} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LAS REGLAS DE LA VIDA CRISTIANA (2)

martes, 16 de abril de 2013

LAS REGLAS DE LA VIDA CRISTIANA (2)




Tercera:·Confía constantemente en el Espíritu Santo.
Recuerda que CRISTO mora en ti mediante el  Espíritu Santo·. Tu cuerpo ahora es la morada de la Tercera Persona de la Trinidad. No le pidas que te ayude como se pide a un criado. Suplícale que  entre, y que lo haga todo, que reine en tu vida; hazte a un lado y permite que Él escoja y decida lo que te conviene. Es imposible que te mantengas firme en tu  vida cristiana, pero Él puede sostenerte. Si tú te opones o resistes, le será muy difícil ayudarte, deja esos complejos y tensiones internas; no te preocupes por decisiones importantes; no te inquietes por el mañana; no te atormentes por las necesidades de la vida; Él es el Dios del mañana, ve el fin desde el principio, Él proveerá. Estarás libre de tensiones, conflictos internos y preocupaciones. Con seguridad perfecta en el Espíritu Santo, hallarás que muchas de tus dolencias físicas y morales, desaparecerán.
Cuarta: · Asiste a tú iglesia con regularidad·
El Cristianismo, es una relación con tu Salvador y con tus hermanos de fe. Donde os encontréis en ese lugar se adora a Dios. La Iglesia es la institución de Cristo en la tierra formada por todos y cada uno de los nacidos de nuevo por fe. Donde se encuentren reunidos los cristianos, allí en medio estará Jesús, a través del Espíritu Santo. Nada puede sustituir ese encuentro con tus hermanos de fe para escuchar la Palabra de Dios. No hay escusas, como hace calor, llueve, hace frío, estoy cansado…etc. Tanto nuestros cuerpos como nuestros espíritus son obra y creación de Dios por lo tanto nuestra presencia es necesaria para rendirle el culto debido en el acto de adoración a Dios en comunión de otros cristianos.

Quinta: ·Sé un cristiano dando testimonio·
Ya que fuiste llamado y sellado como embajador del Rey de reyes, tu bandera debe ondear bien alta. Si no estás dispuesto a izar tu bandera de cristiano en tu casa, en el trabajo, en la oficina, o en la escuela, entonces no mereces ser  embajador de Cristo. Debes aclarar tu posición y dar a conocer a tus prójimos que eres cristiano. Has de ser testigo de Cristo. Testificamos de dos maneras: por la vida y por la palabra. Ninguna por sí sola será suficiente. El propósito que Dios tiene para ti y para mí, después de nuestra conversión, es que seamos testigos de su gracia y poder salvador. Tenemos que ser para Cristo soldados de primera línea de fuego, siempre dispuestos a dar la batalla de la fe. Cristo dijo: “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos.”S. Mateo 10:32. Nosotros, como cristianos, tenemos la Palabra de Dios, Nuestro Gran Jefe ha dicho:”Id, y llevad el mensaje al mundo que perece.” Algunos la descuidan. Otros rompen el mensaje y lo sustituyen con otro que inventaron. Los hay que quitan una parte. Otros dicen al pueblo que el Señor no se expresa con claridad. Algunos dicen que realmente no escribió el mensaje, sino que fue escrito por hombres comunes que se equivocaron respecto a su significado. S. Pablo exhortó, hace siglos, a los cristianos que enseñaran solamente la Palabra. Recordemos que estamos sembrando semilla sana, no leudada. Alguna semilla puede caer en veredas duras, entre espinas, pero nuestro deber es seguir sembrando, no tenemos derecho a abandonar nuestra labor sólo porque nos parezca  que el terreno no es fértil. Estamos encendiendo una luz en este mundo lleno de odio, egoísmo y orgullo, tal vez nuestra luz parezca muy tenue entre tanta oscuridad, pero ese puntito debemos mantenerlo encendido para que pueda servir de guía para los que están en peligro. Esa semilla es el Pan de Salvación para un mundo hambriento y aunque muchos lo rechacen debemos seguir ofreciéndolo. Tenemos que perseverar, nunca debemos darnos por vencidos. Golpeando el martillo de la Palabra sin cesar, aunque los golpes sólo parezcan producirnos ampollas, tenemos que seguir martilleando con la Biblia en la mano. ¡Sé un ganador de almas! La experiencia más conmovedora del hombre, es ganar a otro para Jesucristo. Eso vale más que todo el oro del mundo, no hay felicidad, ni experiencia, que pueda compararse al gozo de ganar a una persona para Cristo. ¡Sé un testigo de Cristo!

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