} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO

miércoles, 25 de octubre de 2023

¿EN QUÉ CLASE VIAJA USTED? ( Tercera parte)


A ti que estás leyendo este blog te pregunto ¿Crees tú en el Hijo de Dios? (Juan 5; 35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?) Si crees en tu corazón y confiesas con tu boca: “como pecador digno de ser castigado, he encontrado en Jesús a uno en quien puedo confiar mi vida con toda seguridad, ya que Él con su sacrificio en la Cruz del Calvario derramó Su sangre para perdón de mis pecados y restablecer así la paz con Dios.”

¡Ah, qué Salvación tan admirable! Es digna de Dios mismo. Con ella satisfice los deseos del amor de Su corazón, da Gloria a su amado Hijo y asegura la salvación a todo pecador que crea en Su Hijo como Salvador y Señor. ¡Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien así ordenó que su propio Hijo llevase a término esta grande obra, y recibiese por ella la alabanza; y que tú y yo, pobres criaturas culpables, no solo alcanzásemos toda bendición por creer en Él, sino que además gozásemos eternamente de la bienaventurada compañía de Aquel que nos ha bendecido! “Proclamen conmigo la grandeza de YAHWEH; exaltemos juntos Su Nombre” Salmo 34; 3

Permitidme recordar a Paz, una mujer que decía que creía en Jesús pero insistía en sus buenas obras para ser salva. Aunque ella misma me decía: ¿Cómo es que no tengo completa certeza de que estoy salvada? Muy sencillo, le contestaba, usted no descansa en la obra de Jesús en la cruz del Calvario. El remedio es que usted se ponga en el lugar del ladrón arrepentido, él no pudo bajarse de la cruz para dar limosna a los pobres; ni pudo hacer nada para ganar la salvación. Acto seguido leímos en el Evangelio de Lucas los versículos donde hacen referencia a este caso particular. Lucas 23:40  Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41  Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. 42  Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43  Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

El Espíritu Santo “tocó” el corazón de Paz y recibió la fe para creer y reconocerse como aquel ladrón arrepentido. Nunca olvidaré aquella expresión en su rostro y el brillo de sus ojos. Sus amigas se dieron cuenta también. Una de ellas, Alejandra, decía: ¿Cómo es que si bien un día los sentimientos de mi corazón me aseguran que estoy salvada, casi siempre al día siguiente me veo asaltada de dudas? Fijaron sus ojos en mí, esperando una respuesta. La Palabra de Dios tiene la respuesta para calmar la tempestad de un corazón golpeado por las olas de la duda. Voy a a explicarle en qué consiste su equivocación. ¿Ha visto alguna vez que un marinero cuando quiera anclar un barco, arroje el áncora dentro del mismo barco? Nunca ¿Verdad? Siempre habrá visto arrojar el ancla al mar para inmovilizar el barco y esté seguro. Su caso es muy similar. Quizás está muy convencida de que es la muerte muerte de Cristo tan solamente la que le consigue la salvación, pero se figura que sus sentimientos internos son los que le ha de dar la CERTEZA de que está salvada. Leamos la Biblia, porque quiero que vea en ella el modo como Dios da al hombre el Conocimiento de la Salvación. En 1Juan 5:13  Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

Por este versículo nos enseña cómo el creyente puede saber que tiene la vida eterna. En ningún lado la Palabra de Dios dice: “Estos gozosos sentimientos os he dado, a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios; para que sepáis que tenéis vida eterna”. Ojalá podamos decir como David en el Salmo 119; 113 Aborrezco a los hombres hipócritas,  pero amo tu Ley.

Las Escritura Sagrada da la relación de un acontecimiento que viene muy al caso para explicar como podemos tener certeza de la salvación, según el verso anteriormente citado.

Este acontecimiento es la salida del pueblo de Israel de la tierra de Egipto, Éxodo capítulo 12.

¿Cómo podían saber de cierto los primogénitos de los millares de Israel, que estaban en seguridad durante la terrible noche de Pascua, y del castigo de Egipto? Visitemos, en nuestra imaginación, dos de sus casas, oigamos lo que allí se dice. Penetramos en una, y encontramos a los individuos de aquella familia temblando de miedo, y llenos de dudas.

¿A qué causa se deben la palidez y el temblor de todos los que estáis en casa? Preguntamos; y el primogénito nos dice que es debido a que el Ángel Exterminador va pasando por toda la tierra de Egipto, matando a los primogénitos, y que por tanto no sabe qué será de él en tan terrible noche. “Cuando el Ángel Exterminador haya pasado de largo nuestra casa”, dice el primogénito, “y la noche del castigo haya pasado, entonces sabré que estoy salvado”, mas entretanto no puedo ver como tener perfecta certidumbre de salir bien de esta noche. Nuestros vecino de al lado, continúa él, dicen que están convencidos de su salvación, pero yo creo que quien esto diga es muy presuntuoso. Lo mejor que puedo hacer es ver pasar esta larga y triste noche deseando me vaya bien.

Pero ¿Acaso no ha provisto el Dios de Israel un medio para dar seguridad a su pueblo? Preguntamos. En verdad que si, y nosotros ya la hemos puesto en práctica. La sangre de un cordero de un año, de un cordero sin mancha ni defecto alguno, ha sido debidamente rociada con un manojo de hisopo sobre el dintel y los dos postes de la puerta de nuestra casa; mas a pesar de esto, no estamos seguros de salir ilesos.

Dejamos esta casa ya éstas gentes atribuladas por la duda, y entremos en la casa vecina.

¡Qué notable contraste se ofrece en ella nada más entrar! La confianza resplandece en todos los rostros. Los vemos a punto de marcha, ceñidos sus vestidos a la cintura, bastón en mano, comiendo de pie del cordero asado. Les preguntamos ¿Podréis decirnos la causa de vuestra alegría y tranquilidad en noche tan sombría cómo esta? Y nos responden: “Estamos aguardando de parte de Jehová las órdenes de ponernos en marcha, y entonces daremos al último adiós al látigo del cruel capataz, y la dura esclavitud de Egipto”

Pero ¿Pero olvidáis que esta noche el Ángel de Dios recorre la tierra hiriendo de muerte a los primogénitos? Les decimos.

-No lo olvidamos. Mas también sabemos que nuestro primogénito está en seguridad. La sangre del cordero ha sido rociada, según nuestro Dios lo mandó.

-También lo ha sido en la casa de al lado, y, sin embargo, en ella están tristes porque dudan de su seguridad.

-Pero, además de la sangre rociada, tenemos el testimonio que Dios mismo ha dado de ella con su Palabra Inmutable. Dios ha dicho: “Veré la sangre y pasaré de vosotros”. Él está satisfecho con ver la sangre allí fuera, y nosotros descansamos seguros sobre su Palabra aquí dentro:”

La Sangre rociada nos da Salvación.

La Palabra hablada nos da la Certeza de ella

 

Mi estimado lector: Te hago una pregunta ¿Cuál de estas dos familias, te parece, está más salva? Te agradecería  una respuesta

miércoles, 18 de octubre de 2023

ESTUDIO DEL LIBRO DE JOB Capítulo 7; 4-6


Job 7:4  Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré?

 Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba.

 

Cuando me acuesto, digo, ¿Cuándo me levantaré... O "entonces digo", etc.; es decir, tan pronto como se acostó en su cama y se esforzó por conciliar el sueño para descansar y refrescarse; luego decía dentro de sí, o con voz articulada, a los que estaban a su alrededor, que estaban sentados con él; oh que fuera hora de levantarse; ¿Cuándo será la mañana para levantarme de mi lecho, lo cual no me sirve de nada, sino que más bien aumenta el cansancio?

 

Y la noche se habrá ido? y el día amanece y despunta; o "noche" o "la tarde se medirá", o "se mide a sí misma"; o que "él", es decir, Dios, o "ello", mi corazón, "mide la tarde", o "noche"; la alarga hasta su máximo tiempo: a una persona descompuesta, que no puede dormir, la noche le parece larga; tales cuentan cada hora, avisan cada reloj que suena y anhelan ver el comienzo del día; estos son los que velan por la mañana, Salmo 130:6 (Mi alma espera á Jehová Más que los centinelas á la mañana. Más que los vigilantes á la mañana.)

 

Y estoy lleno de sacudidas de aquí para allá hasta el amanecer; o "hasta el crepúsculo"; el crepúsculo de la mañana; aunque algunos lo entienden del crepúsculo o tarde del día siguiente, 1Samuel 30:17 Y dijo David al sacerdote Abiathar hijo de Ahimelech: Yo te ruego que me acerques el ephod. Y Abiathar acercó el ephod á David.  e interpretar "las sacudidas de un lado a otro" de las fatigas y trabajos del día, y de los dolores y miserias del mismo, prolongados hasta la víspera del día siguiente; sino más bien deben entenderse por los cambios de su mente, sus pensamientos angustiados y perplejos dentro de él de los que estaba lleno; o de los movimientos de su cuerpo, de sus frecuentes vueltas sobre su cama, de un lado a otro, para aliviarlo; y con estos quedó "lleno" o "saciado"; tenía suficientes y demasiados; Estaba harto y saciado de ellos, como lo está un hombre que come en exceso, como significa la palabra.

 

Job 7:5  Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo;

 Mi piel hendida y abominable.

 

Mi carne está revestida de gusanos y terrones de polvo... No como sería en la muerte y en la tumba, como lo interpreta Schmidt, cuando sería comida con gusanos y reducida a polvo; pero como era entonces, sus úlceras engendraban gusanos o piojos, como algunos (y); estos se extendieron por su cuerpo: algunos piensan que era la enfermedad vermicular o pedicular que tenía, y las costras de ellos, que estaban sobre él como una costra continua, eran como una prenda para él; o esas llagas suyas, chorreando materia purulenta, y él sentado y revolcándose en polvo y cenizas, y esta humedad mezclándose con ellas, y coagulándose, formaban terrones de polvo, que lo cubrían por todas partes; ¡Un espectáculo deprimente para contemplar! ¡Un santo precioso en un cuerpo vil!

Mi piel está quebrantada, por llagas y úlceras por todas partes, y reseca y hendida por el calor y la rotura de ellas.

Y volverse repugnante; a sí mismo y a los demás; extremadamente nauseabundo y extremadamente desagradable tanto para la vista como para el olfato: o "licuado"; humedecido con materia corrupta que fluye de las úlceras en todas partes de su cuerpo; la palabra en árabe significa una herida grande, amplia y abierta, como ha observado un erudito; y es como si dijera, quienquiera que observe todo esto, este largo tiempo de angustia, de noche y de día, y qué figura tan impactante era, como aquí representado, ¿podría culparlo por desear la muerte de la manera más apasionada?

 

Job 7:6  Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor,

 Y fenecieron sin esperanza.

   

Mis días son más veloces que la lanzadera de un tejedor,... Que se mueve muy rápidamente, siendo lanzada rápida y velozmente de un lado a otro; algunas versiones lo convierten en "un corredor" uno que corre una carrera a pie o monta a caballo; se utilizan otros símiles para exponer la rapidez y la rapidez de los días del hombre; como también se representan en otros lugares, tan rápidos como un cuento contado, una palabra expresada o un pensamiento concebido, Salmo 90:9 (Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento); y por eso aquí, en la Septuaginta, se dice que son "más rápidos que el habla", aunque se traduce incorrectamente: esto debe entenderse, no de sus días de aflicción, angustia y dolor; porque estos, en su aprensión, se movían lentamente, y podría haberse alegrado de que hubieran ido más rápido; pero sus días en común, o particularmente sus días de prosperidad y placer, pronto terminaron para él; y que a veces deseaba nuevamente,

Y se agotan sin esperanza; no sin esperanza de felicidad en otro mundo, pero sin esperanza de recuperar su felicidad exterior en este; del cual Elifaz le había dado algo de él, pero no tenía ninguna esperanza al respecto.

lunes, 16 de octubre de 2023

¿EN QUÉ CLASE VIAJA USTED? ( segunda parte)

 

 

Hechos 16; 25-32

Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

 

Existen millares de hombres sagaces y previsores en todo cuanto se refiere a sus intereses en éste mundo, pero que tratándose de los intereses eternos parecen afectados de ceguera. A pesar del infinito amor de DIOS hacia los pecadores, manifestado en el Calvario; a pesar de su declarado aborrecimiento al pecado; a pesar de la evidente brevedad de la vida del hombre y de la terrible probabilidad de encontrarse después de la muerte con un remordimiento insoportable en el infierno, al otro lado de aquella sima que separa los salvados de los perdidos; a pesar, digo, de todo esto, el hombre corre descuidado a su triste fin, como si no existiera ni DIOS, ni muerte, juicio, cielo o infierno. Si tú, lector de este blog, fueses uno de tantos, ruego a DIOS que tenga misericordia de ti, y que en éste mismo momento te abra los ojos para reconocer tu peligrosísima situación, al permanecer en la resbaladera orilla de una infelicidad sin fin.

Mi estimado lector, tanto si lo crees, como si no, tu situación es sumamente crítica. No dejes para otro día los asuntos de la Eternidad. La dilación es un arma de Satanás para engañarte y perder tu alma, portándose en esto, en su verdadero carácter no solo como un ladrón, si no también como un homicida. Cuán verdadero es el refrán que dice: “El camino de más tarde conduce a la ciudad de nunca.” Deseo, mi estimado, que no sigas tu viaje por este camino, pues “ahora es el día de la Salvación”.

Acaso alguno que lea dirá: “yo no permanezco indiferente a los intereses de mi alma, pero es el caso que me da la más viva angustia por causa de la INCERTIDUMBRE; pudiera ser, siguiendo el símil, que estoy entre los viajeros de Segunda clase.”

 Pue bien, amigo lector; tanto la indiferencia como la incertidumbre son hijas de una misma madre, que es la incredulidad. La indiferencia procede de la incredulidad en lo tocante al pecado y a la rutina en que el hombre yace. La incertidumbre procede de la incredulidad tocante al infalible remedio que DIOS ofrece. Estas publicaciones en el blog, van dirigidas especialmente a aquellos que, como tú, desea tener la complete e inequívoca certeza de su salvación. Me explico tu ansiedad, también pasé por ese estado, y estoy convencido de que cuanto más sinceramente te sientas interesado en este tema de importancia suma, mayor será tu avidez, hasta que tengas la certeza de que, en realidad, estás salvado para siempre. Porque “¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma?”

 

Supongamos el siguiente caso: El hijo único de un padre amoroso está navegando, cuando llegan noticias de que el buque ha naufragado en una costa lejana. ¿Quién será capaz de describir la angustia que la incertidumbre produce en el corazón de aquel padre, hasta que puede asegurarse, por testimonio veraz y fehaciente, de que su hijo está sano y salvo?

O supongamos este otro caso: Estás muy lejos de tu casa, en noche oscura y borrascosa. E ignoras el camino por donde andas. Llegas a un sitio donde el camino que seguías se divide en dos, y pregunta a un transeúnte, cuál de los dos caminos es el que conduce a la población a la que te diriges, y aquel te contesta: “Supongo que será éste, y tomándolo espero que llegará a la población que usted ha nombrado. ¿Te dejaría satisfecho una contestación tan vaga? Seguro que no; te es preciso saber con certeza, que ese, y no otro, es el camino que buscas; de lo contrario, a cada paso que des avanzando hacia él, aumentarán tus dudas. No debe sorprendernos, pues, que haya hombres y mujeres que no pueden comer ni dormir tranquilos en tanto que el problema de la salvación de sus almas queda por resolverse.

 

Triste es perder los bienes:

Perder la salud, aún más;

Perdiendo el alma ¡Oh pecador!

Ya sin remedio estás

 

Ahora bien, estimado lector, con el auxilio del Espíritu Santo, deseo exponer a tu consideración tres asuntos que, empleando el lenguaje de la Palabra de Dios en la Biblia, los denominaremos como sigue:

1º.- El Camino de la Salvación

2º.- El Conocimiento de la Salvación

3º,- El Gozo de la Salvación.

 

Estos tres asuntos, no obstante de estar tan íntimamente relacionados, tienen, cada uno de ellos, una base propia, de tal manera que puede darse el caso de que una persona conozca el camino de la Salvación sin tener la seguridad personal de estar salvada; como también se puede dar el caso de que sepa que está salvada, y a pesar de ello no tener de una manera constante el gozo que debe acompañar a este conocimiento.

Trataré, pues, en primer término del Camino de la Salvación.

El Antiguo Testamento abunda en figuras o sombras de cosas espirituales. El Apóstol Pablo las emplea también muchas veces en sus cartas, como por ejemplo: en la primera Carta a los Corintios capítulo 9, versículo 9 dice: “No pondrás bozal al buey que trilla”, deduciendo a continuación la lección espiritual que encierra. Veamos, pues, una de estas figuras.

 En el Libro del Éxodo capítulo 13, verso 13, leemos las palabras siguientes, salidas de la boca de Yahvéh: “Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, le degollarás: asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos”.

Ahora imaginemos una escena ocurrida hace tres mil años. Ved a dos hombres que están en animada conversación, el uno u Sacerdote de Dios, y el otro un israelita muy pobre. Acerquémonos y escuchemos lo que dicen. Pronto comprenderemos que el asunto de que tratan es de importancia, y que se ocupan de un borriquillo que se ve junto a ellos.

“He venido a preguntar”, dice el israelita, “ si no se podría hacer una excepción compasiva en favor de mi, por esta sola vez. Esta bestezuela es la primogénita de una asna que tengo y aunque estoy enterado de lo que la ley demanda en tales casos, confio que se le perdonará la vida. Yo soy muy pobre en Israel, y me vendría muy mal perder es borriquito”.

El sacerdote contesta con firmeza: “ Pero la ley de Dios es mu clara, y no admite dudas: todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, le degollarás. Trae pues el cordero.”

-“¡Ah señor!, ¡no tengo ningún cordero!”

-“Entonces ve, compra uno y vuelve, o de lo contrario, el asno habrá de ser muerto. O el asno ha de morir o el cordero en su lugar.”

-“¡Triste de mi” contesta el israelita, “entonces todas mis esperanzas se desvanecen porque soy demasiado pobre para comprar un cordero”.

Mas, he aquí, que durante el curso de esta conversación. Una tercera persona se une a ellos y después de enterada del triste relato del pobre hombre se vuelve hacia él, y bondadosamente le dice: ”No te desanimes; yo puedo suplir tu necesidad”, y añade: “Tengo en cas, en este cerro cercano, un cordero, criado en nuestro mismo hogar,  que no tiene mancha ni defecto alguno; jamás tampoco se descarrió, y es muy querido de cuantos están en casa: voy por él”. Al poco tiempo esta de vuelta, trayendo el cordero, que momentos después está junto al borriquillo.

Entonces el corderillo es atado al altar, es inmolado, y sus sangre derramada, y por fin es consumido del fuego. El justo sacerdote se vuelve al pobre israelita, y le dice: “Llévate el borriquillo a casa y está seguro de que desde ahora no hay que degollarse. El corderito ha muerto en lugar del asno, y por lo tanto, éste, en justicia, debe ir libre, gracias a tu generoso amigo”.

Ahora bien, mi estimado lector: ¿No ves en este relato la enseñanza que  Dios nos da de la salvación de un pecador? Su justicia exige por tus pecados “ la degollación” es decir, el justo castigo tuyo. La única alternativa es la muerte de un sustituto aprobado por Dios”.

El hombre jamás hubiese hallado lo que necesitaba para salir de su desesperada situación: mas Dios encontró en la persona de Su Hijo. Dios mismo ha proveído el CORDERO.  Juan Bautista dijo a sus discípulos, mientras se fijaba las miradas en JESÚS: “ He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”  (Juan 1;29)

Y, en efecto, JESÚS subió al Calvario, “ llevado como un Cordero al matadero” y allí “padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1ª Pedro 3; 18) “El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4; 25) De modo que Dios no cede una tilde de sus justas y santas reclamaciones contra el pecado cuando justifica, es decir, cuando absuelve de toda culpa al impío que cree en JESÚS. ( Romanos 3; 26)

¡Bendito se DIOS por tal SALVADOR, y por tal SALVACIÓN!

miércoles, 11 de octubre de 2023

¿EN QUÉ CLASE VIAJA USTED? (Primera parte)

 

 

 He aquí una pregunta que suele oírse en las estaciones de ferrocarril, o en los aeropuertos nacionales en cada país. Permíteme, mi querido lector, que te dirija la misma pregunta a ti, porque tú también, aunque no te des cuenta, estás viajando de este mundo a la Eternidad, y puede ser que muy pronto entres en esa nueva vida. Creemos que la muerte solo llama a la puerta a los demás, vecinos, amigos etc. Pero ¿Tienes la garantía de que mañana vas a estar respirando? Me gustaría contarte algo que he vivido muy de cerca en los últimos días. 

Una mujer de 65 años, por nombre Paz, a través del blog que edito y del grupo que he “creado” en Facebook, comenzó a seguir los articulos y publicaciones sobre la Salvación por Fe en Jesucristo. Ella siempre decía que ella creía, que tenía fe en Jesucristo pero que eso no bastaba, que hacía obras de caridad a ongs, Cáritas, etc. Por medio de la Palabra de Dios en la Biblia, le mostraba el error de su creencia, fruto de la enseñanza herética de la iglesia romanista. Sus amigas la animaron a unirse los domingos para escuchar un estudio expositivo de diversos libros de la Biblia. Una de esas veces pude participar en esa reunión y comprobé “la ceguera espirtual” tras su testarudez. Oramos por la Misericordia de Dios para ella, y que Su Gracia “tocara” por el Espiritu Santo su corazón. Y el “toque” del Espiritu llegó por el poder de la Palabra de Dios en el pasaje que sigue en el Evangelio de Lucas 23; 28 al 43, que puedes leer a continuación:

28  Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

29  Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.

30  Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.

31  Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?

32  Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.

33  Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

35  Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.

36  Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre,

37  y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

38  Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

39  Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

40  Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?

41  Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

42  Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43  Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

 

Resalto en rojo los versículos que produjeron la coversión de esta creyente.

El dia de su fallecimiento ella escribió en Facebook: “Nunca antes había tenido un sueño tan reparador como el de anoche. Fue la tarde de ayer muy especial gracias a su planteamiento de cómo se produce la Salvación por la fe en Jesucristo. Toda mi seguridad en lo que yo creía, se esfumó cuando me vi retratada junto a la cruz del Calvario. No sé cómo explicarlo, pero dejé de luchar mentalmente; mis oídos escucharon y mi mente comprendió la sencillez de la única forma de ser salvada, creer en Jesucristo y su sacrificio expiatorio. Lo demás ya lo saben ustedes.” Y la misma mañana del día de su partida “Ahora entiendo el significado de ser peregrinas en este mundo. Ligeras de carga, sin ataduras por las riquezas. Una vez más, tiene toda la razón.”

Y esta fue mi contsetación:” la Palabra de Dios en la Biblia nos enseña como caminar en este mundo. Miré lo que dice el Apóstol Pablo en su carta a lo Romanos 12; 1-2 "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

Si su mente se deja " resetear" o limpiar de todo lo que las corrientes, pensamientos, filosofías y sistemas de educación han introducido en ella, la Palabra de Dios por el poder del Espíritu Santo irá transformando su modo de pensar para ir formando en usted el carácter de Cristo. Jesús no se aferró a nada de este mundo, los apóstoles tampoco. Y nosotros tenemos el manual de instrucciones en la Biblia para saber cómo debemos conducirnos en esta vida poniendo los ojos en la vida después de la muerte, que es la verdadera vida. El Libro de la Biblia no está para exponerlo abierto o cerrado y que quede muy bonito donde esté colocado, o leerlo sólo los domingos. Le aconsejo que se habitue a leer la Biblia cuantas más veces al día mejor. Y lo que no entienda pregunté, y si está a mi alcance le explicaré o buscaré quién pueda hacerlo. Dedique tiempo a conocer el carácter de Jesús a través de los Evangelios. Vaya poco a poco. Antes de cada lectura, hable con Dios, pídale que Su Espíritu le ayude para entender y obedecer lo que demanda de usted.

Para decir que conoce a una persona, tiene que pasar tiempo con ella. Así nosotros para conocer a laTrinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo debemos pasar cuanto más tiempo con Ellos mejor, y sólo podrá hacerlo en las páginas de la Biblia. Dios le bendiga”.

Paz, sin saberlo, estaba terminando su viaje, estaba llegando al final. Recibió un mensaje del Sergas en la mañana del jueves día 6 de octubre para “vacunarse contra el –vid”. Según un familiar la acompañó a esa cita. Por la tarde se encontró mal, acudió al hospital donde le detectaron un Ictus hemorrágico severo. Su viaje terminó en la mañana del viernes 7. Me dieron la noticia el sábado 8 a las 14.30h.

No sé si sabéis cómo duele ese tipo de noticias. Pero a pesar del dolor, pude recordar su rostro cuando recibió a Jesucristo como Salvador y Señor de su vida pocos días antes. A través de las lagrimas pude ver con los ojos de la fe, que ella estaba gozando cara a cara viendo el rostro de Cristo, algo que anhelo contemplar.

 

Permíteme, repito, que con el mayor interés te pregunte: “¿En que clase estás viajando?”

No hay más que tres clases, y te explicaré cuáles son, para que tú mismo en conciencia te pruebes, como si estuvieses en la presencia de Aquél “a quien tenemos que dar cuenta”.

Pudiéramos decir que en PRIMERA clase viajamos aquellos que estamos salvados y sabemos que lo estamos por la Gracia de Dios por Fe en la Obra de Redención de Su Hijo Jesucristo en la Cruz del Calvario.

En SEGUNDA clase, aquellos que no tienen la certeza de su salvación, o temen perderla,   pero que ansían tener la seguridad completa.

Y en TERCERA clase, aquellos que tanto no están salvados, como que son totalmente indiferentes a esta cuestión. Incluso se burlan con sorna, llegando a blasfemar contra Dios.

De nuevo te pregunto: ”¿En cuál de éstas tres clases están viajando?”. Sería una locura por tú parte el permanecer indiferente en lo que se refiere a dónde vas a pasar tu vida después de la muerte.

Si te identificas con el ladrón arrepentido, como la mujer de esta historia real, viajarás en PRIMERA clase, un privilegio que recibes por la Gracia de Dios.

(CONTINUARÁ)


martes, 10 de octubre de 2023

ESTUDIO DEL LIBRO DE JOB Capítulo 7; 1-3

 

  

Job 7:1 ¿No es acaso brega la vida del hombre sobre la tierra,

 Y sus días como los días del jornalero?

 

¿No hay un tiempo señalado para el hombre sobre la tierra... Hay un tiempo determinado para su venida al mundo, para su permanencia en él y para su salida de él; esto es para el hombre "en la tierra", con respecto a su ser y morada aquí, no en el otro mundo o estado futuro: no en el cielo; allí no hay un tiempo determinado y limitado para el hombre, sino una eternidad; la vida en la que entrará es eterna; la habitación, mansión y casa en la que habitará, son eternas; Los santos estarán para siempre con Cristo, en cuya presencia hay deleites para siempre: ni en el infierno; el castigo allí será eterno, el fuego será inextinguible y eterno, el humo de los tormentos de los condenados ascenderá por los siglos de los siglos; pero los días y el tiempo de los hombres en la tierra no son más que una sombra y pronto desaparecen; son de la tierra, terrenales, y regresan a ella en un tiempo determinado, tiempo cuyos límites no pueden traspasarse: esto es cierto para la humanidad en general, y para Job en particular.

 La palabra "Enosh", utilizada aquí, significa, como se observa comúnmente, un hombre mortal, frágil y débil; Broughton lo traduce como "hombre triste"; como todo hombre es más o menos. Incluso un hombre de dolores, y familiarizado con los dolores, los atiende, tiene una experiencia de ellos: este es el destino común de la humanidad; y si se les inflige algo más de lo normal, no pueden soportarlo; y estos dolores los pone fin la muerte en el tiempo señalado, lo que los hace deseables; ahora, viendo que hay un tiempo determinado para la vida de cada hombre en la tierra, y lo había para la de Job, del cual estaba bien seguro; y, por toda la apariencia de las cosas y por los síntomas que presentaba, este tiempo estaba cerca; por lo tanto, no debe considerarse criminal en él, considerando sus extraordinarias aflicciones, y que eran intolerables, el que deseara tan fervientemente que llegara el momento. Aunque en sus pensamientos más serios decidió esperar: algunos pronuncian las palabras: "¿No hay guerra para los hombres en la tierra?" la palabra se traduce así en otros lugares, particularmente en Isaías 40:2 ("Hablad al corazón de Jerusalén y proclamadle que su condena ha terminado y su iniquidad ha sido perdonada, que de la mano de Jehovah ya ha recibido el doble por todos sus pecados."); el estado de cada hombre en la tierra es un estado de guerra; esto lo dicen frecuentemente los filósofos estoicos; lo mismo ocurre con los hombres naturales y no regenerados, que a menudo están en guerra unos con otros, que surgen de las concupiscencias que luchan en sus miembros; y especialmente con el pueblo de Dios, la simiente de la mujer, entre la cual y la simiente de la serpiente ha habido enemistad desde el principio; y consigo mismos, con los problemas de la vida, las enfermedades del cuerpo y las diversas aflicciones con las que tienen que entrar en conflicto y luchar: y más especialmente la vida de los hombres buenos aquí es un estado de guerra, no sólo de los ministros de la palabra, o personas en cargos públicos, pero de creyentes privados; que sean buenos soldados de Cristo, entren voluntarios a su servicio, luchen bajo sus estandartes y sean como hombres; estos tienen muchos enemigos con quienes combaten. Algunos en el interior, las corrupciones de los corazones, que luchan contra el espíritu y la ley de sus mentes, que forman una compañía de dos ejércitos que militan uno contra el otro; y otros de afuera, como Satanás y sus principados y potestades, los hombres del mundo, los falsos maestros y similares: y estos están apropiadamente vestidos para tal servicio, teniendo toda la armadura de Dios provista para ellos; y tienen gran estímulo para comportarse varonilmente, ya que pueden estar seguros de la victoria, y de tener la corona de justicia, cuando hayan peleado la buena batalla de aunque no sean más que hombres frágiles, débiles, mortales, pecadores, pero de carne y hueso, y por lo tanto no son rivales para sus enemigos; pero lo son más que así porque el Señor está de su lado, siendo Cristo el Capitán de su salvación, y siendo el Espíritu de Dios en ellos mayor que el que está en el mundo; y además, sólo en la tierra esta guerra es, y pronto se realizará, siendo el último enemigo la muerte que será destruido: siendo este el caso común del hombre, estar molesto con los enemigos y siempre en guerra con ellos, si, además de esto, le sobrevienen aflicciones poco comunes, como fue el caso de Job, esto debe hacer que la vida sea una carga y la muerte, que es una liberación de ellas, deseable; este es su argumento: algunos optan por traducir las palabras "¿no hay una condición servil para los hombres en la tierra?" la palabra que se usa para referirse al ministerio y servicio de los levitas, Números 4:3 (desde los 30 hasta los 50 años de edad, todos los que entran a prestar servicio trabajando en el tabernáculo de reunión.); todos los hombres por creación son o deben ser siervos de Dios.

 Los hombres buenos lo son por la gracia de Dios y le sirven con gusto y alegría; y aunque la gran obra de salvación es realizada por Cristo para ellos, y la obra de la gracia es realizada por el Espíritu de Cristo en ellos, todavía tienen trabajo que hacer en su día y generación en el mundo, en sus familias, en la casa de Dios; y que, aunque débiles en sí mismos, son capaces de hacer, por medio de Cristo, su Espíritu, poder y gracia: y esto es sólo en la tierra; en la tumba no hay trabajo, ni ingenio, ni conocimiento; cuando llega la noche de la muerte, ningún hombre puede trabajar; su servicio, especialmente su arduo servicio, ha llegado a su fin; Y como es natural que los sirvientes deseen la noche, cuando terminan sus trabajos, Job no pensó que era ilegal desear la muerte, que pondría fin a sus trabajos, y cuando debería descansar de ellos.

¿No son también sus días como los días del asalariado? el tiempo por el cual se contrata un siervo, ya sea por un día o por un año, o más, es tiempo determinado; está fijado y determinado en el acuerdo, y también lo están los días de la vida del hombre en la tierra; y los días de un asalariado son pocos a lo sumo, el tiempo por el cual es contratado es solo y así como los días de un asalariado son días de trabajo y tristeza, así los días de los hombres son malos y pocos; sus pocos días están llenos de problemas, Génesis 47:9 (Y Jacob respondió al faraón: —Los años de mi peregrinación son 130 años. Pocos y malos son los años de mi vida, y no alcanzan al número de los años de la vida de mis padres en su peregrinación.); todo esto y lo que sigue se habla a Dios, y no a sus amigos.

 

Job 7:2  Como el siervo suspira por la sombra,

 Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo,

 

Como un sirviente desea fervientemente la sombra,... Ya sea la sombra de alguna gran roca, árbol o seto, o cualquier lugar con sombra que lo proteja del calor del sol en el medio del día, que en esos países orientales hace calor y abrasador; y es muy pesado y fatigoso para los sirvientes y jornaleros trabajar en campos y viñas, o en guardar rebaños y ovejas en tales países, y a tal hora del día; a lo cual la alusión está en Isaías 25:4 (Porque has sido fortaleza para el pobre, una fortaleza para el necesitado en su aflicción, protección en la tormenta y sombra en el calor; porque el ímpetu de los tiranos es como una tormenta contra el muro.). Por lo tanto, "se quedan boquiabiertos" o "jadean" después de algún lugar sombreado para refrescarse, como significa la palabra utilizada; o para la sombra de la tarde, o la puesta del sol, cuando se proyecta la sombra más larga, Jeremías 6:4 (¡Haced guerra santa contra ella! ¡Levantaos y subamos a mediodía! ¡Ay de nosotros, porque el día va declinando, y se extienden las sombras del anochecer!); y cuando termina el trabajo de un sirviente, y se retira a su casa para refrescarse y descansar: y dado que ahora tal sombra en cualquier sentido es deseable, y no es ilegal desearla, Job sugiere que no debería imputarse como una crimen en él, que debe desear importunadamente estar en la sombra de la muerte, o en la tumba, donde descansan los cansados; O que le llegue la noche, cuando debería cesar de todo su trabajo, tristezas y Dolores.

Y como un asalariado espera la recompensa de su trabajo; o "por su trabajo"; ya sea para una nueva obra, lo que se le había encomendado, o más bien para terminarla, para descansar de ella; o por la recompensa, el alquiler que se le debe al realizarlo; por lo que Job insinúa que deseaba la muerte con la misma intención, para poder cesar en sus obras que le seguirían, y cuando debería tener la recompensa de la herencia, no en forma de deuda, sino de gracia: ni tampoco lo es. Es pecaminoso mirar o esperar la recompensa, para comprometerse a realizar el servicio con más alegría o soportar los sufrimientos con más paciencia, Hebreos 11:26 (El consideró el oprobio por Cristo como riquezas superiores a los tesoros de los egipcios, porque fijaba la mirada en el galardón); porque aunque el asalariado es un emblema de una persona moralista, que trabaja para la vida, y la espera como recompensa de su trabajo, y de los falsos maestros y malos pastores, que cuidan el rebaño por ganancias deshonestas, Lucas 15:19 (Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.’"); sin embargo, a veces se usa la contratación, en un buen sentido, de hombres buenos, que son contratados y atraídos por promesas de gracia y estímulos divinos para trabajar en la viña del Señor, y pueden esperar su recompensa; Mateo 20:1 (Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, dueño de un campo, que salió al amanecer a contratar obreros para su viña.).

 

Job 7:3  Así he recibido meses de calamidad,

 Y noches de trabajo me dieron por cuenta.

 

  Esta no es una repetición o aplicación de los símiles anteriores del sirviente y asalariado, Job 7:1; porque eso debe entenderse y debe proporcionarse al final de Job 7:2; que así como aquellos buscaban la sombra y el pago del salario, Job buscaba y deseaba fervientemente la muerte o ser eliminado del mundo; además, las cosas aquí citadas no responden; porque Job, en lugar de tener la sombra refrescante, tuvo meses de vanidad, y en lugar de descansar de sus labores no tuvo más que noches fatigosas y continuos vaivenes; mientras que al trabajador le resulta dulce el sueño; y habiendo trabajado duro todo el día, la noche le es tiempo de descanso; pero así no fue con Job; por lo tanto, este "así" se refiere al estado y condición común de la humanidad, en la que se encontraba Job, con una adición de aflicciones extraordinarias sobre él: el tiempo de sus aflicciones, aunque corto, parecía largo y, por lo tanto, se expresa en meses; y podrían haber pasado algunos meses desde que comenzaron sus calamidades hasta el presente; ya que debe pasar algún tiempo antes de que sus amigos se enteraran de ellos, y más aún antes de que pudieran reunirse y ponerse de acuerdo sobre su venida, y realmente vinieran a él; como también se pasó algún tiempo en silencio, y ahora conversando con él; los judíos los hacen doce meses: y estos meses eran "meses de vanidad", o "vacíos"; como los meses de invierno, vacíos de toda alegría, paz y consuelo; tiempos en los que no tenía placer, ni tranquilidad física ni mental; desprovistos de las cosas buenas de la vida, y de la presencia de Dios y la comunión con él; y lleno de problemas, tristeza y angustia: y estos le fueron "dados por herencia"; fueron su suerte y porción, que recibió como herencia de sus padres, a consecuencia del pecado original, fuente de todos los problemas y miserias de la vida humana, en común con los demás hombres; y que le fueron asignados por su Padre celestial, según su soberana voluntad y placer, como todas las aflicciones del pueblo del Señor son la herencia que les legó su Padre, y el legado de su Redentor.

Y me son asignadas noches fatigosas; uno tras otro, sucesivamente; en el que no podía dormir ni descansar, por el dolor del cuerpo y la angustia de la mente; y así se cansó cada vez más, después de estar mucho tiempo acostado y dando vueltas de un lado a otro, de gemidos y lágrimas, y de mucha vigilancia; y estos fueron preparados para él en los propósitos de Dios, y designados para él en sus consejos y decretoso "prepararon" o "designaron"; es decir, "Elohim", las tres Personas Divinas.

 

 

 

 

 

domingo, 8 de octubre de 2023

ESTUDIO DEL LIBRO DE JOB Capítulo 6; 25-30

 

 

Job 6:25  ¡Cuán eficaces son las palabras rectas!

 Pero ¿Qué reprende la censura vuestra?

 

¡Cuán contundentes son las palabras correctas... Que son conforme a la razón correcta; como los que pueden llamarse razones fuertes o argumentos óseos, como en Isaías 41:21 (Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob.); hay fuerza y peso en tales palabras, razonamientos y argumentos; traen consigo evidencia y convicción, y son muy poderosos para persuadir a la mente a aceptarlos, y tienen una gran influencia para dedicarse a una profesión o práctica de aquello para lo que se utilizan; tales son más especialmente las palabras de Dios, las Escrituras de verdad, las doctrinas del Evangelio; estas son palabras correctas, Proverbios 8:6 (Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas.); no son contrarios a la recta razón, aunque sí por encima de ella; y son agradables a la razón santificada y recibidos por ella; son conforme a las perfecciones de Dios, es decir, su justicia y santidad, y conforme a la ley de Dios, y de ninguna manera repugnan a ella, que es la regla de la justicia; y son doctrinas conforme a la piedad, y están lejos de fomentar el libertinaje; y todas son estrictamente ciertas y deben tener razón: y hay fuerza en esas palabras; vienen con peso, especialmente cuando vienen en demostración del Espíritu y poder de Dios; son poderosas, a través de Dios, para derribar las fortalezas del pecado, de Satanás y del yo, y para llevar a los hombres a la obediencia a Cristo; a los pecadores muertos que vivifican, que iluminan las mentes oscuras, que ablandan los corazones duros; renovar, cambiar y transformar a los hombres en un temperamento y una disposición mental completamente diferentes a los que tenían antes; para consolar y aliviar a las almas en apuros y a los santos afligidos; y tener una influencia tan maravillosa en las vidas y conversaciones de aquellos a quienes acuden, no sólo con palabras, sino con poder y en el Espíritu Santo, como para enseñarles a negar todo pecado e impiedad, y a vivir sobria y justamente, y piadoso: o "¡cuán contundentes son las palabras de un hombre recto!" es decir, sincero, imparcial y fiel; lo cual Job sugiere que sus amigos no lo eran: algunos piensan que Job respeta sus propias palabras y traducen la cláusula "qué dureza" o "dureza" tiene "palabras correctas". Tal como él creía que eran las suyas, y en las que no había nada duro y áspero, agudo y severo, o que pudiera ofender justamente; como maldecir el día en que nació, o acusar a sus amigos de traición y engaño: sino que reflexiona tácitamente sobre las palabras y argumentos de sus amigos; insinuando que, aunque hay fuerza en las palabras correctas, las suyas no eran ni correctas ni contundentes, sino parciales e injustas, débiles e impotentes; que no tenía fuerza de razonamiento en ellos, ni llevaba ninguna convicción con ellos, de la siguiente manera.

Pero ¿Qué reprueban tus argumentos? los argumentos que habían usado con él no tenían fuerza en ellos; no sirvieron de nada; no lo reprendieron ni lo convencieron de ningún mal del que hubiera sido culpable, ni de ningún error que hubiera cometido; eran débiles, impertinentes e inútiles, y no caían sin peso sobre él, ni le producían convicción alguna.

 

Job 6:26  ¿Pensáis censurar palabras,

 Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?

 

¿Os imagináis reprender con palabras? O con palabras; ¿Con palabras desnudas, sin ninguna fuerza de razonamiento y argumento en ellas? ¿Juntar un paquete de palabras sin ningún sentido o significado, o sin ninguna contundencia en ellas, y pensar en atropellarme con ellas? ¿O es sólo tu plan y que persigues, captar y apoderarse de algunas palabras mías pronunciadas en mi angustia, y hacerme ofensor por una palabra, o por unas pocas palabras, suponiendo que hayan sido temerarias y hablado apasionadamente? ¿No tenéis hechos de los que acusarme, antes o después de que me sucedieran estas calamidades? ¿Debe sustentarse la acusación de hipocresía y falta del temor de Dios con algunas expresiones apresuradas, sin señalar una sola acción en mi vida y conversación?

 

¿Y los discursos del desesperado, que son como el viento? es decir, ¿os imagináis reprenderlos? o son; ¿Tus pensamientos están total y exclusivamente concentrados en ellos? ¿Son estas sólo las fuertes razones que tienes que presentar para imponerme el pecado de hipocresía? porque por aquel que está "desesperado" se refiere a sí mismo; no es que desesperara de su salvación eterna; estaba lejos de la desesperación; era un creyente firme y decidió que, aunque fuera muerto, confiaría en el Señor; estaba bien seguro de que sería justificado, tanto aquí como en el futuro; y sabía muy bien que su Redentor vivía, y que aunque muriera, resucitaría y sería feliz en la visión de Dios para siempre; pero desesperaba de la restauración de la felicidad exterior, que Elifaz había sugerido, si se comportaba bien; ¡pero Ay! su condición era desolada y miserable, y no había esperanzas de mejorar; sus hijos estaban muertos, su sustancia en manos de ladrones, su salud tan extremadamente mala que no tenía esperanzas de recuperar su estado anterior; y por lo tanto fue muy cruel y poco generoso apoderarse y agravar los discursos de tal persona y mejorarlos en su contra; y especialmente porque eran sólo "para refrigerio fueron pronunciadas para dar rienda suelta a su tristeza y dolor, y no con ningún mal diseño contra Dios o los hombres; o el sentido general es que imaginaban que sus palabras eran correctas y adecuadas para reprender, y que había fuerza en ellas, y tenían una tendencia a generar convicción y confesión; pero en cuanto a las palabras de Job, las trataron "como viento"; tan ocioso, vano y vacío, e inútil e infructuoso como el viento.

 

Job 6:27  También os arrojáis sobre el huérfano,

 Y caváis un hoyo para vuestro amigo.


Es decir, él mismo; quien era como un niño sin padre, despojado de todas sus misericordias, de sus hijos, de su sustancia y de su salud; y estaba en la condición más miserable, indefensa y desamparada; y, además, privado de la graciosa presencia y protección visible de su Padre celestial, siendo entregado por un tiempo en manos de Satanás; y ahora era cruel y bárbaro abrumar a un hombre así, que ya estaba abrumado por un dolor excesivo en lugar de hacerle justicia; o un muro, o cualquier cosa similar, para aplastarlo, o una trampa para atraparlo, buscando enredarlo en la conversación.

y cavaréis un hoyo para vuestro amigo; idear travesuras contra él; buscó arruinarlo; y que se ve agravado por haber sido su viejo amigo, con quien vivían en estricta amistad, y le habían profesado mucho y todavía pretendían tener respeto; la alusión es a cavar pozos para capturar bestias salvajes: algunos lo traducen como "te deleitas con tu amigo"; entonces la palabra se usa en 2 Reyes 6:23 (Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel.)  Aben Ezra y Bar Tzemach se dan cuenta de este sentido; y luego el significado es que te regocijas por la miseria de tu amigo; te burlas de él y eso, y lo insultas en su angustia, con lo cual está de acuerdo la versión de los Setenta; lo cual fue un uso cruel.

 

Job 6:28  Ahora, pues, si queréis, miradme,

 Y ved si digo mentira delante de vosotros.

 

Ahora, por tanto, conténtate ,... O, "que ahora te agrade"; Job se dirige a ellos de manera respetuosa y les ruega que sean tan amables de mirarlo con buenos ojos y tener mejores pensamientos sobre él; y dar una audiencia fresca y amistosa de su caso, cuando no dudaba que debería ser absuelto por ellos del cargo de iniquidad, y que su causa parecería ser justa.

Mírame: mira mi rostro; y ved si podéis encontrar algún rastro de miedo y falsedad, de deshonestidad e hipocresía, de vergüenza y sonrojo; y observa si no hay en su interior toda la apariencia de una mente honesta, de una buena conciencia, que no tiene nada que temer del examen más estricto; o mira mi cuerpo, cubierto todo de llagas y úlceras, y mira si no hay motivo para esas expresiones de dolor y esas pesadas quejas que he hecho; o más bien, mírame con ojos de piedad y compasión, con afecto, favor y benevolencia, y no seas tan duro conmigo.

 

Porque os es evidente si miento; o está "ante vuestras caras"; si intentara engañarte contándote un montón de mentiras, pronto descubrirías la falsedad en mi rostro; fácilmente lo descubriréis en mis palabras, que desembocarían en mi vergüenza y confusión; No podía esperar pasar desapercibido ante hombres de tal sagacidad y penetración; pero no temo el escrutinio más diligente que se pueda hacer a mis palabras y acciones.

 

Job 6:29  Volved ahora, y no haya iniquidad;

 Volved aún a considerar mi justicia en esto.

 

Por la mala opinión que tienes de mí y por tus duras censuras, y abrigas otros sentimientos acerca de mí: o puede ser que, ante estas palabras de Job, sus amigos se levanten como de costumbre para despedirse de él y romper  conversación con él; Y por lo tanto, les ruega que regresen a sus asientos, reanuden el debate y escuchen amistosamente su caso.

Que no sea iniquidad; o no se considere iniquidad regresar y seguir escuchando su caso; o les ruega que tengan cuidado de no pecar en su ira y resentimiento contra él, ni continuar acusándolo de iniquidad: o puede traducirse como "no hay iniquidad"; es decir, debe encontrarse que no había en él la iniquidad de la que se le acusaba; No es que estuviera libre de todo pecado, que ningún hombre lo es, sino de aquello de lo que sus amigos juzgaron que era culpable, la hipocresía.

Sí, regresa otra vez; Él los importuna más sinceramente para que regresen y lo escuchen pacientemente.

Mi justicia está en él; en todo este asunto que tenían ante ellos, y cuál fue el tema de controversia entre ellos; es decir, no su justicia justificadora ante Dios, sino la justicia de su causa ante los hombres; pero no dudó, cuando las cosas fueron investigadas a fondo, que su justicia sería tan clara como la luz, y su juicio como el mediodía; para que parezca un hombre justo y su causa sea justa; y debe quedar absuelto y libre de todos los cargos e imputaciones.


Job 6:30  ¿Hay iniquidad en mi lengua?

 ¿Acaso no puede mi paladar discernir las cosas inicuas?


¿Hay iniquidad en mi lengua... Significado en sus palabras; ya sea los que pronunció cuando maldijo el día en que nació, o al acusar a sus amigos de crueldad y falsedad; de lo contrario, la lengua es un mundo de iniquidad, y los mejores hombres tienden a ofender tanto a Dios como a los hombres en palabra.

¿No puede mi gusto discernir cosas perversas? lo cual no debe entenderse de su gusto natural, que muy probablemente a causa de su enfermedad podría estar muy viciado e incapaz de saborear su comida como en tiempos de salud y de distinguir el bien del mal; sino de su gusto intelectual, o de su sentido y razón, de su gusto racional y espiritual; tenía sus sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal; podía distinguir entre el bien y el mal dicho o hecho, ya sea por él mismo o por otros; debe tener el uso de sus poderes y facultades racionales y, por lo tanto, no debe ser tratado como un hombre loco o distraído, sino como alguien capaz de mantener una conversación, de abrir su verdadero caso y defenderse.

¿Hay iniquidad en mi lengua? - Este es un llamamiento solemne a sus conciencias y a su profunda convicción de que era sincero. La iniquidad en la lengua significa falsedad, engaño, hipocresía, aquello que se expresaría mediante la lengua.

El significado es que Job estaba calificado para discernir lo que era verdadero o falso, sincero o hipócrita, justo o injusto, de la misma manera que el paladar está capacitado para discernir las cualidades de los alimentos, ya sean amargos o dulces, agradables o desagradables, saludables o insalubre. Su objetivo es llamar la atención sobre lo que tenía que decir sobre el tema. A esta reivindicación propuesta procede en el capítulo siguiente, mostrando la grandeza de su calamidad y su derecho, como supone, a quejarse. Se ganó su atención. No se negaron a escucharlo, y él procede a una declaración más completa de su calamidad y de las razones por las que se había permitido usar el lenguaje de queja. Escucharon sin interrupción hasta que terminó, y luego respondieron en tonos de severidad aún más profunda.