} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: SEGÚN MATEO CAPÍTULO 1-25

jueves, 16 de junio de 2016

SEGÚN MATEO CAPÍTULO 1-25

   
He aquí los versículos con los cuales empieza el Nuevo Testamento. Leámoslos siempre con respeto y reverencia. Cada página de este libro fue escrita por  inspiración del Espíritu Santo.
Diariamente rindamos gracias a Dios por habernos dado las Santas Escrituras. Cualquiera, por iliterato que sea, si comprende la Biblia, sabe más en materia de Fe que los más sabios filósofos de la antigüedad pagana.
Tengamos presente nuestra grave responsabilidad. En el último día todos seremos juzgados según los conocimientos y las luces que hubiéramos recibido de lo  alto. A quienes mucho se ha dado, mucho se les exigirá.
Leamos la Biblia reverente y cuidadosamente, y con la firme resolución de creer y practicar lo que en ella hallemos. No es materia de poca entidad el hacer  buen o mal uso de este libro. Al leerlo imploremos humildemente las luces del Espíritu Santo. El únicamente, puede hacer que la verdad penetre en nuestros  corazones y que nos sea de provecho lo que leamos.
El Nuevo Testamento principia con la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Ninguna parte de la Biblia es tan importante como esta, y  ninguna es tan abundante en detalles y tan completa. Cuatro distintos Evangelios nos refieren la historia de los hechos y de la muerte de Cristo. Cuatro veces  leemos la preciosa narración de sus obras y palabras. ¡Cuán agradecidos debemos esta por ello! Comprender a Cristo es vida eterna. Creer en Cristo es tener  paz con Dios. Seguir a Cristo es ser cristiano verdadero. Estar con Cristo será el mismo cielo. Jamás podemos saber acerca de Jesucristo más de lo debido.
El Evangelio de S. Mateo empieza con una larga lista de nombres. Diez y seis versículos nos hablan de la genealogía desde Abrahán hasta David y desde David  hasta la familia de la cual nació  Jesús. Que nadie piense que estos versículos son inútiles. Nada es inútil en la creación. El más pequeño musgo, y los insectos  apenas perceptibles sirven para algo bueno. No hay nada inútil en la Biblia. Cada palabra en ella es inspirada. Los capítulos y versículos que a primera vista  parecen de poco provecho, nos han sido transmitidos con algún buen designio. Leamos otra vez estos diez y seis versículos, y encontraremos en ellos lecciones  útiles e instructivas.
Aprendemos, en esta lista de nombres, que Dios siempre cumple su palabra. Él había prometido que en la familia de Abrahán todas las naciones de la tierra serían  benditas; que un Salvador había de salir de la familia de David. Gen.12.3; Isaías 11.1. Estos diez y seis versículos prueban que Jesús descendió de David y de Abrahán, que la promesa de Dios se cumplió. Los impíos deberían acordarse de esta lección y atemorizarse. Poco importan lo que ellos piensen: Dios  cumplirá su palabra. Si no se arrepienten perecerán infaliblemente. Los verdaderos cristianos debemos recordar esta lección y consolarnos. Nuestro Padre celestial  será fiel a todas sus promesas. Ha dicho que salvará a todos los que creen en Cristo. Puesto que lo ha dicho, sin duda que lo hará. "El permanece fiel: no  puede negarse a si mismo" 2 Tim.2.13 Aprendamos también en esta lista de nombres a conocer la maldad y corrupción de la naturaleza humana. Observemos en este catálogo de cuantos padres piadosos  tuvieron hijos malvados e impíos. Los nombres de Roboam, Joroam, Amón y Jeconías nos presentan ejemplos que deben hacernos sentir humillados. Aunque  tuvieron padres piadosos ellos fueron malvados. La gracia no es herencia de las familias. Se necesita algo más que buenos ejemplos y buenos consejos para  hacernos hijos de Dios. Los que renacemos, no somos engendrados de la sangre ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Juan 1.13.
Los padres que tenemos la costumbre de orar deberíamos rogar noche y día que nuestros hijos sean santificados por el Espíritu Santo.
Aprendamos finalmente en esta lista de nombres, cuán grande es la misericordia y compasión de nuestro Señor Jesucristo. Meditemos acerca de lo corrompido e inmundo de nuestra naturaleza; y después reflexionemos cuanta condescendencia fue la de Jesús en haber nacido de una mujer, "y hecho a semejanza de los  hombres.
Algunos de los nombres que leemos en este catálogo nos traen a la memoria historias vergonzosas y melancólicas. Algunos son de personas que no se  mencionan en ninguna parte de la Biblia. Mas al fin de los suyos se encuentra el nombre del Señor Jesucristo. Aunque Él es el eterno Dios, se humilló  tomando sobre Si nuestra naturaleza para salvar a los pecadores. "Aunque Él era rico, por nosotros se hizo pobre.
Siempre deberíamos leer la Palabra de Dios en la Biblia con sentimientos de gratitud. Vemos en el que nadie que participe de la naturaleza  humana está fuera del alcance de la misericordia y compasión de Cristo. Nuestros pecados pueden haber sido tan negros y  enormes como los cometidos por cualquiera de las personas cuyos nombres menciona S. Mateo. Pero ellos no pueden  cerrarnos la puerta del cielo, si nos arrepentimos y creemos en el Evangelio de Cristo. Si Jesús no se avergonzó de nacer de una  mujer, cuya genealogía contiene tales nombres como los que hemos leído, no hay motivo para pensar que se avergüence de  llamarnos hermanos y darnos la vida eterna.
  Esta genealogía fue una de las formas más interesantes con que Mateo podía iniciar un libro dirigido a la audiencia judía. Como una genealogía podía demostrar la posición de la persona como elegida de Dios, Mateo comienza mostrando que Jesús era descendiente de Abraham, el padre de todos los judíos, y descendiente directo del rey David, con lo que cumplía completamente las profecías del Antiguo Testamento que se referían a la línea del Mesías. Los datos en cuanto a la descendencia eran cuidadosamente preservados. Esta es una de las muchas pruebas que presenta Mateo para demostrar que Jesús es el Mesías.
  Más de cuatrocientos años habían pasado desde que se diera la última profecía del Antiguo Testamento y los judíos fieles en todo el mundo todavía seguían esperando al Mesías (Luc_3:15). Mateo escribió este libro a los judíos, presentándoles a Jesús como Rey y Mesías, el prometido descendiente del rey David que reinaría para siempre (Isa_11:1-5). El Evangelio de Mateo une ambos Testamentos y contiene muchas referencias mostrando cómo Jesús cumplió profecías del Antiguo.

  Jesús entró en la historia cuando la tierra de Israel estaba controlada por Roma y era considerada como una avanzada insignificante del vasto y majestuoso Imperio Romano. La presencia de los soldados romanos en Israel dio a los militares judíos paz, pero al precio de opresión, esclavitud, injusticia e inmoralidad. A esta clase de mundo vino el Mesías prometido.
  En los primeros 17 versículos nos encontramos con cuarenta y seis personas, en el lapso de 2000 años. Todos fueron antepasados de Jesús, pero varían considerablemente en espiritualidad, personalidad y experiencia. Algunos fueron héroes de la fe, como Abraham, Isaac, Ruth y David. Otros tenían una reputación sombría, como es el caso de Rahab y Tamar. Muchos de ellos fueron personas comunes, como Esrom, Aram, Naasón y Aquim. Y otros fueron malvados, como es el caso de Manasés y Abías. La obra de Dios en la historia no está limitada por los pecados humanos, y El obra por medio de gente común. Así como Dios usó toda clase de personas para traer a su Hijo al mundo, El hace lo mismo hoy para cumplir con su voluntad.
 El exilio ocurrió en 586 a.C. cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, conquistó Judá, destruyó Jerusalén y llevó cautivos a miles a Babilonia.
 Como María era virgen cuando quedó embarazada, Mateo incluye el nombre de José solo como esposo de María, no como padre de Jesús. La genealogía de Mateo muestra el linaje legal (o real) de Jesús a través de José. La línea ancestral de María se registra en Luc_3:23-38. María y José eran descendientes directos del rey David.
Mateo señala la genealogía a partir de Abraham mientras que Lucas lo hace a partir de Adán. Mateo está dirigido a los judíos, por eso señala a Jesús como descendiente de Abraham. Lucas está dirigido a los gentiles, por eso enfatiza a Jesús como Salvador de la humanidad.
  Mateo divide la historia de Israel en tres grupos de catorce generaciones, pero probablemente hubo más. Las genealogías, con frecuencia, comprimen la historia, dando a entender que no se incluyen específicamente cada generación de antepasados. Es el caso de la frase "padre de" que puede también ser traducida "antepasado de".
 JOSE
La firmeza de lo que creemos se mide por el grado de disposición que tengamos para sufrir por dichas creencias. José era un hombre con creencias definidas. Estuvo dispuesto a hacer lo bueno sin importarle el dolor que le causara. Sin embargo, José tenía otra característica: no solo hacía lo bueno, sino que intentaba hacerlo como se debía.
Cuando María le habló acerca de su embarazo, José sabía que no era el padre. Como conocía bien a María, al explicarle ella lo sucedido y ver la actitud que tenía hacia la criatura que iba a nacer, debe haberle sido difícil pensar que su novia había hecho algo indebido. Sin embargo, alguien era el padre de la criatura y le era difícil aceptar que ese "alguien" fuera Dios.
José decidió terminar con su compromiso, pero estaba decidido a hacerlo de manera que no trajera afrenta a María. Intentó actuar con justicia y con amor.
Pero Dios le envió un mensajero para confirmar lo que decía María y abrir un nuevo camino de obediencia para José: aceptar a María como su esposa. José obedeció a Dios, contrajo matrimonio con María y respetó su virginidad hasta que la criatura nació.
No sabemos por cuánto tiempo José vivió como padre terrenal de Jesús. Se le menciona por última vez cuando Jesús tenía doce años. Pero José entrenó a su hijo en el arte de la carpintería, se aseguró que tuviera una buena educación espiritual en Nazaret, y estuvo llevando a toda la familia en el viaje anual a Jerusalén para celebrar la Pascua, lo que Jesús continuó observando durante sus años de adulto.
José sabía que Jesús era una persona especial desde el momento en que oyó las palabras del ángel. Su creencia firme en ese hecho, y su apertura a las palabras de Dios, lo habilitaron para ser el padre terrenal de Jesús.
"José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es" (Mat_1:19-20).
La historia de José se narra en Mateo 1.16-2.23; Lucas 1.26-2.52.
  El matrimonio judío constaba de tres pasos. Primero, las dos familias se ponían de acuerdo en la unión.
Segundo, se daba a conocer públicamente. En ese momento la pareja estaba comprometida oficialmente. El noviazgo (llamado en el texto "desposorio") era considerado una unión que podía ser disuelta solo por la muerte o el divorcio (también por causa de fornicación). Tercero, la pareja se casaba y comenzaba a convivir. Al estar comprometidos María y José, la aparente infidelidad de María conllevaba un estigma social severo. De acuerdo a las leyes civiles judías, José tenía el derecho de divorciarse y las autoridades judías podían apedrear a María hasta darle muerte (Deu_22:23-24).

  ¿Por qué el nacimiento virginal es importante para la fe cristiana? Jesucristo, el Hijo de Dios, tuvo que ser liberado de la naturaleza pecaminosa en que nacen todos los seres humanos desde Adán. Jesús al nacer de una mujer se convirtió en un ser humano; pero por ser el Hijo de Dios nació sin el pecado humano. Él era totalmente humano y totalmente divino.
Porque fue hombre, sabemos que comprende completamente nuestras circunstancias y problemas (Heb_4:15-16). Porque es Dios, tiene poder y autoridad para liberarnos del pecado (Col_2:13-15). Podemos contarle todos nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades. Él ha pasado por lo que nos toca pasar ahora a nosotros y tiene la capacidad para ayudarnos.

  José enfrentó una decisión difícil al descubrir que María estaba embarazada. A pesar de estar conciente de que tomar a María como esposa podía ser humillante, eligió obedecer el mandato de Dios casándose con ella. Su acción reveló cuatro cualidades admirables: (1) principios inflexibles, (2) discreción y sensibilidad, (3) disponibilidad ante Dios, y (4) autodisciplina.
  Quizá José pensó que tenía solamente dos opciones: divorciarse de María silenciosamente o dejar que la apedrearan. Pero Dios tenía una tercera opción: que José se casara con ella. A José no se le ocurrió. Pero Dios, a menudo, nos muestra que tenemos más opciones de las que pensamos. A pesar de que parecía sensato que José rompiera el noviazgo, Dios lo llevó a tomar la mejor decisión. Cuando nuestras decisiones afectan la vida de otros, siempre debemos apelar a la sabiduría de Dios.
  La concepción y nacimiento de Jesucristo son acontecimientos sobrenaturales que están más allá de la razón y la lógica humanas. Por eso Dios envió ángeles a ayudar a ciertas personas para que comprendieran el significado de lo que había sucedido (Mat_1:20; Mat_2:13, Mat_2:19; Luc_1:11-12, Luc_1:26; Luc_2:9). Los ángeles son seres espirituales que Dios creó que ayudan a llevar a cabo su obra en la tierra. Llevan el mensaje de Dios a la gente (Luc_1:26), protegen al pueblo de Dios (Dan_6:22), ofrecen estímulo (Gen_16:7), dan dirección (Exo_14:19), llevan castigo (2Sa_24:16), vigilan la tierra (Zac_1:9-14), luchan contra las fuerzas satánicas (2Rey_6:16-18; Apoc_20:1-2). Hay ángeles buenos y ángeles malos (Apoc_12:7), pero por el hecho de que los ángeles malos están aliados con Satanás, poseen menos poder y autoridad. A la postre el papel principal de los ángeles será ofrecer continua adoración a Dios (Apoc_7:11-12).
El ángel anunció a José que el hijo de María había sido concebido por el Espíritu Santo. Esto revela una verdad importante acerca de Jesús: Él es Dios y hombre.
Dios tomó las limitaciones humanas para poder vivir y morir y así obtener la salvación de todos aquellos que creen en El.
  Jesús significa "Salvador". Jesús vino a la tierra a salvarnos porque nosotros no podíamos hacerlo. No podíamos librarnos de las consecuencias del pecado. Por buenos que seamos, no podemos eliminar la naturaleza pecaminosa presente en todos nosotros. Solo Dios puede hacer esto. Jesús no vino para que la gente se salvara a sí misma. Vino para salvarnos del poder y del castigo del pecado. Démosle gracias a Cristo por haber muerto en la cruz por sus pecados, y luego pídale que tome el control de su vida. Una nueva vida empezará para usted en ese momento.

  Jesús iba a ser llamado Emanuel ("Dios con nosotros"), como lo predijo Isaías el profeta (Isa_7:14). Jesús era Dios en la carne; en otras palabras: Dios entre nosotros. Por medio del Espíritu Santo, Cristo está presente en la vida de cada creyente. Quizá ni Isaías comprendió el significado de Emanuel en toda su magnitud.  José cambió de planes rápidamente luego de descubrir que María no le había sido infiel. Obedeció a Dios y prosiguió con los planes matrimoniales. A pesar de que muchos quizás no lo hubieran apoyado en su decisión, José continuó adelante con lo que sabía que era correcto. Nosotros algunas veces dejamos de hacer lo correcto por el qué dirán. Como José, debemos obedecer a Dios antes que buscar la aprobación de los demás.

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