Paz y vida
a) En la creación, Dios propuso una vida llena y plena –
Juan 10:10.
Nuestro problema:
a) Somos pecadores, cometemos pecados – Romanos 3:23; Isaías
53:6.
b) El pecado trae consigo castigo – Romanos 6:23. Nuestro
problema es la separación – separación de Dios y por ende, separación los unos
de los otros – Isaías 59:2.
c) Somos incapaces para restaurar la relación con Dios – el
abismo es tan profundo que no podemos cruzarlo por nuestros propios medios.
El remedio de Dios
a) Cristo pagó el precio – Romanos 5:8.
b) La salvación es un regalo – Efesios 2:8–9.
c) El remedio de Dios
– la cruz. Donde Cristo murió en nuestro lugar pagando por nuestros pecados y
abriéndonos un nuevo camino para que regresemos a Dios – 1 Timoteo 2:5.
d) El puente tiene que reposar en ambos lados: Jesucristo
fue Dios y hombre – Juan 1:14.
e) Cristo es el único camino a Dios – Juan 14:6; 1 Pedro
3:18.
Nuestra respuesta:
a) Cristo en la puerta del corazón – Apocalipsis 3:20.
b) Tenemos que recibir a Cristo por fe – Juan 1:12.
c) Un puente sirve para cruzar un abismo; así que debemos
confiar en este puente [la cruz] y poner nuestra esperanza en él – Hechos
16:31.
d) ¿Dónde está usted con relación al puente? ¿En un lado del
puente o en el otro lado?
e) El puente es construido de acuerdo a la Palabra de Dios,
así que podemos depender de la verdad que el puente representa.
UNA ORACIÓN PARA RECIBIR A CRISTO COMO NUESTRO SALVADOR Y SEÑOR:
“Dios, reconozco que mi vida no es como tú deseas y te necesito en mi vida
diaria. Te pido que me perdones por todos mis pecados. Quiero dejar todas las
cosas malas que he hecho. Creo que Jesucristo, tu amado Hijo, murió por mí en
la cruz, fue sepultado y resucitó para darme una nueva vida llena de esperanza.
Señor Jesús, te invito a entrar en mi vida hoy. Quiero seguirte, siendo un
miembro activo de tu iglesia. En el nombre de Jesucristo, Amén.”
LA CONFIANZA DE LA SALVACIÓN
La vida cristiana victoriosa
¿Por qué algunos creyentes crecen para convertirse en
cristianos maduros, bien equilibrados y fructíferos, en tanto que otros se pasan
la mayor parte de sus vidas derrotados, frustrados y sin frutos?
La palabra de Dios habla claramente de un plan y un
propósito para nuestras vidas. Si andamos en obediencia por su camino, podemos gozar
de una vida rica y abundante. No obstante, eso no quiere decir que nunca
enfrentaremos dificultades o adversidades. Pablo y Silas fueron a prisión y aun
así alababan al Señor en medio de circunstancias difíciles (Hechos 16:25).
Para caminar constantemente en el camino de Dios hacia una
vida victoriosa, necesitamos reconocer también que todo creyente tiene dos naturalezas.
La nueva naturaleza (cuando Cristo mora en nosotros por medio de su Espíritu)
desea andar obedientemente por el camino de Dios… pero la vieja naturaleza (la
carne) tira de nosotros para estorbar nuestro andar y alejarnos de Dios.
Andar en el camino de Dios no es algo accidental o que
sucede por casualidad. Dios es compasivo y misericordioso. Él dispuso que los cristianos
descarriados y desobedientes pudiésemos volver a su camino, con tal que
reconociéramos nuestra necesidad y confesáramos nuestros pecados. Dios nos
pondrá nuevamente en el camino de la paz, el gozo y la plenitud de vida. Esta
vida requiere consagración y rendición a Cristo como Señor de nuestras vidas
(Salmos 25:4–5).
Además, recibimos
fuerzas y aliento cada día al dedicar tiempo para estar a solas con Dios. Un
tiempo devocional diario, de oración y meditación en la Palabra de Dios, le da
dirección a nuestras vidas (Juan 15:5).
LA ADVERSIDAD PRODUCE
CARACTER
• Ejemplos de cómo Dios emplea la adversidad para
madurarnos: Todo creyente sufrirá adversidades de vez en cuando. Es más, las
personas más piadosas a veces parecen ser las que sufren las mayores pruebas y
aflicciones.
• Pablo – su adversidad – 2 Corintios 12:7–10
• Job – pérdida de su familia y posesiones – Job 1:8–21
• Esteban – dio su vida – Hechos 7:59–60
• ¿Será la adversidad una piedra de apoyo o una piedra de
tropiezo?
• Todo creyente sufrirá pruebas de vez en cuando.
• Las adversidades pueden ser una manera por medio de la
cual Dios corrige nuestros errores (Salmos 119:67, 71, 75; Hebreos 12:6–10; 1
Corintios 11:31–32).
• Las adversidades son normales y Dios las emplea para
hacernos crecer y profundizar en la fe y para liberarnos de los malos hábitos
(Proverbios 25:4).
Considere estos versículos: Santiago 1:2–4; Romanos 5:3–5; Romanos
8:28–29; 1Tesalonicenses 5:16–18.
Las adversidades pueden ser escalones de ascenso a un
carácter más íntegro y de mayor utilidad. Sin embargo, con demasiada
frecuencia, si las malinterpretamos, las pruebas de la vida nos pueden
desanimar y deprimir. Pueden amargar nuestra vida en lugar de endulzarla y de
esta manera convertirse en “piedras de tropiezo” en lugar de ser “escalones de
ascenso”.
• La manera como usted ve los hechos determina su efecto
final.
• El punto de vista de Dios – la perspectiva positiva
• Considérelo un sumo gozo – Santiago 1:2, 4; Proverbios
25:4
• Gloríese en la tribulaciones – Romanos 5:3–5
• Todas las cosas nos ayudan a bien – Romanos 8:28–29
• Dé gracias en todo – 1 Tesalonicenses 5:17–18
• Un diploma de la Universidad de la Vida – A.E.C. (Actitud Espiritual
Correcta)
• Salmos 25:4–5
• El testimonio de un creyente que ha sido fiel, a pesar de
las pruebas – 2 Corintios 4:7–12
EL CAMINO DE DIOS
Cuando recibimos a Jesucristo en nuestra vida, todas las
promesas de Dios están disponibles para nosotros. Estas promesas se cumplen en
nuestras vidas en la medida en que vivimos bajo la dirección del Señor. Puesto
que no siempre llevamos una vida perfecta, Dios ha provisto ayuda para que
andemos por su camino y nos rectifiquemos cuando fallamos.
·
Salvación. Toman una decisión para recibir a
Cristo como Salvador por primera vez en su vida.
·
Rededicación. Antes andaban con Cristo, pero
cayeron en pecado o se enfriaron espiritualmente y quieren volver a caminar con
Cristo.
·
La promesa de Dios: plenitud y gozo.
·
Hay un camino que conduce a una vida de
realización y propósito. La Biblia está llena de promesas de Dios para quienes transitan
el camino de él. Los pasajes bíblicos que se ven a continuación contienen
algunas de estas promesas.
PLENITUD
“Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría
en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.” Salmos 16:11
SATISFACCIÓN
“¡Él apaga la sed del sediento, y sacia con lo mejor al hambriento!”
Salmo 107:9
PAZ
“Al de carácter firme
lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.” Isaías 26:3
Si Dios promete plenitud y gozo en su Palabra, ¿por qué hay tantos
cristianos experimentando frustración, vidas vacías e infelicidad?
NUESTRO PROBLEMA
El problema del hombre es que sus deseos egoístas y
pecaminosos lo separan del camino de Dios. Cuando un cristiano se desvía del
camino de Dios a causa del pecado o la adversidad, experimentará:
• Frustración
• Culpa
• Infelicidad
• Derrota
Las citas bíblicas a continuación identifican aquellos
problemas que, si no se resuelven, harán que la persona se aleje de Dios:
EL SER PECAMINOSO:
“Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita.
Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.” Romanos 7:18,
CORRUPCIÓN INTERIOR: “Porque de adentro, del corazón humano,
salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios,
los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia,
la calumnia, la arrogancia y la necedad.” Marcos 7:21–22,
MALOS DESEOS: “Que nadie, al ser tentado, diga: ‘Es Dios
quien me tienta.’ Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta
él a nadie. Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos
deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el
pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte.”
Santiago 1:13–15,
¿Cuáles malos deseos o pecados me han apartado de Dios?
¿Qué tengo que hacer para regresar al camino de Dios?
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