Salmo 115:3-15
1 No a nosotros, Yahvé, no a
nosotros, sino a tu nombre has de dar gloria, por tu piedad y tu fidelidad.
2
¿Por qué han de decir las gentes: “Dónde está su Dios”? 3 Está nuestro Dios en los cielos, y puede
hacer cuanto quiere. 4 Sus ídolos
son plata y oro, obra de la mano de los hombres;" 5 tienen boca, y no hablan; ojos, y no
ven;" 6 orejas, y no oyen; narices,
y no huelen;" 7 sus manos no
palpan, sus pies no andan; no sale de su garganta un murmullo." 8 Semejantes a ellos serán los que los hacen y
todos los que en ellos confían. 9 Casa
de Israel, confía en Yahvé: Él es su ayuda y su escudo. 10 Casa de Aarón, confía en Yahvé; Él es su ayuda
y su escudo." 11 Los temerosos de Yahvé confiad en Yahvé; Él
es su ayuda y su escudo." 12
Acuérdate, Yahvé, de nosotros y bendícenos: bendice a la casa de Israel,
bendice a la casa de Aarón;" 13 bendice a los que temen a Yahvé, a los
pequeños y a los grandes. 14 Os
aumente Yahvé a vosotros, a vosotros y a vuestros hijos, 15 Benditos
seáis de Yahvé, que hizo el cielo y la tierra. 16 Los cielos son cielos para Yahvé; la tierra
se la dio a los hijos de los hombres."
Efesios 1; 4-5 4 según nos escogió en él antes de la fundación
del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su
voluntad,
Si
usted ha leído este blog hasta aquí, quizás esté maravillado de que si
Dios es soberano, ¿por qué no salva a todo el mundo de sus pecados? Sabemos que
Dios salva a algunas personas, pero ¿por qué no salva también a otras? No podemos
decir que algunas personas sean demasiado malas como para que Dios las salve. Por lo que si Dios pudo salvar al primero de
los pecadores, entonces nadie es demasiado malo como para no poder ser salvado.
¿Es entonces Dios incapaz de salvar a algunos simplemente porque ellos no
desean ser salvados? Antes de responder a esta pregunta, pensemos acerca de la
experiencia de personas que han llegado a ser cristianas. Antes de llegar a
ser creyentes, ellos no deseaban conocer a Dios. Ellos caminaban por sus
propios caminos y no por los de Dios. Entonces, ¿cuál fue el cambio en ellos
que los hizo creer y ser la gente que es ahora? Un creyente respondería en
las palabras de 1 Cor.15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha
sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo,
sino la gracia de Dios conmigo. Sin
embargo, todos los verdaderos creyentes dirán que aunque eran responsables de
sus propias acciones, por su gracia Dios
fue capaz de controlar y dirigir sus voluntades. Esto significa que ellos
estuvieron dispuestos a recibir a Cristo como salvador, pero fue Dios quien
primero les dio la disposición de creer. Es solo una parte de la
verdad decir que la gente no es convertida porque no quiere creer. No es toda
la verdad. ¿Por qué entonces la gente no cree? La respuesta es porque no
"tienen fe. La fe es el don de
Dios, y Dios la concede a las personas que Él ha escogido. Leemos en Hechos 13:48 Los gentiles,
oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron
todos los que estaban ordenados para vida eterna. Así que, la razón de
porqué Dios no salva a todo el mundo es
que Dios el Padre es soberano en la salvación. Él otorga el don de
la fe salvadora solo a quien le place. Hay muchos textos en la Biblia que
muestran que Dios el Padre es soberano en la salvación de los hombres. Vamos a mencionar
algunos ejemplos:
En primer lugar,
en Romanos 9:21-24 ¿O
no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un
vaso para honra y otro para deshonra? 22
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder,
soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su
gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de
antemano para gloria, 24 a los cuales
también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de
los gentiles? Las personas a quienes Dios ha escogido y las que no ha
escogido son enteramente iguales en sí mismas. Si Dios no salvara a aquellos
que ha escogido, entonces todo el mundo se perdería; es decir, todos se irían
al infierno. Pero Dios hace una diferencia entre las personas, tal como el
alfarero hace de la misma masa diferentes clases de objetos, algunos para
adornar y otros para usos ordinarios. Dios puede hacer lo que quiere con lo que
es suyo, es decir, con la gente que Él ha creado. El Juez de toda la tierra
hará lo que es justo. La Biblia, como ya hemos visto en Hechos 13:48, dice que
todos los que están elegidos para vida eterna creyeron. Este versículo
muestra claramente que, el creer es el resultado de la elección de Dios.
También muestra que solo ciertas personas han sido escogidas para vida eterna,
lo cual significa que ellos serán salvos de sus pecados. Este versículo
enseña que todos aquellos que son elegidos por Dios, sin lugar a dudas
llegarán a creer en el Señor Jesucristo.
En segundo lugar,
Romanos 11:5 Así
también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Nos dice que hay personas en el mundo que han
sido escogidas por la gracia de Dios. También nos dice por qué estas
personas han sido escogidas para salvación. No fueron escogidas porque Dios
viera de antemano que eran buenas gentes. Fueron escogidos simple y sencillamente por la propia
bondad de Dios hacia aquellos que no la merecen.
En tercer lugar,
1 Corintios 1:26-29 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que
no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios,
para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del
mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
29 a fin de que nadie se jacte en su
presencia. Nos dice que Dios no ha
escogido a muchos sabios, ni poderosos, ni muchos nobles para que crean en El.
Por el contrario, ha escogido a algunos de los más viles y débiles para que
sean su pueblo. Esto nos muestra que es Dios definitivamente, quien escoge a
las personas para que sean salvas, porque la elección de gente débil y simple,
es prueba de que la salvación no tiene nada que ver con las cualidades de
las personas mismas. La elección
es enteramente por la bondad de Dios y no debido a ninguna otra razón.
En cuarto lugar,
en Efesios 1:3-6 3 Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación
del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su
voluntad, 6 para alabanza de la gloria
de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. Leemos que Dios escogió a su pueblo
antes de la fundación del mundo. En amor los escogió, para que vinieran a ser
santos y sin mancha, sus hijos y sus hijas. Esto muestra que el pueblo de Dios
fue escogido antes de la caída de Adán, y nos enseña también por qué Dios los
escogió. Como el texto lo señala, los escogió para ser adoptados hijos suyos,
para alabanza de su gloria y de su gracia. También
nos dice que fueron escogidos conforme a su propósito soberano y su beneplácito
En quinto lugar,
en 2 Tesalonicenses 2:13-14 13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a
Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya
escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu
y la fe en la verdad, 14 a lo cual os
llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo. El apóstol Pablo da
gracias a Dios de que haya escogido a los tesalonicenses para salvación,
mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Esto enseña que todo el pueblo de Dios es
escogido para ser salvo y que es el Espíritu Santo quien asegura que crean la
verdad.
En sexto lugar,
2 Timoteo 1:9 quien
nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según
el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos. Declara que Dios llama y salva a su pueblo, no
por lo que ellos hayan hecho, sino por Su bondad y amor que Él quiso mostrar a
los suyos. También enseña que esto fue determinado en el consejo eterno de la
Trinidad, antes de que el mundo fuese. Finalmente, la Biblia nos dice
claramente en muchos otros textos, que Dios ha escogido a un pueblo para que
sea salvo. Y puesto que han sido escogidos por Dios,
ellos buscan a Dios. Así pues, no hay necesidad de temer que Dios no te haya
escogido a ti; si tú le estás buscando
sinceramente, seguramente es porque Dios te ha escogido. Por naturaleza nadie busca la salvación de Dios,
porque todos están espiritualmente muertos y separados de Dios. Entonces, si tú deseas la
salvación que Dios da, ese deseo es evidencia de que Dios te ama y está obrando
en ti. Esta es una de las verdades más alentadoras que se encuentra en
la Biblia; no lo dudes, la fe es el don de
Dios. Así que si crees, Dios
te ha dado esa fe porque es su deseo que la tengas. Este es una verdad
maravillosa ¿no es cierto?
A
continuación puedes leer los textos bíblicos que respaldan lo que ha leído:
1- En Cristo Dios nos
eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin
mancha. En su amor nos destinó de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y
por medio de él. Así lo quiso y le pareció bien (Efesios 1:4-5) Como lo ha decretado desde el principio del
mundo, y lo ha tenido en cuenta desde el comienzo del sistema religioso de los
judíos (lo que a veces significa la frase), para llevarnos a los gentiles al
conocimiento de este glorioso estado de salvación por Cristo. Jesús. Los judíos
se consideraban un pueblo elegido o escogido, y deseaban monopolizar todo el
amor y la beneficencia divinos. El apóstol muestra aquí que Dios tenía a los
gentiles tanto en la contemplación de su misericordia y bondad como a los
judíos; y las bendiciones del Evangelio, ahora dispensadas tan libremente a
ellos, eran la prueba de que Dios los había escogido así, y que su fin al
darles el Evangelio era el mismo que tenía en vista al dar la ley a los judíos,
a saber: . para que sean santos y sin mancha delante de él. Y como su objeto
era el mismo con respecto a ambos, deberían considerar que, como él los amaba,
así deberían amarse unos a otros: habiendo Dios provisto para cada uno las
mismas bendiciones, deberían por lo tanto ser ἁγιους, santos, completamente
separados de la tierra y el pecado, y consagrados a Dios y a αμωμους, sin
mancha, sin mancha ni imperfección, concordando su santidad interior con su
consagración exterior. Las palabras son una metáfora tomada de los sacrificios
perfectos e inmaculados que la ley requería que el pueblo llevara al altar de
Dios. Pero como el amor es el cumplimiento de la ley, y el amor la fuente de
donde brotó su salvación, el amor debe llenar sus corazones hacia Dios y hacia
los demás, y el amor debe ser el motivo y el fin de todas sus palabras y obras.
2-
En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las
somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo (En
él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito
del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, Efesios 1:11)
3. Los que no eran judíos se alegraban al oír
estas palabras y tomaban en consideración el mensaje del Señor. Y creyeron
todos los que estaban destinados para una vida eterna. (Hechos 13:48 Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra
del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.)
4.
Tanto que si el Señor no acortara esos días, nadie se salvaría. Pero él ha
decidido acortar esos días en consideración a sus elegidos. (Marcos 13:20 Y si el Señor
no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos
que él escogió, acortó aquellos días. )
5.
Como todavía no habían hecho ni bien ni mal, la elección de Dios era totalmente
libre y todo dependía, no de los méritos de alguno, sino de su propio llamado.
Y fue entonces cuando se le dijo: El mayor servirá al más joven. La Escritura
dice al respecto: Elegí a Jacob y rechacé a Esaú. Génesis 25:22-23 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué
vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; 23
y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán
divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y
el mayor servirá al menor. ¿Diremos, entonces, que Dios es injusto?
¡Claro que no! Debemos concluir que lo importante no es querer, o llegar
primero, sino que Dios tenga misericordia. Romanos_9:17 Porque la
Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi
poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. Así que
Dios usa de misericordia con quien quiere y endurece el corazón de quien
quiere.
Tú
me vas a decir: Dios no tiene por qué reprocharme, dado que nadie puede oponerse
a su voluntad. Pero, amigo, ¿quién eres tú para pedir cuentas a Dios? ¿Acaso
dirá la arcilla al que la modeló: Por qué me hiciste así? ¿No dispone el
alfarero de su barro y hace con el mismo barro una vasija preciosa o una para
el menaje? Dios ha aguantado con mucha paciencia vasijas que solamente merecían
su ira y que después de hacerlas serían reducidas a pedazos; con ellas quería
manifestar su justicia y dar a conocer su poder. Asimismo quiere manifestar las
riquezas de su gloria con otras vasijas, las vasijas de la misericordia, que ha
preparado de antemano para la gloria. Así nos ha llamado Dios, no sólo de entre
los judíos, sino también de entre los paganos. Lo dijo con el profeta Oseas:
Llamaré "pueblo mío" al que no es mi pueblo, y "amada mía" a la que no es
mi amada. Así como se les dijo: "Ustedes no son mi pueblo", serán
llamados "hijos del Dios vivo".
6.
(Romanos 9:11-26 (pues no habían
aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios
conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá al menor13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú
aborrecí. 14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué
hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15
Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y
me compadeceré del que yo me compadezca. 16
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia. 17 Porque la
Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi
poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.18 De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. 19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa?
porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá
el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el
barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y
hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados
para destrucción, 23 y para hacer
notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a
nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? 25 Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo
mío al que no era mi pueblo, Y a la no amada, amada.26 Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no
sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente.) Lo mismo ocurre ahora: queda un resto
escogido por pura gracia. Yo digo por gracia, y no porque cumplían. De otra
manera la gracia no sería gracia. Y entonces, ¿qué? Israel no encontró lo que
buscaba, pero sí lo encontraron esos elegidos mientras los demás se endurecían.
(Romanos 11:5-7 5 Así también aun en este tiempo ha quedado un
remanente escogido por gracia. 6 Y si
por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si
por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. 7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha
alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron
endurecidos;)
7.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a
vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé..
(Juan 15:16) Jesús tomó la primera
decisión: amar y morir por nosotros, invitarnos a vivir con Él para siempre.
Nos toca a nosotros la siguiente decisión: aceptar o rechazar su oferta. Sin la
decisión de Él, no nos quedaría alternativa.
8.
Así sucederá: los primeros serán postreros, y los
postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos. (Mateo 20:16)
9.
Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este
postrero, como a ti. (Mateo 20:14)
10. quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme
a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en
Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, (2Timoteo 1:9)
11.
Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos,
para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria
eterna. (2Timoteo 2:10)
12.
4 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra
elección; 5 pues nuestro evangelio no
llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu
Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por
amor de vosotros. (1Tesalonicenses 1:4-5)
1 Pedro, apóstol de Jesucristo,
a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y
Bitinia, 2 elegidos según la presciencia
de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con
la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. (1Pedro 1:1-2)
14.
Y Aquel que penetra los secretos más íntimos entiende
esas aspiraciones del Espíritu, pues el Espíritu quiere conseguir para los
santos lo que es de Dios. También sabemos que Dios dispone todas las cosas para
bien de los que lo aman, a quienes él ha escogido y llamado. A los que de
antemano conoció, también los predestinó a ser como su Hijo y semejantes a él,
a fin de que sea el primogénito en medio de numerosos hermanos. Así, pues, a
los que él eligió los llamó; a los que llamó los hizo justos y santos; a los
que hizo justo y santo les da la Gloria. ¿Qué más podemos decir? Si Dios está
con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (Romanos
8:27-31)