} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: GÉNESIS 1; 29 - 31

lunes, 5 de octubre de 2015

GÉNESIS 1; 29 - 31

  

Génesis 1:29  Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
 30  Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
 31  Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Las hierbas y las frutas deben ser la comida del hombre, incluido el maíz y todos los productos de la tierra. Que el pueblo de Dios ponga sobre Él su carga y no se afane por qué comerán ni qué beberán. El que alimenta las aves del cielo no permitirá que sus hijitos pasen hambre.


La Biblia no aborda el tema de la evolución. Más bien su cosmovisión da por sentado que Dios lo creó. El punto de vista bíblico de la creación no está en conflicto con la ciencia, pero sí está en conflicto con cualquier teoría que principie sin un creador. Al crear al ser humano, el Soberano del universo decidió delegar a la humanidad el señorío sobre la tierra. El poder y la autoridad humana para el ejercicio de este señorío se originan en el deseo divino de hacer a los seres humanos a su propia imagen y semejanza. La habilidad humana para regir la tierra descansará en su continua obediencia a la autoridad de Dios como Señor de la creación. Su poder para reinar en la vida dependerá de su fidelidad a la hora de obedecer la ley divina
Igualmente los cristianos comprometidos y sinceros han tenido que luchar con este tema del origen de las cosas y han llegado a conclusiones diversas. Por supuesto, esto es de esperarse ya que la evidencia es muy antigua y, debido a los estragos de las generaciones, muy fragmentada. Los estudiosos de la Biblia y de la ciencia deben evitar polarizaciones y pensamientos extremistas. Los primeros deben tener cuidado de no hacer que la Biblia diga cosas que no dice, así como los segundos no deben forzar a la ciencia a decir cosas que tampoco dice.
El aspecto más importante de esta discusión continua no es el proceso de la creación, sino el origen de la creación. El mundo no es un producto de la casualidad ni de la probabilidad; Dios lo creó.
La Biblia no sólo nos dice que Dios creó el mundo; más importante aún, nos dice quién es ese Dios. Nos revela la personalidad de Dios, su carácter y su plan para la creación. Además nos revela el deseo más profundo de Dios: relacionarse y tener comunión con la gente por medio de su visita histórica a este planeta en la persona de Su Hijo Jesucristo. Podemos conocer de una forma muy personal a este Dios que creó el universo.
Los cielos y la tierra están aquí. Nosotros estamos aquí. Dios creó todo lo que vemos y experimentamos. El libro de Génesis comienza, "En el principio creó Dios los cielos y la tierra".
Aquí comenzamos la más emocionante y plena de todas las aventuras. Dios observó que lo que había hecho era muy bueno. Nosotros somos parte de la creación de Dios y El está complacido por la manera en que nos creó. Si en ocasiones sentimos que carecemos de valor o que valemos poco, recordemos que Dios lnos creó por una buena razón. Somos valiosos para Él.