común, claro, representa el proceder habitual de los justos que se apartan del mal.

16.18-21 Los soberbios toman muy poco en cuenta sus debilidades ni se anticipan a los impedimentos. Piensan que están por encima de las flaquezas de la gente común. Con este estado mental es muy fácil que las mentiras los atrapen. Es irónico, pero los soberbios pocas veces se dan cuenta de que la soberbia es su problema, a pesar de que quienes los rodean están muy conscientes de ello. Pregunte a alguien de su confianza si su deseo de autocomplacencia lo ha cegado a las señales de advertencia. Quizás esto lo ayude a evitar una caída.

16.22-25 Durante siglos, la gente buscó la fuente de la juventud, un manantial que le daría vida eterna y vitalidad. Nunca se encontró. Sin embargo, la sabiduría de Dios es una fuente de vida que puede hacer feliz, saludable y viva a una persona para siempre. ¿Cómo? Cuando vivimos mediante la Palabra de Dios, El limpia los efectos mortales del pecado (Tito 3:4-8) y la esperanza de la vida eterna con El nos da una perspectiva gozosa en nuestra vida actual. El corazón es el manantial de la sabiduría que fluye de la boca. Las palabras afables, apacibles, calmando la mente, dan salud al cuerpo.
La fuente de la juventud era un simple sueño, pero la fuente de la vida es una realidad. La decisión es suya. La sabiduría de Dios lo puede iluminar o el peso de su propia necedad lo puede arrastrar. La discreción, una fuente constante de bendición que beneficia a otros; pero los mejores esfuerzos de los necios son insensatez.
 Este texto revela lo que la sabiduría divina (su Palabra) ha enseñado a nuestros corazones: verdades y promesas que deben reflejarse en nuestra conversación, transmitir esas enseñanzas a nuestros labios. La Palabra en nuestros corazones debe influir sobre nuestra conducta y nuestras conversaciones. La «dulzura» y la «medicina» que tales palabras promueven son deseables, ya sea para nuestras relaciones humanas o para la recepción de la gracia divina en nuestro diario vivir. Llevan al creyente a una vida victoriosa, a través del reconocimiento del poder y la fortaleza de Dios, tanto con nuestras acciones como con nuestros labios.(Salmo 19:14/Mateo 15:7-9)


16.26-30 "El alma del que trabaja, trabaja para sí" significa que no importa cuán difícil ni pesado encontremos el trabajo, nuestro apetito es un incentivo para seguir. El hambre hace que uno trabaje para satisfacer esa necesidad. Debemos trabajar por la comida que permanece para la vida eterna o perecer.  Los impíos realizan más esfuerzos para hacer el mal de los que serían necesarios para hacer el bien. ¡El chismoso separa a las amistades; qué carácter odioso, pero cuán común es! Algunos hacen todo el mal que pueden por la fuerza y la violencia, y están ciegos en cuanto al resultado.

16.31   La gente anciana debiera ser especialmente hallada en el camino de la religión y la santidad.
Los hebreos creían que una vida larga era una señal de la bendición de Dios; por lo tanto, el cabello blanco y la edad avanzada eran buenos. Mientras que la gente joven se enorgullece de su fortaleza, los ancianos se regocijan de sus años de experiencia y de sabiduría práctica. El cabello blanco no es señal de desgracia que debe cubrirse, sino una corona de honra. Cuando usted se dirija a un anciano, hágalo con respeto.

16.32 Vencer nuestras pasiones requiere una administración más firme que para obtener la victoria sobre un enemigo.
El dominio propio es superior a la conquista. El éxito en el trabajo, escuela o vida de hogar puede arruinarlo una persona que ha perdido el control de su temperamento. De modo que es una gran victoria personal controlar el temperamento. Cuando sienta que está a punto de explotar, recuerde que perder el control puede causar una pérdida de lo que más quiere.

16.33 Todos los ordenamientos de la Providencia acerca de nuestros asuntos, debemos considerarlos como determinantes de lo que referimos a Dios; y debemos reconciliarnos con ellos en forma consecuente. Benditos sean los que se entregan a la voluntad de Dios, porque Él sabe lo que es bueno para ellos.
 La suerte casi siempre se utilizó en ambientes ceremoniales y era un método usual para determinar la voluntad de Dios. Muchos sucesos importantes ocurrieron como consecuencia a echar suertes, incluyendo la identificación de Acán como el hombre que pecó (Josué 7:14), la repartición de la tierra prometida entre las diferentes tribus (Josué 14:2) y la selección del primer rey de la nación (1Samuel 10:16-26).



jueves, 17 de marzo de 2016

NO BAJEMOS LA GUARDIA, ESTEMOS ALERTA

...a fin de que por el mandamiento el  pecado llegase a ser en extremo pecaminoso.
Romanos 7:13

Cuidado con hacer caso omiso del pecado o considerarlo con ligereza. Cuando recién nos convertimos, nuestra conciencia es tan tierna que tememos pasar por alto el mínimo pecado. Los recién convertidos experimentan una timidez santa o un temor pidadoso de posible ofensa al Señor. Lamentablemente, el delicado retoño de este fruto maduro enseguida cae por culpa del trato brusco del mundo circundante; la nueva y tierna plantita de verdadera devoción enseguida se convierte en una fácilmente influenciable.
Si, es  una triste verdad pero hasta el cristiano más maduro llega gradualmente a desarrollar callosidades y el pecado, que una vez lo alarmó, ya no le molesta en lo más mínimo. Pero a poco nos vamos familiarizando con el pecado hasta llegar a ser como aquel que ha estado expuesto a las explosiones del cañón durante tanto tiempo que ya no percibe los sonidos suaves. Al principio, hasta el más leve pecado nos sobresalta, pero enseguida decimos: Bueno, este es uno pequeño... Luego, se nos presenta un pecado más grande, seguido de otro, hasta que vamos poco a poco pensando que solo son problemas menores. Enseguida este pensamiento inunda nuestra mente con un pensamiento no santo: Bueno... hemos tropezado un poco y caído en algunos pecadillos, pero mayormente tratamos de ser rectos. Podremos haber pronunciado una palabra pecaminosa, pero la mayor parte de nuestra conversación ha sido coherente con la de un cristiano. Enseguida empezamos a disminuir  la importancia de nuestro pecado, lo cubrimos con un manto que lo disimule y le damos nombres simpáticos e ingeniosos.
Querido cristiano, cuidado con tomar el pecado tan a la ligera.
El que piensa estar firme, mire que no caiga poco a poco ( 1 Corintios 10:12)

¿Pecado? ¿Poca cosa? ¿No es veneno? ¿Quién conoce su efecto mortífero? ¿Pecado? ¿Insignificante? ¿No son incluso las zorras pequeñas las que arruinan nuestros viñedos (Cantares 2:15)

¿No sabes que el pequeño coral puede crecer hasta transformarse en una roca capaz de hundir una flotilla? ¿No son los pequeños pero persistentes golpes lo que al final pueden hacer caer al gran roble? ¿No es el lento pero constante goteo del agua el que termina por erosionar piedras enormes?
¿Pecado? ¿Insignificante?

¡Coronó la cabeza del Redentor con espinas y traspasó su corazón!

Fue la verdadera razón por la que sufrió angustia, congoja y aflicción. Si pudieras medir hasta el mínimo pecado a escala de la eternidad, huirías de él como si fuera una serpiente y aborrecerías el mínimo indicio del mal.
Presta atención a todos y a cada uno de los pecados que en realidad crucificaron a tu Salvador, y los verás como en extremo pecaminosos.

¡Maranatha!

martes, 15 de marzo de 2016

Proverbios 15:1-33


15.1 ¿Ha tratado alguna vez de discutir en un susurro? Es también difícil discutir con alguien que insiste en contestar de manera suave. En otras palabras, una voz y palabras acaloradas casi siempre provocan una respuesta airada. Para aplacar la ira y buscar la paz, escoja palabras amables. Una buena causa será mejor alegada con mansedumbre que con pasión. Nada incita más la ira que las palabras injuriosas.


15.2-3 El que tiene conocimiento debe usarlo con rectitud para el bien del prójimo.
 Un Dios omnisciente no sólo ve, sino que lleva las cuentas. Tal parece que en ocasiones Dios deja que el mal ande sin freno en el mundo. Y nos preguntamos si siquiera se percata de él. Pero Dios lo ve todo con claridad: las acciones y las intenciones malvadas que las provocan. No es un simple observador indiferente. Está preocupado y activo en nuestro mundo. Ahora mismo, su obra quizás no se vea ni se sienta, pero no se dé por vencido. Algún día borrará el mal y castigará a los malvados, del mismo modo que establecerá el bien y recompensará a los que hacen su voluntad.

15.4-9 Una lengua buena es sanadora para la conciencia herida, a la que consuela; para las almas enfermas de pecado, a las que da convicción de pecado; y para las partes en desacuerdo a las cuales reconcilia. Si se desprecia la instrucción, reprende a los hombres en vez de tolerar que vayan tranquilos por el camino a la destrucción. La riqueza de los mundanos aumenta sus temores y sospechas, añade fortaleza a sus pasiones y vuelve más inquietante el temor de la muerte. Usamos correctamente el conocimiento cuando lo difundimos; pero el corazón del necio nada que sea bueno tiene para difundir. El impío pone otras cosas en el lugar de la expiación de Cristo o en el lugar de la santa obediencia. Las gracias de orar son su dádiva, y la obra de su Espíritu, con lo cual Él se complace.

15.10-13 El que odia la reprensión perecerá en sus pecados, puesto que no los abandonará. Todo el mundo invisible está a la vista de Dios, cuánto más los corazones de los hombres. Nada hay que pueda ocultarse de los ojos de Dios, ni siquiera los pensamientos del hombre. El burlador no tolera pensar seriamente dentro de su propio corazón. El espíritu sombrío, impaciente e ingrato, brotando del orgullo y de la indebida ligazón a los objetos del mundo, hace que el hombre esté intranquilo consigo mismo y el prójimo.

15.14 El alimento de nuestras mentes es tan importante como el de nuestros cuerpos. La clase de libros que leemos, la gente con la que hablamos, la música que escuchamos y las películas que vemos forman parte de nuestra dieta mental. Use discernimiento porque lo que alimente su mente influirá en su total salud y bienestar. Por lo tanto, un fuerte deseo para descubrir la verdad es muestra de sabiduría. El hombre sabio procura ganar más sabiduría, creciendo en gracia y en el conocimiento de Cristo. Pero la mente carnal reposa contenta halagándose a sí misma.


15.15 Las actitudes dan color a toda la personalidad. No siempre podemos decidir lo que nos va a suceder, pero podemos decidir qué actitud tomar ante cada situación. El secreto para un corazón contento es llenar nuestras mentes con pensamientos verdaderos, puros y amorosos. Pensamientos que abarcan las cosas buenas de la vida (Filipenses 4:8). Este fue el secreto de Pablo cuando lo encarcelaron y puede ser el nuestro cuando nos enfrentemos a las luchas de la vida diaria. Analicemos nuestras actitudes y luego examinemos lo que permitimos que entre en nuestra mente y en lo que decidimos ocuparsnos. Quizás necesitemos hacer algunos cambios. Algunos están en mucha aflicción y con espíritu acongojado. Hay que compadecer, orar y consolar a tales personas. Hay otros que sirven a Dios con corazón contento y ello impulsa su obediencia, pero ellos deben regocijarse con temor.


15.16-19 Los creyentes suelen tener lo suficiente, cuando los ojos del mundo ven que hay poco; el Señor está con ellos, sin las preocupaciones, los problemas y las tentaciones que van unidos a la riqueza del impío. El que es tardo para enojarse, no sólo impide la discordia; la apacigua si se enciende.
 La "vereda de los rectos" no siempre parece fácil, pero analice las alternativas: odio, contienda y pereza causan problemas que los hombres buenos no tienen que enfrentar. En comparación, su vida es un camino suave, nivelado, porque está construido sobre una base sólida de amor por Dios. Los que no ponen el corazón en su trabajo, pretenden que no pueden hacer su obra sin dificultades ni peligros. Así muchos viven siempre dudando de su estado, porque siempre descuidan un deber.

15.20-22Los que tratan a un padre o madre ancianos con desprecio o negligencia, muestran su necedad. Los verdaderamente sabios, se ocupan de que sus pensamientos, palabras y obras sean regulares, sinceros y santos. Si los hombres no se dan el tiempo y el trabajo de deliberar no es probable que hagan que pase algo.
 Los que tienen una visión de túnel, los que están atrapados en una sola forma de pensar, tal vez pierdan el buen camino debido a que cierran su mente a nuevas opciones. Necesitamos la ayuda de los que pueden ampliar la visión y perspectiva. Busquemos el consejo de los que lo conocen y tienen una rica experiencia. Construyamos una red de consejeros. Luego seamos receptivos a nuevas ideas y estemos dispuestos a evaluar las sugerencias con cuidado. Nuestros planes serán más firmes, con más posibilidades de éxito.

15.23-27 La sabiduría se necesita para adaptar nuestro hablar a la ocasión. Un hombre bueno deposita sus afectos en las cosas de arriba; su camino se dirige directamente allá.
El orgullo es la ruina de multitudes. Pero Dios sostiene a los afligidos. Abominación son a Jehová los pensamientos del malo; Mas las expresiones de los limpios son limpias. El codicioso no deja que nadie de su familia repose o disfrute. La codicia de ganancia suele tentar a entrar en proyectos que traen ruina.

15.28-33 La precaución es el fruto de la sabiduría; la temeridad, el de la insensatez.
El justo piensa sus respuestas antes de hablar. El hombre bueno resulta ser hombre sabio por esto: gobierna bien su lengua. El impío no espera para hablar porque no le importan los efectos que provoquen sus palabras. Es importante tener algo que decir, pero es también importante pensar antes lo que vamos a decir. ¿Mides con cuidado tus palabras o lanzas tus pensamientos sin preocuparte del impacto que tendrán? El mismo Dios se distancia de quienes lo desafían. Lo que da luz alegra el corazón, quitando la incertidumbre en cuanto a nuestro proceder, y así la buena fama o doctrina  ¡Cuán delicioso es para el alma humillada oír el buen testimonio de la salvación por el Señor Jesucristo!
La reprensión fiel y amistosa ayuda a la vida espiritual y guía a la vida eterna. Los pecadores subestiman su alma; por tanto, prefieren el cuerpo al alma y dañan el alma para complacer al cuerpo. La sabiduría instruye en la verdadera piedad
El temor del Señor nos dispondrá a escudriñar las Escrituras con reverencia; y nos hará seguir la dirección del Espíritu Santo. Cuando depositamos humildemente toda nuestra dependencia en la gracia de Dios, somos exaltados en la justicia de Cristo.

¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!

sábado, 12 de marzo de 2016

La cultura del sarcasmo


en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias
2 Pedro 3:3
La maldad que cada día aumenta en el corazón de los hombres se hace evidente en su despreciable trato con sus semejantes. De ahí la creciente tendencia al sarcasmo que es ya una cultura en muchas naciones. El sarcasmo es la manera ingeniosa y mordaz de hacer ver como estúpido lo que los demás dicen o hacen; pretendiendo demostrar con ello ser más inteligentes.
Este tipo de violencia fue condenado por Jesucristo, cuando dijo: pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego (Mt. 5:22). Fatuo, es alguien poco inteligente, carente de entendimiento; pero no por eso los demás tienen derecho a ridiculizarlo o tratar de humillarlo irónicamente. Según las Escrituras, cualquier soberbio que goza sarcásticamente de menospreciar a los demás quedará expuesto al infierno de fuego.


Su origen en el diablo

El diablo fue quien logró hacer caer a los primeros hombres —burlándose irónicamente de ellos— según está escrito: pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: no comáis de todo árbol del huerto? (Gn. 3: 1). Note la ironía de esta alocución: ¿con que Dios os ha dicho...? Al caer en esta trampa mortal, Adán y Eva quisieron demostrarle al diablo que no tenían por qué obedecer del todo lo que Dios dijera. 
Y sin darse cuenta obedecieron lo que éste les insinuó con su sarcasmo para volverse sus leales, hasta hoy. Decía David: 
los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley (Sal. 119:51). A lo largo de la historia se ve claramente cómo el diablo ha levantado sus leales, a quienes utiliza para que se burlen y ridiculicen todo lo que pertenezca a Dios en esta tierra. Ya sea infiltrándose en el pueblo de Dios, haciéndose pasar por justos y luego hacer un gran escándalo con su mala conducta para que el mundo critique no a éste sino a todo el pueblo de Dios y todo lo que concierna a la fe; o los utiliza simplemente atacando los valores divinos desde afuera.
Sea como sea, esto ya estaba advertido que así debía de ser, para que quienes buscan a Dios de verdad no se sorprendan. Léase: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros (Mt. 5:11-12). Estar del lado de Dios conlleva la burla y el escarnio de los demás, para que se cumplan las señales.

Se perdió la seriedad

Desde que se diseminó la cultura del sarcasmo, nada se toma en serio, y bajo el pretexto de que hay que gozar, todo se vuelve objeto de bromas, chistes insulsos, payasadas y burlas por doquier. Entre broma y broma se cometen adulterios, se roba o matan unos a otros. Pero sobre todo, la intención del diablo es que los hombres le pierdan credibilidad a las Sagradas Escrituras, para tomarlas como objeto de burla y menosprecio; tal como lo hacen algunos catedráticos con sus alumnos al ridiculizar la fe de éstos en Dios. La tendencia a burlarse de lo bueno es muy antigua, y lo hacen los malos para desviar la atención de sus propias maldades; léase: y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él. Entonces les dijo: vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación (Lc. 16:14- 15). Note que al verse descubiertos en cuanto a su avaricia, los fariseos optaron por burlarse de Jesús al no encontrar argumento sabio para justificarse. De igual modo hicieron los líderes apóstatas de Israel con el profeta Isaías, según leemos:
Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová, Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos (Is. 28:14,22). Eso dijo cuando estos falsos líderes se burlaban de las profecías del profeta. De igual modo los yernos de Lot tomaron como burla la advertencia de la destrucción de Sodoma y Gomorra, según está escrito: . . . salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba (Gn. 19. 14). Cuando Jesús fue llevado a la muerte le vistieron como a un mamarracho (de Rey), y gozaron burlándose de Él, Herodes, Pilatos, los soldados y todo el pueblo; sin duda alguna ya sabemos quien inspira el espíritu sarcástico y burlador de los hombres en este mundo. Con tanta razón, mientras más irónico y sarcástico se vuelve un predicador más le gusta a la gente escucharlo en la actualidad.
Y tú ¿lo tienes claro?
¡Maranatha! 

Proverbios 14:1-35



14.1-3 La mujer que no teme a Dios, que es soberbia y dispendiosa, y se da a la comodidad, ciertamente arruinará a su familia, como si derribara su casa. la gracia y el pecado están con sus verdaderos colores. Quienes desprecian los preceptos y promesas de Dios, desprecian a Dios y todo su poder y misericordia. El orgullo crece de la raíz de rencor que hay en el corazón. La raíz debe ser arrancada o no podemos vencer esta rama. Las palabras prudentes de los sabios los sacan de las dificultades.

14.4-5 No puede haber ventajas sin que algo, aun por un momento, asuste al indolente. Cuando un campesino no tiene buey para arar, no hay comida en el granero. La única manera de guardar tu vida libre de gente problemática es mantenerse alejado de ella. Pero si te aíslas de la gente, eres inservible. Si vives tu vida solo, esta no tiene sentido. El testigo consciente no se atreve a representar nada que no esté conforme a su conocimiento. En vez de evitar a otros, debemos servirlos, hablarles de nuestra fe y trabajar por la justicia. ¿Es su vida limpia, pero vacía? ¿O da muestras de que sirve a Dios con todo el corazón?

14.6-8 El escarnecedor trata con desdén las cosas divinas. El que siente su ignorancia e indignidad escudriñará las Escrituras con espíritu humilde. Descubrimos al hombre malo cuando no hay un dejo de piedad en su habla.
Todos conocemos a los escarnecedores, personas que se burlan de cualquier palabra de instrucción o consejo. Nunca encuentran sabiduría, debido a que no la toman en serio. La sabiduría viene de manera fácil a los que prestan atención a la gente experimentada y a Dios. Si la sabiduría que necesita no le llega con facilidad, quizás su actitud sea la barrera. Somos viajeros cuya preocupación no es ver maravillas, sino llegar al final de su viaje; hay que entender las reglas por las cuales tenemos que andar, y los fines hacia los cuales tenemos que andar. El hombre malo se engaña y sigue en su error.


14.9-11 Los necios y profanos consideran el pecado como pura fruslería, la cual debe tomarse a la ligera en vez de lamentarla. Los necios se burlan de la ofrenda por el pecado, pero los que la toman a la ligera, toman a Cristo a la ligera.
No sabemos cuáles aguijones de conciencia o pasiones consumidoras atormentan al pecador próspero. Tampoco el mundo conoce la paz mental que disfruta el cristiano serio, aun en pobreza y enfermedad.
Es muy raro encontrar en la actualidad buena voluntad. Conductores iracundos se miran malhumorados entre sí en las calles. La gente se pelea por ser la primera en la fila. Tanto patrones como empleados disgustados exigen sus derechos. Pero el lazo de unión del pueblo de Dios debe ser la buena voluntad. Los de buena voluntad piensan lo mejor de los demás y suponen que otros tienen buenos motivos e intentan hacer lo que es debido. El pecado arruina a muchas familias grandes mientras la rectitud suele elevar y fortalecer hasta las familias viles. Cuando alguien lo contraríe y sienta que su presión sanguínea comienza a subir, pregúntese: "¿Cómo puedo mostrarle buena voluntad a esta persona?"

14.12-16 El "camino que al hombre le parece derecho" parece ofrecer muchas opciones y demanda pocos sacrificios. Sin embargo, cuando nos encontramos con elecciones fáciles, deberíamos echarles una segunda mirada. ¿Acaso es atractiva esta solución porque me permite ser perezoso? ¿Porque no me obliga a cambiar mi estilo de vida? ¿Porque no tiene límites morales? La buena opción a menudo requiere trabajo arduo y sacrificio. No se deje seducir por aparentes atajos que parecen buenos, pero que al final conducen a la muerte. Los caminos de la negligencia, de la mundanalidad y de la sensualidad, parecen rectos a los que andan en ellos; pero los que se engañan a sí mismos se destruyen a sí mismos. De todos los pecadores, los descarriados tendrán el mayor terror cuando reflexionen en sus caminos. La ansiedad por creer lo que dicen los demás siempre ha resultado engañosa. Así fue arruinado todo el mundo al comienzo. El hombre espiritualmente sabio confía solo en el Salvador para su aceptación. Está alerta contra los enemigos de su salvación obedeciendo la palabra de Dios. El santo temor resguarda contra toda cosa no santa. Un hombre enojado debe ser compadecido y culpado, pero el vengativo es más odioso.
El pecado es la vergüenza de los pecadores, pero la sabiduría es el honor del sabio.

14.20-28 La amistad del mundo está dominada por el interés propio. Bueno es tener a Dios como nuestro Amigo; no nos abandonará.
Cuán sabiamente consultan sus propios intereses los que no sólo hacen el bien, sino ¡tienen la intención de hacerlo!
El trabajo de la cabeza o de la mano resultará en una buena cuenta, pero si la religión de los hombres se desperdicia toda en charla y ruido, no llegarán a nada. El hombre recto se aventura al desagrado del más grande, pero sacará a relucir la verdad. Los que temen al Señor para obedecerle y servirle, tienen una fuerte base de confianza y serán preservados. Busquemos la Fuente de vida, para escapar de los lazos de la muerte. Que todos los que desean bien al reino de Cristo, hagan lo que puedan para que muchos sean sumados a su iglesia.
 En Isaias 25:4 se describe a Dios como «refugio» en medio de la tormenta y «sombra» que protege del calor, lo cual se relaciona con el concepto de «protección contra los elementos de la naturaleza».


14.29-31 Hombre paciente y manso es quien aprende de Cristo que es la Sabiduría misma. La pasión desenfrenada es necedad manifiesta.
La impaciencia de espíritu puede ser como un fuego incontrolable. Nos puede consumir a nosotros y a todo lo que esté a su paso. El enojo divide a la gente. Nos empuja a tomar decisiones precipitadas que solo provocan amargura y culpabilidad. A pesar de todo, el enojo en sí no es malo. Una mente ecuánime conviene a la salud; la envidia la arruina. Aun en época tan temprana como esa, se percibió la salud y la actitud humanas como relacionadas. Es una reacción legítima ante la injusticia y el pecado. Cuando sienta que comienza a enojarse, analice la causa. ¿Está reaccionando ante una situación o acción provocada por el mal y quiere enmendarla? ¿O responde egoístamente a un insulto personal? Ore que Dios lo ayude a controlar su espíritu impaciente, canalizando sus sentimientos en acción eficaz y conquistando el enojo egoísta mediante la humildad y el arrepentimiento.

14.31-35 La sabiduría posee el corazón y, de ese modo, regula los afectos y los temperamentos.
El malo tiene su alma enajenada; muere en sus pecados bajo la culpa y el poder de ellos. Pero los piadosos, aunque tienen dolor y algo de miedo a la muerte, tienen la esperanza bendita que Dios, que no puede mentir, les ha dado. Tal cosa como la justicia colectiva es una realidad, y trae consigo un beneficio colectivo.
Dios tiene una preocupación especial por el pobre. Insiste en que los que tienen bienes materiales deben ser generosos con los que están en necesidad. Ayudar a los pobres no solo es una sugerencia de la Biblia, sino un mandato que pude requerir un cambio de actitud de su parte.  El gran Rey que reina en cielo y tierra recompensará a los siervos fieles que honran su evangelio por el desempeño apropiado de los deberes de su cargo. Él no desprecia los servicios de los más bajos.