} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 2025

miércoles, 25 de junio de 2025

ELEGIDOS DE DIOS (6): EL LLAMADO A LA SANTIDAD

 

1 Pedro 1:13  Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

14  como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

15  sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

16  porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

17  Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

18  sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

19  sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

20  ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,

21  y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

22  Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;

23  siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

24  Porque:

 Toda carne es como hierba,

 Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.

 La hierba se seca, y la flor se cae;

25  Mas la palabra del Señor permanece para siempre.

Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada

 

 

En los versículos 1:13-2:3 el apóstol Pedro relata cómo la herencia celestial necesita ser vivida personalmente en la tierra. Él llama al creyente a ser santo así como Dios es santo, a orar a Dios por santidad y ser puro en la santidad de Dios.

               La santidad no puede ser separada de Dios pues Dios es santo. “Sin santidad nadie verá al Señor.” Así que, ¿qué es la santidad de Dios? La santidad es la ausencia del pecado y la presencia de la pureza de Dios expresada en el fruto del Espíritu Santo.  La santificación expresa la incorruptibilidad de Dios en medio de la corrupción humana, social y religiosa.

 

Versos 13-16.   EL LLAMADO A LA SANTIDAD

 

“Por lo tanto.” Esta frase toma las verdades doctrinales que el apóstol ha estado explicando en los versículos 1-12 y trae al creyente a su particular aplicación.

               Un llamado a usar tu mente. Calvino nos recuerda que “ceñid vuestros lomos” es una expresión de preparación de uno mismo para caminar y viajar por un largo periodo. Pedro llama al creyente a usar su mente en esta caminata. Pablo dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos12:2).

               La santidad no es emocionalismo sin inteligencia en donde uno cae de niveles de éxtasis altos a niveles deprimentes bajos para poder encontrar la voluntad de Dios. Por el contrario, la santidad requiere calculaciones mentales y deducciones. Por ejemplo, si tiene un problema con el enojo, como yo, cuando ve algunos eventos deportivos, entonces ¡haga una calculación razonable y quédese en casa hasta que decidas no gritarle a los árbitros! Entonces regrese, inténtelo de nuevo, y si se comporta bien, es razonable pensar que este ataque de inmadurez carnal ha sido ganado. Si no, ¡inténtelo de nuevo la próxima temporada!

               El llamado a ser manso. “Sean manso.” El dilema del espectador ya mencionado no es un asunto de no saber o ser ignorante, pero sí es, según mi esposa, una falta de mansedumbre. Probablemente tiene razón. Y qué tan más seria es la situación del creyente en los tiempos de Pedro cuando enfrentaba persecución. No solamente estaban de espectadores de un juego sino que algunos de ellos fueron lanzados a los leones para poder morir para el mórbido entretenimiento de los espectadores.

               Un llamado a ser sobrio en luz de gracia futura. Pedro llama a la sobriedad mientras los cristianos enfrentan el futuro. Pablo dice: “no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3). Pedro añade que el creyente debe “descansar….”           

               Es sobrio medir el pasado y el futuro en términos de la futura segunda venida de Jesús, el Día del Juicio y el nuevo cielo y nueva tierra. Debemos observar, orar y estar preparados para la segunda venida. Jesús nos exhorta a ministrar al “último de estos mis pequeños hermanos” y así mismo ministrarlo a Él (Mateo 25:40).  El orden del antiguo mundo será destruido, no es duradero y Dios hará un orden del nuevo mundo que ya ha empezado en la venida del reino de Dios.

               El lector de 1 Pedro perdería el énfasis de la epístola  si no entiende que Pedro está apuntado la fe del cristiano a la segunda venida de Jesús y la consumación. Esto no niega la primera venida de Jesús, a la que se refiere en términos de vivir de acuerdo al ejemplo del Jesús sufriente (1:11; 2:21) como es expresada en la carne crucificada sino que también apunta a las glorias futuras de Jesús. Si Pedro escribió ésta epístola a principios de los 60’s y fue hecho mártir a finales de los 60’s, ciertamente estuvo cerca de experimentar la plena gloria de Cristo, aún antes de su segunda venida.

Un llamado a ser hijos del Padre. Pablo identifica a los creyentes como hijos. Calvino nos recuerda que los creyentes son adoptados como hijos del Padre. Como hijos, los creyentes son llamados a ser obedientes.

               Un hijo, que está en sus primeras etapas de desarrollo, necesita que se le recuerde aún de las cosas más básicas. A los cristianos constantemente se les necesita estar recordando de no actuar de acuerdo a sus “primeras lujurias.” Son llamados a morir diariamente al pecado y vivir por la gracia de Dios (I Juan 1:19).

               ¿Alguna vez progresan los creyentes más allá de su diaria muerte al pecado? ¿Existe la perfección cristiana antes de la muerte y la segunda venida de Jesús? Si es que existe, entonces Pedro no hablaba de ella. Pedro asume que los creyentes continuamente tienen que ser llamados a la santidad.

               Pedro identifica la vida incrédula como “ignorancia.” Pablo habla acerca de su primer estado como “muerto en sus delitos y pecados”, “conforme al príncipe de la potestad del aire”, “hijos de desobediencia” e “hijos de ira” (Efesios 2:1-3). No muy complementario pero muy realista.

               Calvino se pregunta que si Pedro estaba escribiendo a los cristianos judíos en dispersión, ¿estaba refiriéndose al judaísmo del Antiguo Testamento como ignorante? Aunque puede que la audiencia original haya sido judíos cristianos dispersos parece que el texto tiene una aplicación universal que va más allá de una declaración solo acerca del pueblo de Dios del Antiguo Testamento.  La relación de los profetas del Antiguo Testamento con los creyentes del tiempo de Pedro es tratado en 1:10-12: los profetas estaban investigando acerca de la salvación que la audiencia de Pedro había recibido.

               Un llamado a no conformarse. Los cristianos son diferentes; no se deberían conformar a los deseos de la naturaleza humana y los valores de los sistemas mundiales. Los filósofos holandeses reformados del siglo XIX y principios del siglo XX hablaban del cristianismo como si fuera antitético a los estándares del mundo.  Estos filósofos no solamente se refirieron a la distinción moral entre los cristianos y el mundo, sino a las distinciones (motivos) motivacionales entre el cristianismo bíblico y las filosofías del Alumbramiento y otras ideologías mundiales.  La identidad cristiana es distinta en cada aspecto de la vida porque su motivación es única.

               Así que ¿qué paso con el distintivo estilo de vida holandés reformado durante la segunda mitad del siglo XX? ¡Los Países Bajos se convirtieron en la nación más libertinaje del mundo! Una de las razones para el empeoramiento moral en la nación fue el fallecimiento moral en el Nederlandse Hervormde Kerk así como del Gereformeerde Kerken. Empezando en los 1960’s la autoridad de la Escritura fue cuestionada y contradicha, y esto llevó a una inundación de negaciones morales y doctrinales, incluyendo el apoyo al aborto, la eutanasia, el matrimonio de de ley común, y los derechos de homosexuales. Básicamente estas iglesias se volvieron doctrinal y moralmente pluriformes, en donde diferentes puntos de vista podían ser sostenidos manteniendo la membresía y liderazgo de la iglesia. La contextualización significaba la conformidad a los estándares sociales. La unidad de estas dos grandes denominaciones en los 1980  hacia la iglesia protestante marcó el triunfo sobre la doctrina y política no conformista de la iglesia. Movimientos de denominaciones reformadas y protestantes más pequeños, pero crecientes dentro de la Iglesia Protestante mantienen su posición anticonformista y buscan la santidad personal y comunal.

               Un llamado a ser santos como Dios es santo. Pedro les recuerda a sus lectores que el estándar de santidad es Dios mismo y no el creyente. “Sed santo como YO SOY santo.” Dios es santo, lo cual simplemente significa que no hay pecado en Él. Dios no puede aceptar o justificar una persona y una religión pecaminosa así que la redención es necesaria (1: 18, 24; 2:24). El versículo 19 apunta  a la redención “sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.” El creyente solamente se puede relacionar con el Padre a través del perfecto y incorruptible sacrifico de Cristo. El Espíritu Santo aplica los resultados del incorruptible sacrificio a través de la santificación y el “derramamiento de sangre” (1:2). El Espíritu Santo trae un nuevo nacimiento incorruptible (1:23),  la pureza en el alma, el fruto del Espíritu y los dones del Espíritu (vs. 1:22, 23, 25).

               La santidad de Dios es dada al creyente a través de un nuevo nacimiento incorruptible y una santificación que continua hasta los cielos.  El creyente vive en la santidad de Dios y no en su propia santidad.

sábado, 14 de junio de 2025

ELEGIDOS DE DIOS (5)

 

 

  I Pedro 1:3-12 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5  que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7  para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8  a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9  obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 10  Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11  escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 12  A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

 

1:6-9.  LA PERSECUCIÓN PREPARA AL ESCOGIDO PARA RECIBIR LA HERENCIA

 

Persecución. El apóstol Pedro está respondiendo probablemente a lo que se conoce como el primero de diez periodos de persecución de los cristianos. La primera persecución de los cristianos comenzó en el año 33 D.C., pero las persecuciones sistemáticas por los romanos se reporta que fueron conducidas por Nerón. Esto es más probable que haya sucedido a principios de los 60’s. Pedro fue martirizado alrededor de los años 67-68 D.C. Pedro sus enseñanzas acerca de la persecución han sido importantes para los cristianos del primer siglo pero también para muchos que fueron luego perseguidos.

         Los judíos cristianos estuvieron conscientes de los tiempos de persecución del Antiguo Testamento. Dios usó a los paganos para castigar al apostado de Israel. ¿Estaba pasando esto de nuevo? Efectivamente, para el año 70 D.C. el templo fue destruido por última vez y luego Jerusalén fue destruida. Los padres de la iglesia joven no dudaron en atribuir la destrucción  del templo y Jerusalén a la rebelión de los judíos en contra del Mesías y en contra de los primeros cristianos. ¿Pero qué de los cristianos que estaban sufriendo persecución? Pedro les enseña que sus tribulaciones tenían el propósito de purificar su fe. La fe verdadera no puede ser destruida.

         La persecución es prometida. La persecución no debe de caer como sorpresa. ¡Los enemigos de Dios utilizarán todos los medios a su disposición para detener el evangelio! Poco saben los perseguidores de que son instrumentos de Dios para probar y purificar la fe del cristiano y que eventualmente la cristiandad duraría más que el Imperio Romano.

         La persecución no se debe necesariamente a los pecados del cristiano, sino que manifiesta el pecado del mundo. Muestra el problema del pecado que solo los cristianos pueden resolver. Los primeros cristianos pudieron haberse preguntado que si el Señor se llevo a los profetas, sacerdotes, reyes, al templo, y a Jerusalén entonces ¡ellos eran los siguientes! No es así, dice Pedro, Dios está usando la persecución, para purificarle.

         Pero ellos fracasarán, Mire a la cruz y a la resurrección. ¡Dios usó la cruz para vencer a Satanás, al pecado y al mundo! Jesús fue asesinado como sustituto para su pueblo; Él pago la deuda al Padre y en la resurrección Él venció al mundo.

         Los cristianos nos se regocijan por la persecución sino que se regocijan durante el periodo de persecución. Los cristianos saben a dónde van,  ellos saben que están siendo preparados para ir al cielo, y oran por sus perseguidores. El cristiano perseguido se regocija porque lo peor que puede hacer el enemigo de los cristianos es mandar al creyente al cielo.

         Por medio de la persecución el cristiano es preparado. La persecución tiene un efecto purificador. La genuinidad de la fe, lo preciado de la fe y el propósito de la fe son presentados en primer plano. Las tribulaciones traen alabanza, honor y gloria a Jesús y amor, fe, gozo y gloria inexpresables para el creyente.

         ¿Qué tal en Europa? ¿Deben “regocijarse grandemente” los cristianos de que la cristiandad bíblica se sostiene como una opción ridícula para valores sociales y morales?

         ¿Debemos de volvernos resentidos cuando el creacionismo está prohibido como una opción académica en nuestras escuelas públicas? O ¿debemos enseñar a los miles de estudiantes en la escuela dominical la verdad acerca de nuestros orígenes y luego enviarlos al mundo como jóvenes apologistas de la verdad?

         La cultura y política de la muerte se encuentra con vida y bienestar en el “mundo libre.” Con una sonrisa en sus caras, políticos dicen que le hacen un favor a la madre al permitirle abortar. ¿Debemos de desesperarnos porque la adopción no se presenta como la solución al aborto? O ¿deben los cristianos hacerse amigos, consejeros, acogiendo y adoptando a niños? ¡Millones de niños no deseados están recibiendo amor de cristianos!

         El rechazo del pueblo de Dios y la iglesia siempre se revertirá en los sistemas del mundo, ya sea el comunismo, socialismo o la democracia. Esta es la naturaleza del reino soberano de Dios en medio de los reinos rebeldes del hombre. Sin embargo, la cristiandad verdadera siempre vencerá a los enemigos de Dios.

 

1:10-12. LA PROFECÍA APUNTA AL SUFRIMIENTO EN EL CAMINO HACIA UNA HERENCIA ETERNA

 

 Lo que se necesita decir acerca de Dios, el hombre, salvación, y eternidad se ha escrito tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Las profecías contenidas en la Escritura apuntan a un difícil y sin embargo glorioso futuro del creyente.

El mensaje central de profecía. “Los profetas inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación.” Nuestro pasaje apunta a un mensaje de salvación por gracia con dos dimensiones: sufrimiento y gloria. El mensaje es que hay salvación eterna y liberación de en medio del sufrimiento para aquellos que tienen fe en Jesucristo.

El mensajero de profecía. Pedro dice, “Para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1Pedro 2:9).  En Hechos 2: 17 Pedro dice que cuando vendrá el Espíritu Santo “vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán,” cumpliendo con la profecía del Señor quien dijo que “pero el más pequeño en el reino de líelos, mayor es que él (Juan el Bautista)” (Mt. 11:11). Ahora todos los creyentes son profetas que hablan la palabra de Dios para el contexto humano.

El método de profecía. Note que los profetas cuestionados inquirieron cuidadosamente y mantuvieron su enfoque en el Mesías. Los profetas son estudiantes de la Biblia. Ellos prueban su entendimiento de las profecías por medio de la Escritura y otros profetas. Cuando Pat Robertson profetizó que en el año 2007 habría un gran desastre nuclear, y no sucedió, entonces necesita ser declarado un falso profeta. [La cláusula de escape para estos profetas es que el pueblo de Dios oro tanto que Dios tuvo misericordia y no mandó la calamidad.] Cuando estudiamos la Biblia en lo que concierne a la segunda venida tiene que ser sostenido bíblicamente por dos pasajes claros o más. ¡Lo que está claro es la Gran Comisión (predica el evangelio del reino a todos los pueblos),  la Segunda Venida y el Juicio Final! ¿Qué más “información interna” necesitamos para ser obediente y servir a Cristo (Hechos 1:6-8 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra)?

         La profecía de la gracia. Los cristianos estaban enfrentando persecución. Los legalistas dirían que los cristianos están sufriendo por falta de fe. Por el contrario, Pedro habla acerca de la gracia de Dios para los cristianos en medio del sufrimiento, pruebas y persecución. Los profetas del Antiguo Testamento sabían que Cristo sufriría (Isaías 53:1-10) y que sería glorificado (Isaías 53:11-12). No debería parecer extraño para los cristianos que también ellos sufrirían por causa de Cristo.

         La profecía de ánimo en medio del sufrimiento. El profeta no es aquel que se sienta en las gradas y que apuesta sobre los resultados del juego, sino el entrenador que guía al pueblo de Dios a lo largo del sufrimiento y los lleva a la victoria. Escuche la voz profética y pastoral, “confesemos nuestros pecados, superémonos y sirvamos al Señor!” “No mires al pecado y tentación y sigue mirando hacia Jesús, y así camina hacia adelante.” Los profetas vieron sufrimiento pero también vieron eternidad gloriosa.

         La profecía de gloria. ¡Quién mejor que el Espíritu Santo conoce la gloria de Dios!  Su Palabra inspirada y testimonio impulsan al lector y al estudiante de la Biblia a ver las glorias de Cristo. Cristo aguantó el sufrimiento en la cruz para poder vivir en la gloria de la resurrección y su reino. ¿Puede ver la gloria de Dios en medio el sufrimiento de los cristianos?  Cuando el cristiano sufre, él ve más allá del dolor inmediato y mira hacia la meta a la cual se dirige.

         ¡La profecía apunta hacia nosotros! Todos los profetas del Antiguo Testamento estaban buscando en las Escrituras diligentemente para responder el quién, qué, cuándo, dónde y cómo de la venida del Mesías. Hay literalmente cientos de profecías en el AT acerca de Jesús. Los ángeles también estaban deseosos de saber acerca de la revelación de la salvación en Cristo.

         Hoy en día, ¡un pequeño niño que conoce y ama a Jesús sabe más acerca de Jesús que los profetas del Antiguo Testamento! ¡Los profetas buscaron diligentemente pero el niño creyente ha encontrado el tesoro! ¡Tan increíble es la revelación de Cristo!

         Esta profecía continúa hoy en día en la predicación del evangelio. “Que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo”. Note el mensaje de los verdaderos profetas: el evangelio de Jesucristo. Todos los verdaderos profetas deben proclamar en evangelio bíblico de otra manera ellos son falsos profetas y debemos separarnos de ellos. El pueblo de Dios debe congregarse donde los verdaderos profetas predican el evangelio. También note quién envía a verdaderos profetas: Dios, a través del Espíritu Santo que viene del cielo. El profeta debe saber que Dios lo ha enviado para predicar el evangelio.

 

 

 

 

miércoles, 4 de junio de 2025

ELEGIDOS DE DIOS (4)

 

 LA GARANTÍA DE LA HERENCIA (1:3-5.)

 

  I Pedro 1:3-12 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5  que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7  para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8  a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9  obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 10  Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11  escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 12  A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

 

 

 

Un hombre sin hogar en España salió en las primeras noticias durante el verano del 2007. El heredó 80,000 € de un familiar, quien se sintió apenado por su situación. Hacía varios meses que él ya no iba a la fila de alimentación de los domingos, pero entonces al cabo de un tiempo, apareció en la fila otra vez, en la misma condición de antes, sin un euro.

 ¿Qué es lo que estamos haciendo con nuestra herencia espiritual? ¿Existe alguna garantía de que seguirá ahí cuando muramos? ¿Hace alguna diferencia en nuestra vida cotidiana?

         En 1 Pedro 1:3-25 vemos que el pueblo de Dios nace dentro de una herencia eternal. ¿Qué diferencia hace tal herencia en nuestra vida hoy? En 1 Pedro 1:3-12 vemos que Dios garantiza su herencia, Él promete que ésta sobrevivirá la persecución y profetiza su terminación.

La promesa de una herencia eterna está garantizada por Dios.  ¿De qué le sirve una herencia si no le fue prometida a usted? ¿De qué sirve una herencia si no está garantizada? ¿De qué sirve la garantía de una herencia si no vivimos de acuerdo a ésta? En los versículos 3-5 observamos al menos 10 garantías de la herencia prometida por Dios.

         Primera garantía. Dios ya está trabajando. El Dios trino es introducido en los versículos 1-2. El Padre elige, el Hijo sacrifica para nuestra salvación y el Espíritu Santo prepara y nos santifica. Dios está trabajando para preparar al escogido para recibir su herencia. ¡Ésta preparación comenzó antes de que naciéramos! La elección ya ha tomado lugar. El sacrificio para pagar su pecado ya sucedido, y el trabajo del Espíritu Santo está tomando lugar en su corazón. Ésta herencia comienza con Dios, funciona por Dios y termina con Dios. El creyente es la herencia en Cristo. Él promete mantener su herencia, y a diferencia del hombre sin hogar mencionado arriba, Él no la perderá. Cuando Jesús resucitó, mostro la garantía de la salvación al incrédulo, Tomás, las heridas en sus manos. Los creyentes están “en buenos manos.”

         Segunda garantía. Dios así lo dice. Dios nos ha dado la Biblia, la cual no es la palabra del hombre acerca de Dios sino es la Palabra de Dios acerca de Sí mismo y nosotros. Sí, Dios existe y Él es capaz de hablar acerca de nuestro destino enterno. Si dependiera de las promesas de los hombres, todos estaríamos en problemas. Así como dijo Jeremías, “todos los hombres son mentirosos.” Dios, por ser absolutamente justo y santo, no tiene la capacidad de hacer mentiras y dar falsas promesas.

         La promesa de su herencia ha sido escrita. Está escrita con la sangre del Cordero. Nadie pude borrar el nombre del escogido del Libro de la Vida.

         Tercera garantía. Por haber nacido el creyente ya ha comenzado a vivir en el reino. El nacer físicamente no le permitirá  entrar el reino de Dios. Debe nacer de nuevo. Entramos al reino de Dios, Su reino espiritual que es eterno, por medio del renacimiento espiritual.

         Pedro dice que el renacimiento es “dado” por Dios. Justo como en nuestro primer nacimiento, no teníamos opinión al respecto. Nuestro segundo nacimiento es también un regalo.

         Renacimiento implica que Dios es nuestro Padre y que nos hemos convertido en parte de la familia de Dios.  Solo por medio de la fe en “el Padre de nuestro Señor Jesucristo” los creyentes forman parte de la familia de Dios (Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí). El renacimiento es una obra del Espíritu Santo. El renacimiento viene al escuchar la Palabra de Dios y con la Palabra llegar a la germinación espiritual en nuestro espíritu.

         Renacimiento simboliza la implantación de una nueva naturaleza y morir a la vieja naturaleza humana. Los “pobres en espíritu” han entrado (Mateo 5:3). “Porque de ellos es el reino de los cielos.”

         El nuevo nacimiento es el inicio humano de nuestro destino eternal. El nuevo nacimiento es el comienzo de ser una nueva criatura que está siendo preparada para el cielo nuevo y la tierra nueva. El evangelio de Cristo le ofrece un nuevo pacto de relación con Dios; una nueva naturaleza espiritual; nuevas vocaciones ya que los cristianos son los nuevos profetas, sacerdotes y reyes, un nuevo centro de adoración: el templo del Espíritu Santo; una nueva ciudad: la nueva Jerusalén que está siendo construida por Dios.   

         Creyentes que nacen de nuevo no pierden su nuevo nacimiento. Les es dada una “esperanza viviente” de una herencia que es incorruptible, no se mancha y que no desvanece. La doctrina arminiana que argumenta que la salvación se puede perder solo se aplica a las personas que no han sido regeneradas. Aquellos que pierden su salvación nunca fueron salvos. Su sentido de seguridad de una salvación falsa es destruido.

         Cuarta garantía. La resurrección de Jesucristo es el nuevo fruto de la nueva creación. Cuando un niño le pregunta “¿cómo es el cielo?” háblele acerca de Lucas 24. Ahí vemos al Jesús resucitado. Jesús afirma la resurrección histórica, humana y física hablando, sintiendo, comiendo, y tocando. ¡Es muy simple para aquellos que creen!

         La resurrección histórica, humana y física de Jesús es el “primer fruto” de la nueva creación. Es un hecho histórico, visto por más de 500 testigos. Jesús habló, comió y fue tocado. ¡Él resucitó completamente humano! El resucitó físicamente. Por la muerte en la cruz, el cuerpo y el alma de Jesús se separó. En la resurrección hay la nueva unificación del cuerpo y alma de Jesús. Resucitó como una persona integral. Él es el trofeo de la obra finalizada de Dios.

         Quinta garantía. Una esperanza viviente de ir al cielo. ¡Cómo es que el pueblo de Dios ya sean amarillos, negros o blancos, tienen la misma esperanza del cielo! La genuinidad de esta esperanza es una realidad para los cristianos que están en un mundo y una situación social adversa.  Los soldados cristianos tienen esa esperanza ya que están dispuestos a dar su vida para defender las libertades de su “nación real”, la iglesia. Misioneros y ministros viajan y trabajan en tierras de pandillas, lugares infestados con guerrilla, ¡porque saben que la peor cosa que les puede suceder es que vayan al cielo! Los primeros cristianos fueron ofrecidos como comida para los leones pero nadie pudo arrancarles su esperanza viviente. Esté seguro de que el diablo ha intentado por muchas maneras de arrebatar al cristiano su esperanza y fe, pero siempre falla porque la fe y esperanza del cristiano es el fruto del Espíritu Santo y no la obra del hombre.

         Sexta garantía. Es incorruptible. (Nunca perece). Los primeros cristianos debieron de preguntarse seriamente porqué fue necesaria la desaparición de la vieja orden de profetas, sacerdotes y reyes y eventualmente la destrucción de Jerusalén y el templo en el año 70 DC. Fue removido por Dios porque se corrompió al grado en el que ya no tenía reparación. Era apostata. Eso es lo que pasa cuando el Mesías es rechazado y cuando no se sigue al Mesías. Lo mismo sucede con la iglesia cristiana apostata; esta también será castigada y por fin derrotado por Cristo en su segunda venida. Sin embargo, el escogido y la Iglesia verdadera prevalecerán y estará con Dios para la eternidad.

         Séptima garantía. No se mancha (inmarchitable). El sistema ceremonial establecido por Dios para los creyentes del Antiguo Testamento tuvo que ser eliminado por Él mismo. El antiguo sistema, el sacrificio fue ofrecido por sacerdotes pecadores. Solo el sacrificio perfecto del Cordero de Dios fue suficiente para apaciguar la justicia e ira de Dios el Padre. El sacrificio de Jesús nunca podrá ser manchado. Ni siquiera puede ser repetido, aún cuando la Iglesia Católica Romana busca repetir el sacrificio de Jesús en la misa.

         Octava garantía. No se desvanece.  La nación de Israel se desvaneció entre la combinación del Medio Oriente y el Imperio Romano. Sin embargo, la herencia eterna del pueblo de Dios no fallece; solo se ve más radiante con el paso del tiempo.

         Novena garantía. Está reservada en el cielo. ¿Ha notado que es una buena idea comprar un boleto de avión antes de llegar al aeropuerto? De hecho, es muy importante tener un asiento asignado en su boleto, porque de otra manera está entre las primeras personas en ser sacadas del vuelo. Confiamos que la aerolínea y las azafatas que están regulando la entrada de los pasajeros sigan la asignación de asientos. Si tiene asignado un asiento es casi certero que usted va a volar.

         ¿Cuál es la asignación de lugar en el cielo? ¿Quién lo asignó para usted? ¿Quién lo guiará a su asiento? Es Jesús, quien ha pagado su boleto, quien ha ido delante de usted y ahora espera que llegue seguro.

         Décima garantía. Dios puede terminarlo por su poder. Dios mantiene su herencia con su poder, es accesible por la fe en Él y Él revelará la plenitud de la salvación en los tiempos finales. Ver los últimos días correr hacia su destino es vivificante. Las señales de los tiempos, como el evangelismo mundial, crecimiento de la iglesia, testificación de Jesús y persecución, ¡apuntan hacia donde Dios está trabajando!

         ¿Cree en el Dios verdadero y en sus promesas sobre la herencia de los creyentes? O ¿sigue mirando a su ser pecador, el orden corrompido del mundo o a la iglesia apóstata? ¿Está centrada nuestra esperanza en el Dios verdadero y en su reino celestial? Tal esperanza nos sostendrá a través de todas las formas de cambios y tribulación, como fue evidenciada por medio de la perseverancia de los primeros cristianos en los tiempos de terrible persecución.

 

martes, 3 de junio de 2025

ELEGIDOS DE DIOS (3)

 

 

1 Pedro  1:2  elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

 

EL ESPÍRITU SANTO PREPARA AL ESCOGIDO EN SANTIDAD

 

El Espíritu Santo es nuestro parakleto, el que nos prepara a gobernar con Dios. Dos obras del Espíritu Santo son mencionadas por Pedro en su primera epístola. Una obra del Espíritu Santo es “santificación” y la otra “derramamiento de la sangre de Jesucristo.”

Una marca distintiva de la elección es que el Dios Trino hace al escogido santo. Esto se conoce como santificación. De la introducción que Pedro da vemos que la santificación es una obra divina eterna, requiere nacer de nuevo, y es una obra que continúa, un proceso de toda una vida que continuamente necesita de la gracia de Dios.

La santidad es una obra divina eterna. La santidad de Dios proviene del Espíritu Santo eterno. Antes de la creación del mundo Dios conocía de antemano y eligió a los escogidos. El Espíritu Santo, que es eterno, prepara a los escogidos para ser santos sobre la tierra y para vivir con Dios por siempre. Solo el Espíritu Santo eterno puede introducir santidad eterna en el corazón y vida del escogido. Si usted es un mormón, judío, musulmán, testigo de Jehová, protestante liberal, o alguna otra persona que no cree en que el Espíritu Santo existe o le prepara en santidad ahora y por la eternidad, ¿entonces cómo será lo suficientemente santo, y cómo lo será por suficiente tiempo para vivir en la presencia del Padre, Hijo y Espíritu Santo? El autor de hebreos dice, “sin santidad nadie verá a Dios.” Para poder ver a Dios se debe creer que Él existe y que Él ha preparado el camino de santidad para presentarnos delante de Él.

Hay muchos que creen que no necesitan la santidad de Dios para poder venir ante la presencia de Dios. Tales creyentes creen erróneamente que son lo suficientemente santos para vivir con Dios para siempre. Ellos no creen “que todos han caído y están destituidos de la gloria de Dios.” Ellos no creen lo que el apóstol Pablo escribe: “No hay justo, ni aun uno” o que estamos “muertos en pecados.”

La santidad de Dios es la obra de gracia de Dios en la vida del creyente donde el creyente está separado de su pecado, del mundo y del diablo y está preparado para servir al Dios verdadero y viviente.

La santidad requiere nacer de nuevo. El Espíritu Santo santifica al pueblo de Dios haciéndoles nacer de nuevo. “Según su grande misericordia nos hizo renacer” ( 1 Pedro 1:3) y “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios…” (1 Pedro 1:23).

El primer nacimiento de una persona no es adecuado para la santidad. La naturaleza y acciones humanas son condenadas por el pecado. Por naturaleza somos “hijos de la ira” y “muertos espirituales” (Efesios 2:1-3Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.). Por lo tanto, el nuevo nacimiento espiritual o regeneración son necesarios para poder ser santos ante Dios. Esta nueva naturaleza es dada misericordiosamente por Dios a través de las obras del Espíritu Santo.

Cuando el creyente nace de nuevo, aún tiene que luchar en contra de la vieja naturaleza. Los apóstoles dan abundantes instrucciones al creyente concerniente a cómo deben morir al pecado y vivir por Cristo. 

La santidad en un trabajo continúo. El Espíritu Santo trabaja en la vida del creyente. Sus obras nos llevan a la obediencia a Cristo y el continuo derramamiento de la sangre de Cristo. La obediencia significa que Dios está trabajando en el escogido (Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.).

La obra del Espíritu siempre está relacionada tanto al conocimiento como a la obediencia de Jesús. También, el creyente necesita constante “derramamiento de la sangre.” Ésta imagen del Antiguo Testamento se refiere a la finalización del sacrificio.  No tan solo se mató al cordero y a la ofrenda, sino que el pueblo fue rociado. Este rocío simbolizó la aplicación del perdón para el creyente. La necesidad del derramamiento muestra que los escogidos necesitan continuamente del perdón y que no son perfectos todavía.

La santidad es una operación de Dios continua a lo largo del Antiguo Testamento así también como del Nuevo Testamento. El lenguaje útil  de Pedro conecta a la comunidad cristiana con dos temas importantes de la Biblia: la identificación del Dios verdadero y la promesa de obedecer el pacto de Dios. La identificación del Dios verdadero es el primer mandamiento (Éxodo 20:3  No tendrás dioses ajenos delante de mí.). Jesús reveló a su pueblo que Dios es el Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mateo 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén).

Por la fe en Jesús el pacto de la gracia se extiende a todos los cristianos. Los creyentes necesitan la santificación continua del Espíritu Santo que incluye la obediencia a Cristo y ser rociados continuamente por Su sangre (santificación continua).

 

EL ESPÍRITU SANTO NOS APARTA DEL MAL,  NOS PREPARA PARA HACER EL BIEN Y GLORIFICAR A DIOS         

 

jueves, 15 de mayo de 2025

ELEGIDOS DE DIOS (2)

 

1 Pedro 1:1-2:   Pedro, apóstol de Jesucristo, a los elegidos, extranjeros dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, según la previsión de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre: Que abunden en ustedes la gracia y la paz (NVI 1999)

 

 

EL HIJO DE DIOS ES EL SACRIFICIO PARA EL ESCOGIDO

 

Los apóstoles son enviados por Jesucristo. Pedro se identifica con Jesucristo. Jesús es el Salvador de su pueblo (Mateo 1:21). Jesús es el Mesías y Ungido (Cristo) de Dios quien dirige a su pueblo para servir al Dios el Padre (2 Pedro 2:9). Pedro es enviado por Jesucristo, la Cabeza del Cuerpo de Cristo, el Señor del pueblo de Dios.

         Los escogidos están relacionados con Jesucristo. La primera mención de Jesús en la epístola es que el apóstol se identifica a sí mismo como apóstol y mensajero “de Jesucristo” .

         En el siguiente versículo se hacen dos referencias más. Pedro habla acerca de la obediencia a Jesús y el derramamiento de la sangre de Jesús. La doctrina de la elección solo se puede entender en la revelación de Jesucristo.

         Primeramente. El Padre que elige, elige a través de Jesucristo. El misterio de la doctrina de la elección está revelado en Cristo. “He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado” (2:6).

         Jesús fue elegido “antes de la fundación de mundo” para salvar a su pueblo (vs. 20). Los creyentes son elegidos en Cristo antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4,5). No se puede separar la predestinación de Jesús de la predestinación de los elegidos.

         Segundo, todos aquellos que realmente creen en Cristo son escogidos.  En lugar de especular porqué el Padre escoge a algunos y no a todos, debe de saberse que el propósito del Padre siempre es expresado a través de Jesucristo así que todos aquellos que verdaderamente creen en Jesucristo son parte de los escogidos.

         Tercero, Jesús prepara el camino para que los escogidos se relacionen con el Padre. Él se convierte en su substituto sacrificial. Por medio del sufrimiento, muerte y resurrección de Jesús, los escogidos pueden vivir en la presencia de un Dios santo.

1.      Dios trino destino de Jesús para ser el Salvador del pueblo de Dios (vs. 20).

2.      Jesús nació para ser el representante de los creyentes ante el Padre. Él es el Hijo del hombre.

3.      Jesús cumplió las demandas de la ley moral para que por fe en Jesús podamos vivir en el cumplimiento de la ley.

4.      Jesús cumplió la ley ceremonial dada a los profetas y sacerdotes en el Antiguo Testamento, para que ahora, a través de su vida, muerte y resurrección tengamos a Jesús como nuestro profeta y sumo sacerdote.

5.      Jesús sufrió en las manos de gente malvada. Pedro anima a los cristianos perseguidos, incluyendo a muchos que eran esclavos, a que enfrenten el sufrimiento como Él lo hizo y confiar en la vindicación de Dios.

6.      Jesús fue abandonado o rechazado por el Padre en la cruz,  en nuestro lugar, para que nosotros pudiésemos ser aceptados. La ira de un Dios justo fue apaciguada por el sacrificio.

7.      Jesús resucitó. Sin su resurrección no podemos ser resucitados. Él es el primer fruto de la resurrección. Él prepara el camino para su pueblo.

8.      Jesús reina ahora. Él es el Rey de reyes. Jesús es Rey en su reino. Por su Palabra y Espíritu Él reina a través de nosotros. Su reino está representado espiritualmente sobre la tierra a través de sus profetas, sacerdotes y reyes. Somos co-regentes en su reino.

9.      Jesús es el único sumo sacerdote ahora. Oramos e intercedemos por medio de él. Nosotros somos sus sacerdotes.

10.    Jesús nos habla a nosotros (a través de la Biblia, la predicación). Nosotros debemos ser profetas de Dios. El mundo ridiculiza a los profetas modernos quienes anuncian el mensaje de salvación y denuncian los pecados de la cultura. Pero ¿sabe algo?, ¡el anunciamiento del evangelio y la denuncia del pecado nunca cambian! El mundo cambia en cuanto a su aceptación y tolerancia del pecado pero el evangelio nunca cambia.

11.    Hay muchos que, a pesar del sacrificio sustitutivo de Jesús, lo rechazan.

 

Cuarto, todos los que sinceramente rechazan a Jesucristo no son escogidos. Jesús es rechazado por los hombres. “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa” (1 Pedro 2:4). El que los hombres rechacen a Cristo, El Escogido, no debería caer como sorpresa. Ellos están afirmando su propia condición, su mentalidad de rechazo lo cual eventualmente los guía al castigo eterno.

Quinto, Jesús, el Sirviente Sufriente, está con su pueblo en medio del sufrimiento. El rechazo de Cristo tiene implicaciones para los discípulos de Cristo. Tal como Cristo fue perseguido, así no es una sorpresa que los mismos rebeldes van a perseguir a los discípulos de Cristo.

Los primeros judíos cristianos debieron haber quedado anonadados de ver el rechazo total hacia Jesús por parte de sus líderes religiosos y compatriotas. ¿Cómo puede ser que Jesús fue crucificado? ¿Por qué es que las autoridades religiosas judías denunciaron a los cristianos y buscaron su exterminación? Si los cristianos no andaban por ahí matando a gente, ¿por qué querría la gente matar a su líder y a sus seguidores?

El rechazo de Dios también se puede ver hoy en la cultura de la muerte. ¿Cuál fue el resultado de los líderes judíos y otros que rechazaron al Mesías? Su muerte en la cruz. ¿Cuál fue el resultado del rechazo de los romanos hacia la cristiandad? Ellos trataron de pisotearla con persecución mortal. Todas estas acciones representan la cultura de la muerte.

Los protestantes liberales y algunos evangélicos afirman lo que se le llama “pro-opción.” Usted a escuchado este argumento “Estoy en contra del aborto pero estoy a favor de la opción de la mujer.” Esto por supuesto ha llevado al aborto. Tal posición significa que una mujer puede decidir matar a su bebé, todo fundado en su exaltada opción. En el 2025, estamos acercándonos a los 500 millones de abortos. Y los “cristianos” que aprueban esto siguen cargando sus biblias a la escuela dominical, enseñando en la escuela dominical, predicando de los púlpitos, están en plena comunión en sus iglesias locales y aparecen con evangelistas importantes en la portada de revistas cristianas.

         ¿De dónde proviene tal rechazo mortal? Pedro lo presenta de esta manera.  Es porque nuestro primer nacimiento es de simiente corrupta, una simiente contaminada por el pecado. Este pecado siempre rechaza la voluntad de Dios y lo que Dios quiere (1 Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre). Y la simiente corrompida forma una comunidad corrompida, aunque sea religiosa y política, es conocida por su rechazo al Dios trino y a su pueblo y por la cultura de la muerte. Mientras tanto, los escogidos, nacen de una simiente incorruptible que guía a la vida por medio de Jesús (1 Pedro 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,).