} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: TRANSFORMACIÓN INTERIOR

miércoles, 21 de octubre de 2015

TRANSFORMACIÓN INTERIOR

Juan 8:44  Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

1 Juan 3:15  Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él

Los líderes religiosos no eran capaces de entender porque no querían escuchar. Satanás utilizó su obstinación, su orgullo y sus prejuicios para impedirles que creyesen en Jesús.
Las actitudes y acciones de estos líderes claramente los identifica como seguidores de Satanás. Es posible que no hayan tenido conciencia de esto, pero su desprecio por la verdad, sus mentiras y sus intenciones homicidas indicaban cuánto control tenía el diablo sobre ellos. Eran sus herramientas para llevar a cabo sus planes; hablaban el mismo idioma de mentiras. Satanás sigue usando a las personas para obstruir la obra de Dios. Satanás dispone a los hombres a excesos por los cuales se asesinan a sí mismos y al prójimo, mientras lo que pone en la mente tiende a destruir las almas de los hombres. Él es el gran promotor de toda clase de falsedad. Es mentiroso, todas sus tentaciones las efectúa llamando bueno a lo malo y malo a lo bueno, y prometiendo libertad en el pecar. Él es el autor de todas las mentiras; a él se parecen y evocan los mentirosos, con quienes tendrá su porción para siempre, como todos los mentirosos. Las lujurias especiales del diablo son la maldad espiritual, las lujurias de la mente, y los razonamientos corruptos, la soberbia y la envidia, la ira y la malicia, la enemistad para con lo bueno, y estimular al prójimo al mal. Todo lo falso en el mundo le debe a él su existencia. ¡Qué versículo es éste! Presenta al diablo : como el asesino de la raza humana; pero esto aquí quiere decir en el sentido más profundo de muerte espiritual, lo presenta también  como el padre de esta familia humana caída, quien comunica a su descendencia sus propias pasiones malvadas y su oblicuidad universal, y a éstos estimula para el ejercicio activo. Pero como hay uno “más fuerte que él”, quien viene contra él y lo vence, pues solamente aquellos que “aman las tinieblas”, son llamados aquí hijos del diablo
 La verdad es la voluntad revelada de Dios para salvación de los hombres por Jesucristo, la verdad que ahora estaba predicando Cristo y a la cual se opusieron los judíos.
Debemos amar al Señor Jesús, valorar su amor, y por tanto, amar a todos nuestros hermanos en Cristo. Este amor es el fruto especial de nuestra fe, y señal segura de que somos nacidos de nuevo. Pero nadie que conozca rectamente el corazón del hombre puede asombrarse ante el desprecio y enemistad de la gente impía contra los hijos de Dios.
Sabemos que pasamos de muerte a vida: podemos saberlo por las pruebas de nuestra fe en Cristo, de las cuales una es el amor a los hermanos. La vida de la gracia en el corazón de la persona regenerada es el comienzo y el primer principio de la vida de gloria de la cual están destituidos los que odian a sus hermanos en sus corazones.
“El amor y el odio, como la luz y la oscuridad, de necesidad se reemplazan y de necesidad se excluyen la una a la otra.”

Juan repite las palabras de Jesús en el sentido de que uno que aborrece a otra persona es un homicida en su corazón. El cristianismo es una religión del corazón; no basta la obediencia exterior. El odio hacia alguien que lo trató mal es un cáncer maligno dentro de nosotros que finalmente nos destruirá. No permitamos que una "raíz" de amargura" crezca en nosotros ni en nuestra iglesia. Dios considera que la disposición interior es de tanta importancia como el hecho exterior motivado por ella.
El que aborrece (o no ama) a su hermano, no puede, en este su actual estado, gozar de la permanencia en él, de la vida eterna.