Dios puede usarnos en cualquier circunstancia para hacer su voluntad. Aunque pidamos que cambie nuestras circunstancias, debiéramos orar también para que Dios haga realidad su plan a través de nosotros en el lugar en que estemos. Conociendo el propósito eterno de Dios para nuestras vidas, no debemos temer las dificultades.
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