} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: PREPARADOS PARA LA PERSECUCION

jueves, 16 de octubre de 2014

PREPARADOS PARA LA PERSECUCION




Mateo10:16  He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos;  sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
 17  Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
 18  y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
 19  Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.
 20  Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

Nuestro Señor advierte a sus discípulos que se preparen para la persecución. Ellos tenían que evitar todas las cosas que den ventaja a sus enemigos, toda intromisión en los afanes políticos o mundanos, toda apariencia de mal o egoísmo, y todas las medidas clandestinas. Cristo predice dificultades no sólo para que los trastornos no sean sorpresa sino para que ellos puedan confirmar su fe. Les dice que deben sufrir y de quiénes.

Así, Cristo nos ha tratado fiel y equitativamente, diciéndonos lo peor que podemos hallar en su servicio  y quiere que así nos tratemos a nosotros mismos, al sentarnos a calcular el costo.
Los perseguidores son peores que las bestias, porque hacen presa de los mismos de su especie.
 -Vemos actualmente, lo que está ocurriendo con el ISIS y el fanatismo vaticanista en Chiapas y otras regiones. No nos debe estrañar que esto ocurra. La Palabra de Dios en la Biblia ya nos pone sobre aviso de que esto tiene que acontecer. Cuando parece que el cristianismo se adormece en los logros de la Reforma, necesita ser expoleado, para despertar del letargo de la comodidad de los últimos años. Me hace recordar cuando la priemra persecución de la iglesia primitiva, la expansión del Evangelio se hizo evidente.-
Los lazos de amor y deber más sólidos a menudo se han roto por enemistad contra Cristo. Los sufrimientos de parte de amistades y parientes son muy dolorosos nada hiere más. Padres y hermanos que se encierran en sus creencias tradicionales, se cierran a cualquier nueva enseñanza, se vuelven encontra de malos modos, criticando e insultando. Simplemente parece que todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución  y debemos esperar que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
En esta predicción de problemas, hay consejos y consuelo para los momentos de prueba. Los discípulos, y por extensión los creyentes en Cristo, somos las ovejas, y los lobos son los que se oponen a Cristo y a su mensaje. Este símil señala los peligros y la hostilidad que experimentaremos.
 Los discípulos de Cristo son odiados y perseguidos como serpientes, y se procura su ruina, y necesitan la sabiduría de la serpiente, pero la sencillez de las palomas. La prudencia de la serpiente no es más que astucia, y la inocencia de la palomo es un poco mejor que la debilidad: pero combinadas entre sí, la prudencia de la serpiente los salvaría de exponerse innecesariamente al peligro y la inocencia de la paloma los libraría de echar mano de los recursos para escaparse del peligro. ¡En la época apostólica del cristianismo cuán armoniosamente se manifestaron estas dos cualidades! En lugar del fanático deseo de sufrir el martirio que se engendró en una época posterior a la era apostólica habrá una combinación varonil de celo resuelto y discreción tranquila, ante la cual nada podía hacer frente.
 No sólo no dañemos a nadie sino que no le tengamos mal carácter a nadie. Debe haber cuidado prudente, pero no debemos dejar  dominarnos por pensamientos de angustia y confusión, que esta preocupación sea echada sobre Dios. Los discípulos de Cristo debemos pensar más en hacer el bien que en hablar bien. En el caso de gran peligro, los discípulos de Cristo podemos salirsnos del camino peligroso, aunque no debemos salirnos del camino del deber. No  debemos usar medios pecaminosos e ilícitos para escapar, porque entonces, no es una puerta que Dios ha abierto. El temor al hombre  pone una trampa, una trampa de confusión que perturba nuestra paz, una trampa que enreda, por la cual somos atraídos al pecado y, por tanto, se debe luchar y orar en su contra. La tribulación, la angustia y la persecución no pueden quitarnos el amor de Dios. Temamos a aquel que puede destruir cuerpo y alma en el infierno.
  Cristo nos muestra por qué debemos estar de buen ánimo. Los sufrimientos testifican contra los que se oponen al evangelio. Cuando Dios nos llama a hablar por Él, podemos depender de Él para que nos enseñe qué decir. Una perspectiva fiel del final de nuestras aflicciones será muy útil para sostenernos cuando estemos sometidos a ellas. El poder será conforme al día. De gran aliento para los que están haciendo la obra de Dios es que sea una obra que ciertamente será hecha.
Leemos cómo el cuidado de la providencia se extiende a todas las criaturas, aun a los gorriones. Esto debe acallar todos los temores del pueblo de Dios: Vosotros valéis más que muchos gorriones. Los mismos cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Esto denota la cuenta que Dios hace y mantiene de su pueblo. Nuestro deber es no sólo creer en Cristo, sino profesar esa fe, sufriendo por Él, cuando somos llamados a ello, como asimismo a servirlo.  
 La fe y la convicción vale todo, todos los que creen su verdad, llegarán al premio y harán que todo lo demás se rinda a ello. Cristo nos guiará a través de los sufrimientos para gloriarnos con Él. Los mejores preparados para la vida venidera son los que están más libres de esta vida presente.
Aunque la bondad hecha a los discípulos de Cristo sea sumamente pequeña, será aceptada cuando haya ocasión para ella y no haya capacidad de hacer más. Cristo no dice que merezcan recompensa, porque no podemos merecer nada de la mano de Dios, pero recibiremos un premio de la dádiva gratuita de Dios. Confesemos resueltamente a Cristo y mostremos nuestro amor por Él en todas las cosas.

Nosotros podemos ser probados con una hostilidad similar. Así como los discípulos, no debemos tener una actitud abatida, sino una actitud sensible y prudente. No debemos ser crédulos, pero tampoco entrar en confabulaciones.

  Más tarde los discípulos experimentarían estas dificultades (Hechos 5:40 Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad; Hechos 12:1-3 En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. 2  Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan.  3  Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura.), no sólo con los de afuera,  gobiernos, tribunales, sino también con los de adentro, amigos, familia. Vivir por Dios con frecuencia trae consigo persecución pero con ella viene la oportunidad de anunciar las buenas nuevas de salvación. En medio de la persecución, podemos actuar con confianza porque Jesús ha vencido al mundo (Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.). Y el que "persevere hasta el fin, éste será salvo".

  Jesús dijo a sus discípulos que cuando fueran arrestados por predicar el evangelio, no se preocuparan de lo que deben decir en su defensa: el Espíritu de Dios hablaría por medio de ellos.   Algunos piensan que esto significa que no tenemos que prepararnos para presentar el evangelio porque Dios se encarga de todo. Las Escrituras enseñan, sin embargo, que debemos presentar declaraciones bien pensadas y cuidadosamente preparadas (Colosenses  4:6   Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno).

Jesús no dice que no debemos prepararnos, sino que no debemos preocuparnos.

  Permanecer hasta el fin no es la manera de alcanzar la salvación sino la evidencia de que uno se ha entregado de veras a Jesús. La persistencia no es un medio de asegurar nuestra salvación, sino el resultado de una vida rendida al Señor. Cristo advirtió a sus discípulos que debían evitar el martirio prematuro. Debían irse antes de que la persecución fuera demasiado grande.
Tenemos mucho por hacer y muchas personas por alcanzar. Nuestro trabajo no terminará hasta que Cristo regrese. Y sólo después de que El regrese el mundo descubrirá realmente quién es El   Mateo 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
 Romanos 14:9-12  Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. 10  Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11  Porque escrito está:
 Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
 Y toda lengua confesará a Dios.
 12  De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.



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