Hechos 20; 32 Y ahora, hermanos,
os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para
sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
Pablo había recibido revelación
por el Espíritu de lo que le iba acontecer, sabía que no regresaría de Roma.
Estaba preocupado por todos aquellos a quien había exhortado en el conocimiento
de Dios, de la salvación sólo por fe en Jesucristo. Les había advertido qué
entrarían lobos disfrazados de ovejas para destruir el rebaño. Pablo los guía a
mirar a Dios con fe, y los encomienda a la palabra de la gracia de Dios, no
sólo como fundamento de su esperanza y su fuente de gozo, sino como la regla de
su caminar en este mundo. Los cristianos más maduros son capaces de crecer y
hallarán que la palabra de gracia ayuda a su crecimiento.
En este versículo encontramos cual es nuestra
condición actual para entender y conocer lo que Dios ha hecho en nosotros. La palabra de su gracia siempre
edifica y hace que fluya nuestra herencia espiritual. El todopoderoso
Conservador de su pueblo; Su mensaje de gracia pura por la fe en la cual Él nos
guarda (1Pedro 1:5 que
sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación
que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero). Vemos
cómo la salvación, no sólo en los pasos iniciales del perdón y de la
regeneración, sino también en todos sus grados subsecuentes de “edificación”,
aun hasta su consumación en la heredad final, atribuye al “poder” de
Dios; así como en:
Romanos_16:25 Y al que
puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la
revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos
Efesios_3:20 Y
a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de
lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Judas 24-25 Y a aquel que es
poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su
gloria con gran alegría,
25 al único y sabio Dios,
nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos
los siglos. Amén
2Timoteo_1:12, Por
lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Leímos donde
la salvación se atribuye a Cristo. La santificación aquí se considera como el
carácter y condición finales de los herederos de la gloria, considerados como
una compañía única de salvados.Como los que no están santificados no pueden ser
huéspedes bienvenidos para el santo Dios, así el cielo no será cielo para
ellos, pero está asegurado para todos los que nazcan de nuevo, y en quienes se
ha renovado la imagen de Dios, puesto que el poder omnipotente y la verdad
eterna así lo hacen. Él se pone a sí mismo como ejemplo para ellos de no
preocuparse por las cosas de este mundo actual; hallarán que esto les ayudara
para un paso cómodo a través de esta vida. Podría parecer un dicho duro; por lo
que Pablo agrega un dicho de Jesús, que desea que siempre recuerden: “Más
bienaventurado es dar que recibir”, parece que eran palabras usadas a menudo
con sus discípulos. La opinión de los hijos de este mundo es contraria a esto;
ellos temen dar a menos que esperen recibir. La ganancia clara es para ellos la
cosa más bendita que pueda haber; pero Cristo nos dice qué es más
bienaventurado, más excelente. Nos hace más como Dios, que da a todos y recibe
de nadie; y al Señor Jesús que andaba haciendo el bien. Que también esté en
nosotros el sentir que había en Cristo Jesús. Este dicho áureo, arrebatado del olvido, y aquí
añadido a los tesoros permanentes de la iglesia, es capaz de crear el deseo de
que nos hubiera sido conservado más de lo que salió de aquellos labios,
“cayendo como gotas de miel del panal”. Pero veamos que dice Juan 21:25 Y hay también
otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una,
pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.
Amén
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