*Porque no tenemos lucha contra sangre
y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes de maldad en las regiones
celestiales.* Efesios 6:12
Cuando has tomado tu decisión,
cuando has nacido de nuevo, cuando has sido convertido, cuando has sido
justificado, cuando te has hecho hijo de Dios, ¿Ya está todo hecho? ¿Será eso
todo? ¿No tengo nada que hacer?
Ya me gustaría decirte que así
es, pero, acabas de nacer en un mundo nuevo, el mundo espiritual. Todo es nuevo
para ti, eres un niño espiritual y como tal necesitas te traten con ternura,
amor, cuidado y disciplina. Tienes que ser alimentado, necesitas protección. Ésta es una de las razones por las que Jesús
estableció su iglesia. No podrías
sobrevivir en solitario con tu vida cristiana. Es necesario que crezcas en compañía
de otros cristianos.
Posiblemente habrás visto que
tienes enemigos peligrosos y temibles que se emplearan a fondo para derrotarte,
ya para tentarte a cometer un pecado o bien para hacerte pasar un momento de
depresión y de desaliento. Nada más
decidiste aceptar a Jesús como tu Salvador ya comenzaron los ataques de tus
enemigos.
Eso, hermano, es buena señal pues alguien se
ha enfurecido al ver cómo te pasabas al
lado de Cristo.
La Biblia enseña que, mientras
vivas, tendrás tres enemigos que te harán la guerra. Debes estar preparado, es
necesario que sepas defenderte y reforzar tus puntos débiles.
Vamos a ver estos enemigos, para
desenmascararlos, cómo son, quienes son, y cómo se presentan.
Primero, el diablo. Debemos
saber que el diablo es un ser poderoso que se opone a Dios y tienta al pueblo
de Dios. También sabemos que aunque fue derrotado en la cruz por Cristo, tiene
aún poder para influir sobre los
hombres, para mal.
La Biblia le llama: “el maligno,
el diablo, homicida, mentiroso y padre de mentira, un león que busca a quien
devorar, la serpiente antigua el acusador
de nuestros hermanos”.
En el momento en que te
decidiste por Cristo, el diablo sufrió una tremenda derrota, y ahora está muy
enfadado contigo. De aquí en adelante va usar todo su poder para tentarte y
procurar que peques.
No debes alarmarte, pues no puede robarte la
SALVACIÓN, y no es necesario que te prive de tu seguridad y victoria. Hará todo
lo que pueda para sembrar la semilla de
la duda e tu mente. Te hará dudar de la realidad de tu conversión. No puedes
alegar o discutir con él, pues es el más grande polemista de todos los tiempos.
El momento de prueba se presenta
con la primera tentación. No te confíes de tus sensaciones, ellas cambiaran
como veleta ante los vientos. Su segundo ataque será tal vez el hacer que te
sientas orgulloso e importante, el hacerte confiar en tus propias fuerzas,
ambiciones y motivos. En otra ocasión, quizá ponga odio en tu corazón. Te tentará
para hacerte hablar mal de otras personas, o para criticarlas. Llevará envidia,
descontento y malicia a tu corazón. Y luego te impulsará a mentir, y fácilmente
quedarás convencido de ser hipócrita. La mentira es uno de los peores pecados y
puede cometerse en pensamiento, palabra o hecho. Todo lo que tenga como fin
engañar a otra persona, es mentira. El diablo hará lo posible para hacer pecar
a otros de entre los mismos cristianos. Si no tienes cuidado, te hallarás realmente al servicio del diablo. Él es
poderoso, astuto, hábil, ladino y sutil. Es llamado 2ª Corintios 4:4 “dios de este siglo”; S. Juan 12:31“el príncipe de este mundo”;
Efesios 2:2 “el príncipe de la potestad del aire”.
¿Cómo podrás vencerlo? ¿Qué
podrás hacer? ¿A dónde acudirás? ¿Hay medio para escapar de él?
La Biblia en 1ª de Corintios
10:13 dice: “No os ha sobrevenido tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de
lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar”
Dios dice en este versículo que
ha provisto la salida. Recuerda que la tentación por parte del diablo no es
evidencia de que Dios no aprueba tu vida. Es más bien una señal de que andas
bien con Dios y eso al diablo le molesta, por eso te tienta.
Recuerda también que Dios nunca
tienta a sus hijos, nunca hace que sus hijos
duden. Todas las dudas y tentaciones vienen del diablo. Recuerda además que el
diablo sólo puede tentar, nunca puede obligarte a caer en la tentación. No te
olvide que Satanás fue derrotado por Cristo.
La Biblia dice en Santiago 4:7 “Someteos,
pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Si te has sometido por
completo a DIOS, si estás cien por cien entregado a Cristo, entonces sí puedes “resistir
al diablo”, que la Biblia promete huirá de ti. El diablo temblará mientras oras
con Dios Padre en el nombre de Jesús. Será derrotado cuando cites o leas un
pasaje de la Biblia contra él, y correrá como un perro con el rabo entre las
piernas cuando le resistas.
En el poder de Cristo, puedes
resistirle veinticuatro horas al día.
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