} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ESFUÉRZATE Y SÉ VALIENTE

lunes, 16 de febrero de 2015

ESFUÉRZATE Y SÉ VALIENTE



Josué 1:8  Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

  Toda la Palabra de Dios en la Biblia nos enseña a través de hombres de carne y hueso como nosotros; con las mismas debilidades, preocupaciones y defectos. También podemos aprender de ellos, que pese a sus caídas, pecados y tropiezos se arrepintieron y clamaron al Señor. Al comenzar el libro de Josué, los israelitas se encuentran acampados a la orilla oriental del Jordán, a la misma entrada de la tierra prometida y ya habían completado el período de duelo por Moisés, que acababa de morir (Deuteronomio_34:7-8  Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. 8  Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés). Treinta y nueve años antes (después de pasar un año en el monte Sinaí recibiendo la ley de Dios), los israelitas tuvieron una oportunidad de entrar a la tierra prometida, pero no confiaron en que Dios les daría la victoria. Por lo tanto, Dios no les permitió entrar a la tierra, sino que los hizo vagar por el desierto hasta que muriera aquella generación desobediente.
Durante su peregrinación en el desierto, los israelitas obedecieron las leyes de Dios. Además enseñaron a la nueva generación a obedecer las leyes de Dios, a fin de que pudieran entrar en la tierra prometida (Canaán). A medida que los hijos crecían, con frecuencia les recordaban que la fe y la obediencia a Dios traían victoria, mientras que la incredulidad y la desobediencia producían tragedia. Cuando el último de la generación mayor y los de la nueva generación fueron adultos, los israelitas se prepararon para pasar el río y poseer la tierra prometida, anhelada por tanto tiempo.

  Josué fue el sucesor de Moisés como líder de Israel. ¿Cuáles fueron sus cualidades para convertirse en líder de la nación?  Dios lo nombró (Num_27:18-23).   Era uno de los únicos dos testigos oculares de las plagas de Egipto y el éxodo que quedaban con vida.   Había sido ayudante de Moisés por cuarenta años.   De los doce espías, sólo él y Caleb demostraron una confianza plena en que Dios les ayudaría a conquistar la tierra.
Como Josué había ayudado a Moisés muchos años, estaba bien preparado para ser líder de la nación. Los cambios de líderes son comunes en muchas organizaciones. En esos casos, es esencial una transición fluida para establecer una nueva administración. Esto no sucede a menos que los nuevos líderes sean bien entrenados.  

  El nuevo trabajo de Josué consistió en llevar a más de dos millones de personas a una nueva tierra extraña y conquistarla. ¡Qué gran reto, aun para un hombre del calibre de Josué! Cada trabajo nuevo es un reto. Sin Dios puede causar temor. Con Dios puede ser una gran aventura. Así como Dios estuvo con Josué, El está con nosotros cuando enfrentamos nuevos retos. Quizás no vamos a conquistar naciones, pero todos los días encontramos situaciones complejas, personas difíciles y tentaciones. Sin embargo, Dios promete que nunca nos abandonará ni dejará de ayudarnos, no importa cómo nos sintamos. Si pedimos la dirección de Dios como lo hizo Josué, también podemos ganar muchas de las batallas de la vida.

  Muchas personas piensan que la prosperidad y el éxito provienen de tener mucho dinero, poder, contactos personales y un inexorable deseo de avanzar. Pero la estrategia para el éxito que Dios le enseñó a Josué contradice tales criterios. Le dijo a Josué que para prosperar debía: ser fuerte y valiente porque la tarea que le esperaba no era fácil, obedecer la ley de Dios,  constantemente leer y estudiar el libro de la ley: la Palabra de Dios.
Para tener éxito, sigamos los consejos que Dios le dio a Josué. Es posible que no triunfemos según las normas del mundo, pero triunfaremos a los ojos de Dios, y la opinión del Señor dura para siempre.
 Si todos hubieran tratado de conquistar la tierra prometida a su propia manera, hubiera resultado todo un caos. Para poder completar la tarea enorme de conquistar la tierra, tuvieron que estar de acuerdo con el plan del líder y estar dispuestos a apoyarlo y obedecerlo. Si vamos a completar las tareas que Dios nos ha encomendado, tenemos que estar plenamente de acuerdo con su plan, prometer obedecerlo y convertir sus principios en acción, poniéndolos en practica todos los días de nuestra vida. Estar de acuerdo con el plan de Dios significa conocerlo (según las Escrituras) y ponerlo en acción en nuestra vida diaria.

  Cuando Dios comisionó a Josué, le dijo tres veces que fuera fuerte y valiente (Josué 1; 6, 7, 9, 18). Tomó el mensaje de Dios en serio, y encontró en su relación con Dios la fortaleza y valentía que necesitaba. La próxima vez que tengamos miedo de hacer lo que es correcto, recordemos que en Dios hallaremos fortaleza y valentía a nuestra disposición.

Dios mandó a Josué a llevar a los israelitas a la tierra prometida y conquistarla. Esto no fue un acto de imperialismo ni agresión, sino un acto de castigo. Podemos ver algunos pasajes en la Biblia donde Dios prometió dar esta tierra a los judíos y las razones por las cuales lo hizo.
Gen 12:1-3: Dios prometió bendecir a Abraham y hacer de sus descendientes una gran nación
Gen 15:16: Dios escogería el tiempo más adecuado para que Israel entrara en Canaán porque las naciones que vivían allí en ese entonces serían impías y estarían listas para el castigo (su pecado habría llegado al tope)
Gen 17:7-8: Dios prometió entregar toda la tierra de Canaán a los descendientes de Abraham
Exo 33:1-3: Dios prometió ayudar a los israelitas a echar de Canaán a todas las naciones impías
Deu 4:5-8: Los israelitas debían dar el ejemplo de una vida santa a todo el mundo. Esto no sería así si se mezclaban con los impíos cananeos
Deu 7:1-5: Los israelitas debían destruir completamente a los cananeos a causa de su impiedad y del llamado de Israel a la pureza
Deu 12:2: Los israelitas debían destruir completamente los altares cananeos para que nada los distrajera de adorar sólo a Dios.

Aprendamos de este gran personaje bíblico y obedezcamos de corazón al Señor para que nuestra vida transcurra por las sendas que, con anterioridad, Él ha diseñado para que anduviéramos en ellas.