} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EL NUEVO NACIMIENTO (3)

martes, 26 de marzo de 2013

EL NUEVO NACIMIENTO (3)


Este nuevo nacimiento no se puede producir por inventos o ardides humanos. Muchos piensan que al unirse a tal o cual iglesia, cumplir algún rito religioso, dar una contribución a alguna obra de caridad, darse golpes de pecho repitiendo frases grandilocuentes, automáticamente nacen de nuevo.
JESÚS nos dijo que nos era necesario nacer de nuevo. Ese verbo nacer es pasivo. Ningún hombre puede nacer por sí mismo. Nace pasivamente. Nacer de nuevo es completamente ajeno a nuestra voluntad. Es decir, el nuevo nacimiento es una obra divina, nacemos de DIOS.
Nicodemo en su perplejidad, no pudo entender  cómo podría nacer por segunda vez, por eso pregunto dos veces “¿Cómo?”
Aunque el nuevo nacimiento parezca misterioso, eso no significa que no sea verdad. No entendemos el misterio de la electricidad, porque la oveja da lana, la vaca pelo o el ave pluma, pero sabemos que lo hacen. No entendemos muchos misterios de la vida pero sabemos que están ahí y que algún día nos serán desvelados.
Aceptamos por FE el hecho de que en el momento en que nos arrepentimos del pecado, y por la FE volvemos a JESUCRISTO somos nacidos de nuevo. Es la infusión de la vida divina en el alma. Es la implantación de la naturaleza divina en el alma, mediante la cual llegamos a ser hijos de DIOS. CRISTO, mediante el Espíritu Santo, mora en nuestro corazón. Somos unidos a DIOS por la eternidad. Eso significa, que si has nacido de nuevo, mientras Dios viva, vivirás; porque ahora participas de su misma vida.
Al nacer  de nuevo, se obtienen varios resultados.
 Primero, tu visión y entendimiento se aumentarán. La Biblia dice: 2ª Corintios 4:6 “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para  iluminación del conocimiento de Dios en la faz de Jesucristo”. De nuevo dice la Biblia: Efesios 1:18 “Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento”. Cosas de las que antes te burlabas como locura,  ahora las aceptas por fe. Todo el proceso mental de tu vida cambia. Dios llega a ser el eje de tu pensamiento. Viene a ser el centro de tu vida. El yo ha sido destronado.
Segundo, tu corazón experimenta una revolución. La Biblia dice: Ezequiel 36:26 “Pondré espíritu nuevo dentro de vosotros y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré corazón de carne”. Dice Dios en la Biblia: Jeremías 31:33 “Y os daré corazón  nuevo”. Tus afectos han experimentado un cambio radical. Tu nueva naturaleza ama a Dios y las cosas que son de Dios. Amas lo más sublime y noble de la vida. Rehúsas lo vil y lo bajo. Inmediatamente tienes un nuevo concepto de los problemas sociales que te rodean. Tu corazón late compasivamente por los menos afortunados.
Tercero, tu voluntad sufre una transformación completa. Tus decisiones son diferentes, tus motivos distintos, tus fines han cambiado. La Biblia dice: Hebreos 13:20-21 “Y el Dios de paz…os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo EL en vosotros lo que es agradable delante de EL”.
Esta nueva  naturaleza que recibes de Dios se sujeta a la voluntad de EL. Y querrás hacer solamente su voluntad. Estás completamente y totalmente dedicado a EL. Existe una nueva determinación,  inclinación, disposición, un nuevo principio de vivir y nuevo deseos. Procuras glorificar a Dios. Buscas el compañerismo con otros cristianos en la iglesia. Amas la Biblia, te gusta pasar tiempo en oración con Dios, hablando con Dios de todo. Has cambiado toda tu disposición. Antes, tu  vida estaba llena de incredulidad, el origen y la base de todo pecado, dudabas de Dios; ahora crees y posees mayor confianza y fe en EL y en su Palabra.
El orgullo era el mismo centro de tu vida. Tenías pensamientos ambiciosos acerca de ti mismo, de tus poderes, deseos y propósitos; ahora todo esto comienza a cambiar. Había odio en tu vida, la envidia,  el descontento y la malicia dominaban tus pensamientos hacia otros. Esto también ha cambiado.
Fácilmente podías mentir. En tus pensamientos, palabras y acciones, había muchas falsedades e hipocresías. Ahora todo está cambiado. Te rendías al deseo de la carne, ahora has cambiado. Has nacido de nuevo. Posiblemente caerás en alguna de estas trampas que el diablo pone para ti, pero inmediatamente tendrás tristeza, confesarás tus pecados  y pedirás perdón, porque has nacido de nuevo.
El sello del Espíritu Santo mora en tu alma y sirve para garantizar tu inmunidad, tu justificación. La JUSTIFICACIÓN es ese acto de DIOS por el que declara que eres inocente como si nunca hubieras pecado. Cuando has nacido de nuevo la justificación te permite estar delante de Dios como criatura nueva  en la que no hallará pecado. Dios te mira entonces como si nunca hubieras pecado.
Dice La Biblia: Romanos 8:33 “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? DIOS ES EL QUE JUSTIFICA”
Y sigue: 2ª Corintios 5:18 “Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió a Si por Cristo; y nos dio el ministerio de la reconciliación”
Ahora perteneces a la familia real del cielo, llevas en tus venas sangre real, eres hijo del REY.

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