Romanos 8; 28-30
Rom 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.
Rom 8:29 Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos.
Rom 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a
éstos también glorificó.
Después de las contundentes
enseñanzas en los versículos anteriores, Pablo sigue adelante para que tengamos la
certeza que la salvación no se pierde. Dice que los que aman a Dios, y que han sido
llamados conforme a Su propósito, saben muy bien que Dios combina todas las
cosas para su bien. Es la experiencia del cristiano que todas las cosas
cooperan a su bien. No tenemos que ser muy viejos para mirar atrás y ver que
las cosas que considerábamos desastrosas resultaron a nuestro favor; y las que
nos causaron una desilusión luego resultaron una bendición.
Pero tenemos que advertir que esa experiencia
no les sucede más que a los que aman a Dios. Estas son dos condiciones las
cuales le permitirán al creyente ver la vida de una manera positiva sin
importar las circunstancias (ver el v. 15). Una vez más notemos los dos aspectos
de pacto: (1) la libertad humana (“aman”) y (2) la soberanía de Dios
(“llamados”).
Los estoicos tenían una gran idea que puede
que Pablo tuviera en mente al escribir este pasaje. Una de sus grandes
concepciones era el Logos de Dios, que era Su mente o razón. Los estoicos
creían que el Logos estaba inherente en la creación, y le daba sentido al
mundo. Era el Logos el que mantenía las estrellas en sus cursos y los planetas
en sus derroteros señalados. Era el Logos el que controlaba la sucesión ordenada
de los días y las noches y de las estaciones del año. El Logos era la razón y
la mente de Dios en el universo, haciendo que fuera un orden y no un caos.
Pero los estoicos iban más lejos. Creían que
el Logos no sólo tenía un orden establecido para el universo sino también un
plan y un propósito para cada ser humano. Para decirlo de otra manera, creían
que a una persona no le podía suceder nada que no viniera de Dios y que no
fuera parte del plan de Dios para ella. Epíteto escribió: «Ten valor para
elevar la mirada a Dios y decirle: "Trátame como Tú quieras desde ahora en
adelante. Soy uno contigo; soy tuyo; no me resisto a nada que Tú consideres
bueno. Guíame adonde Tú quieras; vísteme como Tú quieras. ¿Quieres que me
encargue de algo o que lo rechace, que me quede o que me retire, que sea rico o
pobre? Por esto Te defenderé ante los hombres."» Los estoicos enseñaban
que el deber de todo hombre era la aceptación. El que aceptaba las cosas que
Dios le enviaba experimentaba la paz.
Si las resistía, estaba machacándose la cabeza
inútilmente contra el propósito ineludible de Dios.
Pablo tiene la misma idea. Dice que todas las
cosas colaboran para el bien, pero sólo de los que aman a Dios. Si una persona
ama y confía y acepta a Dios, si está convencida de que Dios es el Padre
infinitamente sabio y amoroso, omnisciente, omnipresente y Soberano entonces
puede aceptar todo lo que le manda Dios. Uno puede ir al médico, que le
prescribe un tratamiento que al principio es desagradable y hasta doloroso;
pero si confía en el médico, acepta lo que le prescribe. Así nos sucede a
nosotros si amamos a Dios. Pero si uno no ama a Dios ni confía en Él, se
quejará de lo que le sucede y peleará contra la voluntad de Dios. Sólo al que
ama a Dios le conoce y confía en Él todas las cosas ayudan para bien, porque
para él vienen de un Padre que siempre obra bien y con sabiduría, amor y poder
que son perfectos.
Pablo va más lejos; pasa a hablar de la
experiencia espiritual de cada cristiano. La versión Reina-Valera lo expresa de
una manera inolvidable: «Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de
su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó,
a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó;
y a los que justificó, a éstos también glorificó.» Este es
un pasaje que desgraciadamente se ha usado mal.
8: 29-30 Los VERBOS en estos versículos son todos
AORISTO ACTIVO INDICATIVO. Ellos forman una cadena desde antes del tiempo hasta
que deja de existir el tiempo. La clara implicación es que Dios nos conoce y
está de parte nuestra y quiere que nosotros estemos con El. Este es un contexto
corporativo, no individual. El acto final de glorificación es aún futuro, pero
en este contexto está declarado como un evento ya realizado.
“a los que antes conoció” Pablo usó este
término dos veces, aquí y en Romanos11:2. Aquí está
incluido en una cadena de eventos (versículos 29-30). Este término está ligado
con la predestinación. Sin embargo, debe decirse que el anticipado conocimiento
de Dios no es la base de la elección, porque si así fuese, entonces la elección
estaría basada en la respuesta futura de la humanidad pecadora, lo cual sería
en base a logros humanos. “los
predestinó” Los términos “los que antes conoció” (progin sk ) o “predestinó”
(prooriz ) son ambos términos compuestos de la PREPOSICION “ante” (pro) y por
lo tanto, debieran traducirse “conocer con anterioridad.” “poner límites antes
de,” o “marcar con anticipación.”
Dios es Soberano. Él está en control total de todas
las cosas, incluyendo la historia humana. Existe un plan de redención divina
preparado de antemano que se está desarrollando con el paso del tiempo. Sin
embargo, este plan no es arbitrario o selectivo. Está basado no solo en la
soberanía de Dios y en su anticipado conocimiento, sino también en su carácter
inmutable de amor, misericordia y gracia inmerecida. Debemos de cuidarnos de
nuestro individualismo occidental o de que nuestro celo evangélico afecte esta
verdad. Debemos también cuidarnos de no polarizarnos por los conflictos
teológicos históricos entre Agustín versus Pelagio o Calvinismo versus
Arminianismo. La predestinación no es una doctrina hecha para limitar el amor
de Dios, Su gracia o Su misericordia, ni para excluir a alguien del evangelio. Su propósito es fortalecer a los creyentes
al darles una manera de ver el mundo y la vida. Dios está a favor de toda la humanidad (Juan 3:16 Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna ; 1 Timoteo 2:3-4 Porque
esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere
que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.; 2 Pedro3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.). Dios está en
control de todas las cosas. ¿Quién o qué nos puede separar de Él? ( Romanos
8:31-39)? La predestinación forma una de dos maneras de ver la vida. Dios ve toda la historia en presente
contínuo. Los humanos estamos limitados al tiempo. Nuestra perspectiva
y habilidades mentales están limitadas.
Las doctrinas
bíblicas están por lo regular presentadas con perspectivas diferentes. Estas
perspectivas frecuentemente son paradójicas. La verdad es un balance entre los
pares aparentemente opuestos. Nosotros no debemos de remover o quitar la
tensión escogiendo o prefiriendo una de las dos verdades. No debemos aislar ninguna
verdad bíblica en un solo compartimiento. Es también importante agregar que la
meta de la elección no es solo el cielo al morir, ¡sino una vida que es más
como la de Cristo ahora (Efesios. 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él,;
2:10 Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas )! Somos escogidos para ser “santos y sin mancha.”
Dios desea cambiarnos para que otros puedan ver el cambio y responder en fe a
El en Cristo. La predestinación no es un privilegio individual, ¡sino una
responsabilidad de pacto! ‹
“fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo”
Esta es la verdad principal de este pasaje. Esta es la meta del cristianismo (Gálatas 4:19 Hijitos míos,
por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros ; Efesios 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo;). La santidad es la voluntad de Dios para cada
creyente. La elección es para ser más como Cristo, no una posición especial. La
imagen de Dios que fue dada a la humanidad en la creación (Génesis. 1:26 Entonces
dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. ) va a ser restaurada (Colosenses 3:10 y
revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno,). ‹ “para
que él sea el primogénito entre muchos hermanos” En el Salmo 89:27
“primogénito” es un título para el Mesías. En el AT el primogénito tenía
preeminencia y privilegio. El término era usado en Colosenses 1:15 (Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda
creación). para mostrar la preeminencia de Cristo en la creación, y en
Colosenses 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la
iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que
en todo tenga la preeminencia; y
Apocalipsis 1:5 (y de Jesucristo el testigo fiel, el
primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos
amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,) para mostrar la
preeminencia de Cristo en la resurrección. ¡En este texto los creyentes somos a
través de Él, traídos a Su preeminencia! Este término no se refiere a la
encarnación de Cristo, ¡sino a Él como la cabeza de una nueva raza, el primero
de una serie, la maquina motor de nuestra fe, el canal de la bendición del
Padre a la familia de la fe
“glorificó”
Dios es con frecuencia descrito en la Biblia por el término “gloria.” El
término provino de una palabra de raíz comercial que significaba “pesado” y por
implicación, valioso, como el oro. Teológicamente Dios está redimiendo a la
humanidad caída a través de una serie de pasos enlistados en los versículos 29-30. El último paso es la “glorificación.” Esta
será la salvación completa de los creyentes. Ocurrirá en el Día de la
Resurrección cuando les sean dados sus nuevos cuerpos espirituales (1 Corintios 15:50-58) y sean unidos completamente
con el Dios Trino y los cristianos los unos con los otros.
Piensa en la experiencia cristiana. Cuanto más
la considera un cristiano más se convence de que él no tuvo nada que ver con
ello y que todo es cosa de Dios. Jesucristo vino a este mundo, vivió, fue a la
Cruz, resucitó. Nosotros no hicimos nada para que todo eso sucediera; es la
Obra de Dios. Nosotros oímos la historia de este amor maravilloso. No la
hicimos; solamente la recibimos por gracia. El amor despertó en nuestros
corazones; vino la convicción de pecado, y con ella la experiencia del perdón y
de la salvación. No lo realizamos nosotros; todo es de Dios. Eso es lo que
Pablo está pensando aquí.
El Antiguo Testamento usa la palabra conocer
de una manera iluminadora. «Yo te conocí en el
desierto», le dijo Dios a Oseas acerca de Su pueblo Israel (Oseas_13:5).
"A vosotros solamente he conocido de todas las
familias de la Tierra», le dijo Dios a Amós (Amós_3:2). Cuando la Biblia
dice que Dios conoce a un hombre, quiere decir que tiene un propósito y un plan
y una tarea para él. Y cuando miramos hacia atrás y pensamos en nuestra
experiencia cristiana, todo lo que podemos decir es: "Yo no lo hice; jamás hubiera podido hacerlo; Dios es el Que lo hizo
todo.» Y sabemos muy bien que eso no es negar nuestra libertad. Dios
conocía a Israel; pero llegó el día cuando Israel rechazó el destino que Dios
le había asignado. La dirección invisible de Dios está en nuestra vida; pero en
cualquier momento podemos rechazarla y seguir nuestro propio camino.
Es la profunda experiencia de todo cristiano
que todo es de Dios; que él no hizo nada, y que Dios lo hizo todo. Eso es lo
que Pablo quiere decir aquí: que Dios nos ha elegido para la salvación desde el
principio del tiempo; que a su debido tiempo nos dirigió Su llamada; pero el
orgullo del corazón humano puede estropear el plan de Dios, y la desobediencia
de la voluntad del hombre puede rechazar la invitación de Dios.
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