} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: MELQUISEDEC (Génesis 14; 1-24)

domingo, 21 de junio de 2020

MELQUISEDEC (Génesis 14; 1-24)

 

 

Gen 14:1  En los días de Amrafel, rey de Sinar, de Ariok, rey de EHasar, de Kedorlaómer, rey de Elam, y de Tidal, rey de Goyim, 2  hicieron éstos guerra a Bera, rey de Sodoma, a Birsá, rey de Gomorra, a Sinab, rey de Admá, a Seméber, rey de Seboyim, y al rey de Bela, que es Sóar. 3  Todos estos reyes se concentraron en el valle de Siddim, que es el mar de la Sal. 4  Doce años estuvieron sometidos a Kedorlaómer, pero el año trece se rebelaron. 5  El año catorce llegó Kedorlaómer, con los reyes que estaban con él, y batieron a los refaím en AstarotQuarnáyim, a los zuzim en Ham, a los enim en la llanura de Quiryatáyim, 6  y a los jórreos en sus montes de Seír hasta ElParán, que está junto al desierto. 7  Y, volviéndose, llegaron a la fuente de Mispat, que es QedéS, y batieron todo el territorio de los amalequitas y también el de los amorreos, que habitaban en JasesonTamar. 8  Y salió el rey de Sodoma, el de Gomorra, el de Admá, el de Seboyim, el de Bela, que es Sóar, y se pusieron en orden de batalla contra ellos en el valle de Siddim: 9  contra Kedorlaómer, rey de Elam, Tidal, rey de Goyim, Amrafel, rey de Sinar, y Ariok, rey de EHasar. Cuatro reyes contra cinco. 10  El valle de Siddim estaba sembrado de pozos de betún; y cuando huían los reyes de Sodoma y de Gomorra, cayeron en ellos, y los que se salvaron huyeron al monte. 11  Y aquéllos se apoderaron de todos los bienes de Sodoma y Gomorra, y de todos sus víveres, y se fueron. 12  E hicieron cautivo también a Lot, hijo del hermano de Abram, que habitaba en Sodoma, y cargaron con toda su hacienda, y se fueron. 13  Llegó un fugitivo y se lo comunicó a Abram, el hebreo, que moraba junto al encinar de Mamré, el amorreo, hermano de Eskol y de Aner, aliados de Abram.

Gen 14:14  Cuando oyó Abram que su hermano había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres aguerridos, nacidos en su casa, en número de trescientos dieciocho, y persiguió a los raptores hasta Dan. 15  Y desplegándose sobre ellos de noche, él y sus siervos, los batió, acosándolos hasta Joba, al norte de Damasco. 16  Y recuperó todos los bienes, y también a Lot, su hermano, con su hacienda, sus mujeres y su gente. 17  Cuando volvía, después de derrotar a Kedorlaómer y a los reyes coaligados con él, el rey de Sodoma le salió al encuentro al valle de Savé, que es el valle del rey. 18  Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo, 19  y bendijo a Abram diciéndole: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra. 20  Y bendito sea el Dios Altísimo, que puso a tus enemigos en tu mano. Abram le dio el diezmo de todo. 21  Dijo el rey de Sodoma a Abram: Entrégame las personas, y toma para ti la hacienda. 22  Respondió Abram al rey de Sodoma: Alzo mi mano a Yahvéh, Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23  para atestiguar que no tomaré nada tuyo, ni un hilo ni una correa de sandalia, para que no digas: Yo enriquecí a Abram. 24  Nada para mí; sólo lo que han comido los criados. En cuanto a los hombres que vinieron conmigo: Aner, Eskol y Mamré, éstos tomarán su parte

 

¿Quién fue Melquisedec? Obviamente fue un hombre justo, ya que su nombre significa "Rey de Justicia" y "Rey de Paz". Era sacerdote del "Dios Altísimo" (Heb_7:1-4). Reconoció a Dios como Creador del cielo y de la tierra. ¿Qué más se sabe de él? El nombre significa “rey de justicia” o “mi rey es justo” (similar a Jos. 10:1; “Sedec” puede estar relacionado a un dios astral cananita, Sedec, es decir, “Mi Rey es Sedec”). El nombre (Melquisedec) aparece únicamente en Gn. 14:18 y en Sal. 110:4 en el A.T.  El pasaje del Salmo 110 causó a la comunidad de los Rollos del Mar Muerto que esperaran a dos Mesías.

 

1.      Uno de la realeza de la tribu de Judá

2.      Uno sacerdotal de la tribu de Leví

El libro del N.T. de Hebreos (en el capítulo 7) usa este sacerdote/rey cananita como un tipo de sacerdocio “superior”.

1.      No se da su genealogía

2.      Abraham le ofrece el diezmo (Heb. 7:20, una señal en reconocimiento ante un superior)

3.      Él es el líder de la ciudad que después se convertiría en Jerusalén (ver el Tema Especial: Salem)

4.      Él es sacerdote (inusual en su época, el padre actuaba como sacerdote de su familia, ver Gn. 31:54; Job 1) ante el Dios Todopoderoso (El Elion,  עליו ב א ל, Gn. 14:19,20; identificado con Yahvé en 14:22)

Por medio de hermenéutica rabínica el autor de Hebreos utiliza a Melquisedec como un tipo o símbolo de un mejor sacerdocio que el de Aarón/Leví.

 

El relato bíblico  Génesis 14; 1- 12, antes de la aparición de Melquisedec, nos presenta a cuatro reyes orientales (un elamita, dos mesopotámicos y un hitita) coligados, haciendo una incursión contra la Pentápolis de la orilla oriental del mar Muerto. La expedición no es inverosímil teniendo en cuenta que se trataba de asegurar la ruta comercial con Arabia, la cual pasaba por esa zona de Transjordania. El jefe de la coalición es Codorlaomer, rey de Elam. El nombre entra perfectamente dentro de la onomástica elamita; parece ser una pronunciación dialectal de Kudur-Lagamal (siervo de Lagamal). La primera parte del nombre aparece en la onomástica elamita, y Lagamal era una diosa elamita. Aunque no se ha encontrado el nombre de este rey en las listas reales elamitas, debemos tener en cuenta que son incompletas, precisamente en esta época que precede a la afirmación de la hegemonía de la primera dinastía babilónica.

 Amrafel, rey de Senaar: se le ha identificado con el Hammurabi de Babilonia (s.XVIII a.C.). Senaar es la designación genérica de Mesopotamia, y en concreto de Babilonia . Los lexicólogos consideran posible la identificación de Amrafel y Hammurabi, teniendo en cuenta la plurivalencia de los signos silábicos babilonios. Así, dándole al último signo bi el valor de bil o pil, tenemos Hammurabil o Hammurapil, que en una pronunciación dialectal defectuosa puede convertirse fácilmente en Amrafel . No obstante, hoy día se desconfía de esta posible identificación lexicográfica, y se supone que el Amrafel es un rey del norte de Mesopotamia, de una localidad llamada Singar.

Arioc, rey de Elasar: también, acudiendo a la plurivalencia de los valores silábicos cuneiformes, se le ha pretendido identificar con Rim-Sin de Larsa. Pero encontramos el nombre de A-ri-wu-uk, hijo de Zimri-Lim de Mari. Es nombre de tipo jurrita. Elasar puede ser Ilanzura de los textos hititas y de Mari, situada entre Carquemis y Mari.

Tadal, rey de los Goyim: se le ha relacionado con los nombres hititas llamados Tudjalias, y el primero de ellos es contemporáneo de Hammurabi (s.XVIII a.C.). Goyim significa “naciones gentiles” en general, y puede ser una denominación genérica (equivalente a bárbaro o umman manda de los textos cuneiformes) para designar a los extranjeros, escogida por el hagiógrafo para llenar el vacío del nombre de un país que aparecía ininteligible en el original. Como Elam ejercía cierta hegemonía en Mesopotamia antes de surgir el imperio de Hammurabi, haciendo incursiones militares hasta el Asia Menor, bien podemos poner esta expedición a fines del siglo XIX o principios del XVIII a.C.

Por otra parte, sabemos que Transjordania fue arrasada en esta época, quedando su cultura ahogada hasta el siglo XIII a.C. Así podemos situar la vida de Abraham entre los siglos XIX-XVIII a.C Luego no podemos poner más tarde esta incursión contra las ciudades del sur del mar Muerto. Los reyes de estas ciudades, después de doce años de sumisión, se insurreccionaron, comprometiendo así la ruta comercial hacia Arabia. Por ello, los reyes orientales, heridos en sus intereses comerciales, mandaron unos destacamentos para someter a los rebeldes. La Biblia no dice que los reyes dirigieran en persona la campaña. Los anales de los antiguos reyes orientales suelen atribuir directamente a los reyes las expediciones militares victoriosas de sus generales, representantes suyos. Es el género literario militar áulico. Antes de atacar a las ciudades de las orillas del mar Muerto, sometieron a otras poblaciones situadas en la “ruta real” a través de Edom y Moab, que iba de Siria hacia el mar Rojo, la que quisieron tomar los israelitas al entrar en Edom. Primeramente vencieron a los refaim en Astarot-Qarnayim, el Tell Astara al este del lago de Genesaret.

Los refaim eran una raza de gigantes, cuyos descendientes fueron el espanto de los exploradores israelitas al entrar en Canaán. Ellos, con los enaquim, zumzumim, emim y zuzim son los restos de la edad de piedra, anteriores a la oleada semítica. A ellos se atribuían los monumentos megalíticos, tan abundantes en Transjordania, y la imaginación popular los mitologizó, considerándolos como raza ciclópea. Los zuzim parecen ser idénticos a los zumzumim, habitantes en esta zona del norte de Transjordania.

Ham: es el actual Ham, al sur de Irbid, en el Adjlum. Emim: habitan el territorio de Moab. Eran de la raza ciclópea de los enaquim. Quiriatayim es el actual Jirbet Quiryatein o Jirbet-Qureyat.

Jorritas: son los jurritas del norte de Siria, que descendieron hacia Palestina en el siglo XIX a.C.17 Por ellos, los egipcios designaron a Palestina con el nombre de Ham. Los montes de Seir (v.6) es la cadena de montañas desde el sur del mar Muerto hasta el golfo de Elán. Es el futuro territorio de los edomitas.

El-Parán: está al oeste del W. el Aris. Fuente de Mispat o del “juicio,” identificada con Qades, la actual Ain Qedeis, al sur del Negueb. Allí los reyes vencieron a los amalecitas. Jasasón-Tamar: cerca de Kurnub, entre Qades y el mar Muerto. Una vez vencidos estos enemigos, los reyes coligados se concentraron sobre la Pentápolis del mar Muerto. Los cinco reyes de ésta salieron a dar la batalla, pero fueron derrotados en el valle de Sidim (v.8), donde había pozos de betún. Todos los bordes del mar Muerto y su fondo son bituminosos, y sobre todo con ocasión de los terremotos hay emanaciones de asfalto. Por eso, el mar Muerto es llamado lago Asfaltites por los griegos. Los nabateos explotaban este asfalto, vendiéndolo a los egipcios para embalsamar a los muertos. El valle de Sidim debe de ser la parte que rodea el mar Muerto por el sur, inundada con ocasión del terremoto que anegó a las cinco ciudades del litoral.

         Los vencedores saquearon Sodoma y Gomorra y se llevaron prisionero al sobrino de Abraham, Lot (v.12). Un fugitivo llevó a Abraham la noticia de la captura de Lot. Es curioso que a Abraham se le dé el nombre del hebreo, como si fuera desconocido, designación arcaica despectiva que las poblaciones no israelitas daban al pueblo hebreo. Es otro indicio del arcaísmo del documento utilizado por el redactor. El patriarca tenía sus aliados de raza amorrea, sin duda para defenderse mutuamente en un ambiente hostil y mantener sus derechos de pastos. Abraham tomó sus siervos y los de sus aliados, reuniendo 318 hombres, con los que se apresuró a rescatar a su sobrino (v.14). Al acercarse a la retaguardia del ejército invasor, dividió sus mercenarios y cayó de noche inesperadamente sobre la sección que guardaba el botín y los prisioneros. Es una obra maestra de razzia beduina. Así fue persiguiendo — en plan de guerrillas — al invasor hasta Jobá, la actual Ube, no lejos de Damasco.

Dan es la antigua Lais. “La victoria de Abraham se reduce a una razzia contra la columna de prisioneros y del botín, que era la retaguardia de la columna victoriosa.”  No se trata, pues, de una victoria abierta contra el invasor, lo que es inverosímil, sino de una escaramuza particular, que le valió a Abraham el rescate de su sobrino y no poco botín. Sin duda que esta victoria de Abraham formó parte de la épica popular, y así el relato habla ampulosamente de una victoria sobre los cuatro reyes de Oriente. Es el género literario épico ampuloso e hiperbólico, tan utilizado en las historias de los pueblos pequeños.

 

Melquisedec Bendice a Abraham (17-24).

17 Cuando volvía, después de derrotar a Kedorlaómer y a los reyes coaligados con él, el rey de Sodoma le salió al encuentro al valle de Savé, que es el valle del rey. Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo, 19  y bendijo a Abram diciéndole: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra. 20  Y bendito sea el Dios Altísimo, que puso a tus enemigos en tu mano. Abram le dio el diezmo de todo. 21  Dijo el rey de Sodoma a Abram: Entrégame las personas, y toma para ti la hacienda. 22  Respondió Abram al rey de Sodoma: Alzo mi mano a Yahvéh, Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23  para atestiguar que no tomaré nada tuyo, ni un hilo ni una correa de sandalia, para que no digas: Yo enriquecí a Abram. 24  Nada para mí; sólo lo que han comido los criados. En cuanto a los hombres que vinieron conmigo: Aner, Eskol y Mamré, éstos tomarán su parte.

Al volver victorioso, los pueblos liberados le salieron al encuentro, y en primer lugar el rey de Sodoma, que había escapado a la muerte. El lugar del encuentro es el “valle de Save,” que es localizado en el “valle del rey” (v.17). Se ha relacionado con los “jardines del rey,” y así se propone como escenario del encuentro el torrente Cedrón, que debía atravesar Abraham al volver de Transjordania.

         Entre los que sin haber perdido nada salen a felicitar a los vencedores está Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Altísimo — El-Elyon. El relato (v. 17-20) parece intercalado posteriormente, ya que interrumpe la ligazón entre el v.17 y el v.21, que es continuación lógica de aquél, pues es el rey de Sodoma con el que tiene conversación Abraham. Además, en el v.20 se dice que Abraham ofreció a Melquisedec el diezmo de todo el botín que traía, mientras que en el v.24 Abraham no quiere tocar nada del botín que pudiera pertenecer al rey de Sodoma. La tradición judía ha identificado a Salem con Jerusalén. Así, Sal_76:3 considera a Salem y Sión como sinónimos. En Sal. 110 se compara a Melquisedec con el rey que debe reinar en Sión, la antigua colina llamada Jerusalén. En las cartas del Tell Amarna aparece el nombre de Urusalim aplicado a Jerusalén, el Yerusaleim del hebreo. Salem sería, pues, un nombre diminutivo que conserva sólo la última parte del nombre. Por otra parte, para los judíos tenía un valor simbólico teológico, pues el nombre coincidía con el sacrificio llamado selem — pacífico. Melkisedeq es nombre cananeo, como el de Adonisedeq, rey de Jerusalén en tiempos de Josué. Los dos nombres son teóforos: Melkisedeq — mi rey es justo, Adonisedeq — mi dueño es justo. Por otra parte, conocemos un dios llamado Sedeq, adorado por fenicios y sabeos. En este supuesto, el significado de Melkisedeq es Sedeq es mi rey. Además, Salem es el nombre de otro dios fenicio, al que Urusalim pudiera estar consagrado. Pero, según la Biblia, Melquisedec es sacerdote de El-Elyon. Él es primitivamente un apelativo de la divinidad, que es común a todas las lenguas semíticas. Parece que primariamente significa “poder, primacía.” El nombre de Elohim es un derivado de la raíz El, quedando El cómo abreviación en los nombres teóforos.

         Elyon — traducido por los LXX Altísimo — era primitivamente una divinidad fenicia, el padre de El. Altísimo, elyon  Strong #5945: Altísimo, preeminente; relativo a las alturas, en lo más elevado; majestuoso, supremo, elevado, exaltado, alto en rango, encumbrado. Elyon deriva del verbo alah  que significa «ascender». Aparece como adjetivo más de 20 veces, y describe a gobernantes exaltados, así como las más elevadas habitaciones en los muros del templo (Eze_41:7). Se convierte en un título divino cuando aparece junto a uno de los nombres de Dios, tales como El Elyon o Elohim Elyon  «Dios Altísimo»

 En un texto fenicio del siglo VIII a.C. aparecen distinguidos: “ante El y Elyon.” (Cf. E. Dhorme, La religión des Hébreux nómades 340)

Los hebreos lo adoptaron también para designar al Dios de ellos (Num_24:16; Deu_32:8; Isa_14:14; Sal_78:34; Sal_47:3.,) y en la época helenística, la traducción de υφιστος fue muy empleada, pues se consideraba más comprensible a los paganos que el tetragrámmaton Yahvé.

En el caso de la entrevista de Abraham y Melquisedec, el patriarca hebreo lo considera como su Dios, pues dijo: Alzo mi mano a Yahvé, Dios Altísimo, el dueño de cielos y tierra... (v.22). Vemos que el redactor pone en labios de Abraham el nombre de Yahvé — evitado en boca de Melquisedec, v. 19-20, identificándolo con el Dios de Melquisedec.

 Los LXX no traen el equivalente de Yahvé en el v.22 como idéntico a El-Elyon. Como el nombre de Yahvé falta en el texto samaritano, es de suponer que ha sido añadido por un glosista. Melquisedec es “rey y sacerdote,” como era corriente en los reyezuelos cananeos. Abraham le ofrece, en calidad de sacerdote, parte del botín, que la costumbre reservaba a la divinidad. Melquisedec, en cambio, le bendice como sacerdote y obsequia al séquito de Abraham con un refrigerio de pan y vino.

Clemente de Alejandría ve en este pan y vino un símbolo de la Cena del Señor (Cf. Clem. De Alej., Strom. 6-161; 3). Cipriano considera este ofrecimiento de pan y vino como un sacrificio hecho a Dios, figura del sacrificio eucarístico.   Tertuliano afirma que la ofrenda de Melquisedec no tiene por finalidad sino dar un refrigerio a los cansados guerreros de Abraham. El salmista atribuye al Mesías un sacerdocio al modo de Melquisedec, el cual juntaba la dignidad real y sacerdotal. El autor de la Epístola a los Hebreos ve en Melquisedec una figura de Cristo, por cuanto el rey de Salem, contra el uso corriente en la Escritura, se nos presenta en la historia “sin padre, sin madre ni genealogía.”

         Melquisedec es rey y sacerdote, lo que era corriente en la antigüedad; los reyes sumerios son llamados patesi o vicarios de su dios. Los reyes asirios se llamaban a sí mismos sangu — sacerdote — y saknu — lugarteniente — de Enlil.

En el texto bíblico aparece por primera vez el nombre de kohen — sacerdote, que parece relacionarse con el acadio kânu — inclinarse, humillarse. Melquisedec, con la misma fórmula, bendice a Abraham y da gracias a Dios por la victoria, al que se le da el título de “señor de cielos y tierra.” En correspondencia, Abraham le ofrece los diezmos, reconociéndole como “sacerdote.”

 Los templos de Babilonia se sostenían con los “diezmos” — esrû — de sus devotos. Este reconocimiento del sacerdocio de Melquisedec por Abraham es una prueba más de la antigüedad de la tradición sobre el encuentro entre ellos, pues no se concibe que un judío celoso posterior haya fingido a su gran patriarca humillándose ante un sacerdote cananeo, reconociéndole como sacerdote y ofreciéndole los diezmos. “La escena reviste cierta grandeza: el antepasado de Israel es recibido con honor y bendecido por un rey. Generoso y piadoso, da con generosidad el diezmo del botín. El hebreo que llevaba su diezmo al templo podía recordar que el padre de su pueblo, muy cerca de la Ciudad Santa, había pagado un impuesto semejante. Pocos personajes del A.T. han tenido en la tradición la fortuna de Melquisedec. Este rey-sacerdote, que no hace sino atravesar el horizonte de Abraham, ha excitado la curiosidad. El misterio que le rodea le ha permitido vastos desarrollos a la exégesis alegórica, que ha sabido sacar, ya en la Escritura, magníficas enseñanzas bajo la luz del Espíritu. La Epístola a los Hebreos es el monumento capital”.

Filón veía en él un símbolo del Logos, por la idea de justicia que su nombre implica y por la embriaguez que procura a las almas con el vino que les da. (Filón, Allegoriae III 79-82)

 Otros escritores judíos le hacen aparecer con Henoc y Elías en la inauguración mesiánica. “Si nada autoriza a poner en duda la historicidad del episodio de Melquisedec, al menos se tiene derecho a acentuar el carácter misterioso del personaje; quizá su nombre y el de su ciudad se deben a la intención de proyectar hasta la época patriarcal los orígenes del culto debido a Yahvé en el lugar que consagrará más tarde el templo.”

         El v.22 es continuación del v.17. El botín pertenecía al vencedor; por eso el rey de Sodoma sólo le pide que le devuelva las personas. Abraham, caballerosamente y con toda generosidad, contesta que le devolverá también el botín, pues no quiere enriquecerse con lo de los demás, y sobre todo no quiere que el rey de Sodoma diga que le ha enriquecido. El gesto del juramento, levantando la mano al cielo, es solemne. Toma como testigo al Dios de Melquisedec (El-Elyon), lo que indica que le considera como Dios suyo. Yahvé falta en los LXX y en la versión siríaca, lo que indica que es adición de un glosista. Por otra parte, su sentido de justicia queda claro al exigir para sus siervos y aliados la parte que les corresponde.

 

Sin predecesores o sucesores. Pablo indica claramente que era imposible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio levítico, por lo que era necesaria la intervención de un sacerdote “a la manera de Melquisedec”. Explica que Cristo procedía de una tribu no sacerdotal, Judá, pero, al citar la similitud entre Melquisedec y Jesús, muestra que este accedió al sacerdocio “no según la ley de un mandamiento que dependa de la carne, sino según el poder de una vida indestructible”. A diferencia del nombramiento sacerdotal de Cristo, que fue refrendado por un juramento de Jehová, el de Aarón y sus hijos se realizó sin que mediara juramento alguno. Además, a diferencia de los sacerdotes levíticos, que morían y necesitaban sucesión, el resucitado Jesucristo, “por cuanto continúa vivo para siempre, tiene su sacerdocio sin sucesores”, y por consiguiente “puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él, porque siempre está vivo para abogar por ellos”. (Heb 7:11-25.)

 

¿Por qué podía decirse que Melquisedec no tuvo “principio de días ni fin de vida”?

Pablo resaltó una característica notable de Melquisedec cuando dijo que ‘estaba sin padre, sin madre, sin genealogía, sin tener principio de días ni fin de vida’, pero que ‘había sido hecho semejante al Hijo de Dios y permanecía sacerdote perpetuamente’. (Heb 7:3.) Melquisedec nació y murió como todos los humanos. No obstante, no se mencionan los nombres de su padre ni de su madre, no se hace referencia a sus antepasados ni a sus descendientes y las Escrituras tampoco registran información sobre el principio o el fin de su vida. Por lo tanto, Melquisedec fue una prefiguración adecuada de Jesucristo, cuyo sacerdocio no tiene fin. Así como Melquisedec no tuvo ningún predecesor ni hay constancia de que tuviera sucesores para su sacerdocio, de forma similar Cristo tampoco tuvo ningún sumo sacerdote que lo precediera, y la Biblia muestra que nadie le sucederá jamás. Además, aunque Jesucristo nació en la tribu de Judá y en la línea real de David, su ascendencia carnal no afectó su sacerdocio, ni tampoco influyó en que concurriesen en él los puestos de sacerdote y rey. Esto llegó como resultado del juramento que Jehová hizo.

Un punto de vista que se halla en los targumes de Jerusalén y de Jonatán y que ha conseguido gran aceptación tanto entre los judíos como entre otras personas, es que Melquisedec era Sem, el hijo de Noé. Sem vivió incluso tras la muerte de Sara, la esposa de Abrahán. Además, Noé le bendijo específicamente. (Gé 9:26, 27.) No obstante, no se ha confirmado esta identificación. Hay buenas razones para que las Escrituras no revelaran la nacionalidad, genealogía ni descendencia de Melquisedec, pues así pudo tipificar a Jesucristo, quien gracias al juramento de Jehová, “donde, como precursor y representante nuestro, entró Jesús, constituido sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.”. (Heb 6:20.)

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario