} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (Tercera Parte)

martes, 11 de junio de 2013

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO (Tercera Parte)



En el Nuevo Testamento, las predicciones de su venida son todavía más claras y más vivas. Mateo compara a Cristo con el esposo que viene a recibir a la novia.
Marcos, lo ve como el Señor de la casa que emprende un largo viaje, y encarga a sus siervos ciertas tareas, mientras regresa.
Para Lucas, Jesús es el caballero noble que viaja a un país lejano para arreglar ciertos negocios y deja sus posesiones al cuidado de sus siervos, para que negocien con ellas hasta que ÉL venga.
Juan cita las palabras de Cristo diciendo:”Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo”.
En Romanos, le vemos que regresa y pone todo bajo sus pies.
En 1ª de Corintios, Pablo describe la venida del Señor para efectuar la resurrección de muertos.
En 2ª de Corintios, describe la nueva habitación que tendremos cuando esta vivienda terrenal sucumba.
En 1ª Tesalonicenses, Pablo nos dice que esperemos al Hijo de Dios viniendo de los cielos.
En 2ª Tesalonicenses nos pinta el cuadro glorioso de la venida del Señor con sus santos.
En Timoteo, encontramos que el Señor premiará a los que aman su venida.
Tito habla de la “esperanza bienaventurada”.
En Hebreos nos dice que los hijos de Israel le reconocerán como al Mesías en su segunda venida.
Santiago exhorta a sus lectores a que sean pacientes hasta la venida del Señor.
Pedro dice que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, sin previo aviso.
Judas dice:”He aquí el Señor  es venido con sus santos millares”.
Y todo el libro del Apocalipsis se dedica al asunto de su segunda venida.
No sólo, pues, el Antiguo Testamento nos dice que esperemos la segunda venida de Cristo, sino también el Nuevo está lleno de la promesa de ella.

Vamos a ver aquellos textos en la Palabra de Dios en la Biblia, en diferentes versiones, que nos hablan de ese día, cuando el Rey de Reyes, cuando Jesucristo aparezca de nuevo, por segunda vez:
1 Corintios 1; 7 /2 Tesalonicenses 1; 7/1Pedro 1; 7 / 1Pedro 1:13 / 1Pedro 4:13  
2 Tesalonicenses 2; 8 / 1 Timoteo 6; 14 / 2 Timoteo 4;1/ 2Timoteo 4:8/ Tito 2.13 

La base de la Segunda Venida se encuentra en muchos pasajes de los Evangelios, especialmente en el discurso de Jesús, que tenemos mucho que conocer y haríamos bien en escudriñar con la ayuda del Espíritu, en Marcos 13. Jesús se refiere a sí mismo como el Hijo del Hombre que vendrá en la Gloria de su Padre con los ángeles. Podemos ver los siguientes textos en la Biblia. Si disponemos de varias versiones podemos enrriquecernos con su lenguaje.


Podemos leer con detalle en:
Marcos  8; 38/ Marcos 13; 24-27/Marcos 14; 62/Juan  14; 3/ Juan 14; 28 

La verdad universal más conmovedora y gloriosa, es la Segunda Venida de Jesucristo. Es la promesa segura de su futuro, ahora cuando se revelan todos los fracasos de esta sociedad moderna, cuando todo lo que nos rodea es pesimismo, tristeza, desempleo, corrupción. Cuando la gente se lamenta ¿Qué será de nosotros? ¿Hacia dónde vamos?, la Biblia responde con contundencia contestando a todas esas cosas con la segunda venida de Jesucristo, y señala los galardones que esperan a los escogidos por Dios.
En cuanto a la fecha o al tiempo exacto de ese acontecimiento glorioso, no  desafiaré a la Providencia aventurándome en conjeturas. No importa que  desconozcamos el tiempo exacto de su venida, lo esencial es que vivamos de tal manera que estemos preparados para ella en cualquier momento. Jesús dijo que ni los ángeles en el cielo sabía el día, sólo Dios conoce el instante en que habrán de resonar las poderosas trompetas, y en que los cielos se han de partir, para que Cristo y sus huestes celestiales aparezcan una vez más a la vista de los hombres.
El tiempo, según miden los ángeles que ven desde la eternidad, dista mucho de parecerse al modo que nuestra mente finita es capaz de medir. Nos aferramos a los escasos setenta u ochenta años de vida en la que permanecemos amarrados a esta vida terrenal. La permanencia temporal, nos impide asimilar el tiempo con respecto a quinientos, mil o dos mil años, nos parecen muy largos. Sin embargo, para Dios, tal lapso de tiempo es como un día.
Los que leen correctamente las Escrituras, a la vista de todos los acontecimientos actuales, piensan que estamos en los días postreros de la vida tal y como lo conocemos, sobre esta tierra, y que hemos entrado en la época final, en el último acto del grandioso drama que empezó hace miles de años en el Edén.
Jesús nos recomendó esperar y observar, leamos: Lucas 21:25-27 

Los últimos terremotos, huracanes y tsunamis han devastado y segado vidas a su paso. El cercano Oriente con sus guerras, la del Golfo, Irak, Afganistán, Libia, Siria. Son los primeros dolores del parto.
Con el restablecimiento de Israel como nación independiente y estado soberano,  con su ejército propio, moneda e identidad propias; la rueda de la historia ha descrito un ciclo tremendo y casi completo. Fue en aquella región rica y fértil del Cercano Oriente donde nuestra civilización tuvo su principio. De esa región limitada, se diseminó en todas direcciones. Circundó el globo, moviéndose firmemente, deteniéndose de vez en cuando, para recuperarse y fortalecerse, a veces atrapada en las garras poderosas de las muchas épocas oscuras de barbarie, ignorancia, impiedad y miedo. Ahora en nuestro tiempo, comienza a volver a los lugares de sus orígenes.
Los campos, largo tiempo sin cultivar y estériles, producen de nuevo su fruto. Si, las ramas de la higuera se hacen tiernas y sus hojas brotan, por todas partes aparecen las señales que debemos observar.