En Apocalipsis 3:10 (Por cuanto has guardado la palabra de mi
paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero,
para probar a los que moran sobre la tierra. ),
el Señor habla de "la hora de prueba" que ha de venir sobre el mundo
entero para probar a los que moran sobre la tierra. Esta "hora de
prueba" vino para probar a los descuidados creyentes profesantes de aquel
tiempo. Satanás vino como un león para desviarlos de la verdad. Vamos a pensar
acerca de tres aspectos de esta clase de prueba:
a. Esta clase de prueba es un juicio de
Dios en el cual Dios tiene dos propósitos. El primero es para castigar al mundo que ha menospreciado su Evangelio. El segundo
es para juzgar a aquellos que falsamente dicen ser creyentes. Esto significa
que la prueba tiene un poder especial para cumplir el propósito de Dios. La
Biblia habla de personas "que no recibieron el amor a la verdad para ser
salvos", personas que no creyeron a la verdad sino que se complacieron en
la injusticia. A fin de castigarlos, "Dios les envía un espíritu de error
para que crean la mentira a fin de que sean condenados..." (2 Tesalonicenses 2:9-12 inicuo cuyo advenimiento es por obra de
Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,10 y con todo engaño de iniquidad para los que
se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por esto Dios les envía un poder engañoso,
para que crean la mentira, 12 a fin de
que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se
complacieron en la injusticia.).
Dios no ha cambiado. En su santa
soberanía todavía envía tales pruebas las cuales nunca son en vano, sino que
Dios les da poder para cumplir lo que Él quiere.
b. Esta clase de prueba incluye la tentación
de seguir el mal ejemplo de otros creyentes "profesantes" que tienen
una reputación de ser piadosos. En los tiempos cuando la iniquidad aumenta, las
normas generales de la piedad entre el pueblo de Dios disminuyen y se
debilitan. Esta declinación empezará con unos pocos creyentes que comiencen a
volverse negligentes en sus deberes cristianos, descuidados y mundanos. Estos
creyentes se sienten "libres" para seguir sus deseos pecaminosos.
Quizás al principio, otros creyentes les condenarán y les redargüirán, pero
después de un tiempo se conformarán a su mal ejemplo. Muy pronto los
verdaderamente piadoso serán la minoría y los otros la mayoría. Debemos tomar
muy en serio el siguiente principio: "Un poco de levadura, leuda toda la
masa" (1 Corintios
5:6 No es buena vuestra
jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? y Gálatas 5:9 Un poco de levadura
leuda toda la masa). ¿Qué se
necesita para cambiar completamente el ambiente moral de una iglesia? Sólo se
necesita que unos cuantos creyentes de una buena reputación continúen en su
declinación espiritual y que la justifiquen ante los demás. Pronto una multitud
seguirá su mal ejemplo. Es más fácil seguir a los muchos para hacer mal (Éxodo.23:2 No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás
en litigio inclinándote a los más para hacer agravios) que mantenernos firmes a favor de la justicia. El
mismo principio es verdad en cuanto a las enseñanzas falsas.
¿Qué se necesita para cambiar la posición
doctrinal de una iglesia? Todo lo que se necesita es que unos pocos creyentes
de buena reputación apoyen y justifiquen la enseñanza falsa. No pasara mucho
sin que la multitud comience a seguirle. Muy pocos creyentes se percatan de
cuán fuerte es la tentación para seguir el ejemplo de otros. En cada época los
creyentes deberían aprender a no poner
su confianza en los hombres "piadosos", sino en la Palabra de Dios. Si somos
humildes, consideraremos seriamente las opiniones y las prácticas de aquellos
que tienen una reputación de ser piadosos. Sin embargo, si sus opiniones y
prácticas son contrarias a la Palabra de Dios, no debemos seguir su ejemplo.
c. Esta clase de prueba generalmente
incluye fuertes razones para seguir a la multitud hacia el mal. En el punto
anterior señalamos que hay una fuerte tentación para seguir el ejemplo de
personas que tienen una buena reputación o cargo.
Además, estos líderes del mal pueden dar "buenas razones" para
defender sus opiniones y prácticas. ¿Está usted dispuesto a pensar por sí
mismo? o ¿Permitirá que otros piensen por usted? Si es así, entonces usted será
muy fácilmente desviado por las
conclusiones falsas de otros. Por ejemplo, el Nuevo Testamento sin lugar a
dudas, da una enseñanza muy clara con relación a la libertad que los creyentes
tienen en Cristo. Tristemente, no es difícil para algunos pervertir esta
enseñanza. Poco a poco, pero ciertamente, las salvaguardas de la santa ley de
Dios son quitadas, y la libertad cristiana es convertida en un pretexto para el
pecado. Si los creyentes fueran a ver desde el principio hasta dónde les
conducirá esta enseñanza, con horror le volverían la espalda. Pudiera ser que
algunos de estos maestros no se percaten al principio de las consecuencias que
sus enseñanzas les traerán. Al principio, su desviación pudiera parecer pequeña
e insignificante. Sin darse cuenta, los maestros y sus seguidores se desvían
cada vez mas de la verdad hasta que cambian la verdad de Dios por una
mentira" (Romanos 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual
es bendito por los siglos. Amén.).
Por ejemplo, hoy en día hay un número
creciente de cristianos “profesantes” que están dispuestos a minimizar y a aun
negar la condenación bíblica de las prácticas homosexuales. Esta es una
ilustración moderna de esta advertencia. Otras ilustraciones de las
desviaciones de los tiempos modernos son: métodos y tácticas de evangelismo que
no tienen ningún apoyo bíblico; la omisión en la predicación evangelística de
la necesidad del arrepentimiento y la sumisión al Señorío de Cristo; la
disminución de las normas bíblicas para la membresía
de la Iglesia y el descuido de la disciplina; la omisión o el abierto rechazo
de doctrinas tan fundamentales como la predestinación; la depravación total humana; la elección incondicional; la expiación limitada; la
gracia irresistible y la necesidad
de una obra especial del Espíritu Santo para convertir a los inconfesos; la
falta de una enseñanza clara sobre las evidencias de la regeneración, y las
normas bíblicas para el proceso de la santificación. Antes bien se dan por buenas y
consienten, de forma más o menos sutil, enseñanzas como: El libre albedrío o la
capacidad humana; la elección
condicional, donde enseña que Dios puso Sus manos sobre todos aquellos
individuos que sabía, o preveía, que iban a responder al Evangelio; la
redención universal o expiación general donde enseña que Cristo murió
para salvar a todos los hombres; pero sólo de un modo potencial, la muerte de
Cristo hizo posible que Dios perdonara a los pecadores, pero únicamente a
condición que ellos creyeran; la obra del Espíritu Santo en la regeneración
está limitada por la voluntad humana, donde enseña que el Espíritu
Santo, cuando comienza la obra de traer a una persona a Cristo, puede ser
eficazmente resistido y Sus propósitos frustrados; no podría impartir vida a
menos que el pecador quisiera voluntariamente que esta vida le fuera impartida; la caída de la
gracia. enseña que un hombre salvo, podría final y definitivamente
perder la salvación. Esto es, por supuesto, el resultado lógico y natural de
todo el sistema. Es decir, si el hombre debe tomar la iniciativa en su
salvación, es él quien debe retener la responsabilidad del resultado final. Doctrinas como éstas han llevado a la desaparición de muchas congregaciones donde el Señor ha retirado Su candelero, Apocalipsis 2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
c. Hoy en día es común que se abuse de la
enseñanza bíblica de la libertad cristiana”.
Muchos creyentes con base en ella se sienten libres para hacer casi cualquier
cosa que quieran. Estas personas dicen que pueden escuchar cualquier cosa y
argumentan que es su "libertad cristiana". Leen lo que quieren y no
escuchan si cristianos sabios condenan como una falsa enseñanza lo que ellos
están leyendo. Ellos escucharán entonces a cualquier falso maestro. Ellos se
sienten completamente seguros de sí mismos, de que lo discernirán y de que no
serán influenciados por lo que lean u oigan. ¿Cuál es generalmente el resultado
de esta tontería? Pocos, muy pocos, salen sin ser dañados y otros resultan con
su fe o su sana doctrina trastornadas.
Al mantener el principio de la libertad
cristiana, nunca debemos olvidarnos del igualmente importante principio: “Todo
está permitido, pero no todo es provechoso. Todo está permitido, pero no todo
es constructivo”. (1 Corintios. 10:23 Todo me es lícito,
pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.). ¿En el lugar d culto que frecuento se han descuidado las doctrinas, se ha vuelto frio, lo mismo que
ciertas compañías que mantengo, o ciertas metas que busco? ¿Impiden que yo
tenga una obediencia total y consistente a Cristo? Si así es, entonces necesito
ejercer “mi libertad” evitando estas cosas. ¿Realmente quiero evitar entrar en
la tentación
de la decadencia espiritual?
Entonces, necesito ser sensible ante mi propia debilidad y depravación. Cada
día debemos ocupar un tiempo considerando el gran peligro que involucra estar por mucho tiempo en un
lugar así. Si filtramos por la Palabra de Dios enseñanzas
erróneas, seremos más sensibles y vigilantes.
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