Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española,
la palabra matrimonio significa: Unión entre un hombre y una mujer concertado
mediante determinados ritos o formalidades legales. Definiendo las distintas
formas de llevarlo a cabo, entre las que cabe destacar:
Matrimonio civil: el que se contrae ante un juez o autoridad
legal con dos testigos y sin ningún rito religioso.
Matrimonio clandestino: el que se celebra ante autoridad
legal sin testigos ni ritos.
En la Palabra de Dios en la Biblia encontramos muchos
pasajes donde nos muestra cómo Dios había
diseñado el matrimonio.
Hebreos 13:4 “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho
sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
Colosenses 3:18-19 “Casadas, estad sujetas a vuestros
maridos, como conviene al Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos
con ellas.”
Podemos ver, que Dios es Dios de orden por lo tanto requiere
a todos los que hemos nacido de nuevo, que pongamos orden en nuestras
relaciones, familiares, laborales y para la vida misma. Nuestra relación con
nuestra esposa o con nuestro marido tiene que ser conforme al plan de Dios, ya
que así traerá bendición al matrimonio, armonía, amor siempre que obedezcamos
el patrón de Dios. En la Palabra de Dios encontramos la ayuda y la guía para
obedecer los principios de Dios para el matrimonio. Con respecto a la familia,
Dios la diseño perfecta, el trazó el plan y el no se equivoca y no nos pide opinión
al respecto, sino que tenemos que seguir a la perfección las instrucciones del
matrimonio para que este funcione y vivamos en paz.
En Colosenses 3:18 “Casadas…” en este caso la definición de
casada es aquella mujer que se ha unido con un hombre en matrimonio.
En Hebreos 13:4 “Honroso…” significa tener en alta estima el
matrimonio porque Dios lo diseño. No es un invento del hombre ni procedente de
la evolución como dicen los sabios del siglo XXI. Ni es la unión de dos hombres
o dos mujeres, porque esto es una aberración tanto etimológica como por ir en
contra de las leyes de Dios aunque los legisladores quieran burlar las leyes
divinas, estas siempre prevalecerán.
El matrimonio es un diseño total de Dios y todo lo que Dios
hace es perfecto, pero nosotros decidimos escoger lo malo y nos apartamos del
diseño de Dios.
¿Será importante para Dios que estemos formalmente casados?
¿Usted qué piensa? ¿Puede ser salva una pareja
formada por un hombre y una mujer que no han formalizado su relación?
A esta última pregunta puedo decir con seguridad, que si, si
es salva, porque nuestra salvación no es por obras, sino por fe en el Señor
Jesucristo. Pero una vez que somos salvos, que hemos nacido de nuevo, el Señor
empieza a meter mano en el desorden que traemos en nuestra vida. Entonces claro
que es importante para Dios que sus
hijos formalicen ante Él su relación.
Como hemos visto en la definición de matrimonio, al inicio,
si el nuestro encaja en alguno de ellos, urge que llevemos a cabo el matrimonio
por medio de un pastor, invitando a Dios a ser testigo y así agradarle
obedeciendo sus mandatos. Entonces Dios bendecirá esa unión siguiendo lo
establecido en sus ordenanzas.
La situación entre algunos cristianos de Colosas era
realmente desastrosa, porque al igual que tú y que yo, ellos también procedían del
mundo y se habían unido en matrimonio civil, clandestino; otros vivían en amasiato
o concubinato. Cuando ellos se convierten, el apóstol Pablo les dice que como
nuevas criaturas que son van a tener que vivir casados ante Dios.
La importancia del matrimonio podemos verla en Juan 2:1 en
las bodas de Canaán de Galilea donde son invitados la madre de Jesús y Jesús y
sus discípulos, Me imagino a Jesús que aceptó de buen grado esa invitación,
siendo su actitud de total aprobación escuchando las palabras del rabino en la unión
de aquel hombre y aquella mujer, pues este era el propósito de Dios desde la
Creación.
Ahora bien, ¿Tú o yo, lo hemos invitado a nuestra boda? ¿Le hemos
pedido fuera nuestro testigo?
Para abundar más, veamos como la Palabra de Dios en la Biblia
hace una alegoría entre Cristo y la Iglesia y el matrimonio entre un hombre y
una mujer. Apocalipsis 19:7, en el cielo se celebrarán las bodas del Cordero,
Cristo, y Su Iglesia, nosotros; habrá una boda, la novia y el novio, se van a
casar y vivir eternamente juntos.
Si el matrimonio no fuera tan importante para Dios no nos enseñaría
por medio de estas analogías.
Yo no sé tú, pero yo he decidido obedecer y agradar a Dios en todo aquello que la
Palabra de Dios en la Biblia va descubriendo en mí, que no está de acuerdo con
ÉL.
El mérito es de Dios, que en su
Soberanía, ha marcado un tiempo para cada persona, para llamarla con su
Palabra del mejor modo le ha parecido.
En su infinita misericordia, cuando me hallaba perdido y descarriado me encontró. Yo no encontré a Jesús, pues Él no estaba perdido; era yo la oveja que había salido de su redil, y como Buen Pastor, me buscó, me llamó y escuché su voz.
En su infinita misericordia, cuando me hallaba perdido y descarriado me encontró. Yo no encontré a Jesús, pues Él no estaba perdido; era yo la oveja que había salido de su redil, y como Buen Pastor, me buscó, me llamó y escuché su voz.
Salir de su redil, para ver el mundo, fue la experiencia más
amarga que he tenido y que en otra ocasión contaré para aviso a navegantes a
fin de escarmentar en cabeza ajena y no cometan los mismos errores que yo cometí.
Gracias Padre, en el nombre de mi Señor Jesús, por
alimentarme con Tu Palabra para conocerte, si cabe, cada día un poco más y
fortalecido con ella, permanecer firme en el momento malo, que seguro llegará.
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