} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS. Capitulo 8

lunes, 11 de julio de 2022

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS. Capitulo 8


Romanos 8; 28-30

Rom 8:28  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Rom 8:29  Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Rom 8:30  Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.   

 

              Después de las contundentes enseñanzas en los versículos anteriores,  Pablo sigue adelante para que tengamos la certeza que la salvación no se pierde.  Dice que los que aman a Dios, y que han sido llamados conforme a Su propósito, saben muy bien que Dios combina todas las cosas para su bien. Es la experiencia del cristiano que todas las cosas cooperan a su bien. No tenemos que ser muy viejos para mirar atrás y ver que las cosas que considerábamos desastrosas resultaron a nuestro favor; y las que nos causaron una desilusión luego resultaron una bendición.

Pero tenemos que advertir que esa experiencia no les sucede más que a los que aman a Dios. Estas son dos condiciones las cuales le permitirán al creyente ver la vida de una manera positiva sin importar las circunstancias (ver el v. 15). Una vez más notemos los dos aspectos de pacto: (1) la libertad humana (“aman”) y (2) la soberanía de Dios (“llamados”).

Los estoicos tenían una gran idea que puede que Pablo tuviera en mente al escribir este pasaje. Una de sus grandes concepciones era el Logos de Dios, que era Su mente o razón. Los estoicos creían que el Logos estaba inherente en la creación, y le daba sentido al mundo. Era el Logos el que mantenía las estrellas en sus cursos y los planetas en sus derroteros señalados. Era el Logos el que controlaba la sucesión ordenada de los días y las noches y de las estaciones del año. El Logos era la razón y la mente de Dios en el universo, haciendo que fuera un orden y no un caos.

Pero los estoicos iban más lejos. Creían que el Logos no sólo tenía un orden establecido para el universo sino también un plan y un propósito para cada ser humano. Para decirlo de otra manera, creían que a una persona no le podía suceder nada que no viniera de Dios y que no fuera parte del plan de Dios para ella. Epíteto escribió: «Ten valor para elevar la mirada a Dios y decirle: "Trátame como Tú quieras desde ahora en adelante. Soy uno contigo; soy tuyo; no me resisto a nada que Tú consideres bueno. Guíame adonde Tú quieras; vísteme como Tú quieras. ¿Quieres que me encargue de algo o que lo rechace, que me quede o que me retire, que sea rico o pobre? Por esto Te defenderé ante los hombres."» Los estoicos enseñaban que el deber de todo hombre era la aceptación. El que aceptaba las cosas que Dios le enviaba experimentaba la paz.

Si las resistía, estaba machacándose la cabeza inútilmente contra el propósito ineludible de Dios.

Pablo tiene la misma idea. Dice que todas las cosas colaboran para el bien, pero sólo de los que aman a Dios. Si una persona ama y confía y acepta a Dios, si está convencida de que Dios es el Padre infinitamente sabio y amoroso, omnisciente, omnipresente y Soberano entonces puede aceptar todo lo que le manda Dios. Uno puede ir al médico, que le prescribe un tratamiento que al principio es desagradable y hasta doloroso; pero si confía en el médico, acepta lo que le prescribe. Así nos sucede a nosotros si amamos a Dios. Pero si uno no ama a Dios ni confía en Él, se quejará de lo que le sucede y peleará contra la voluntad de Dios. Sólo al que ama a Dios le conoce y confía en Él todas las cosas ayudan para bien, porque para él vienen de un Padre que siempre obra bien y con sabiduría, amor y poder que son perfectos.

Pablo va más lejos; pasa a hablar de la experiencia espiritual de cada cristiano. La versión Reina-Valera lo expresa de una manera inolvidable: «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.» Este es un pasaje que desgraciadamente se ha usado mal.  

8: 29-30 Los VERBOS en estos versículos son todos AORISTO ACTIVO INDICATIVO. Ellos forman una cadena desde antes del tiempo hasta que deja de existir el tiempo. La clara implicación es que Dios nos conoce y está de parte nuestra y quiere que nosotros estemos con El. Este es un contexto corporativo, no individual. El acto final de glorificación es aún futuro, pero en este contexto está declarado como un evento ya realizado.

  “a los que antes conoció” Pablo usó este término dos veces, aquí y en Romanos11:2.   Aquí está incluido en una cadena de eventos (versículos 29-30). Este término está ligado con la predestinación. Sin embargo, debe decirse que el anticipado conocimiento de Dios no es la base de la elección, porque si así fuese, entonces la elección estaría basada en la respuesta futura de la humanidad pecadora, lo cual sería en base a logros humanos.  “los predestinó” Los términos “los que antes conoció” (progin sk ) o “predestinó” (prooriz ) son ambos términos compuestos de la PREPOSICION “ante” (pro) y por lo tanto, debieran traducirse “conocer con anterioridad.” “poner límites antes de,” o “marcar con anticipación.”   

Dios es Soberano. Él está en control total de todas las cosas, incluyendo la historia humana. Existe un plan de redención divina preparado de antemano que se está desarrollando con el paso del tiempo. Sin embargo, este plan no es arbitrario o selectivo. Está basado no solo en la soberanía de Dios y en su anticipado conocimiento, sino también en su carácter inmutable de amor, misericordia y gracia inmerecida. Debemos de cuidarnos de nuestro individualismo occidental o de que nuestro celo evangélico afecte esta verdad. Debemos también cuidarnos de no polarizarnos por los conflictos teológicos históricos entre Agustín versus Pelagio o Calvinismo versus Arminianismo. La predestinación no es una doctrina hecha para limitar el amor de Dios, Su gracia o Su misericordia, ni para excluir a alguien del evangelio. Su propósito es fortalecer a los creyentes al darles una manera de ver el mundo y la vida. Dios está a favor de toda la humanidad (Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna ; 1 Timoteo 2:3-4 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.; 2 Pedro3:9  El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.). Dios está en control de todas las cosas. ¿Quién o qué nos puede separar de Él? ( Romanos 8:31-39)? La predestinación forma una de dos maneras de ver la vida. Dios ve toda la historia en presente contínuo. Los humanos estamos limitados al tiempo. Nuestra perspectiva y habilidades mentales están limitadas.  

 Las doctrinas bíblicas están por lo regular presentadas con perspectivas diferentes. Estas perspectivas frecuentemente son paradójicas. La verdad es un balance entre los pares aparentemente opuestos. Nosotros no debemos de remover o quitar la tensión escogiendo o prefiriendo una de las dos verdades. No debemos aislar ninguna verdad bíblica en un solo compartimiento. Es también importante agregar que la meta de la elección no es solo el cielo al morir, ¡sino una vida que es más como la de Cristo ahora (Efesios. 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,; 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas )! Somos escogidos para ser “santos y sin mancha.” Dios desea cambiarnos para que otros puedan ver el cambio y responder en fe a El en Cristo. La predestinación no es un privilegio individual, ¡sino una responsabilidad de pacto! ‹

“fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo” Esta es la verdad principal de este pasaje. Esta es la meta del cristianismo (Gálatas 4:19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros ; Efesios 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;). La santidad es la voluntad de Dios para cada creyente. La elección es para ser más como Cristo, no una posición especial. La imagen de Dios que fue dada a la humanidad en la creación (Génesis. 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.  ) va a ser restaurada (Colosenses 3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,).   ‹ “para que él sea el primogénito entre muchos hermanos” En el Salmo 89:27 “primogénito” es un título para el Mesías. En el AT el primogénito tenía preeminencia y privilegio. El término era usado en Colosenses 1:15 (Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación). para mostrar la preeminencia de Cristo en la creación, y en Colosenses 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;  y Apocalipsis 1:5 (y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,) para mostrar la preeminencia de Cristo en la resurrección. ¡En este texto los creyentes somos a través de Él, traídos a Su preeminencia! Este término no se refiere a la encarnación de Cristo, ¡sino a Él como la cabeza de una nueva raza, el primero de una serie, la maquina motor de nuestra fe, el canal de la bendición del Padre a la familia de la fe

 “glorificó” Dios es con frecuencia descrito en la Biblia por el término “gloria.” El término provino de una palabra de raíz comercial que significaba “pesado” y por implicación, valioso, como el oro.   Teológicamente Dios está redimiendo a la humanidad caída a través de una serie de pasos enlistados en los versículos 29-30. El último paso es la “glorificación.” Esta será la salvación completa de los creyentes. Ocurrirá en el Día de la Resurrección cuando les sean dados sus nuevos cuerpos espirituales (1 Corintios 15:50-58) y sean unidos completamente con el Dios Trino y los cristianos los unos con los otros.

Piensa en la experiencia cristiana. Cuanto más la considera un cristiano más se convence de que él no tuvo nada que ver con ello y que todo es cosa de Dios. Jesucristo vino a este mundo, vivió, fue a la Cruz, resucitó. Nosotros no hicimos nada para que todo eso sucediera; es la Obra de Dios. Nosotros oímos la historia de este amor maravilloso. No la hicimos; solamente la recibimos por gracia. El amor despertó en nuestros corazones; vino la convicción de pecado, y con ella la experiencia del perdón y de la salvación. No lo realizamos nosotros; todo es de Dios. Eso es lo que Pablo está pensando aquí.

El Antiguo Testamento usa la palabra conocer de una manera iluminadora. «Yo te conocí en el desierto», le dijo Dios a Oseas acerca de Su pueblo Israel (Oseas_13:5). "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la Tierra», le dijo Dios a Amós (Amós_3:2). Cuando la Biblia dice que Dios conoce a un hombre, quiere decir que tiene un propósito y un plan y una tarea para él. Y cuando miramos hacia atrás y pensamos en nuestra experiencia cristiana, todo lo que podemos decir es: "Yo no lo hice; jamás hubiera podido hacerlo; Dios es el Que lo hizo todo.» Y sabemos muy bien que eso no es negar nuestra libertad. Dios conocía a Israel; pero llegó el día cuando Israel rechazó el destino que Dios le había asignado. La dirección invisible de Dios está en nuestra vida; pero en cualquier momento podemos rechazarla y seguir nuestro propio camino.

Es la profunda experiencia de todo cristiano que todo es de Dios; que él no hizo nada, y que Dios lo hizo todo. Eso es lo que Pablo quiere decir aquí: que Dios nos ha elegido para la salvación desde el principio del tiempo; que a su debido tiempo nos dirigió Su llamada; pero el orgullo del corazón humano puede estropear el plan de Dios, y la desobediencia de la voluntad del hombre puede rechazar la invitación de Dios.

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