} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 06/01/2013 - 07/01/2013

miércoles, 26 de junio de 2013

LA NUEVA VIDA



Se ha dicho que la vida es sólo la preparación para la muerte. Se supone que es ésta una época de pensamiento libre, de experiencias definitivas. Hemos aspirado a cambiar el mundo y las leyes que lo gobiernan, mediante le conocimiento, la ciencia, los inventos, la informática, la filosofía y el pensamiento materialista. Hemos intentado de entronizar a los dioses falsos del dinero, la fama y la inteligencia; pero, por mucho que nos esforcemos, el resultado es siempre el mismo. Está establecido a los hombres que mueran una vez.
En medio de la vida, la muerte se asoma por todas partes. El terremoto de Haití, o el de Chile ha segado la vida a personas inocentes; familias enteras han sido barridas de la faz de la tierra. Las imágenes de tanto dolor han sacudido nuestros corazones y nos han mostrado lo frágiles que somos ante el ímpetu de la naturaleza. ¡Cuánto sufrimiento, cuánto dolor¡Los supervivientes a esta catástrofe, vagan, deambulan en busca de esperanza...
Compartimos el dolor, nos solidarizamos con ellos a través de ONG, Cruz Roja y ayuda internacional. Así una y otra vez.
La estridente sirena de las ambulancias resuenan en nuestra mente, los fríos rótulos de las Agencias de Pompas Fúnebres encogen el corazón, los Cementerios delante de los que pasamos con frecuencia, la vista de los coches mortuorios entre el trafico, todo nos recuerda que la muerte puede llamarnos en cualquier momento. Nadie sabe cuándo, ni cómo pero sabemos que vendrá.
Nuestras vidas están suspendidas de hilos muy débiles, y la fosa se abre a nuestros pies a cada instante. La muerte es el adversario universal. Aun los reyes caen bajo la guadaña de la muerte y aunque el científico y el cirujano luchan valientemente para que el monstruo no se aproxime a las puertas de los palacios, se desliza clandestinamente entre la guardia, cruza furtivamente los pasillos hasta las habitaciones reales, y envuelve en su capa sombría a los poderosos.
A pesar de las múltiples medidas de seguridad ¿cuántas vidas siegan los accidentes de circulación cada día en el mundo? La muerte acecha continuamente a la humanidad y aunque la ciencia médica y los ingenieros de seguridad le hayan declarado la guerra, la muerte siempre sale victoriosa.
Debido a tanto tiempo de esta batalla científica, ahora tenemos la ventaja de unos cuantos años más de vida. Sin embargo, la muerte está al final del camino y la duración de la vida del hombre común no excede mucho de los setenta años mencionados en la Biblia.
Las enfermedades del corazón matan todavía un buen número de personas en la primavera de la vida; el cáncer aun tortura con su dolor a multitud de cuerpos. No importa cuán optimistas sean las estadísticas de la esperanza de vida, el hecho inevitable de la muerte permanece inalterable ¡es aún la experiencia final de cada ser humano sobre esta tierra¡
Desde el momento en que nace un niño, empieza la lucha contra la muerte. La madre dedica años de cuidado a la protección del pequeño. Vigila la comida, la ropa, el ambiente, los exámenes médicos y las vacunas, pero, a pesar de sus cariñosos cuidados, el niño ya ha empezado a morir.
A los pocos años, las muestras tangibles de debilidad serán evidentes. El dentista tendrá que revisar las caries dentales; se necesitaran gafas para mejorar la vista imperfecta; la piel se arrugara y aflojara con el transcurso del tiempo, los hombres se encorvaran, y su caminar será más lento y menos seguro. La fragilidad de nuestros huesos se aumentara según disminuya nuestra energía y, sin saberlo casi, habremos empezado a morir.
Los seguros de salud y de enfermedad, suavizaran el golpe; se adquirirán seguros de vida para cubrir los gastos y obligaciones finales y, de repente, comprenderemos que la vida entera es una gran lucha perpetua con la muerte. Veremos que todos estamos corriendo una carrera en la que sólo podemos esperar ganar un poco más de tiempo, no importa como engañemos a nuestra antagonista, ¡sabemos que al fin vencerá la muerte¡
El hombre siempre ha considerado a la muerte como su enemigo, pero Jesús dijo que Él la había vencido, y le había quitado el aguijón. Jesucristo es el Realista magistral al estimular a los hombres a prepararse para la muerte que ciertamente vendrá. No hay que preocuparse, dijo el Señor Jesús, por la muerte del cuerpo, hay que preocuparse de la muerte eterna del alma.
La Biblia declara que hay dos muertes: una es la muerte física y otra la muerte eterna. Jesús advirtió que debemos temer a la segunda muerte mucho más que a la primera. Describió la muerte segunda como el infierno, que es una separación eterna de Dios. Indicó que la muerte del cuerpo no es nada en comparación con el destierro eterno y consciente del alma de la presencia de Dios.
¡¡Gracias a Dios en el nombre de Jesús, el cristiano que ha creído en Él vivirá en Su presencia¡¡
La Biblia enseña que tú eres un alma inmortal. Tú alma es eterna y vivirá para siempre. En otras palabras, el verdadero tú—la parte que piensa, siente, sueña y aspira, el Ego—nunca morirá. La Biblia enseña que tu alma vivirá para siempre en uno de estos dos lugares: el cielo o el infierno. Si no eres cristiano, si nunca has nacido de nuevo, entonces la Biblia enseña que tu alma irá inmediatamente al lugar que Jesús llamó Hades, donde esperará el juicio de Dios..
Sé muy bien que el tema del infierno no es muy agradable; por el contrario, no es popular sino que enciende contiendas y malos entendidos. Confieso que entre todas las enseñanzas cristianas, es la más difícil de aceptar.
Hay quienes enseñan que al final todo el mundo será salvo, que Dios es un Dios de amor y nunca enviará a nadie al infierno. Creen que la palabra eterno realmente no quiere decir para siempre. No obstante, la misma palabra que enseña la separación eterna de Dios, se usa también para la eternidad del cielo. Alguien a dicho que “ la justicia demanda que el gozo de los justos y el castigo de los impíos tenga la misma duración, puesto que vienen de la misma palabra griega y son de la misma duración”.
Hay otros que enseñan que después de la muerte, los que han rehusado aceptar el plan divino de redención, serán aniquilados, dejaran de existir. Al escudriñar la Biblia, desde el principio hasta el final no se puede hallar ni una palabra de evidencia que sostenga esta idea. La Biblia enseña que ya sea que estemos salvados o perdidos, hay una existencia eterna, consciente para el alma y la personalidad.
Hay otros que enseñan que después de la muerte, todavía existe la posibilidad de salvación, que Dios dará una segunda oportunidad. Si esto es verdad, en la Biblia no se hace alusión a ello, pues continuamente se nos advierte:”He aquí ahora el tiempo aceptable: he aquí ahora el día de salud”. (2ª Corintios 6:9)
Innumerables pasajes de la Escritura, se podrían citar para apoyar el hecho de que la Biblia sí enseña que existe el infierno para quien voluntaria y conscientemente rechaza a Cristo como Señor y Salvador:
“Soy atormentado en esta llama” ( Lucas 16:24)
“Cualquiera que dijere fatuo, será culpado del infierno de fuego” (Mateo 5:22)
“Enviará el Hijo del Hombre a sus Ángeles, y cogerán de su reino todos los escandalosos, y los que hacen iniquidad, y los echaran en el horno de fuego, allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 13:41-42)
“Así será el fin del siglo: saldrán los Ángeles y apartaran a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 13:49-50)
“Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles” (Mateo 25:41)
“En llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen el evangelio de Nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor, y de la gloria de su poder” (2ª Tesalonicenses 1:8-9)
“ Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” (Apocalipsis 20:14-15)
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apocalipsis 21:8)

Alguien puede decir.”No creo en el infierno. Mi religión es el Sermón del Monte”.
Bueno, leamos un pasaje del Sermón del Monte:” Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo y échalo de ti: pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala y échala de ti: pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado en el infierno”.
Aquí tenemos una enseñanza precisa de Jesús referente al infierno. Él ha afirmado su realidad. Jesús narra parábolas y da ilustraciones sobre este tema, poniendo en guardia continuamente a los hombres contra la locura de una vida de pecado y de hipocresía en tanto que estén en la tierra.
No hay duda de que los perversos sufren cierto infierno aquí en la tierra. La Biblia dice:” Sabed que os alcanzará vuestro pecado” (Números 32:23) “ Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7)
El hombre se condena por rechazar el plan divino de salvación. Con amor y misericordia Dios ofrece a los hombres un modo de escapar, un camino de salvación una esperanza y una expectación de cosas mejores. Pero el hombre, en su ceguedad, en su estupidez, en su obstinación, en su egoísmo y en su amor a los placeres del pecado, rechaza el método sencillo de Dios para escapar de la angustia del tormento eterno.
Dios prescribe el remedio para los males de la raza humana. Ese remedio es la fe personal y el entregarse a Jesucristo. El remedio es nacer de nuevo. Si deliberadamente lo rechazamos, entonces tenemos que sufrir las consecuencias, y no podemos echar la culpa a Dios. ¿Es culpa de Dios que nosotros rechacemos el remedio?


La Biblia no es únicamente quien nos dice que los malos y aquellos que no aceptan a Cristo sufrirán las consecuencias de infierno. También nos lo dice el instinto humano. Hay algo dentro de cada uno que nos advierte que al cometer un pecado, no sólo sufriremos aquí, sino también en la eternidad.
Es curioso que los hombres se preparan para todo, menos para la muerte. Nos preparamos para educación, para los negocios, para nuestras profesiones, para el matrimonio, para la vejez. Nos preparamos para todo menos para el momento que hayamos de morir. Y, sin embargo, la Biblia dice que está establecido que muramos una vez.
La muerte es un acontecimiento que a cada hombre parece fuera de lo natural, cuando se refiere a él mismo, pero natural cuando se refiere a otros. La muerte coloca a todos los hombres al mismo nivel. Despoja al rico de sus millones y al pobre de sus andrajos. Acaba con la avaricia y extingue el fuego de la pasión. Todos quisieran ignorar la muerte pero todos tienen que afrontarla, el príncipe y el labriego, el filosofo y el insensato, el asesino y el santo. La muerte no conoce edades, no tiene ninguna parcialidad. Todos los hombres la temen.
La muerte está decretada para todos, y la cuestión de su cumplimiento es sencillamente cosa de tiempo. Podemos descuidar o faltar a otras citas de la vida como negocios y placeres, y atenernos a las consecuencias; mas, he aquí una cita que no podemos evitar. Es forzoso acudir a ella sólo una vez, ¡sin faltar¡
Si la muerte física fuera la única consecuencia de vivir lejos de Dios, no habría tanto que temer. Pero la Biblia advierte que habrá una muerte segunda, que es la expulsión eterna de la presencia de Dios.
Hay, sin embargo, un lado más luminoso. Así como la Biblia anuncia el infierno para el pecador, también promete el cielo para los que son justificados por fe en Jesucristo.
Al hablar de cielo, la tierra nos parece miserable a su lado. Nuestros pesares y problemas aquí se disminuyen con la anticipación gozosa del futuro. En cierto sentido, el cristiano goza del cielo aquí, en la tierra. Tiene la paz en el alma, la paz en su conciencia y la paz con Dios. En medio de aflicciones y dificultades puede sonreír, hay energía en su paso, gozo en su alma y una sonrisa en su rostro. Hay un pasaje en la Biblia que me impresiona por la claridad con que pone de manifiesto, la existencia del cielo glorioso en la vida venidera, se halla en Juan 14:2 -4 "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a donde voy, y sabéis el camino."
Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)

El cristiano sabe a través de la Palabra de Dios en la Biblia que en el momento de la muerte va inmediatamente a la presencia de Dios. Allí el alma espera la resurrección, que será cuando el cuerpo y el alma se unan. El nuevo cuerpo que tendremos será un cuerpo glorioso, semejante al de Cristo, un cuerpo eterno, que nunca conocerá lagrimas, angustias, tragedias, enfermedades, dolor ni muerte.
Gracias a Dios en el nombre de Jesús.


domingo, 16 de junio de 2013

ALGUNOS NO MORIRÁN



Escudriñando la palabra de Dios escrita en la Biblia, encontré un versículo que me llamó sobremanera la atención. Cuando Jesús anunció su muerte, dijo algo profundo y significativo relacionado con la gente que le estaba escuchando, y este hecho quedó reflejado tanto por Mateo como por Marcos. Veamos lo que cada uno escribió sobre ello:

Mateo, 16:28 “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su Reino”
Marcos, 9:1 “También les dijo: De ciertos digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el Reino de Dios venido con poder.”

Como, se puede ver Jesús se refiere a algunos de los que en ese momento le están escuchando y como había gente de todas las clases y categorías, puesto que no se había realizado selección de oyentes, este acontecimiento, en principio, puede recaer igualmente en niños, que en viejos, que en mujeres o en hombres, y por igual en amigos, que en enemigos, por eso"Recalcó" que no gustarían la muerte "Hasta que" lo que nos deja la puerta abierta para que posteriormente, unos puedan morir y otros no, dependiendo del Juicio a las Naciones que realizará en el momento de su entrada, y por lo tanto en su segunda venida.
En este Juicio envía a la Bestia, al Falso Profeta y a los que le sirvieron, al Lago de Fuego, por lo que los que estén aquí incluidos podrán morir o quemarse eternamente pero los que estén unidos por fe a Él seguirán viviendo eternamente.
Por las diferentes edades que tuvieron en el momento en que Jesús se lo anunció, son personas que la mayoría han cumplido dos mil años. ¿Me imagino lo aburridos que han de estar con una vida tan larga? Y si se han ido casando, sus cónyuges habrán envejecido y muerto, mientras que ellas no han pasado de una determinada edad madura o no tanto, según haya sido la voluntad de Dios a este respecto. Y cuantos controles de identidad habrán tenido que sortear en las naciones donde ha ido habitando para no notárseles la estabilización de la edad.
Desde estas líneas les hago un llamamiento para que si alguno o desea se ponga en contacto conmigo.
Quizás quiera Dios de entre ellos sacar esos dos testigos que la Bestia hará matar y colgar en la plaza de Jerusalén y que resucitarán después de tres días, ya que este grupo de personas son Testigos de Jesús.
En otras épocas anteriores también Dios ha reservado a ciertas personas a las que transportó hasta el cielo, como es el caso de Enoc y Elías, de las generaciones siete y catorce respectivamente.
Sin duda, Enoc y Elías, son también candidatos, si es que Dios les quiere elegir para esos dos testigos mencionados.
Por otra parte, existe un grupo de personas, que ojalá sean muchas, que no morirán nunca y son todas aquellas que vivan en el momento en que Jesús arrebate a su Iglesia en la tierra, trasladándoles a las nubes a su encuentro, junto con los  muertos resucitados con fe. Por eso el apóstol Pablo escribió:

1ª Corintios 15:51-52 (51)“He aquí, os digo un misterio; no todos dormiremos; pero todos seremos transformados(52) en un momento,  en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque tocará la trompeta y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados”

Los que seguimos a CRISTO sabemos que el tiempo de ese hecho glorioso está muy próximo, por lo que si tienes verdadera fe en Jesús, tú que lees estas líneas serás uno de los que no mueran.


miércoles, 12 de junio de 2013

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (Final)



La Segunda  Venida que insinúa 1 Tesalonicenses 4; 16: "El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios descenderá del cielo". Los muertos en Cristo resucitarán primero, y ocurrirá entonces la transformación de los creyentes vivos. Pero esto no sucederá sino hasta que haya venido la apostasía y aparezca el hombre de pecado, a quien el Señor destruirá "con el espíritu de su boca y con el resplandor de su venida".  Podemos leerlo en: 2 Tesalonicenses 2; 1-12  
  No es solamente un momento de distribuir recompensas a los fieles sino la ocasión en que todos los hombres han de rendir cuentas de sus acciones.  Veamos varios textos que nos ilustran con claridad:
2 Tesalonicenses 1; 7-10 / 1 Corintios 3; 13-15 / 1 Corintios 4; 5/ 2 Corintios 5; 10 

   Aunque a los "burladores" les parece que el Señor retarda su promesa, realmente Él está esperando que los hombres "procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3; 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.)  Pero el día del Señor vendrá como "ladrón en la noche",  inesperadamente, y el cielo y la tierra serán quemados.  
Como libro de consolación escrito durante la persecución, Apocalipsis aporta datos importantes sobre la Segunda Venida de Cristo. Todo ojo lo verá llegar y todas las naciones de la tierra lo lamentarán  Apocalipsis 1; 7 / Mateo 24; 29-30.   En la final trompeta (Apocalipsis 11; 15-19), el reino de este mundo pasa a ser de Dios y de su Cristo, quien reinará para siempre jamás (Apocalipsis 11; 15). Apocalipsis concuerda con lo escrito por Pablo al describirse la lucha feroz entre las fuerzas del mal y del bien, guerra que causa tremenda Tribulación y termina en el castigo de los líderes del reino satánico (Apocalipsis 19; 20 /Apocalipsis 20; 10). Entonces Cristo y los justos empiezan un reino de mil años en la tierra,  (Apocalipsis20; 1-9) durante el cual Él suprime todo dominio, autoridad, y potencia enemiga (1Corintios 15; 23-28).

 En Daniel 12:4 “…Muchos correrán de aquí para allá y la ciencia se aumentará”.

El profeta Daniel refiere la cantidad de gentes que no tendrán fe en Jesús, buscando por todas partes respuestas a sus interrogantes, pero que se adapten a sus deseos. Personas de doble ánimo, inconstantes, superficiales y carentes de moral.
El impresionante avance de la ciencia no se puede poner en duda. De un día para otro hay nuevos descubrimientos que maravillan a los científicos. En los últimos 50 años ha sido impresionante el desarrollo de los descubrimientos tanto en medios de comunicación, transporte e investigación. En ninguna época de la historia se han sucedido a tal ritmo los acontecimientos.
Los médicos y psiquiatras durante los últimos años han dicho repetidas veces que el cuerpo humano no está capacitado para tal tensión, que no puede aguantar tata velocidad y presión, pero seguimos adelante al ritmo de siempre sin importar o pararnos a mirar si es conveniente o no ese ritmo de vida. No es de extrañar que el ictus se haya convertido en algunos países como un mal en ascenso. La telefonía, los celulares, los Ipods, auriculares se han convertido en una nueva fuente de problemas para la ya débil salud. Muchos de los jefes de industria cuyo trabajo ha hecho posible esta tremenda aceleración, han muerto repentinamente en sus despachos, victimas del monstruo que ellos crearon.
 En los pasajes de Ezequiel 38 y 39, el profeta es inspirado por Dios para describir unos hechos  que ocurrirán en los postreros tiempos. Se supone que estos enemigos se juntarán para invadir la tierra de Judea y Dios los derrotará. Dios no sólo se ocupa de quienes son ahora los enemigos de su Iglesia, sino ve con anticipación quienes lo serán, y les hace saber por su palabra que está contra ellos; aunque ellos se junten, los malos no quedarán sin castigo. El Señor hará que los transgresores más despreocupados y endurecidos conozcan su santo nombre, sea por su justa ira o por las riquezas de su misericordia y gracia. Las armas formadas contra Sion no prosperarán. Aunque esta profecía va a cumplirse en los últimos tiempos, es segura. El mensaje para nosotros es emocionante: con Dios de nuestro lado, se nos asegura la victoria final sobre cualquier enemigo, ya que El peleará por nosotros. La predicción de la salvación del pueblo de Dios y la ruina del enemigo, se ha cumplido: lo que expresa que el acontecimiento predicho es tan cierto como si estuviera ya consumado.

Hace pocos años, muchos intelectuales se burlaban de 2ª Pedro 3:10. Pero la explosión de la bomba de hidrógeno y  las terribles posibilidades de la bomba de cobalto, han cambiado su escepticismo en una admiración y reconocimiento de las profecías bíblicas.
Quiero señalar que los tiempos que vivimos, se diferencian radicalmente de cualquier época anterior. El compás del tiempo se acelera con sucesos de tal magnitud, que cualquiera de ellos hubiera sido la sensación de toda una edad hasta hace poco; ahora vienen tan seguidos que no nos da tiempo a digerirlos y muchos de ellos pasan inadvertidos. El relajamiento moral ha llegado a ser tan común y aceptado, que se hace muy poco esfuerzo para ocultarlo. La corrupción en la economía, política y justicia es casi una regla y no la excepción.
El Anticristo, que los profetas advirtieron había de aparecer en los últimos días, posiblemente ya se encuentre a punto de surgir; posiblemente está creciendo y tomando forma ante nuestros propios ojos, un espíritu Anticristo atrevido, desvergonzado y bien armado, que no se preocupa en disimular su identidad o enmascara su propósito. Hace poco que surgió el ISIS con tanta rapidez que ha sorprendido a todos los servicios de inteligencia mundiales, aunque algunos cuando dieron la voz de alarma, fueron silenciados por intereses petroleros. Ahora, han perdido cualquier atisbo de humanidad, convirtiendose en verdugos y asesinos de cristianos que no renuncian a la fe de Cristo. Pero lo peor aún está por venir.
Estas son tendencias apocalípticas, caracterizadas por la guerra, el hambre, la peste y la muerte que en este mismo momento cabalgan a través del mundo. El tiempo, como es medido por los seres celestiales, puede darnos diez años, cien años, mil años; pero también puede darnos un día, una semana o un mes. Bien puede aplicarse a la actualidad el versículo:
 Mateo 24:34” De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”.
Hasta ese Día Supremo la actitud de todo cristiano debe ser la de velar y esperar. Jesús dijo:
Mateo 24:42 “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.
De nuevo esta esperanza grandiosa debe provocar una consagración completa al servicio, de parte de todos los que creemos en ella. Jesús dijo:
Lucas 19:13 “Negociad entretanto que vengo”.
También es un tiempo de preparación. Jesús dijo:
Lucas 12:40 “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá”.
Toda la historia se encamina hacia el gran día cuando todos los enemigos serán puestos bajo sus pies y Cristo será coronado. La Biblia dice:
Isaías 9-7 “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo  y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”.

Entonces cesarán la guerra y los combates. No habrá pecado ni codicia, y el pesa y el dolor habrán desaparecido. Entonces los paganos serán convertidos, ningún hombre vivirá sin conocer a Dios, toda la naturaleza desplegará  el esplendor y la magnificencia que caracterizaron el jardín del Edén. Entonces, todos los animales de la tierra habitarán juntos en armonía y en paz. Entonces, el conocimiento del amor de Dios cubrirá la tierra, y nuestra ardiente  oración de siempre: “Venga tu reino” será, por fin, contestada.

La Segunda Venida del Señor Jesucristo ha tenido un valor permanente para el cristianismo, y a través de los siglos ha sido una fuente de inspiración y confianza. Sobre ella se basan todas las exhortaciones a la pureza, fidelidad, santidad, vigilancia  y responsabilidad. El juicio en Mateo  25; 31-46  enseña que quienes esperamos de veras el regreso de nuestro Señor  mostramos compasión hacia los desvalidos y necesitados.
Toda la creación gime hasta la liberación final, tanto de los hijos de Dios como el universo entero, tal y como nos dice la Palabra de Dios en Romanos 8; 18-23 
La Segunda Venida de Cristo no será para expiar los pecados de la humanidad ya que esto se cumplió en su primera venida. En su segunda venida se consumará la totalidad de la salvación del creyente y el juicio del incrédulo.

"Amén; sí, ven, Señor Jesús" (Apocalipsis 22; 20)


¡¡MARANATHA!!

martes, 11 de junio de 2013

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (IV)



Aunque algunos predicadores tergiversan estos pasajes, no es posible eliminar de los  Evangelios todo vestigio de una Segunda Venida. La misma abundancia de referencias al tema hace improbable que los apóstoles crearan esta doctrina, que saliera de su raciocinio. Es claro que existe una dificultad en los dos dichos de Jesús que indican una venida muy pronta: antes que los discípulos recorrieran las ciudades de Israel (Mateo 10; 23) o antes de que algunos de sus oyentes murieran (Marcos 9; 1), pero es fácil explicar que estas profecías se cumplieron en la muerte y resurrección de Jesús; porque estos hechos fueron una manifestación sobresaliente del Reino, por los cuales Jesús triunfó sobre Satanás y sobre la muerte. Además, por esos hechos Jesús fue proclamado el  SEÑOR del cielo y la tierra (Mateo 28; 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.). En otras palabras, el acontecimiento fundamental de la predicación del Reino es el nacimiento, la encarnación, la muerte y la resurrección de Jesús. Su Segunda Venida es la culminación de su Señorio, Soberanía y Justicia.
Si Jesús enseñaba una Segunda Venida, podemos hacer una pregunta: ¿Esperaba Él un período entre su  Ascensión y su parusía?   En vista de que hablan de un regreso inmediato: Mateo 10; 23 / Marcos 9; 1/ Marcos 13; 30-33   
 El argumento de muchos predicadores para decir que no habrá Segunda Venida se basa en que: Jesús esperaba regresar casi inmediatamente y cuando no apareció, la iglesia cambió la idea de un regreso inmediato por la de una tarea misionera, con el resultado de que la parusía o venida del Señor fue postergada.
Pero es inaceptable esta tergiversada interpretacion, al oscuro concepto de la iglesia y la formulación de sus doctrinas en vista de los siguientes hechos:
Jesús sí enseñaba que habría un período entre el fin de su ministerio y la parusía (Marcos  13; 10/Mateo 24; 14). Tal espera está implícita en las parábolas del Evangelio, especialmente en aquellas que hablan de la ausencia de la figura central del relato, tal y como podemos leer en: Mateo 24; 45-51/ Mateo 25; 1-13   

Sin el regreso del Señor, la parábola quedaría truncada, porque la entrega de responsabilidades al principio demanda el desenlace de los galardones al final. Así también lo que Jesús empezó a hacer quedaría inconcluso si no volviera a completar el proceso.
  Jesús fue proclamado Señor del cielo y de la tierra y ordenó (Mateo 28; 18-20)  lo que significa que con su exaltación el evangelio rompe los límites nacionales de Israel y asume características universales. Resulta lógico entonces que el señorío de Jesús se proclamase en todo el mundo para que la oferta de perdón y vida eterna fuera conocida de todos. Por tanto, precisa programar un período de tiempo para la evangelización del mundo.
  La enseñanza de Jesús acerca del Reino de Dios refleja una tensión grande entre el aspecto presente, visto en la vida y obra de Jesús, y el aspecto futuro. Si interpretamos el Reino de Dios, o en términos puramente futuristas sin aspecto presente y período intermedio  o en términos de una escatología realizada en este tiempo sin futuro alguno, no hacemos justicia a la enseñanza de Jesús. Él dejó inaugurado el Reino en las obras maravillosas de su ministerio y especialmente en su muerte y resurrección. Por tanto, se puede decir con que la batalla decisiva se ha ganado, y solo se espera la terminación de la guerra y la proclamación del gran día de victoria. Durante el actual período intermedio experimentamos muchas de las bendiciones del futuro, (1 Corintios 10; 11  Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos / Hebreos 6; 5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero). Además, los creyentes, los nacidos de nuevo, que ya hemos sido sellados por el Espíritu Santo,  ya tenemos la vida eterna (Juan 3; 16), característica del siglo venidero (Marcos 10; 29-31), pero eso no significa que se omita la consumación final. La victoria sin par de la muerte y resurrección de Jesús quedaría inconclusa si no llega a abatir visiblemente el reino del mal aquí en la tierra.
En resumen, la enseñanza de los Evangelios es clara: al final del proceso de evangelización del mundo, en un momento que solo el Padre conoce (Marcos 13; 32 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.), Jesús vendrá personalmente sobre las  nubes en la misma forma corporal en que se fue (Hechos 1;10-11  10  Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11  los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. ). Su Segunda Venida será acompañada con trompetas, voces, gloria, y poder; los ángeles estarán presentes para recoger a los escogidos de los cuatro ángulos de la tierra. Entonces el Señor se sentará sobre su trono para juzgar a todos los que tienen alguna relación con el Reino, según sus obras.
Su Venida es precedida por un tiempo de horrible persecución  Marcos  13; 19-20  y seguida por el establecimiento del reino de justicia del Hijo del Hombre (Mateo 25; 34

El Apostol Pablo nos orienta y sigue la pauta de Jesús, aunque agrega varios énfasis nuevos. El más notable quizás es la relación estrecha establecida entre La Segunda Venida y la Resurreción  o transformación de los creyentes. Para mayor comprensión examinemos los siguientes textos en:
1 Corintios 15; 23/1 Corintios 15; 51-53/ Filipenses  3; 20-21/1 Tesalonicenses 4; 13-18  

Aunque hay que distinguir una etapa previa a la Segunda Venida, a la cual llamamos "el arrebatamiento de la iglesia" o “el rapto” que podemos ver como fueron varios los escritores evangélicos que diferenciaron este rapto de los fieles, para evitar pasaran por la gran tribulación. En el Evangelio de  Lucas  17:34-36  Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. 35  Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.36  Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.  Podemos corroborar el rapto en: Mateo 24:37-42


LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (Tercera Parte)



En el Nuevo Testamento, las predicciones de su venida son todavía más claras y más vivas. Mateo compara a Cristo con el esposo que viene a recibir a la novia.
Marcos, lo ve como el Señor de la casa que emprende un largo viaje, y encarga a sus siervos ciertas tareas, mientras regresa.
Para Lucas, Jesús es el caballero noble que viaja a un país lejano para arreglar ciertos negocios y deja sus posesiones al cuidado de sus siervos, para que negocien con ellas hasta que ÉL venga.
Juan cita las palabras de Cristo diciendo:”Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo”.
En Romanos, le vemos que regresa y pone todo bajo sus pies.
En 1ª de Corintios, Pablo describe la venida del Señor para efectuar la resurrección de muertos.
En 2ª de Corintios, describe la nueva habitación que tendremos cuando esta vivienda terrenal sucumba.
En 1ª Tesalonicenses, Pablo nos dice que esperemos al Hijo de Dios viniendo de los cielos.
En 2ª Tesalonicenses nos pinta el cuadro glorioso de la venida del Señor con sus santos.
En Timoteo, encontramos que el Señor premiará a los que aman su venida.
Tito habla de la “esperanza bienaventurada”.
En Hebreos nos dice que los hijos de Israel le reconocerán como al Mesías en su segunda venida.
Santiago exhorta a sus lectores a que sean pacientes hasta la venida del Señor.
Pedro dice que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, sin previo aviso.
Judas dice:”He aquí el Señor  es venido con sus santos millares”.
Y todo el libro del Apocalipsis se dedica al asunto de su segunda venida.
No sólo, pues, el Antiguo Testamento nos dice que esperemos la segunda venida de Cristo, sino también el Nuevo está lleno de la promesa de ella.

Vamos a ver aquellos textos en la Palabra de Dios en la Biblia, en diferentes versiones, que nos hablan de ese día, cuando el Rey de Reyes, cuando Jesucristo aparezca de nuevo, por segunda vez:
1 Corintios 1; 7 /2 Tesalonicenses 1; 7/1Pedro 1; 7 / 1Pedro 1:13 / 1Pedro 4:13  
2 Tesalonicenses 2; 8 / 1 Timoteo 6; 14 / 2 Timoteo 4;1/ 2Timoteo 4:8/ Tito 2.13 

La base de la Segunda Venida se encuentra en muchos pasajes de los Evangelios, especialmente en el discurso de Jesús, que tenemos mucho que conocer y haríamos bien en escudriñar con la ayuda del Espíritu, en Marcos 13. Jesús se refiere a sí mismo como el Hijo del Hombre que vendrá en la Gloria de su Padre con los ángeles. Podemos ver los siguientes textos en la Biblia. Si disponemos de varias versiones podemos enrriquecernos con su lenguaje.


Podemos leer con detalle en:
Marcos  8; 38/ Marcos 13; 24-27/Marcos 14; 62/Juan  14; 3/ Juan 14; 28 

La verdad universal más conmovedora y gloriosa, es la Segunda Venida de Jesucristo. Es la promesa segura de su futuro, ahora cuando se revelan todos los fracasos de esta sociedad moderna, cuando todo lo que nos rodea es pesimismo, tristeza, desempleo, corrupción. Cuando la gente se lamenta ¿Qué será de nosotros? ¿Hacia dónde vamos?, la Biblia responde con contundencia contestando a todas esas cosas con la segunda venida de Jesucristo, y señala los galardones que esperan a los escogidos por Dios.
En cuanto a la fecha o al tiempo exacto de ese acontecimiento glorioso, no  desafiaré a la Providencia aventurándome en conjeturas. No importa que  desconozcamos el tiempo exacto de su venida, lo esencial es que vivamos de tal manera que estemos preparados para ella en cualquier momento. Jesús dijo que ni los ángeles en el cielo sabía el día, sólo Dios conoce el instante en que habrán de resonar las poderosas trompetas, y en que los cielos se han de partir, para que Cristo y sus huestes celestiales aparezcan una vez más a la vista de los hombres.
El tiempo, según miden los ángeles que ven desde la eternidad, dista mucho de parecerse al modo que nuestra mente finita es capaz de medir. Nos aferramos a los escasos setenta u ochenta años de vida en la que permanecemos amarrados a esta vida terrenal. La permanencia temporal, nos impide asimilar el tiempo con respecto a quinientos, mil o dos mil años, nos parecen muy largos. Sin embargo, para Dios, tal lapso de tiempo es como un día.
Los que leen correctamente las Escrituras, a la vista de todos los acontecimientos actuales, piensan que estamos en los días postreros de la vida tal y como lo conocemos, sobre esta tierra, y que hemos entrado en la época final, en el último acto del grandioso drama que empezó hace miles de años en el Edén.
Jesús nos recomendó esperar y observar, leamos: Lucas 21:25-27 

Los últimos terremotos, huracanes y tsunamis han devastado y segado vidas a su paso. El cercano Oriente con sus guerras, la del Golfo, Irak, Afganistán, Libia, Siria. Son los primeros dolores del parto.
Con el restablecimiento de Israel como nación independiente y estado soberano,  con su ejército propio, moneda e identidad propias; la rueda de la historia ha descrito un ciclo tremendo y casi completo. Fue en aquella región rica y fértil del Cercano Oriente donde nuestra civilización tuvo su principio. De esa región limitada, se diseminó en todas direcciones. Circundó el globo, moviéndose firmemente, deteniéndose de vez en cuando, para recuperarse y fortalecerse, a veces atrapada en las garras poderosas de las muchas épocas oscuras de barbarie, ignorancia, impiedad y miedo. Ahora en nuestro tiempo, comienza a volver a los lugares de sus orígenes.
Los campos, largo tiempo sin cultivar y estériles, producen de nuevo su fruto. Si, las ramas de la higuera se hacen tiernas y sus hojas brotan, por todas partes aparecen las señales que debemos observar.


sábado, 8 de junio de 2013

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (segunda parte)


Hay otra razón, que nuestro enemigo el demonio se ha encargado de implantar en muchas mentes, con lo cual ha adormecido a demasiadas personas, se trata del mal llamado “mundo civilizado” con un sentido injustificado de seguridad.
Es la doctrina errónea del “progreso”, según la cual el hombre y  todas sus obras, lenta y penosamente progresan por su propio esfuerzo e inteligencia. Muchos que creen esta teoría gnóstica también pretenden aceptar la Segunda Venida de Cristo, pero dicen que esta venida significa solamente el día en el que el hombre se halla purificado por su propia obra, cuando llegue a comprender la inutilidad de las guerras, la insensatez de la codicia, la intolerancia, los prejuicios, y entienda la armonía  de la naturaleza, se convierta en guardián de su hermano y viva conforme a la Regla de Oro.
Este mito, pues la teoría del “Progreso inevitable” es un mito,  y nada más, se basa únicamente en lo que el hombre espera que suceda y no en lo que realmente sucede. Se señala el hecho de los grandes avances en la medicina moderna que hace posible vivamos más años que nuestros antepasados, pero descuida la realidad, de que la muerte es todavía nuestro último destino. Lo mejor que hemos podido hacer es aplazarla unos años más. Cuando pensamos en nuestros sistemas de transportes y comunicaciones, ampliamente mejorados, tratamos de ignorar el hecho de que, principalmente estamos aprovechando nuestra conquista del aire para llevar muerte y destrucción a nuestros prójimos y no para difundir el Evangelio y la fe cristiana. Cuando nos jactamos de nuestro extenso sistema de educación en escuelas, colegios y universidades, nos olvidamos de que gran parte de la enseñanza que se imparte en estos centros ha alejado  a los estudiantes de Dios en lugar de acercarlos a ÉL.
La teoría de la evolución impartida en la asignatura de ciencias de la naturaleza ha trastornado la mente de profesores y alumnos, prendiendo sus pensamientos en vanas ideas y elucubraciones  Divulgar la idea de que el hombre desciende del mono es admitir la locura de quien lo dice. El mono, los simios fueron creados por Dios y se mantienen en el mismo estado desde entonces. 

Génesis 1:25 “E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su  especie. Y vio Dios que era bueno.”

 El hombre fue formado del barro y hecho a semejanza de Dios: Génesis 1:26-27 /Génesis 2:7


El hombre se enorgullece de haber descubierto el "bosón de Higgs", la última pieza que faltaba localizar para completar el cuadro de partículas elementales incluidas en el modelo estándar de la física de partículas, aunque tiemble ante el pensamiento de lo que el ingenio del hombre sea capaz de acarrear sobre nosotros.
Ha irrumpido con fuerza entre los dirigentes de varias naciones la llamada “Alianza de Civilizaciones” un paso más hacia el día del Armagedón.
Estas cosas se catalogan entre los altos logros del “progreso” humano. Son los éxitos en los que algunos basan su fe para un mundo mejor y más pacífico. Dan por sentado que el “progreso” conduce siempre hacia el mejoramiento, cuando en realidad puede conducir tanto hacia atrás, como hacia adelante.
Entonces ¿Cuáles son los argumentos positivos? ¿Qué pruebas seguras tenemos de que Jesús volverá y de que debemos vivir prevenidos para ese día glorioso?.
Por supuesto, la Biblia es nuestra base, y en las Escrituras la segunda venida de Cristo ocupa un lugar preeminente. En la Biblia uno de cada treinta versículos menciona esta enseñanza, y por cada referencia a la primera venida de Cristo, a su nacimiento, hay ocho referencias a su segunda venida. En total, hay trescientas dieciocho referencias a ella. En el Antiguo Testamento es el tema de los profetas, y en el Nuevo Testamento, libros enteros, (1ª y 2ª Tesalonicenses) y capítulos enteros (Mateo 24; Marcos 13 y Lucas 21) se dedican a su segunda venida.
La Biblia entera hace hincapié repetidamente en el hecho de que Cristo volverá a la tierra. Por ejemplo en Isaías 66:15 se nos dice:
” Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego.”
En Jeremías, se nos dice que al tiempo de la venida del Señor, Jerusalén será hecha el trono de su gloria y las naciones se congregarán por medio de sus representantes. Habrá una poderosa conferencia de desarme mucho más grande que cualquiera de las que el mundo haya visto en Washington, Londres, Paris, etc y en la misma mesa se hablarán mentiras.
Ezequiel habla de que Jerusalén será restaurada, de un templo que será reedificado y de una tierra que será renovada, y henchida de prosperidad.
Daniel vio a Cristo en visiones, viniendo como Juez y Rey de la tierra.
Oseas dice que en los postreros tiempos cuando el Señor vuelva, Israel le aceptará como Señor y Rey.
Joel describe a los ejércitos del mundo en el día postrero, alineados en orden de batalla contra las huestes celestiales. Será el día del Armagedón.
Amós revela el nuevo trono de David, restablecido en Jerusalén.
Abdías hace serias advertencias en vistas de la segunda venida del Príncipe de príncipes.
Miqueas anuncia el cese de todas las guerras cuando las espadas serán convertidas en azadones y las lanzas en hoces y rejas de arado.
Nahum relata cómo las montañas temblarán bajo los pies de Cristo,  y la misma tierra se abrasará ante su presencia.
Hababuc muestra al Rey midiendo el nuevo Reino con una vara, y todas las montañas arrollidándose ante ÉL.
Sofonías nos da el nuevo canto que ÉL enseñará a Israel y describe la derrota del Anticristo.
Haggeo relata el derrumbamiento de todas las cosas, y la permanencia exclusiva de las cosas de Dios.
Zacarías presenta el cuadro de los pies de Cristo pisando de nuevo el Monte de los Olivos. El monte se partirá en dos y el valle de la decisión será hecho.

Malaquías finaliza el Antiguo Testamento con la historia del Príncipe venidero, representándolo como fuego purificador y jabón de lavadores,  y como el sol naciente, que inunda toda la tierra de su fulgor. El Antiguo Testamento rebosa de augurios sobre la segunda venida de Cristo.