} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: VERDAD EN ACCIÓN

sábado, 18 de octubre de 2014

VERDAD EN ACCIÓN

 
Salmos 19:7  La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.
 8  Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; El mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
 9  El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; Los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos;
 10  Deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino, Más dulces que la miel y que el destilar del panal.
 11  Además, Tu siervo es amonestado por ellos; En guardarlos hay gran recompensa.
 12  ¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme de los que me son ocultos.
 13  Guarda también a Tu siervo de pecados de soberbia; Que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, Y seré absuelto de gran transgresión.
 14  Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, Oh SEÑOR, roca mía y Redentor mío.


CONTEXTO

  En este salmo, la meditación de David lo llevó paso a paso desde la creación, a través de la Palabra de Dios, a través de sus propios pecados, hasta la salvación. Cuando Dios se revela por medio de la naturaleza, aprendemos sobre su gloria y nuestra condición finita. Cuando Dios se revela por medio de las Escrituras, aprendemos acerca de su santidad y de nuestra pecaminosidad. Cuando Dios se revela por medio de las experiencias diarias, aprendemos acerca de su perdón misericordioso y de nuestra salvación.



REFLEXIÓN

 La Sagrada Escritura es de mucho mayor provecho para nosotros que el día y la noche, que el aire que respiramos o la luz del sol. Se necesita la palabra de Dios para recobrar al hombre de su estado caído. Así estábamos descarriados y condenados al infierno, en un tiempo atrás, pero de algún modo llegó a nuestros oídos el plan de salvación a través de Jesús y aquél mensaje caló hasta el tuétano para darnos a conocer la sentencia que pendía sobre nuestras cabezas.
El propósito de la Palabra de Dios es convertir o volver al alma del pecado y del mundo a Dios y a la santidad. Muestra nuestra pecaminosidad y miseria al dejar a Dios y la necesidad de nuestro retorno a Él. Este testimonio es fiel porque se puede confiar completamente en Él. ¿En quién si no podemos confiar más que en el Señor? El ignorante e indocto, creyendo lo que Dios dice, se vuelve sabio para salvación. Es el manual para una dirección segura en el camino del deber. La Palabra de Dios es fuente segura de consolación viva y fundamento seguro de esperanza eterna. Los mandamientos de Jehová son rectos tal como deben ser  y como son rectos alegran el corazón. El precepto de Jehová es puro, santo, justo y bueno. Por ellos descubrimos nuestra necesidad del Salvador y, entonces, aprendemos a adornar su evangelio. Ellos son los medios que usa el Espíritu Santo para alumbrar los ojos,  ellos nos llevan a tener una visión y sentido de nuestro pecado y miseria y nos dirigen en el camino del deber. El temor del Señor  limpiará nuestro camino  y permanece para siempre. La ley ceremonial fue abrogada hace mucho tiempo, pero la ley del temor de Dios es siempre la misma. Los juicios de Jehová, sus preceptos, son verdad,  son justos y  son coherentes  no hay injusticia en ninguno de ellos.
El oro es sólo para el cuerpo y las preocupaciones temporales  pero la gracia es para el alma y las preocupaciones de la eternidad. La palabra de Dios, recibida por fe, es más preciosa que el oro es dulce para el alma, más dulce que la miel. Los placeres sensuales pronto sacian, pero nunca satisfacen  pero los de la  sana doctrina son sustanciosos y satisfacen  no hay peligro de exceso.

  Estamos rodeados de fantásticas demostraciones de la capacidad creativa de Dios. Los cielos son una dramática evidencia de su existencia, poder, amor y cuidado. Decir que el universo surgió por casualidad es absurdo. Su diseño y sentido del orden son prueba de que un Creador intervino en forma personal. Cuando vemos la obra de Dios en la naturaleza y en los cielos, damos gracias  a Dios tan maravillosa belleza y la verdad que nos revela acerca del Creador.

  El mensaje de salvación de Dios, que se encuentra en su Palabra, la Biblia, debe seguir difundiéndose hasta los confines de la tierra. La naturaleza señala la existencia de Dios, pero la Biblia nos habla de la salvación. El pueblo de Dios debe explicarles a otros cómo llegar a tener una relación con Dios. A pesar de que la gente en todas partes debería creer en un Creador al sólo mirar la evidencia de la naturaleza que la rodea, Dios necesita que nosotros expliquemos su amor, misericordia y gracia.  
  Cuando pensamos en la ley, muchas veces la asociamos con lo que nos impide divertirnos. Pero aquí vemos lo opuesto, leyes que convierten el alma, nos hacen sabios y alegran el corazón y alumbran los ojos, nos amonestan y nos galardonan. Esto es porque las leyes de Dios son guías y luces en nuestro camino, y no cadenas en nuestras manos y pies. Nos señalan el peligro y nos advierten, luego nos señalan el triunfo y nos guían.

  Muchos cristianos se ven plagados de sentimientos de culpa. Les preocupa la posibilidad de haber pecado inconscientemente, o haber hecho algo bueno pero con intenciones egoístas, o no haber hecho el mejor esfuerzo en alguna tarea, o haber olvidado hacer algo. La culpabilidad puede jugar un papel importante al llevarnos a Cristo y al hacer que nos comportemos apropiadamente, pero no debe debilitarnos ni atemorizarnos. El perdón de Dios es total y completo, aun cuando se trate de pecados inconscientes.

  ¿Cambiaríamos de manera de vivir si supiéramos que cada palabra y pensamiento nuestro Dios lo examina primero? David pidió que Dios aprobara sus palabras y sus pensamientos como si fueran ofrendas presentadas en el altar.
Al comenzar cada mañana dejemos que el amor de Dios nos guíe en todo lo que decimos, pensamos y hacemos.

Decir que  « La ley del SEÑOR es perfecta », constituye una referencia directa a la absoluta, completa e indudable integridad de las Sagradas Escrituras. La Palabra de Dios es perfecta en su certeza y segura en su confiabilidad. Generalmente se utilizan dos términos para describir estos aspectos de la Palabra de Dios: 1) Inerrable (perfecta), lo cual significa que en las copias originales escritas por el autor o autores de cada manuscrito, de cada uno de los libros de la Biblia, nada ha sido afectado por el error.  Además, la excelente protección de las Escrituras a través de los siglos nos asegura que las copias llegadas a nuestros días reproducen esencialmente los originales. Aún los críticos literarios que no reclaman fe en la verdad de la Biblia, testifican que, debido a haber permanecido inalterable y exacta, esta es la obra más confiable de las transmitidas desde la antigüedad. 2) Infalible se refiere al hecho de que la Biblia no falla como guía absolutamente confiable para nuestra fe (creencia en Dios) y práctica (vida y comportamiento). Ello se debe a que Dios es fiel (Juan_3:33 "El que ha recibido Su testimonio ha certificado esto: que Dios es veraz.; Juan_17:3 "Y ésta es la vida eterna: que Te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.), su Palabra veraz (Juan_17:17 "Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad.) Y no puede mentir (Números_23:19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?; Tito_1:2 con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos,
; Hebreos_6:18   a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.)




Padre Eterno: Permite que lo que hable y lo que mi corazón murmure sea un deleite para ti en el nombre de mi Señor Jesucristo.   



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