} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 02/01/2021 - 03/01/2021

jueves, 18 de febrero de 2021

LAS BASES DE NUESTRA FE Y VIDA (9ª PARTE)

  

Seguridad de la salvación


Enseñamos que todos los redimidos, una vez que han sido salvos, son guardados por el poder de Dios y de esta manera están seguros en Cristo para siempre (Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

Juan 6:37-40 37  Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38  Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39  Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40  Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

 Juan10:27-30  26  pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

28  y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30  Yo y el Padre uno somos.

 Romanos 5:9-10 9  Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.10  Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

 Romanos 8:1, 38-39 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

38  Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

 1 Corintios 1:4-8 4  Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5  porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6  así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7  de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8  el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.

 Efesios 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

 Hebreos 7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

 Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;

 1 Pedro 1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

 Judas 24-25 24  Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25  al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. ).

 

Enseñamos que el privilegio de los creyentes es regocijarse en la certidumbre de su salvación por medio del testimonio de la Palabra de Dios, el cual, no obstante, claramente nos prohíbe el uso de la libertad cristiana como una ocasión para vivir en pecado y carnalidad (Romanos 6:15-22 15  ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 16  ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?17  Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;18  y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19  Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 20  Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21  ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22  Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Gálatas 5:13  13  Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

 Tito 2:11-14 11  Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12  enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13  aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14  quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15  Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. ).

lunes, 15 de febrero de 2021

LAS BASES DE NUESTRA FE Y VIDA (8ª PARTE)


Santificación


Enseñamos que todo creyente es santificado (apartado) para Dios por la justificación y por lo tanto declarado santo y por lo tanto identificado como un santo. Esta santificación es posicional e instantánea y no debe ser confundida con la santificación progresiva. Esta santificación tiene que ver con la posición del creyente, no con su vida práctica actual o condición (Hechos 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.

 

1 Corintios 1:2, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro

 

2 Tesalonicenses 2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,

 

 Hebreos 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,

 

Hebreos 3:1  Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

 

Hebreos 10:10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

 

1 Pedro 1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas ).

 

Enseñamos que por la obra del Espíritu Santo también hay una santificación progresiva mediante la cual el estado del creyente es traído a un punto más cercano a la posición que disfruta por medio de la justificación. A través de la obediencia a la Palabra de Dios y la capacidad dada por el Espíritu Santo, el creyente es capaz de vivir una vida de mayor santidad en conformidad a la voluntad de Dios, volviéndose más y más como nuestro Señor Jesucristo (Juan 17:17, 19  17  Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18  Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19  Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

 Romanos 6:1-22 1    ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?2  En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3  ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4  Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5  Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6  sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7  Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8  Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9  sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10  Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. 11  Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 12  No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;13  ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14  Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. 15  ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 16  ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17  Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18  y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19  Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 20  Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.21  ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22  Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.


2 Corintios 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.


1 Tesalonicenses 4:3-4 3  pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4  que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor


 1 Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. ).


Con respecto a esto, enseñamos que toda persona salva está involucrada en un conflicto diario—la nueva naturaleza en Cristo batallando en contra de la carne—pero hay provisión adecuada para la victoria por medio del poder del Espíritu Santo Quien mora en el creyente. No obstante la batalla permanece en el creyente a lo largo de esta vida terrenal y nunca es terminada en su totalidad. Toda afirmación de que un creyente puede erradicar el pecado en su vida en esta vida, no es Bíblica. La erradicación del pecado no es posible, pero el Espíritu Santo provee lo necesario para la victoria sobre el pecado (Gálatas 5:16-25 16  Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.17  Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.18  Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19  Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20  idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21  envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22  Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24  Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25  Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.


 Efesios 4:22-24 22  En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23  y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.


 Filipenses 3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.


 Colosenses 3:9-10 9  No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10  y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,


1 Pedro 1:14-16 14  como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15  sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16  porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo


 1 Juan 3:5-9 5  Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 6  Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7  Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 8  El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9  Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. ).

 


domingo, 14 de febrero de 2021

LAS BASES DE NUESTRA FE Y VIDA (7ª PARTE)

 


 Justificación

Enseñamos que la justificación delante de Dios es un acto de Dios (Romanos 8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.) por medio del cual El declara justos a aquellos a quienes, a través de la fe en Cristo, se arrepienten de sus pecados (Lucas 13:3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

 Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

 Hechos 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

 Hechos 11:18 Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!

Romanos 2:4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

 2 Corintios 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

 Isaías 55:6-7 6  Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7  Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.) y lo confiesan como Señor soberano (Romanos 10:8-10 8  Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

9  que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.  

1 Corintios 12:3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

  2 Corintios 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.

 Filipenses 2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre ).

Esta justicia es independiente de cualquier virtud u obra del hombre (Romanos 3:20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

 Romanos 4:6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, ) e involucra la imputación de nuestros pecados a Cristo (Colosenses 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

1 Pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados) y la imputación de la justicia de Cristo a nosotros (1 Corintios 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención

 2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. ). Por medio de esto Dios puede ser “el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.).