} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 04/01/2013 - 05/01/2013

sábado, 20 de abril de 2013

LA BÚSQUEDA DEL HOMBRE

Cuantas personas cada año, cansadas de buscar respuesta a sus preguntas vagando por esta jungla, fabricada por los hombres, que llamamos civilización, deciden poner fin a su vida, porque somos una civilización de gente vacía, de cabezas llenas de conocimientos, pero dentro del alma un vacío espiritual que todo da igual.

Diariamente muchos padres se quejan de que no entienden, ni pueden con sus hijos; que no saben lo que les pasa.
Los padres no parecen entender que sus hijos, aparentemente bien educados y cuidadosamente criados, en realidad están vacíos.  Y, ¿por qué están vacíos.  Porque no saben de donde vinieron ni por qué están aquí, ni a donde van.
Se parecen a filas de automóviles nuevos, perfectos en todos los detalles, pero sin gasolina en el depósito. Lo exterior es muy hermoso, pero no hay nada en su interior que les dé potencia, de forma que permanecen parados y se oxidan de aburrimiento.
Las personas han llegado a estar tan vacías que no saben divertirse, tienen que pagar a otras para que las diviertan, para que les hagan reír, les provoquen una alegría ficticia, para sentirse cómodas, aunque sea por breves minutos para tratar de librarse de esa sensación de perdición y soledad.

Alguien quizás piense que el aburrimiento es algo normal y le da poca importancia, pero permítame decirle algo en cuanto al aburrimiento y a esa apatía peligrosa que lentamente penetra en las mentes y en los corazones del pueblo.

El hombre es la única de las criaturas de DIOS que es capaz de aburrirse. Entre los seres vivientes, sólo él puede aburrirse de sí mismo o del ambiente que le rodea. Esto es muy significativo, ya que el CREADOR nunca hace las cosas sin una intención; y si dio al hombre la capacidad de aburrirse, lo hizo con un propósito.
El aburrimiento es una de las formas más seguras de medir el vacío dentro de uno. Es tan exacto como el termómetro para decirnos cuán vacío está el espíritu. Su ser interior es un vacío y no hay cosa más odiada por la misma naturaleza que el vacío. Una de las reglas infalibles del universo es que todo vacío sea llenado, y llenado inmediatamente.

Para ver lo que le sucede a los pueblos en este estado, sólo basta remontarnos atrás a la reciente historia de España, Alemania, Italia y Rusia para ver con qué velocidad mortífera llena la naturaleza los vacíos dentro de nosotros. El fascismo y el comunismo no encuentran lugar en el corazón y el alma de la persona que está llena del ESPÍRITU DE DIOS, pero inundan con la mayor facilidad la mente y el corazón de los que esperan vacíos  Nuestra responsabilidad como individuos es determinar con qué hemos de llenar nuestro vacío interior.
Hemos tratado de satisfacernos con la ciencia y la cultura, viviendo mejor económicamente, con placeres, con otras muchas cosas que creíamos necesitar. Y, sin embargo, estamos vacíos  ¿Por qué? Porque el CREADOR, nos hizo para Sí, y nunca encontraremos perfección y plenitud fuera de la comunicación con ÉL.

Hace muchos años que JESÚS dijo:"No sólo con pan vivirá el hombre" pero no hemos tomado en cuenta sus palabras. Hemos seguido hartándonos de pan de todas clases, nos hemos saciado hasta caer enfermos...

Ya no podemos soportar el terrible vacío dentro de nosotros, no podemos mirar el camino solitario y desolado que se extiende frente a nosotros. Estamos desesperada mente cansados del odio, la mentira, la hipocresía, la codicia y la lujuria, que sabemos que están dentro de nosotros, pero que somos impotentes para eliminarlos y llenarnos de algo mejor.

Mientras tanto el tiempo se está acabando. Las herramientas para la aniquilación total están a nuestro alcance. Ya no podemos aventurarnos por otras sendas falsas, ni podemos explorar otros caminos desconocidos, no podemos correr el riesgo de vernos atrapados en más callejones sin salida. No tenemos tiempo suficiente para eso porque nuestra generación ha realizado lo que las otras generaciones sólo intentaron hacer o soñaron hacer en sus momentos de mayor ambición de poder. Hemos logrado construir un arma de destrucción total. Hemos presenciado el clímax de la locura humana, ¡ la desintegración del átomo ¡ ¡ la bomba atómica ¡ la bomba de neutrones ¡ y por último la más devastadora de todas más poderosa que la bomba atómica, más devastadora que la bomba de neutrones. La bomba etílica, el alcohol, es el arma de destrucción masiva que ha causado más muertos en toda la historia de la humanidad. Es tan eficaz que las propias víctimas son las encargadas de hacerse el harakiri.

"En nuestra cultura occidental el alcohol es uno de los productos favoritos de la cesta familiar. Ante la tristeza, la depresión, la frustración o la soledad es el antídoto recomendado. Sin él nuestra vida cobraría en oportunidades un cariz agrio y dramático. El alcohol nos excita y tiene el poder de abrir nuestros corazones. Entonces, podemos ser, representar el papel que deseamos. Si queremos alcanzar la felicidad; tenemos que beber; si queremos comunicarnos; tenemos que beber"...

Como deben haberse reído los demonios mientras algunos de los hombres más inteligentes de esta tierra, trabajaban durante años, con infatigables desvelos, para lograr este horror. Partir, destruir, destrozar, aplastar, derrumbar. Satanás ha hecho su obra, y los hombres le han ayudado se han puesto de su lado. Vemos ante nosotros la obra maestra del Demonio, su habilidosa falsificación de las lenguas repartidas de fuego divino. Pues esta hoguera satánica y las llamas del Pentecostés vienen igualmente de arriba, ambas son múltiples, ambas iluminan, ambas transforman instantáneamente todo lo que tocan, pero con cuánta diferencia. La diferencia entre el cielo y el infierno

Vivimos en un mundo trastornado, en el que todo es confusión. Pero tú puedes estar seguro de que esta confusión se halla de acuerdo con un plan. ¡El plan de Satanás ¡

LA BIBLIA nos dice que Satanás es el gran impostor y que se ha dedicado a la causa de nuestra propia decepción, y a las decepciones que existen en el mundo. Nos ha inducido a creer que todo ha venido mejorando, con la técnica, los avances, la democracia, el comunismo...cuando en verdad las cosas van de mal en peor. Cuando todos creían que el mundo progresaba automáticamente hacia la perfección, que “el progreso” conduciría a una cierta utopía de felicidad. 

Durante los últimos años los sucesos acaecidos vienen a mostrar claramente la gran mentira tejida como sutil araña esperando la caída de la raza humana. Las cosas no son tan fáciles. Satanás no ha muerto aún. Los principados y los poderes de las tinieblas viven todavía y el mundo entero aún se halla bajo el poder del Maligno.

Todos reconocemos que el mundo está cambiando radicalmente, somos conscientes de su acelerada marcha, del espíritu revolucionario, de los nacionalismos, de los separatismos, de las ansias de poder, de la carrera atómica de las potencias. Esto unido a la velocidad con la que el lenguaje arrasa las barreras y tradiciones establecidas.

La informática ha pasado de ser un instrumento ocasional a que sin ella se colapse este mundo especulativo y surrealista que nos toca vivir.
Hace pocos años se veía en los parques como jugaban los niños; sus risas eran alegres, musicales. Hoy los hemos convertido en simples extensiones de máquinas, ya no saben jugar y menos compartir
Hemos progresado en avances científicos para eliminar viejas enfermedades, que por olvidadas están resurgiendo de nuevo. Tanto hemos avanzado que cada vez sigue habiendo más pobreza y miseria en este planeta. Enfermedades que desconocíamos o que estaban limitadas a zonas geográficas concretas se han trasmitido a través de los movimientos migratorios, las vacaciones en lugares paradisíacos y los envíos comerciales poco regulados sanitaria mente.

Pero a pesar de todo el hombre no ha resuelto el problema fundamental de la raza humana. Podemos levantar el edificio más alto del mundo (Dubái), construir misiles in ter continentales, naves espaciales, estaciones orbitales. Pero todavía no podemos gobernarnos a nosotros mismos o vivir juntos en igualdad y en paz. No hemos encontrado el antídoto para nuestras preocupaciones. Son las mismas que ha tenido siempre el hombre sólo que más numerosas y si cabe de mayor envergadura en tiempos de crisis. Puede ser que nos amenacen de forma nueva, que causen un dolor más agudo y una angustia más profunda; pero básicamente, hacemos frente a las mismas tentaciones y pruebas que han aquejado siempre a la humanidad.

Desde aquel momento trágico del Edén cuando el hombre rechazó la voluntad de DIOS para imponer la suya, el hombre ha sido atormentado por los mismos problemas cuya causa se declara en el primer capítulo del Génesis. Las terribles consecuencias se relatan en el primer capítulo de la Epístola a los Romanos. Y el Evangelio de Jesucristo nos proporciona el remedio.

Es la depravada y pecaminosa naturaleza del hombre la que lo llena de odio, envidia, codicia y celos. La maldición del pecado está sobre su cuerpo y siempre le obsesiona el temor de la muerte. Su genio inventivo le ha capacitado para cambiarlo todo, menos para cambiarse a sí mismo. Pues, a pesar del “progreso” de nuestros tiempos, tan calurosamente aplaudido, el hombre sigue siendo lo que era en un principio.

El pecado ha quedado también inalterado, aunque el hombre haya hecho todo lo posible por cambiarlo. Hemos tratado de bautizarlo con otros nombres, (interrupción voluntaria cuidados paliativos, matrimonios del mismo género...) poniendo etiquetas nuevas a la vieja botella de veneno. Creyendo que al suavizar los términos empleados el pecado dejaría de serlo.
Hemos tratado de llamar al pecado “errores”, “equivocaciones”, o “falta de sabiduría”, mas el pecado ha quedado igual, sigue instalado en el corazón. Por mucho que hayamos intentado aliviar la conciencia, siempre hemos sabido que somos pecadores y que los resultados todavía son la enfermedad, la decepción, la desilusión, la desesperación y la muerte.

Tampoco ha cambiado el dolor. Principió cuando Adán y Eva miraron, con el corazón angustiado, el cadáver de su hijo Abel, asesinado, y conocieron el peso abrumador del dolor. Así ha continuado hasta nuestros días, en que el dolor es el lenguaje universal del hombre. Nadie se escapa, todo el mundo lo experimenta.

Tampoco la muerte ha cambiado. Los hombres han intentado modificar su aspecto, maquillando o embalsamando el cadáver, pero la realidad, cruel y dura, no ha cambiado en el transcurso de la vida humana.

Estos tres hechos constituyen la verdadera historia del hombre: su pasado está lleno de pecado; su presente impregnado de dolor; y en el futuro le espera la certeza de la muerte.

La Biblia dice que:”...está establecido a los hombres que mueran una vez”. Y al hombre común le parece esto una perspectiva sin esperanza. Centenares de filosofías y de religiones han sido inventadas por los hombres en sus intentos de alterar la Palabra de Dios. Los filósofos y psicólogos actuales procuran todavía enseñar que hay otra salida aparte de la que JESÚS ofrece. Pero el hombre las ha probado todas, y todas llevan a la ruina.

Cristo vino para darnos la respuesta a tres problemas perdurables: el pecado, el dolor y la muerte. Jesucristo, y sólo ÉL, es el único permanente e inmutable, “el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”.

Todo lo demás puede cambiar, pero Cristo permanece inmutable para siempre. En el agitado mar de las pasiones humanas, Cristo está firme y tranquilo, dispuesto a recibir a todos los que se vuelven a ÉL y acepten las bendiciones de seguridad y paz. Porque vivimos en la edad de la gracia, en la que DIOS promete que cualquiera puede acercarse a ÉL y recibir a su Hijo.

viernes, 19 de abril de 2013

LA BIBLIA 2




Así como la Constitución Española es la Ley suprema de España, la BIBLIA es la Ley suprema para el mundo, pues en la Biblia, DIOS da sus promesas constantes a todos los hombres sin interpretación ni patrocinio especial; la Biblia está por encima de todas las leyes y se aplican por igual a todos los que viven bajo su dominio, sin excepción ni interpretación especial. En la Biblia DIOS revela el plan para la redención de la raza humana.

En las maravillas de la naturaleza, vemos plasmadas las leyes divinas. ¿Quién que haya contemplado las estrellas en una noche despejada, y en temor reverente, no se ha maravillado de la gloria de la creación de DIOS? ¿Quién no ha sentido que su corazón se goza en la primavera, al ver toda la creación rebosante de vigor y nueva vida? En la hermosura y la abundancia que nos rodean, vemos la magnitud del poder de DIOS y los admirables detalles de su infinito designio; pero la naturaleza no nos dice nada del amor ni de la gracia de DIOS. En la naturaleza no encontramos la promesa de nuestra salvación personal. En la Biblia sí.

La conciencia nos habla, en lo más íntimo, de la presencia de DIOS y de la diferencia moral entre el bien y el mal; pero esto es un mensaje incompleto, nunca es tan claro y comprensivo como las lecciones de la Biblia. Sólo en sus páginas encontramos el mensaje claro e inequívoco sobre el cual está fundado todo el Cristianismo.

El Cristianismo extrae todas sus doctrinas de la Biblia, y el verdadero cristiano no niega parte alguna de la Palabra de DIOS, ni trata de añadirle nada. Cree verdaderamente que los que escribieron la Biblia, fueron guiados por el ESPÍRITU SANTO, tanto en los pensamientos que expresaron como en la elección de los vocablos.

El apóstol Pablo nos dice:"Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de DIOS sea perfecto, enteramente perfecto para toda buena obra."

Los autores bíblicos, al anotar sus mensajes directos, nunca buscaron deformar las realidades de la vida. Libremente reconocieron los pecados de grandes y pequeños, y las debilidades de la naturaleza humana. Admitieron la vida en los bíblicos tal y como era. Lo sorprendente es que las vidas y motivos de aquellas personas que vivieron hace tanto tiempo, sigan siendo actuales. 

Mientras leemos sus páginas parecen espejos puestos frete a nuestro corazón y a nuestra propia mente, pues reflejan nuestros prejuicios y orgullos, nuestras faltas y humillaciones, nuestros pesares y pecados.
La verdad es independiente del tiempo. La verdad no cambia de una edad a otra, de un pueblo a otro, o de un lugar geográfico a otro. Las ideas del hombre difieren, sus costumbres cambian, sus códigos morales varían, pero la grande e inmutable verdad permanece en el tiempo y en la eternidad.

El mensaje de JESUCRISTO, nuestro Salvador, es la historia de la Biblia, es la historia de la salvación.

Si escudriñamos la Biblia podemos comprobar que Jesucristo, es el tema o mensaje principal tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

Aparece en Génesis, como la Simiente de la mujer.
En Éxodo, es el Cordero Pascual.
En Levítico, es el Sacrificio Propiciatorio.
En Números, es la Peña Herida.
En Deuteronomio, es el Profeta.
En Josué, es el Capitán de las Huestes del Señor.
En Ruth, es el Pariente Celestial.
En los seis libros de los Reyes, es el Rey Prometido.
En Nehemías, es el Restaurador de la nación.
En Esther, es el Abogado.
En los Salmos, es mi Todo en Todo.
En los Proverbios, es mi Ejemplo.
En Eclesiastés, es mi Meta.
En el Cantar de los Cantares, es Quien me satisface.
En los Profetas, es el Príncipe que trae Paz.
En los Evangelios, es el Cristo que vino para buscar y salvar.
En los Hechos de los Apóstoles, es el Cristo resucitado y glorificado.
En las Epístolas, es el Cristo a la diestra del Padre.
En el Apocalipsis, es el Cristo que regresa y reina.

Éste es el eterno mensaje de la Biblia. Es la historia de la vida, la paz, la eternidad y el cielo. La Biblia no contiene ningún propósito escondido. No hay necesidad de interpretación especial. Lleva un solo mensaje claro y atrevido para cada ser humano, el mensaje de Cristo y su oferta de paz con Dios.

Un día, cerca de Capharnaúm, Jesús se hallaba con sus discípulos; miraba tranquila y tierna mente a cada uno de estos discípulos fieles, les veía como un padre amante ve a los miembros de su familia, amando a cada hijo por separado, amando a cada uno por una razón especial, amándoles de tal manera que cada hijo se sienta separado de los otros y abrazado. Así debe haber amado Jesús a sus discípulos.

Bajo su mirada serena y amante, el pequeño grupo estaba inmóvil, con profunda reverencia, como si presintieran en su interior que algo trascendental estaba a punto de decir el Maestro amado, algo que ellos tenían que recordar, algo que tenían que ser capaces de transmitir a otros por todo el mundo, a aquellos que no habían tenido el privilegio, como ellos, de escuchar estas palabras de los mismos labios del Señor.

Porque allí, en la montaña imponente, tal vez de pie bajo las hojas plateadas de un olivo, Jesús predicó el más grande sermón que oídos humanos han escuchado. Explicó la esencia del vivir cristiano. Cuando terminó, un santo silencio se apoderó de sus oyentes, que atónitos se maravillaban de su doctrina, “porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas".
En verdad enseñaba con autoridad, a la autoridad de Dios mismo, y las reglas que declaraba eran las propias reglas de Dios, las que cada cristiano tiene que seguir.

Si no tienes una Biblia en tu casa, procúrate una ahora mismo, la que más te agrade, del tamaño más cómodo para ti, con el tipo de letra que te sea más fácil leer, y luego léela y averigua por ti mismo el por qué ese Libro es el único que ha perdurado. Averigua por ti mismo por qué cubre toda la necesidad humana, por qué imparte la fe y la fuerza que sostiene a la humanidad mientras avanza.

Si hace mucho tiempo que no has tenido contacto con la Biblia, será bueno que lo renueves leyendo otra vez el Evangelio según San Juan, que se considera uno de los libros más profundos de la Biblia, siendo también el más claro y fácil de entender. Fue escrito con el propósito de enseñar el "cómo y el porqué de la salvación del hombre", para que las preguntas de la mente y las inquietudes del corazón pudieran quedar satisfechas. Familiarízate con los Evangelios en los que aún con estilo diferentes, exponen la eterna historia de la redención por Jesús. Conocerás, entonces, la verdad poderosa y universal que encierra toda enseñanza evangélica y, una vez más, serás impresionado por las palabras:" Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos".

Cuando hayas hecho esto, habrás adquirido el gusto de leer la Biblia, la habrás reconocido como fuente de inspiración, como consejero y guía practico, y habrás descubierto el tesoro de su buen consejo de manera que será la lectura de la Biblia, algo imprescindible en tu vida.

Un conocimiento de la Biblia es esencial para una vida abundante y bella. Pues las palabras de este Libro tienen el poder de llenar el vacío de nuestras almas y transformar en brillantes joyas los días oscuros de nuestras vidas. Aprende a llevar todos tus problemas a las páginas de la Biblia, pues en ella encontraras la respuesta adecuada.

Ante todo, la Biblia es la revelación de la naturaleza de Dios. Los filósofos de todos los siglos han luchado con el problema de un Ser Supremo. ¿Quién es? ¿Qué es? ¿Dónde está? Si existe, ¿se interesa por mí? Si es así ¿cómo puedo conocerle?
Éstas y otras mil preguntas sobre DIOS se revelan en este Libro Santo que llamamos BIBLIA.

La Biblia muestra claramente de principio a fin que la adoración debe ser hecha a DIOS y exclusivamente a EL.
En Éxodo cap.34 vers.8- "Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró".
Desde Adán hasta Moisés no hubo adoración permitida que no fuera al propio DIOS.

La palabra DIOS significa poderoso, por lo que escrito con mayúscula representa al TODOPODEROSO, es decir al único y verdadero DIOS,llamado en el Antiguo Testamento YAHVEH o JEHOVÁ.

Y ahora enfrentémonos a esta verdad con el testimonio del propio JESÚS. Pues el que quiera llamarse cristiano ha de seguir las enseñanzas del MAESTRO, porque en caso contrario resultará cualquier cosa menos cristiano. Recordemos pues la tercera tentación que le hizo el demonio a JESUCRISTO.
MATEO Cap.4, vers. 8 al 10.- "Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos (9) y le dijo: todo esto te daré, si postrado me adorares. (10) Entonces JESÚS le dijo: vete, Satanás, porque escrito está: al SEÑOR tu DIOS adorarás y a EL solo servirás:"

Esta prueba contundente nos hace afirmar que el cristiano llevara su adoración solo y exclusivamente a DIOS o de lo contrario deja de ser cristiano por no seguir lo mandado por el propio JESUCRISTO, ya que es una aberración pensar en seguir una doctrina distinta y casi siempre contraria a la que hemos recibido por la PALABRA y seguir diciendo que somos cristianos.
Gran pensamiento dio el apóstol amado cuando dijo:
Juan cap.4 vers. 23 y 24.- "Mas la hora viene, y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al PADRE en Espíritu y en Verdad; porque también el PADRE tales adoradores busca que le adoren, (24) DIOS es ESPÍRITU, y los que le adoran en Espíritu y Verdad es necesario que adoren".

Concluyo haciéndote recapacitar en que no hay mas mediador entre DIOS y lo hombres que JESUCRISTO RESUCITADO, siendo el perfecto puente de unión por ser DIOS y Hombre al mismo tiempo(1ªTimoteo cap.2 vers.5) y el mismo dijo que lo que pidiéramos al PADRE en SU NOMBRE lo concedería (Juan cap. 14 vers. 13)y si nos prohíbe poner otros dioses delante de EL (Éxodo cap.20 vers.3), significa que el que reza a arcángeles,a santos, a vírgenes etc... no está cumpliendo el precepto dado sino todo lo contrario.

Es pues este punto, un pilar en el edificio de tu FE. La adoración y rezos deben ser hechos solo a DIOS.

LA BIBLIA




El tiempo está llegando a su fin. La aguja del reloj que marca la vida en la tierra avanza lenta, pero inexorablemente, hacia la campanada final. La raza humana se está preparando para dar su último y definitivo salto al lodazal para revolcarse en su propio pecado. Un estigma que marca nuestra raza desde que se inicia la vida en el útero materno y que algunos pretenden mutilar, silenciando a ese ser viviente. El fin que esconde el aborto no es otro que evitar que la nueva criatura pueda escuchar la PALABRA DE DIOS, recibir a CRISTO por la FE y SER SALVA.

Satanás se está regocijando de la ignorancia de los líderes políticos, grupos sociales y defensores de los derechos de la mujer, a los cuales alienta a proseguir con su plan demoníaco de mil diversas formas. No está de más recordar que el único objetivo de estos grupos es obtener beneficios económicos y lo que menos les importa son los derechos de la mujer.

Las preguntas que nos hacemos son: ¿A dónde iremos? ¿Queda alguna autoridad? ¿Hay una senda que podamos seguir? ¿Hay alguna luz que penetre toda esta oscuridad? ¿Podemos hallar algún código que nos dé la clave de nuestro dilema? ¿Existe alguna fuente de autoridad a la cual podamos acudir? ¿Hemos sido colocados aquí por algún creador o por una fuerza desconocida inteligente, incapaz de revelarnos de dónde venimos, por qué estamos aquí y adónde vamos?

La respuesta a todas las preguntas es la siguiente: , tenemos un código. , tenemos una clave. , tenemos una fuente de autoridad que es el histórico y antiguo libro llamado BIBLIA. Este libro ha llegado hasta nosotros a través de muchos siglos, ha pasado por muchas manos, ha aparecido bajo múltiples formas y ha sobrevivido a toda clase de ataques. Ni el vandalismo de los bárbaros ni la erudición de los civilizados lo han podido destruir. Tampoco el fuego de la persecución ni la burla del escepticismo han logrado su aniquilación. A través de muchos siglos de superstición y de ignorancia, sus promesas gloriosas han permanecido inalterables.

Ahora, mientras nos acercamos a lo que parece ser otra hora decisiva en la historia del mundo, examinemos de nuevo este Libro indestructible de sabiduría y profecía, averigüemos por qué este volumen singular ha prevalecido y ha sido la fuente inagotable de la fe y de la fuerza espiritual de la humanidad.

Hay quienes consideran la BIBLIA principalmente como la historia del pueblo de Israel. Otros admiten que expone la moral más perfecta que jamás haya sido enunciada. Pero estas cosas, tan importantes como son, sólo son incidentales al verdadero tema de la BIBLIA: la historia de la Redención de DIOS en JESUCRISTO.

Los que leen las ESCRITURAS como literatura magnifica, historias o poesía maravillosas, y descuidan la historia de la salvación, pierden el verdadero sentido y mensaje de la BIBLIA.

DIOS hizo que la BIBLIA fuera escrita con el propósito de revelar al hombre Su plan de redención, dar claramente a sus hijos sus leyes eternas para que tuvieran como guía su gran sabiduría, su gran amor para consuelo, mientras caminan por los días de la vida. Porque sin la BIBLIA este mundo se convertiría para ellos en un lugar oscuro, sin luz, sin señal ni faro, sería un lugar tenebroso.
Fácilmente la BIBLIA se impone como el único libro que contiene la revelación de DIOS. Hay muchas biblias de distintas religiones, pero que sólo son eso religiones: el Corán, el Canon Budista de Sagrada Escritura, el Zendavesta zoroástrico y el Veda Brahmánico. Todas ellas nos son trasmitidas mediante traducciones fidedignas, y podemos juzgar su valor. Pronto se descubre que todas estas biblias no cristianas son desarrollos en errónea dirección. Todas ellas empiezan con algunos rayos de luz y terminan en completa oscuridad. El observador más indiferente, pronto descubre que la BIBLIA es radicalmente distinta. Es el único libro que ofrece al hombre una redención, una solución a todos sus problemas y le señala el camino para la solución de sus dilemas.

Se necesitaron mil seiscientos años para escribir la BIBLIA. Es la obra de más de treinta autores, cada uno de los cuales actuó como escriba de DIOS. Muchos de estos hombres vivieron en épocas diferentes y no escribieron lo que pensaban, observaban o esperaban sino que fueron instrumentos para expresar la voluntad de DIOS; escribieron bajo la dirección de DIOS y por inspiración divina vieron las grandes e inmutables verdades y las registraron con el fin de trasmitirlos a otros.

Durante estos mil seiscientos años, escribieron los sesenta y seis libros de la BIBLIA hombres de diferente lengua, que vivieron en épocas y países distintos. Sin embargo, el mensaje que trasmitieron es uno sólo.
DIOS hablo a cada uno en su propio idioma y en su propia época, pero en cada caso su mensaje fue, básicamente el mismo. Cuando los grandes eruditos juntaron los manuscritos redactados en hebreo, arameo y griego, y los tradujeron en una sola lengua moderna, hallaron que las promesas de DIOS permanecían inalterables, que su gran mensaje al hombre no había variado.
Hoy mientras escudriñamos la BIBLIA, hallamos que las reglas de conducta expuestas por los escribas antiguos, son tan actuales y llenas de sentido para nuestra generación como lo eran para los tiempos de JESUS.

No es de maravillar entonces, que la BIBLIA sea el libro más extendido en el mundo. Ningún otro libro puede compararse con su sabiduría profunda, su belleza poética y la exactitud de su historia y profecía. Sus críticos que la tachaban que estaba llena de errores, ficciones y promesas no cumplidas, han descubierto ahora, que las dificultades se encuentran en ellos mismos y no en la BIBLIA. La erudición mas grande, cuidadosa y meticulosa ha mostrado que las contradicciones aparentes fueron causadas por traducciones incorrectas y no por incongruencias divinas. Era el hombre quien necesitaba corrección, no la BIBLIA.

Sin embargo, en muchos hogares y entre la gente llamada culta está de moda bromear sobre la BIBLIA, que si es un libro cualquiera, que si no contiene más que principios, que si no la entienden....Se ha usado con frecuencia para colocar entre sus páginas, cartas antiguas, flores disecadas, como en un lugar seguro y han descuidado completamente la ayuda y seguridad que DIOS intentó ofrecerles por medio de ella.

Ahora esta actitud parece estar cambiando. La vida se despoja de sus apariencias y adornos insensatos. Las falsas promesas hechas por el hombre al hombre, la libertad, el nivel de vida, la política, la economía, la igualdad de sexos, matrimonios contra natura, el aborto, organizaciones sociales, resaltan como las deslumbrantes mentiras que son. Mientras dirigimos la vista a todas partes , buscando algo verdadero, real y permanente, una vez más nos volvemos a este antiguo Libro que durante los siglos pasados ha dado consuelo, estimulo, sabiduría para afrontar los momentos del día a día, tranquilidad en el momento de la muerte, templanza, humildad y salvación a multitudes.
Están descubriendo que aquellas frases familiares, pero casi olvidadas, suenan con un sentido moderno como si hubieran sido escritas ayer. Esto es así porque la BIBLIA incorpora todo el conocimiento que el hombre necesita para satisfacer el anhelo, la inquietud de su alma y para resolver todos sus problemas.
Es el plan perfecto, la obra maestra del Arquitecto Magistral, DIOS PADRE, y únicamente siguiendo sus instrucciones podemos edificar la vida que buscamos.

jueves, 18 de abril de 2013

DIOS


La Biblia declara que Dios es espíritu. Jesús cuando hablaba con la mujer en el pozo de Sichar, dijo” Dios es espíritu” S. Juan 4:24.
¿Qué piensas al oír esta palabra espíritu?¿Piensas en una nube efímera que flota en el aire? ¿Qué imágenes vienen a tu mente? ¿Es el Espíritu, algo abstracto, un fantasma para asustar?
Para descubrir lo que realmente significa “espíritu” debemos volver a la fuente de la Verdad, a la Biblia a la escena en que Cristo después de su Resurrección, dijo” Palpad y ved, que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”.
Así sabemos que “espíritu” no sólo es sin cuerpo, sino lo opuesto a cuerpo. Sin embargo existe y tiene poder. Nos es difícil entender esto, porque tratamos de comprenderlo con nuestras mentes finitas, limitadas por el cuerpo.
Privados de la visión absoluta con que Dios nos creó, no podemos comprender la gloria y la magnitud del Espíritu que está tan fuera del alcance de nuestra mente. Al oír esa palabra queremos reducirlo a algo limitado, diminuto. Es como tratar de explicar la extensión de los océanos a una persona que la mayor cantidad de agua que ha visto ha sido un pequeño charco de unos centímetros de profundidad. ¿Cómo podríamos convencerle de la existencia de esa masa de agua?
Es infinitamente más difícil para nosotros entender el significado de lo que quiso decir Jesús cuando dijo” Dios es Espíritu”, que a esa persona entendernos a nosotros. ¡Jesús lo sabia¡ Su mente no tenia las limitaciones de la nuestra. Conocía plenamente los alcances ilimitados del Espíritu, y había venido para hacernos comprender algo de sus maravillas, de su consuelo y de su paz..
La Biblia declara que Dios es absolutamente inconmensurable e invisible a los ojos que ven únicamente las cosas materiales. Puesto que Dios no tiene limitaciones, puede estar en todas partes al mismo tiempo, oírlo, verlo y saberlo todo; atendiendo las oraciones de todos los que le invocan en el nombre de Cristo, ejecutando los maravillosos milagros que mantienen en sus orbitas, las estrellas, los planetas; las plantas que brotan en la tierra y los peces que surcan el mar. No hay límite para Dios. No hay límite a su sabiduría. No hay límite a su poder. No hay límite a su amor. No hay límite a su misericordia.
Si tú estás tratando de limitar a Dios ¡deja de hacerlo¡ No eres más que un insensato tratando de confinarlo o medirlo con tu mente tan minúscula.
Los que dudan de que la Biblia es la verdadera Palabra de Dios, lo dudan porque no quieren atribuirle a Dios algo que ellos no pueden hacer ni ser, pues:
“Dios es Espíritu, Infinito, Eterno e Inmutable.”

La Biblia revela a Dios como Persona. A través de la Palabra se dice: “Dios ama”, “Dios dice”, “Dios hace”. La persona es alguien que siente, piensa, anhela, desea y posee todas las manifestaciones de la personalidad.
Aquí en la tierra limitamos la personalidad al cuerpo, nuestra mente finita no puede concebir otra personalidad que no se manifieste en carne y hueso.
Sabemos que nuestras propias personalidades no siempre estarán arropadas en los cuerpos que ahora habitamos. Sabemos que en el momento de morir, la personalidad saldrá del cuerpo e irá al destino que le espera. Lo sabemos y, sin embargo es difícil aceptarlo.
Dios no está sujeto a un cuerpo, no obstante es Persona. Él siente, piensa, ama, perdona, se compadece de nuestras dificultades y dolores.

La Biblia declara que Dios no es solamente Espíritu y Persona, sino que es un Ser Santo y Justo. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, Dios se revela como un Dios santo perfecto en cada detalle. Es tan santo que no puede estar en contacto con el hombre pecador; tan santo que no puede soportar que se viva en pecado, Él es un Dios perfecto y santo.
Si pudiéramos formarnos en la mente el cuadro verdadero de su justicia majestuosa ¡Qué diferencia produciría en nuestra manera de vivir como individuos y naciones¡
Si pudiéramos percibir como realidad, el abismo formidable que separa al injusto de la perfecta justicia de Dios, el mundo cambiaría de la noche a la mañana.
Las Escrituras le declaran la Luz en que no hay tinieblas, el Ser Supremo sin mancha y contaminación.
Éste es un concepto difícil para que lo entienda el hombre imperfecto. Nosotros, cuyas faltas y debilidades son evidentes, ni siquiera podemos imaginar la santidad incomprensible de Dios, pero es necesario reconocerla para entender y sacar provecho de la Biblia.
En las Escrituras se da énfasis al abismo que separa al hombre imperfecto del Dios perfecto. Lo vemos en la división del Tabernáculo y del Templo en un Lugar Santo y un Lugar Santísimo. Se puede entrever en la ofrenda requerida, que el pecador debía traer si quería acercarse a Dios; se subraya por un sacerdocio especial que mediaba entre Dios y el pueblo; se hizo hincapié a través de las leyes, respecto a la impureza, en el Libro del Levítico. Lo vemos en las muchas fiestas de Israel y en el aislamiento de Israel en Palestina. La santidad de Dios gobierna todos los demás principios divinos.

Las Escrituras declaran que su trono esta establecido sobre la base de su santidad. Es porque Dios es santo y el hombre pecador por lo que existe entre Él y el impío un abismo tan grande. Nuestras iniquidades nos han separado de Dios; nos han separado hasta tal grado que oculta su rostro de nosotros y no nos escucha cuando le invocamos. Porque Dios es demasiado santo para aprobar la maldad, para admitir algún contacto con el pecado.
Antes de que entrara el pecado en la raza humana, Dios y el hombre tenían comunión entre si. Ahora esa comunión ha terminado y todo la comunicación se cortado, aparte de Jesucristo. Únicamente por Jesucristo se puede restablecer la comunión con Dios.
Si Dios en su infinita misericordia no hubiera enviado a su Hijo Jesús al mundo, para ser el puente a fin de atravesar este abismo, el hombre se hubiera perdido para siempre.


Dios es amor. Muchas personas que no leen la Biblia ignoran, como sucede con los demás atributos de Dios, el verdadero significado de esta frase en las Escrituras.
No siempre estamos bien seguros de lo que queremos decir cuando empleamos la palabra amor. La usamos para expresar la mas baja y la mas noble de las relaciones humanas.
No es de extrañar que no tengamos una idea clara de lo que significan las palabras de la Biblia “Dios es amor”,
Es un error pensar que, puesto que Dios es amor, todo va ser dulce alegre y hermoso, y nadie será castigado por sus pecados. La santidad de Dios demanda que todo pecado sea castigado, pero el amor de Dios provee el plan y el camino de redención para el pecador. El amor de Dios proveyó la cruz de Jesús, por la cual el hombre puede obtener el perdón y la purificación. ¡ Fue el amor de Dios el que envió a Jesucristo a la cruz¡
Esto no somos capaces de valorarlo en su justa medida con esta mente tan limitada que nos queda. De todas las criaturas de la creación el hombre fue la única que le desobedeció y através de él el pecado se adueño de lo creado. Si Dios no nos amara tanto le hubiera sido mas fácil, de un soplo deshacer lo creado y comenzar de nuevo.
Por eso nunca dudes del gran amor de Dios, porque es tan inmutable como su santidad. No importa cuan negros sean tus pecados, lo bajo que hayas caído, lo descarriado o perdido que estés, Dios te ama, y si no fuera por ese amor, ninguno de nosotros tendría esperanza de la vida venidera. Pero su amor es eterno para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Tú tienes que recibir a Dios por fe, por fe en su Hijo, el Señor Jesucristo. Y en cuanto lo hagas, sin duda sentirás el amor de Dios que te abraza y no tendrás que preguntarte si Dios está o no en tu corazón, lo sabrás.
No creas por la palabra de otro que Dios existe. Descúbrelo por ti mismo, y entonces, sabrás por medio del maravilloso y amante tironcito en las fibras de tu corazón, que Dios seguro está allí.

RELIGIÓN O CRISTO


La mayoría de las religiones enseñan que hay vida después de la muerte; o sea, una existencia eterna, pero sólo la BIBLIA enseña que hay VIDA ETERNA para los creyentes, lo que indica algo más que una mera existencia en tinieblas y dolor. La vida eterna del creyente en JESUCRISTO es una verdadera vida de gozo, paz y bendición. He aquí la diferencia entre RELIGIÓN Y SALVACIÓN EN JESUCRISTO. La religión deja al pecador con una simple "esperanza" del favor de Dios, pero sin el conocimiento absoluto de la salvación: deseando pero sin seguridad.
CRISTO nos concede seguridad absoluta y gran regocijo. El verdadero creyente en CRISTO no teme a la muerte. Puede ser que le tema al acto de morir; es decir, al sufrimiento físico y la agonía que precede a la muerte física, pero la muerte en sí, cuando el alma parte para estar con DIOS, no le espanta al creyente.
Nadie ha visto jamás a un hombre sin CRISTO, no importa cuán bueno, moral o religioso haya sido, que no le haya temido a la muerte.
No obstante el creyente puede decir con Pablo:
¿Donde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Donde, oh sepulcro, tu victoria?(1ªCorintios 15:55)
Para el creyente en Jesucristo, la muerte es una emancipación de su vivienda de barro, para llegar a ser libre en la presencia del SEÑOR, y con la bienaventurada esperanza de la resurrección, cuando con nuevos cuerpos nunca más moriremos y nunca más tendremos sufrimiento o llanto.

Pero qué diferente es la situación del inconverso. Este no tiene esperanza de un futuro feliz. Por esto me permito preguntarle: "¿Teme usted a la muerte?" "¿Está preparado para recibirla, quién sabe, en este mismo momento?" Piénselo, medítelo con detenimiento como si fuera algo inminente que no le da tiempo a dejar arreglados sus asuntos. Pero cuidado, no descuide su salvación. No deje para mañana lo que pueda hacer hoy.

Mientras estemos en este cuerpo temeremos a los sufrimientos y al dolor, pero no a la muerte en si, lo cual es, simplemente una despedida de esta vida terrenal, del pecado y de la misma muerte, para morar en los cielos con CRISTO en santidad y gozo inefable, para siempre jamás. Esto es VIDA ETERNA, de la cual las religiones no saben nada, pero que podemos obtener por medio de la fe en AQUEL que dijo:
YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE, SINO POR MÍ (Jn. 14:6)

Solamente esto nos concede la esperanza de volver a ver a nuestros seres queridos que se han ido con el SEÑOR. Sólo esto nos da consolación en la oscura hora del duelo. Sólo esto nos puede dar paz en el "valle de sombras de muerte". ¿Conoce usted esta VIDA ETERNA? ¿Ha aceptado a CRISTO como su único y suficiente SALVADOR personal? Si así es, nada podrá dañarle, ni aun la misma muerte.

 Adán y Eva con sus delantales de hojas de higuera…que no podían quitar el pecado, sólo lo disimulaban, cubriéndolo, ni tampoco les devolvía la paz a su corazón. En estas estaban, cuando Dios vino a ellos en el huerto del Edén, al escuchar su llamada, se escondieron y, temblorosos y paralizados de temor, se ocultaron de su presencia.
Su religión había fracasado y era necesario lograr algo mejor.
Tenemos toda la historia en un pequeño versículo de Génesis 3, un versículo que con mucha frecuencia se le presta poca atención y es demoledor en su enseñanza.
Dice así:” Y les hizo Yahvé Dios al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y les vistió.
Las hojas de higuera no servían, por lo tanto Dios les mostró una mejor manera; la única forma posible de obtener el perdón.
En este breve, pero contundente versículo, se nos enseñan tres cosas.
Primero, que la salvación es obra de Dios y no del hombre. Dios provee el sacrificio.
Segundo, que debe ser mediante la muerte de un sustituto inocente, y en tercer lugar, debe ser por derramamiento de sangre.
Cualquier sacrificio que no reuniere estos requisitos no es valido para expiar el pecado.
Así lo vemos también en las ofrendas de Abel y Caín. En los sacrificios de Israel sobre el monte Moriah. Es visible en todas las ofrendas rituales de Israel, en los holocaustos, en la ofrenda de paz, en la ofrenda por el pecado y la transgresión y, finalmente, Dios envía a Aquel que señalaban todas estas ofrendas y sacrificios, al mismo Señor Jesucristo, el perfecto, santo Cordero de Dios. Cuando el vino reunió estas tres condiciones:
PRIMERO. Fue el don de Dios, y no la recompensa por las obras de los hombres.”Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). El fue la ofrenda o regalo de Dios.
SEGUNDO. Debe ser por la muerte inocente de un sustituto. Y Cristo llenó este requisito, porque El era inocente y no se halló falta en El. No conociendo pecado, se hizo pecado por nosotros, El llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero. “El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca (1ª Pedro 2:22).
TERCERO. Debe ser por el derramamiento de la sangre inocente de un sustituto. Y Cristo derramó su sangre y la dio para que nosotros podamos ser libertados.”(No fuimos redimidos) con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1ª Pedro 1:18,19).

Este versículo, en Génesis 3:21, concerniente al primer sacrificio por medio del cual Dios cubrió la desnudez de nuestros primeros padres, era solamente un tipo del Redentor venidero, el Señor Jesús.
Juan el Bautista cuando lo vio, dijo:”He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Y el ángel le dijo a María: “Llamarás su nombre Jesús” (Lucas 1:31); y a José:” Y llamarás su nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21).

Allá en el huerto del Edén, Dios dio una revelación concerniente al camino de la salvación, que nunca ha sido cambiado ni lo será. Cualquier otro camino es decepcionante y falso.
Cristo dijo: “El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador”. “Yo soy la puerta; el que por mi entrare se salvará…” (Juan 10:1 y 9).
Y Pablo declaró: “ Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea ANATEMA. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, SEA ANATEMA.” (Gálatas 1:6,9)

Me permito preguntarle: ¿Es usted religioso o salvo? Sea sincero por una vez, ¿Está usted seguro de ir al cielo? Su Iglesia Católica, o Anglicana, o Luterana, o cualquier otra ¿le enseñan la Palabra de Dios escrita en la Biblia? ¿Se ha tomado la molestia de comprobarlo y no dejar el asunto de su salvación para mas adelante o en manos de otros? Tenga cuidado, pues no sabemos lo que el mañana nos deparará. Haga caso al refranero el cual dice:
“NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS HACER HOY”



martes, 16 de abril de 2013

LAS REGLAS DE LA VIDA CRISTIANA (2)




Tercera:·Confía constantemente en el Espíritu Santo.
Recuerda que CRISTO mora en ti mediante el  Espíritu Santo·. Tu cuerpo ahora es la morada de la Tercera Persona de la Trinidad. No le pidas que te ayude como se pide a un criado. Suplícale que  entre, y que lo haga todo, que reine en tu vida; hazte a un lado y permite que Él escoja y decida lo que te conviene. Es imposible que te mantengas firme en tu  vida cristiana, pero Él puede sostenerte. Si tú te opones o resistes, le será muy difícil ayudarte, deja esos complejos y tensiones internas; no te preocupes por decisiones importantes; no te inquietes por el mañana; no te atormentes por las necesidades de la vida; Él es el Dios del mañana, ve el fin desde el principio, Él proveerá. Estarás libre de tensiones, conflictos internos y preocupaciones. Con seguridad perfecta en el Espíritu Santo, hallarás que muchas de tus dolencias físicas y morales, desaparecerán.
Cuarta: · Asiste a tú iglesia con regularidad·
El Cristianismo, es una relación con tu Salvador y con tus hermanos de fe. Donde os encontréis en ese lugar se adora a Dios. La Iglesia es la institución de Cristo en la tierra formada por todos y cada uno de los nacidos de nuevo por fe. Donde se encuentren reunidos los cristianos, allí en medio estará Jesús, a través del Espíritu Santo. Nada puede sustituir ese encuentro con tus hermanos de fe para escuchar la Palabra de Dios. No hay escusas, como hace calor, llueve, hace frío, estoy cansado…etc. Tanto nuestros cuerpos como nuestros espíritus son obra y creación de Dios por lo tanto nuestra presencia es necesaria para rendirle el culto debido en el acto de adoración a Dios en comunión de otros cristianos.

Quinta: ·Sé un cristiano dando testimonio·
Ya que fuiste llamado y sellado como embajador del Rey de reyes, tu bandera debe ondear bien alta. Si no estás dispuesto a izar tu bandera de cristiano en tu casa, en el trabajo, en la oficina, o en la escuela, entonces no mereces ser  embajador de Cristo. Debes aclarar tu posición y dar a conocer a tus prójimos que eres cristiano. Has de ser testigo de Cristo. Testificamos de dos maneras: por la vida y por la palabra. Ninguna por sí sola será suficiente. El propósito que Dios tiene para ti y para mí, después de nuestra conversión, es que seamos testigos de su gracia y poder salvador. Tenemos que ser para Cristo soldados de primera línea de fuego, siempre dispuestos a dar la batalla de la fe. Cristo dijo: “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos.”S. Mateo 10:32. Nosotros, como cristianos, tenemos la Palabra de Dios, Nuestro Gran Jefe ha dicho:”Id, y llevad el mensaje al mundo que perece.” Algunos la descuidan. Otros rompen el mensaje y lo sustituyen con otro que inventaron. Los hay que quitan una parte. Otros dicen al pueblo que el Señor no se expresa con claridad. Algunos dicen que realmente no escribió el mensaje, sino que fue escrito por hombres comunes que se equivocaron respecto a su significado. S. Pablo exhortó, hace siglos, a los cristianos que enseñaran solamente la Palabra. Recordemos que estamos sembrando semilla sana, no leudada. Alguna semilla puede caer en veredas duras, entre espinas, pero nuestro deber es seguir sembrando, no tenemos derecho a abandonar nuestra labor sólo porque nos parezca  que el terreno no es fértil. Estamos encendiendo una luz en este mundo lleno de odio, egoísmo y orgullo, tal vez nuestra luz parezca muy tenue entre tanta oscuridad, pero ese puntito debemos mantenerlo encendido para que pueda servir de guía para los que están en peligro. Esa semilla es el Pan de Salvación para un mundo hambriento y aunque muchos lo rechacen debemos seguir ofreciéndolo. Tenemos que perseverar, nunca debemos darnos por vencidos. Golpeando el martillo de la Palabra sin cesar, aunque los golpes sólo parezcan producirnos ampollas, tenemos que seguir martilleando con la Biblia en la mano. ¡Sé un ganador de almas! La experiencia más conmovedora del hombre, es ganar a otro para Jesucristo. Eso vale más que todo el oro del mundo, no hay felicidad, ni experiencia, que pueda compararse al gozo de ganar a una persona para Cristo. ¡Sé un testigo de Cristo!

domingo, 14 de abril de 2013

LAS REGLAS DE LA VIDA CRISTIANA



Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos” Lucas 6:31.

En cualquier actividad que desarrolles, deporte, conducir un coche, pasear en bici, nadar, jugar futbol, karate, hacer una comida etc, sabes que es necesario seguir unas reglas para  tener éxito.
La Biblia enseña que la vida cristiana, es una vida de crecimiento constante. Cuando naces de nuevo, naces en el mundo espiritual, llegas como un niño a la familia de Dios. El propósito de Dios es que crezcas hasta tener tu completa estatura y madurez en Cristo. Sería contra la ley de Dios y contra la naturaleza, si permanecieras niño toda la vida, tanto física como espiritualmente.

 La Biblia en 2ª S. Pedro 3:18 dice: “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento  de nuestro Señor  y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”.

Para crecer adecuadamente y gozar de buena salud espiritual, habrá que observar ciertas reglas.

Primera: ·Debes leer la Biblia diariamente·

Tu vida espiritual necesita alimento y ese alimento sólo lo encontrarás en la Palabra de Dios escrita en la Biblia. La Biblia revela a Cristo, el cual es el Pan de Vida para tu alma hambrienta, y el agua de vida para tu corazón sediento. Si dejas de comer de este manjar espiritual, morirás de hambre, y perderás tu vigor espiritual. Lee tu Biblia, estúdiala, medítala y aprende sus pasajes. El noventa y cinco por ciento de las dificultades que experimentarás como cristiano, son la consecuencia de una falta de lectura y de estudio de la Palabra de Dios. No te conformes con la lectura rápida de un capítulo, sólo para apaciguar tu conciencia. Atesora la Palabra de Dios en tu corazón. Una porción pequeña bien asimilada, es de más valor espiritual para tu alma que una larga porción leída apresurada mente  No te desalientes porque no puedas entenderlo todo. Lee primero las partes sencillas de la Biblia. Al niño recién nacido no se le da un bistec, se le da leche.Te sugiero comiences la lectura por el Evangelio según San Juan. Mientras lees, el Espíritu Santo te iluminará tus pasajes, aclarará las palabras difíciles y esclarecerá los significados oscuros. Aunque no puedas recordar todo lo que hayas leído, o entenderlo todo, sigue leyendo. La práctica de la lectura en si tendrá un  resultado purificador en tu mente y en tu corazón.  ¡Que nada ocupe el lugar de esta práctica diaria¡

Segunda: ·Aprende el secreto de la oración·.

 Ahora tienes un Padre Celestial que oye y contesta  la oración. S. Juan 14:14 “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. Y en S. Mateo 21:22 “ Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. No puedes estar tan ocupado que no tengas tiempo para orar, un cristiano que no ora es un cristiano sin poder. Cristo pasó horas en oración, a veces pasó toda la noche en la montaña, en comunión con Dios, Su Padre. Si Él tuvo que orar, ¿cuánto más necesitamos hacerlo nosotros? Al principio tus oraciones pueden ser débiles, quizá torpes,  pero el Espíritu Santo que vive dentro de ti, te ayudará y enseñará. Cada oración que hagas sea en el nombre de Jesús, será contestada. A veces, su respuesta sea un NO, otras veces será ESPERA, pero de todos modos serán contestadas. Recuerda que Dios siempre hará lo mejor para ti. Puedes orar en cualquier sitio, momento y lugar. Mientras trabajas en tu oficina, en el campo, en el taller, en casa o juegas y haces deportes. Orar es hablar con Dios de lo que quieras. No repetir palabras sin sentido. Siguiendo un sistema metódico de oración combinándola con el estudio bíblico dará por resultado una vida cristiana completa y gloriosa. Si dedicas un momento del día para orar, tu vida, inconscientemente, estará saturada del espíritu de oración. Necesitas dedicar periodos regulares para estar a solas con Dios. El diablo se opondrá a ti en cada momento. Hará que suene el teléfono, que llore el niño, que alguien llame a tu puerta, habrá muchas interrupciones, pero sigue adelante, no te desanimes. Pronto descubrirás que estos periodos de oración, son el deleite más  grande de tu vida. Lo desearás más que cualquier otra cosa.
(Continuará)

martes, 9 de abril de 2013

FRUTOS DEL ESPÍRITU




¿Cómo se sabe si uno está lleno del Espíritu Santo? ¿Y cómo se puede estar lleno? ¿Hay alguna experiencia emocional por la que haya de pasarse? No. Cuando estés enteramente purificado de todo pecado conocido, y en completa sumisión  Cristo, entonces puedes aceptar por fe el hecho de que estás lleno del Espíritu Santo. Eso significa que Él puede ser dueño de todo lo que hay en ti. Nada llenará tu corazón, sino Él. La consagración será completa, la rendición total, absoluta, incondicional e irrevocable.
La Biblia en  Romanos 12: 1-2 nos dice: “Así que hermanos, os ruego por la misericordia de Dios, que presentéis vuestros cuerpos  en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Únicamente el cristiano consagrado y lleno del Espíritu Santo puede alcanzar la victoria sobre el mundo, el demonio y la carne. El Espíritu es quien lucha en tu lugar. La Biblia nos enseña en Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales”
Esta es una guerra espiritual. No puedes luchar contra esos tres enemigos con las armas usuales. En la medida en que seamos canales y permitamos que el Espíritu Santo luche utilizándonos, obtendremos la victoria completa.  La espada del Espíritu, la palabra de Dios vence al mayor de los enemigos. No retengas nada, sino entrega todo a Cristo. Déjale ser completamente el Señor y Maestro  de tu vida. ¡Ríndete! Permite que Dios cumpla su voluntad en tu vida.
Después de rendirte completamente  a Cristo en sinceridad de corazón, recuerda que Dios ha tomado en serio tu rendición. También en esto caminamos por fe. Tú acudiste a Él, y Él te recibió. Como resultado de esa vida totalmente entregada a Él disfrutarás de un valor y de una seguridad como jamás habías conocido. Todo temor habrá desaparecido; el valor y el arrojo sobrenaturales forjarán la decisión para tomar el partido por Jesús.
Si lees el Libro de los Hechos, verás que los apóstoles, llenos del Espíritu muchas veces usaron la palabra seguridad.
 No sólo tendrás confianza, sino también manifestarás el fruto del Espíritu. Y recuerda que estos frutos son del Espíritu. Tu mismo no puedes producirlos. Son frutos sobrenaturales que caracterizarán tu vida espontáneamente,  y se producen de manera sobrenatural.
Habrá amor. El gran mandamiento que Jesús nos dejó  Juan 15:12-13 “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.  Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Amarás a tus prójimos, no teniendo en cuenta ni raza, ni credo, ni estatus social, ni filiación política, con un amor fraternal.
Habrá gozo. Una de las características del cristiano es su gozo interior. No importa cuáles sean las circunstancias, tendrás el corazón gozoso y el rostro radiante. Muchos cristianos andan con el rostro decaído y esto no glorifica a Dios. Al encontrarse con un cristiano, es fácil saber si es un cristiano victorioso, espiritual y rendido. El  verdadero cristiano debe estar radiante, capaz de iluminar y no de ensombrecer el ambiente en que vive. La Biblia en Nehemías 8:10 “ El gozo del Eterno es vuestra fortaleza”.
Habrá paz. San Pablo en 2ª Corintios 4:8-9 “Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;  perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”.
Más frutos del Espíritu irán produciéndose, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, que adornan la vida de aquellos verdaderamente consagrados al Señor, y llenos del Espíritu.
La victoria es tuya. ¡Echa manos de ella! Es la herencia que te corresponde por fe en Jesús. No tienes razón para permitir en tu vida una sola derrota. Puedes vivir gloriosamente. La vida puede ser una aventura magnífica, gloriosa y emocionante. Querrás disfrutar de cada minuto. Tal vez deplores el tener que acostarte temprano, bendecirás ciertamente el momento de levantarte, porque cada día nuevo, has de vivir para Cristo. Cada día será maravilloso lleno de momentos que pasar con Dios.
¡Vivirás lleno de conocimiento de que estás para siempre en seguridad con Jesús!

viernes, 5 de abril de 2013

EL ESPÍRITU SANTO


Nuestros tres adversarios son: el diablo, el mundo, la carne. Como cristianos nuestra actitud hacia ellos puede expresarse en una sola palabra: RENUNCIAR.
No puede haber regateos, ni hacer concesiones, ni vacilaciones. La renuncia absoluta es el único camino para que el cristiano alcance la victoria final. Hay glorias nuevas para aquellos que ya han estado luchando contra las tentaciones. No se les pide que luchen solos.  La Biblia dice en Romanos 8:13:”Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.”
Recordemos  que Jesús prometió que nunca nos dejaría ni nos desampararía. Jesús nos aseguró, que al volver al Padre,  nos enviaría al Consolador, la Tercera  Persona de la Trinidad, el Espíritu Santo para que estuviese con nosotros para siempre.
El Espíritu Santo es el Ser más poderoso hoy día en el mundo. La época del Antiguo Testamento  fue la de Dios, Padre. Durante el tiempo que estuvo Jesús en la tierra fue la época de Dios, Hijo. Desde Pentecostés, vivimos en la época de Dios, Espíritu Santo.
La Biblia dice que en el momento que recibiste a Cristo como tu Salvador, el Espíritu Santo comenzó a morar en tu  corazón. San Pablo advirtió que si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.
Dirás:*pero no siento nada en mi corazón, no siento que el Espíritu de Dios more en mi*.
Olvida tus sensaciones. No eres salvo  por experimentar tus sensaciones y puedes muy bien sentir la presencia del Espíritu, o no. Acéptalo, por fe, como un hecho.
Ahora mismo vive en ti para exaltar y glorificar a Cristo para que puedas vivir una vida feliz, radiante, victoriosa, que honre a Cristo. La Biblia manda que seamos “llenos del Espíritu” Efesios 5:18. Si estás lleno del Espíritu, entonces manifestarás fruto del Espíritu que es: Gálatas 5:22-23 “caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad,  fe, mansedumbre, templanza". El ser lleno del Espíritu no es una opción para ti y para mí. Es un imperativo, es un deber ineludible cuando hemos nacido de nuevo.

lunes, 1 de abril de 2013

LOS ENEMIGOS DEL CRISTIANO 3ª Parte – La codicia de la carne.



  
El tercer enemigo con el que hemos de enfrentarnos es la codicia de la carne. La carne es esa tendencia mala de nuestro yo interior. Aun después de haber nacido de nuevo, de vez en  cuando volverán tus viejos y pecaminosos deseos. Te asustarás y preguntarás ¿De dónde vienen?
La Biblia enseña que la vieja naturaleza, con toda su corrupción, aún existe y que las tentaciones hacia el mal proceden de ella, en otras palabras: ”un traidor vive dentro de ti”. Esa inclinación perversa hacia el pecado, siempre está presente en tu vida para arruinarla, para marcarte y señalar tus instintos animales. ¡Se ha declarado la guerra! Ahora tienes dos naturalezas en conflicto, y cada una se esfuerza por obtener la victoria.
La Biblia enseña: Gálatas 5:17 “ Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra de la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”. Es la lucha entre la vida egocéntrica y la vida Cristocéntrica. Esa vieja naturaleza animal no puede agradar a Dios, no puede convertirse, ni siquiera reformarse. Pero gracias a Dios, cuando Jesús dio su vida por nosotros, nuestra vieja naturaleza quedó crucificada con Él. No teniéndola presente nunca más. Ahora podemos vernos cómo dice la Biblia en Romanos 6:11 “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”. Por la fe, esto llega a ser una realidad.
No obstante, será necesario distinguir muy bien entre el uso y abuso, entre lo que es lícito y lo que no lo es. Puede ser que algunas de estas cosas sean pecaminosas, o producto de la codicia. Habrá que estar siempre en guardia.
El significado original de la palabra codicia es un**deseo vehemente**y no necesariamente un deseo pecaminoso, puesto que hay ciertos apetitos de naturaleza meramente física, como el hambre y la sed, que pertenecen al reino animal y que en sí son naturales y no pecaminosos. Sólo su abuso es malo. La falta de moderación, la intemperancia, de esos instintos producen un deseo pecaminoso. La pereza es un pecado. El matrimonio está dentro del plan de Dios, y de acuerdo con las funciones de la vida humana, física, mental y social. El adulterio es un pecado por la codicia de la carne, y se opone a la voluntad de Dios y a todo lo que es puro. Pero hay otros deseos de la carne que son de naturaleza sensual y pecaminosa. Como el deseo de saciar, a cualquier precio, nuestra sed de odio y de venganza. Por eso tenemos que estableces una diferencia entre el apetito o deseo natural, y la codicia, como deseo pecaminoso.
Los pecados de la carne son los más terribles, porque representan las ansias naturales de hacer lo malo. Ni el diablo, ni el mundo, ni aún nuestro propio corazón inclinado al mal, pueden obligarnos a pecar. Pecamos por decisión y voluntad propias, y es aquí donde entra en acción nuestra corrompida naturaleza con sus vehementes inclinaciones al mal.
San Pablo dijo que no tenía confianza en la carne. En otra ocasión dijo: Romanos 13.13-14 “Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.  Debemos rendirnos y entregarnos tan completamente a Dios que podamos, por la fe, considerar a la vieja naturaleza como muerta al pecado.