} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (segunda parte)

sábado, 8 de junio de 2013

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (segunda parte)


Hay otra razón, que nuestro enemigo el demonio se ha encargado de implantar en muchas mentes, con lo cual ha adormecido a demasiadas personas, se trata del mal llamado “mundo civilizado” con un sentido injustificado de seguridad.
Es la doctrina errónea del “progreso”, según la cual el hombre y  todas sus obras, lenta y penosamente progresan por su propio esfuerzo e inteligencia. Muchos que creen esta teoría gnóstica también pretenden aceptar la Segunda Venida de Cristo, pero dicen que esta venida significa solamente el día en el que el hombre se halla purificado por su propia obra, cuando llegue a comprender la inutilidad de las guerras, la insensatez de la codicia, la intolerancia, los prejuicios, y entienda la armonía  de la naturaleza, se convierta en guardián de su hermano y viva conforme a la Regla de Oro.
Este mito, pues la teoría del “Progreso inevitable” es un mito,  y nada más, se basa únicamente en lo que el hombre espera que suceda y no en lo que realmente sucede. Se señala el hecho de los grandes avances en la medicina moderna que hace posible vivamos más años que nuestros antepasados, pero descuida la realidad, de que la muerte es todavía nuestro último destino. Lo mejor que hemos podido hacer es aplazarla unos años más. Cuando pensamos en nuestros sistemas de transportes y comunicaciones, ampliamente mejorados, tratamos de ignorar el hecho de que, principalmente estamos aprovechando nuestra conquista del aire para llevar muerte y destrucción a nuestros prójimos y no para difundir el Evangelio y la fe cristiana. Cuando nos jactamos de nuestro extenso sistema de educación en escuelas, colegios y universidades, nos olvidamos de que gran parte de la enseñanza que se imparte en estos centros ha alejado  a los estudiantes de Dios en lugar de acercarlos a ÉL.
La teoría de la evolución impartida en la asignatura de ciencias de la naturaleza ha trastornado la mente de profesores y alumnos, prendiendo sus pensamientos en vanas ideas y elucubraciones  Divulgar la idea de que el hombre desciende del mono es admitir la locura de quien lo dice. El mono, los simios fueron creados por Dios y se mantienen en el mismo estado desde entonces. 

Génesis 1:25 “E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su  especie. Y vio Dios que era bueno.”

 El hombre fue formado del barro y hecho a semejanza de Dios: Génesis 1:26-27 /Génesis 2:7


El hombre se enorgullece de haber descubierto el "bosón de Higgs", la última pieza que faltaba localizar para completar el cuadro de partículas elementales incluidas en el modelo estándar de la física de partículas, aunque tiemble ante el pensamiento de lo que el ingenio del hombre sea capaz de acarrear sobre nosotros.
Ha irrumpido con fuerza entre los dirigentes de varias naciones la llamada “Alianza de Civilizaciones” un paso más hacia el día del Armagedón.
Estas cosas se catalogan entre los altos logros del “progreso” humano. Son los éxitos en los que algunos basan su fe para un mundo mejor y más pacífico. Dan por sentado que el “progreso” conduce siempre hacia el mejoramiento, cuando en realidad puede conducir tanto hacia atrás, como hacia adelante.
Entonces ¿Cuáles son los argumentos positivos? ¿Qué pruebas seguras tenemos de que Jesús volverá y de que debemos vivir prevenidos para ese día glorioso?.
Por supuesto, la Biblia es nuestra base, y en las Escrituras la segunda venida de Cristo ocupa un lugar preeminente. En la Biblia uno de cada treinta versículos menciona esta enseñanza, y por cada referencia a la primera venida de Cristo, a su nacimiento, hay ocho referencias a su segunda venida. En total, hay trescientas dieciocho referencias a ella. En el Antiguo Testamento es el tema de los profetas, y en el Nuevo Testamento, libros enteros, (1ª y 2ª Tesalonicenses) y capítulos enteros (Mateo 24; Marcos 13 y Lucas 21) se dedican a su segunda venida.
La Biblia entera hace hincapié repetidamente en el hecho de que Cristo volverá a la tierra. Por ejemplo en Isaías 66:15 se nos dice:
” Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego.”
En Jeremías, se nos dice que al tiempo de la venida del Señor, Jerusalén será hecha el trono de su gloria y las naciones se congregarán por medio de sus representantes. Habrá una poderosa conferencia de desarme mucho más grande que cualquiera de las que el mundo haya visto en Washington, Londres, Paris, etc y en la misma mesa se hablarán mentiras.
Ezequiel habla de que Jerusalén será restaurada, de un templo que será reedificado y de una tierra que será renovada, y henchida de prosperidad.
Daniel vio a Cristo en visiones, viniendo como Juez y Rey de la tierra.
Oseas dice que en los postreros tiempos cuando el Señor vuelva, Israel le aceptará como Señor y Rey.
Joel describe a los ejércitos del mundo en el día postrero, alineados en orden de batalla contra las huestes celestiales. Será el día del Armagedón.
Amós revela el nuevo trono de David, restablecido en Jerusalén.
Abdías hace serias advertencias en vistas de la segunda venida del Príncipe de príncipes.
Miqueas anuncia el cese de todas las guerras cuando las espadas serán convertidas en azadones y las lanzas en hoces y rejas de arado.
Nahum relata cómo las montañas temblarán bajo los pies de Cristo,  y la misma tierra se abrasará ante su presencia.
Hababuc muestra al Rey midiendo el nuevo Reino con una vara, y todas las montañas arrollidándose ante ÉL.
Sofonías nos da el nuevo canto que ÉL enseñará a Israel y describe la derrota del Anticristo.
Haggeo relata el derrumbamiento de todas las cosas, y la permanencia exclusiva de las cosas de Dios.
Zacarías presenta el cuadro de los pies de Cristo pisando de nuevo el Monte de los Olivos. El monte se partirá en dos y el valle de la decisión será hecho.

Malaquías finaliza el Antiguo Testamento con la historia del Príncipe venidero, representándolo como fuego purificador y jabón de lavadores,  y como el sol naciente, que inunda toda la tierra de su fulgor. El Antiguo Testamento rebosa de augurios sobre la segunda venida de Cristo.