} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EXCELENCIAS DE LA LEY DE DIOS. SALMO 119

miércoles, 20 de abril de 2016

EXCELENCIAS DE LA LEY DE DIOS. SALMO 119



Salmo 119:1  Bienaventurados los perfectos de camino,
 Los que andan en la ley de Jehová.
 2  Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
 Y con todo el corazón le buscan;
 3  Pues no hacen iniquidad
 Los que andan en sus caminos.
.....

  Este es el salmo y el capítulo más largo de la Biblia. Quizás Esdras lo escribió después de la reconstrucción del templo   
 como una meditación repetitiva acerca de la belleza de la Palabra de Dios y de la forma en que nos ayuda a permanecer puros y a crecer en la fe.
Esdras 6:14-15 
 14  Y los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías  hijo de Iddo. Edificaron, pues, y terminaron, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío, y de Artajerjes rey de Persia.
 15  Esta casa fue terminada el tercer día del mes de Adar, que era el sexto año del reinado del rey Darío.
Este salmo tiene veintidós secciones estructuradas con esmero. Cada una corresponde a una letra diferente del alfabeto hebreo y cada versículo comienza con la letra que corresponde a su sección. Casi todos los versículos mencionan el término Palabra de Dios o un sinónimo. Tal repetición era común en la cultura hebrea. La gente no tenía copias particulares de las Escrituras para leerlas como lo hacemos nosotros, así que entre la gente común, la Palabra de Dios se memorizaba y trasmitía en forma oral.
La disposición de este salmo permitió la fácil memorización. Recordemos, la Palabra de Dios, la Biblia, es la única guía segura para una vida pura.
 Es un encendido elogio de la ley, entendida no solamente como un código de preceptos, sino también como el conjunto de las revelaciones y enseñanzas dadas por el Señor a Israel. En cada versículo se alude a ella con algún sinónimo.
Este salmo puede considerarse como la declaración de la experiencia del creyente. Hasta donde nuestros puntos de vista, deseos y afectos concuerden con lo que aquí se expresa, vienen de la influencia del Espíritu Santo, y no más. La misericordia de Dios que perdona en Cristo es la única fuente de la felicidad para el pecador.
Son más felices los que son preservados más libres de la contaminación del pecado, los que simplemente creen los testimonios de Dios y confían en sus promesas. Malo es si el corazón está dividido entre Él y el mundo, pero los santos evitan cuidadosamente todo pecado; están conscientes de mucho mal que los atasca en los caminos de Dios, pero no de esa iniquidad que los arranca de esos caminos.
El tentador quiere que los hombres piensen que tienen la libertad de seguir o no la Palabra de Dios, según les plazca.
Pero el deseo y la oración del hombre bueno concuerdan con la voluntad y el mandamiento de Dios.
Si un hombre espera que, por obedecer una cosa, puede adquirir indulgencia para desobedecer en otras, se hará evidente su hipocresía; si no es avergonzado en este mundo, la vergüenza eterna será su porción.
El salmista ansiaba aprender las leyes de Dios, dar la gloria a Dios.
Y los creyentes ven que si Dios los abandona, el tentador será demasiado duro para ellos.
  Nos ahogamos en un mar de impureza. A cualquier parte donde miremos, descubriremos que la tentación conduce a la vida impura. El salmista hizo una pregunta que nos preocupa a todos: ¿Cómo podemos permanecer puros en un ambiente impuro? No podemos hacerlo por nuestra propia cuenta, sino que debemos tener consejos y fortaleza mucho más dinámicos que las influencias tentadoras que nos rodean. ¿Dónde encontramos esa medida de fortaleza y sabiduría? Al leer la Palabra de Dios y al practicar lo que ella dice.
Lucas  1:6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.   

  Guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones es una fuerza de disuasión contra el pecado. Esto únicamente nos debe inspirar a querer memorizar las Escrituras. Pero la memorización por sí sola no nos impedirá pecar, debemos también poner en práctica la Palabra de Dios en nuestras vidas, haciendo de ella una guía vital para todo lo que hagamos.
Génesis 18:19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.

  1Reyes 2:4  para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.

 1Reyes 8:25  Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No te faltará varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de mí como tú has andado delante de mí.

  La mayoría nos irritamos con las reglas, ya que pensamos que nos limitan para hacer lo que queremos. A primera vista, entonces, parece raro escuchar al salmista hablar de que se regocija en las leyes de Dios más que en las riquezas. Sin embargo, las leyes de Dios se dieron para librarnos, poder ser todo lo que El quiere que seamos. Nos limitan para no hacer cosas que nos incapacitarían e impedirían sacar de nosotros lo mejor. Las leyes de Dios son principios que nos ayudan a seguir en su camino y a no vagar en caminos que nos conduzcan a la destrucción.

  El salmista dice: "Forastero soy yo en la tierra", por lo tanto, necesita dirección. Casi cualquier viaje requiere de un mapa o un guía. Cuando viajemos por la vida, la Biblia debe ser nuestro mapa de carreteras, señalándonos las rutas seguras, los obstáculos que debemos evitar y nuestro destino final. Debemos reconocer que somos peregrinos aquí en la tierra y que necesitamos estudiar el mapa de Dios para conocer el camino. Si pasamos por alto el mapa, vagaremos indefensos por la vida y nos arriesgaremos a perder nuestro verdadero destino.
Génesis 17:8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
 Génesis 47:9 Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.

  Hebreos 11:13  Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.

  Nuestras vidas están llenas de libros de reglas, pero los autores nunca vienen a ayudarnos a seguirlas. Dios sí. Esta es la singularidad de la Palabra de Dios en Biblia. Dios no solo proporciona las reglas y los principios, sino que viene personalmente todos los días a donde estamos para ayudarnos a vivir de acuerdo con esas leyes. Por supuesto, tenemos que invitarlo a hacerlo y responder a su dirección.

  En nuestro mundo actual, la gente muy a menudo codicia las ganancias económicas. El dinero representa poder, influencia y éxito. Para muchos el dinero es un dios. No piensan demasiado en otra cosa. En verdad, puede comprar ciertas comodidades y ofrecer alguna seguridad. El dinero se ha vuelto tan importante para algunos, que harían casi cualquier cosa para obtenerlo. Pero mucho más valiosa que la riqueza es la obediencia a Dios, debido a que es más un tesoro celestial que uno terrenal (Lucas 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye). Debemos hacer lo que Dios quiere a pesar de las implicaciones financieras. Hagamos nuestra la oración del salmista, pidamoslé a Dios que nos ayude a preferir la obediencia antes que el dinero, a la larga será para nuestro propio beneficio.

  El salmista habla acerca de guardar las leyes y aun así ser libre. Contrario a lo que muchas veces esperamos, obedecer las leyes de Dios no nos inhibe ni restringe.
Por el contrario, nos libera para ser lo que El quiere que seamos. Al buscar la salvación y el perdón de Dios, somos libres del pecado y de su consiguiente culpabilidad opresora. Al vivir en el camino de Dios, tenemos libertad para cumplir el plan que El tiene para nosotros.
  A la liberación del oprobio, inculcada en la verdad de Dios, se le agrega “gran franqueza en la fe,” acompañada con creciente deleite en la santa ley misma.
 Orando siempre dirigirmos nuestro corazón para guardar sus mandamientos. La confianza en las promesas consuela a los que son afligidos y escarnecidos por los insolentes.
  Los piadosos, impedidos y afligidos por la impiedad de los que rechazan la ley de Dios, se consuelan recordando que los grandes principios de la verdad divina permanecerán a pesar de todo; y también los “juicios antiguos”   de Dios, es decir sus pasadas interposiciones a favor de su pueblo, son arras de que otra vez intervendrá para librarlos; y éstas llegan a ser el tema de constante y deleitosa meditación. Cuanto más guardamos la ley de Dios, tanto más la amamos.   Sinceros deseos del favor de Dios, la humildad y la actividad, evidencian de veras la sinceridad de los que profesan haber hallado en Dios su felicidad  
Números 18:20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

Salmo 16:5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte

Lamentaciones 3:24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré
 Y tanto más así, si la oposición de los enemigos, o el amor al sosiego quedan vencidos con honrar así la ley de Dios. Una referencia al tiempo cuando el Señor salió a matar a los primogénitos egipcios  
Exodo 11:4 Dijo, pues, Moisés: Jehová ha dicho así: A la medianoche yo saldré por en medio de Egipto,

Exodo 12:29Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
  
  Resistidos por los impíos, y resistiéndolos a ellos, los piadosos se deleitaban en los que temen a Dios, pero después de todo, esperan el favor y la dirección no confiados en merecimiento alguno sino en la misericordia.
 La comunión de los santos. El deleitarse en la compañía de ellos es evidencia de pertenecerles  

Amos 3:3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?

Malaquias 3:16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.

     La confianza en las promesas  es fortalecida por la experiencia de tratos anteriores conforme a las promesas, y por las oraciones elevadas en medio de la humillación. La astuta malicia que la calumniaba, lejos de apartarlo de la palabra de Dios, le ata en más estrecha unión a ella. Los malévolos son demasiado estúpidos para poder apreciar la Palabra de Dios. La aflicción de cualquier suerte obra como una disciplina salutífera, que hace que los piadosos aprecien en más alto grado la verdad y las promesas de Dios.
Como Dios nos hizo, así puede él gobernarnos. Cuanto a Israel, él daba a Dios toda su existencia misma tanto la interna como la externa  
Deuteronomio 32:6 ¿Así pagáis a Jehová,  Pueblo loco e ignorante?  ¿No es él tu padre que te creó?  El te hizo y te estableció.  

  De modo que cuando haya hecho que confiemos en su verdad, hará que seamos para la alabanza de su gracia de parte de otros. “Los que te temen se alegrarán” de mi prosperidad, conforme consideren como suya la causa mía sin violar tu fidelidad en lo más mínimo; porque mis pecados merecían el castigo, y yo necesitaba del castigo paternal. Si se soporta el castigo con filial calma  Hebreos_12:6-11 

6  Porque el Señor al que ama, disciplina,
 Y azota a todo el que recibe por hijo.
 7  Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
 8  Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
 9  Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
 10  Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
 11  Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

  se verificarán las promesas de misericordia de Dios (Romanos_8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
  y Él dará el consuelo en la tristeza ( Lamentaciones 3:22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias 2Corintios 1:3-4     3  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
 4  el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
  
  Los que pudieron haber creído que las aflicciones del salmista (o de Israel) eran evidencia de su rechazo por Dios, entonces serán inducidos a allegarse a Dios; como lo hicieron los amigos de Job cuando éste fué restablecido, el que anteriormente llegó, a causa de sus desgracias, a dudar de la realidad de su religión.  
  La brevedad de la vida hace urgente que se me dé alivio de mis adversarios.
En todas las alteraciones, la Palabra de Dios no cambia (1Pedro 1:25  Mas la palabra del Señor permanece para siempre.  Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada). Ella, como los cielos, atestigua el poder inagotable y el cuidado inmutable de  queda tan firme como los mismos cielos, donde mora y de donde emanó. Por tanto se anima a los piadosos a procurar el conocimiento de la palabra, y a perseverar en medio de los esfuerzos de los que conspiran y acechan para destruirlos.
  Los límites de la perfección creada pueden ser definidos, pero los de la ley de Dios en su naturaleza, aplicación e influencia, son infinitos. No hay cosa humana alguna que sea tan perfecta que no carezca de algo; sus límites son estrechos, mientras que la ley de Dios es de anchura infinita, adecuada para todos los casos, llenando perfectamente las necesidades de cada uno, y para todos los tiempos   


  La Biblia es la clave de todo conocimiento, la historia del mundo, pasado, presente, y por venir. El hombre nunca perfecciona su conocimiento de ella. Ella no sorprende al ignorante con anticipaciones declaradas de descubrimientos que él aun no haya hecho; mientras que halla en ella el hombre de ciencia su más reciente descubrimiento mediante las anticipaciones tácitas dispensadas.  El que hace la voluntad de Dios conocerá la doctrina  Juan 7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta   
  El abandono de los caminos pecaminosos es el efecto así como los medios de crecimiento en el conocimiento de cosas divinas  Salmo 19:10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;  Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
  No sólo nos ilumina la Palabra de Dios en el conocimiento de su voluntad, sino que también, como lámpara en el camino de oscuridad, nos enseña cómo seguir el buen camino y evitar el malo. La lámpara de la palabra no es el sol. Este nos enceguecería los ojos respecto de nuestro actual estado de caídos; pero debemos bendecir a Dios por la luz que está iluminando nuestro oscuro camino, hasta que venga el Sol de la Justicia, que entonces se nos habilitará para verle a él (2Pedro1:19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
  La lámpara es alimentada por el aceite del Espíritu. La alusión se hace a las lámparas y antorchas que se llevaban de noche delante de las caravanas orientales.
 En medio de los peligros mortíferos (la frase se saca del hecho de que lo que llevamos en las manos, fácilmente se nos cae,  1Samuel_28:21 Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndolo turbado en gran manera, le dijo: He aquí que tu
 Y tomaré mi vida en mi mano? sierva ha obedecido a tu voz, y he arriesgado mi vida, y he oído las palabras que tú me has dicho.  Job_13:14 ¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes?
 La Palabra de Dios nos hace sabios. Más sabios que nuestros enemigos y que cualquier maestro que la olvida. La verdadera sabiduría va más allá de un conocimiento acumulado, es la aplicación de ese conocimiento para cambiar la vida. Las personas inteligentes o experimentadas, no son necesariamente sabias. Somos sabios cuando permitimos que nos guíe lo que Dios nos ha enseñado.
Mateo 13:44- 46  46 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
45  También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
 Aunque sean perseguidos por los poderosos, no se desvían los piadosos de la reverencia de la autoridad de Dios para buscar el favor de aquéllos; antes se regocijan en la posesión de esta “perla de gran precio,” como los vencedores se deleitan en los despojos de guerra. Abominando la mentira y amando la verdad, y alabando a Dios por ello a menudo, todos los días, hallan la paz y la libertad de la tentación.

  Es obvio que si caminamos en la noche en medio del bosque necesitaremos una luz que nos impida tropezar con las raíces de algún árbol o caer en algunos hoyos. En esta vida, andamos a través de un bosque oscuro de maldad. No obstante, la Biblia puede ser la luz que nos muestre el camino hacia adelante para así no tropezar al caminar. Nos revela las raíces enredadas de filosofías y falsos valores. Estudiemos la Biblia para que podamos ver nuestro camino con la suficiente claridad y así permanecer en la senda correcta.

  Los hipócritas no pueden decidirse entre lo bueno y lo malo. Cuando se tiene que obedecer a Dios, no existen términos medios, debemos decidirnos: le obedecemos o no. Hacemos lo que El quiere o hace lo que nosotros queremos. Decídamonos a obedecer a Dios y a decir junto con el salmista: "Amo tu ley".

  El salmista le pide a Dios entendimiento. La fe cobra vida cuando aplicamos las Escrituras a las tareas y preocupaciones diarias. Necesitamos entendimiento para discernir y también el deseo de aplicar las Escrituras donde necesitamos ayuda. La Biblia es como una medicina: solo actúa cuando la aplicamos en las áreas afectadas. Cuando leamos la Biblia, estemos alerta para las lecciones, mandamientos o ejemplos que podemos poner en práctica.

  Una de las características de Dios es la veracidad. Personifica la verdad perfecta y, por lo tanto, su Palabra no puede mentir. Es verdadera y confiable para guiarnos y ayudarnos (Juan 17:14-17 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
 15  No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
 16  No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
 17  Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.). La Biblia es completamente verdadera y digna de confianza.

  La sociedad moderna anhela paz mental. Aquí tenemos una instrucción muy clara de cómo llevarlo a cabo en la vida. Si amamos a Dios y obedecemos sus leyes, tendremos "mucha paz". Confíemos en Dios. Él es el único que está por encima de las presiones diarias de la vida y nos da seguridad total. Ni el pecador antes de la conversión puede salvarse, ni tampoco puede el creyente, después de su conversión, restaurarse; pero éste, después de desviarse temporalmente, sabe a quién buscar para la restauración.  


¡MARANATHA!

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