} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: DIOS NOS AMA TANTO QUÉ...

domingo, 10 de abril de 2016

DIOS NOS AMA TANTO QUÉ...



Romanos 5:7  Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
 8  Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Cristo murió por los pecadores; no sólo por los que eramos inútiles sino por los que eramos culpables y aborrecibles; por ésos cuya destrucción eterna sería para la gloria de la justicia de Dios. Cristo murió por salvarnos, no en nuestros pecados, sino de nuestros pecados y, aún éramos pecadores cuando Él murió por nosotros. Sí, la mente carnal no sólo es enemiga de Dios, sino la enemistad misma; Colosenses 1; 21.
Pero Dios determinó librar del pecado y obrar un cambio grande. Mientras continúe el estado pecaminoso, Dios aborrece al pecador y el pecador aborrece a Dios, Zacarías 11; 8. Es un misterio que Cristo muriera por todos ños pecadores; no se conoce otro ejemplo de amor, para que bien podamos dedicar la eternidad en adorar y maravillarnos de Él.
Además, ¿qué idea tenía el apóstol cuando supone el caso de uno que muere por un justo? Y eso que sólo lo puso como algo que podría ser. ¿No era que al pasar este sufrimiento, la persona que se quería beneficiar, pudiese ser librada? Pero ¿de qué somos librados los creyentes en Cristo por su muerte? No de la muerte corporal, porque todos debemos soportarla. El mal, del cual podía efectuarse la liberación sólo de esta manera asombrosa, debe haber sido mucho más terrible que la muerte natural. No hay mal al que pueda aplicarse el argumento, salvo el que el apóstol asevera concretamente, el pecado y la ira, el castigo del pecado determinado por la justicia infalible de Dios.
Y si, por la gracia divina, así fuimos llevados a arrepentirnos y a creer en Cristo, y así eramos justificados por el precio de su sangre derramada y por fe en esa expiación, mucho más por medio del que murió por nosotros y resucitó, seremos librados de caer en el poder del pecado y de Satanás, o de alejarnos definitivamente de él. El Señor viviente de todos concretará el propósito de su amor al morir salvando hasta el último de todos los creyentes verdaderos. Eramos débiles e incapaces de salvarnos. Alguien tuvo que venir a rescatarnos. Cristo no solo vino en un buen momento de la historia, sino a su debido tiempo, de acuerdo al plan del Padre. Dios controla la historia, y controló la ocasión, los métodos y los resultados de la muerte de Jesús. Siendo aún pecadores son palabras maravillosas. Dios envió a Jesucristo para que muriera por nosotros, no porque seamos buenos, sino porque nos ama. Cuando no se sienta seguro del amor de Dios, recuerde: si El lo amó cuando usted aún era rebelde, puede sin duda fortalecerlo ahora que le corresponde.

Teniendo tal señal de salvación en el amor de Dios por medio de Cristo, el apóstol declara que los creyentes no sólo nos regocijamos en la esperanza del cielo, y hasta en nuestras tribulaciones por amor de Cristo, sino que también nos gloriamos en Dios como el Amigo seguro y Porción absolutamente suficiente nuestro, por medio de Cristo únicamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario