} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EFECTOS DE LA DOCTRINA ERRÓNEA EN UNA CONGREGACIÓN

sábado, 30 de marzo de 2024

EFECTOS DE LA DOCTRINA ERRÓNEA EN UNA CONGREGACIÓN

 

 

 En Apocalipsis 3:10 (Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. ), el Señor habla de "la hora de prueba" que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que moran sobre la tierra. Esta "hora de prueba" vino para probar a los descuidados creyentes profesantes de aquel tiempo. Satanás vino como un león para desviarlos de la verdad. Vamos a pensar acerca de tres aspectos de esta clase de prueba:

a. Esta clase de prueba es un juicio de Dios en el cual Dios tiene dos propósitos. El primero es para castigar al mundo que ha menospreciado su Evangelio. El segundo es para juzgar a aquellos que falsamente dicen ser creyentes. Esto significa que la prueba tiene un poder especial para cumplir el propósito de Dios. La Biblia habla de personas "que no recibieron el amor a la verdad para ser salvos", personas que no creyeron a la verdad sino que se complacieron en la injusticia. A fin de castigarlos, "Dios les envía un espíritu de error para que crean la mentira a fin de que sean condenados..." (2 Tesalonicenses 2:9-12 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,10  y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11  Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12  a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.).

Dios no ha cambiado. En su santa soberanía todavía envía tales pruebas las cuales nunca son en vano, sino que Dios les da poder para cumplir lo que Él quiere.

 b. Esta clase de prueba incluye la tentación de seguir el mal ejemplo de otros creyentes "profesantes" que tienen una reputación de ser piadosos. En los tiempos cuando la iniquidad aumenta, las normas generales de la piedad entre el pueblo de Dios disminuyen y se debilitan. Esta declinación empezará con unos pocos creyentes que comiencen a volverse negligentes en sus deberes cristianos, descuidados y mundanos. Estos creyentes se sienten "libres" para seguir sus deseos pecaminosos. Quizás al principio, otros creyentes les condenarán y les redargüirán, pero después de un tiempo se conformarán a su mal ejemplo. Muy pronto los verdaderamente piadoso serán la minoría y los otros la mayoría. Debemos tomar muy en serio el siguiente principio: "Un poco de levadura, leuda toda la masa" (1 Corintios 5:6  No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? y Gálatas 5:9 Un poco de levadura leuda toda la masa). ¿Qué se necesita para cambiar completamente el ambiente moral de una iglesia? Sólo se necesita que unos cuantos creyentes de una buena reputación continúen en su declinación espiritual y que la justifiquen ante los demás. Pronto una multitud seguirá su mal ejemplo. Es más fácil seguir a los muchos para hacer mal (Éxodo.23:2 No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios) que mantenernos firmes a favor de la justicia. El mismo principio es verdad en cuanto a las enseñanzas falsas.

 ¿Qué se necesita para cambiar la posición doctrinal de una iglesia? Todo lo que se necesita es que unos pocos creyentes de buena reputación apoyen y justifiquen la enseñanza falsa. No pasara mucho sin que la multitud comience a seguirle. Muy pocos creyentes se percatan de cuán fuerte es la tentación para seguir el ejemplo de otros. En cada época los creyentes deberían aprender a no poner su confianza en los hombres "piadosos", sino en la Palabra de Dios. Si somos humildes, consideraremos seriamente las opiniones y las prácticas de aquellos que tienen una reputación de ser piadosos. Sin embargo, si sus opiniones y prácticas son contrarias a la Palabra de Dios, no debemos seguir su ejemplo.

c. Esta clase de prueba generalmente incluye fuertes razones para seguir a la multitud hacia el mal. En el punto anterior señalamos que hay una fuerte tentación para seguir el ejemplo de personas que tienen una buena reputación o cargo. Además, estos líderes del mal pueden dar "buenas razones" para defender sus opiniones y prácticas. ¿Está usted dispuesto a pensar por sí mismo? o ¿Permitirá que otros piensen por usted? Si es así, entonces usted será muy fácilmente desviado  por las conclusiones falsas de otros. Por ejemplo, el Nuevo Testamento sin lugar a dudas, da una enseñanza muy clara con relación a la libertad que los creyentes tienen en Cristo. Tristemente, no es difícil para algunos pervertir esta enseñanza. Poco a poco, pero ciertamente, las salvaguardas de la santa ley de Dios son quitadas, y la libertad cristiana es convertida en un pretexto para el pecado. Si los creyentes fueran a ver desde el principio hasta dónde les conducirá esta enseñanza, con horror le volverían la espalda. Pudiera ser que algunos de estos maestros no se percaten al principio de las consecuencias que sus enseñanzas les traerán. Al principio, su desviación pudiera parecer pequeña e insignificante. Sin darse cuenta, los maestros y sus seguidores se desvían cada vez mas de la verdad hasta que cambian la verdad de Dios por una mentira" (Romanos 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.).

 Por ejemplo, hoy en día hay un número creciente de cristianos “profesantes” que están dispuestos a minimizar y a aun negar la condenación bíblica de las prácticas homosexuales. Esta es una ilustración moderna de esta advertencia. Otras ilustraciones de las desviaciones de los tiempos modernos son: métodos y tácticas de evangelismo que no tienen ningún apoyo bíblico; la omisión en la predicación evangelística de la necesidad del arrepentimiento y la sumisión al Señorío de Cristo; la disminución de las normas bíblicas para la membresía de la Iglesia y el descuido de la disciplina; la omisión o el abierto rechazo de doctrinas tan fundamentales como la predestinación; la depravación total humana; la elección incondicional; la expiación limitada; la gracia irresistible y la necesidad de una obra especial del Espíritu Santo para convertir a los inconfesos; la falta de una enseñanza clara sobre las evidencias de la regeneración, y las normas bíblicas para el proceso de la santificación. Antes bien se dan por buenas y consienten, de forma más o menos sutil, enseñanzas como: El libre albedrío o la capacidad humana; la elección condicional, donde enseña que Dios puso Sus manos sobre todos aquellos individuos que sabía, o preveía, que iban a responder al Evangelio; la redención universal o expiación general donde enseña que Cristo murió para salvar a todos los hombres; pero sólo de un modo potencial, la muerte de Cristo hizo posible que Dios perdonara a los pecadores, pero únicamente a condición que ellos creyeran; la obra del Espíritu Santo en la regeneración está limitada por la voluntad humana, donde enseña que el Espíritu Santo, cuando comienza la obra de traer a una persona a Cristo, puede ser eficazmente resistido y Sus propósitos frustrados; no podría impartir vida a menos que el pecador quisiera voluntariamente que esta vida le fuera impartida; la caída de la gracia. enseña que un hombre salvo, podría final y definitivamente perder la salvación. Esto es, por supuesto, el resultado lógico y natural de todo el sistema. Es decir, si el hombre debe tomar la iniciativa en su salvación, es él quien debe retener la responsabilidad del resultado final. Doctrinas como éstas han llevado a la desaparición de muchas congregaciones donde el Señor ha retirado Su candelero, Apocalipsis 2:5  Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 

c.  Hoy en día es común que se abuse de la enseñanza bíblica de la libertad cristiana. Muchos creyentes con base en ella se sienten libres para hacer casi cualquier cosa que quieran. Estas personas dicen que pueden escuchar cualquier cosa y argumentan que es su "libertad cristiana". Leen lo que quieren y no escuchan si cristianos sabios condenan como una falsa enseñanza lo que ellos están leyendo. Ellos escucharán entonces a cualquier falso maestro. Ellos se sienten completamente seguros de sí mismos, de que lo discernirán y de que no serán influenciados por lo que lean u oigan. ¿Cuál es generalmente el resultado de esta tontería? Pocos, muy pocos, salen sin ser dañados y otros resultan con su fe o su sana doctrina trastornadas.

Al mantener el principio de la libertad cristiana, nunca debemos olvidarnos del igualmente importante principio: “Todo está permitido, pero no todo es provechoso. Todo está permitido, pero no todo es constructivo”. (1 Corintios. 10:23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.). ¿En el lugar d culto que frecuento se han descuidado las doctrinas, se ha vuelto frio, lo mismo que ciertas compañías que mantengo, o ciertas metas que busco? ¿Impiden que yo tenga una obediencia total y consistente a Cristo? Si así es, entonces necesito ejercer “mi libertad” evitando estas cosas. ¿Realmente quiero evitar entrar en la tentación de la decadencia espiritual? Entonces, necesito ser sensible ante mi propia debilidad y depravación. Cada día debemos ocupar un tiempo considerando el gran peligro que involucra estar por mucho tiempo en un lugar así.  Si filtramos por la Palabra de Dios enseñanzas erróneas, seremos más sensibles y vigilantes.  

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