} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: VERDAD EN ACCIÓN II

sábado, 18 de octubre de 2014

VERDAD EN ACCIÓN II





Principios que ayudan a mi familia a vivir una vida cristiana, obediente, coherente y comprometida con la Palabra de Dios en la Biblia:


Un paso hacia el conocimiento de Dios Saber y creer que Dios es Omnisciente nos ayuda a no escondernos de él.
 Comprende que Dios ve y conoce todas las cosas. Cree que nada de lo que haces está oculto a los ojos de Dios.
Orientaciones para crecer en piedad Vivir en piedad es algo completamente diferente a vivir como nos enseña el mundo. Ella se opone a nuestra naturaleza carnal y pecaminosa. Por lo tanto, como la piedad no se aviene con el pecado, necesitamos la ayuda sobrenatural del Espíritu Santo. Para vivir en piedad hace falta un cambio radical en nuestra manera de hablar, conducirnos y pensar.
Honra al Señor en tu conversación y conducta.
 Rehúsa responder airadamente. Consúltalo con la almohada y dedica tiempo a la reflexión.
 Deja que Dios llene tus pensamientos y evita así las debilidades.
 Honra tus compromisos y tu palabra aunque ello sea costoso para ti.
 Habla y piensa sólo de la manera que sabes agrada a Dios.
 Comprende que la justicia rechaza por completo las conductas incorrectas.
Pasos hacia la santidad Los creyentes consagrados viven de una forma distinta a la gente del mundo, y no permiten que el sistema de valores del mundo domine sus vidas. Si damos un lugar al mundo en nuestras vidas sufriremos las consecuencias.
 No conduzcas tu vida por los caminos que el mundo propone, no participes en actividades dudosas y no seas sarcástico. Vive de manera diferente como parte del pueblo de Dios.
 Comprende que permitirle al mal desarrollarse en tu corazón traerá desilusión y problemas innecesarios a tu vida.
Pasos hacia una devoción dinámica. Estar junto a Dios constantemente da lugar a cambios permanentes en nuestras vidas. Intentos no sinceros en este sentido conducen a una devoción dividida. Aquellos que convierten su devoción a Dios en un objetivo prioritario son quienes conocen la devoción verdadera.
 Practica la meditación regular en la Biblia. Deléitate en las Escrituras y deja que ellas te guíen.
 Busca al Señor en la mañana. Espera en él para que hable a tu corazón y a tu espíritu.
 Prioriza la adoración privada y colectiva.
 Da gracias a Dios todos los días por su revelación, su voluntad y sus promesas para ti en su Palabra.
 Haz que el tiempo que pasas con Dios y con su pueblo constituya tu deleite y lo más importante para ti en la vida.
 Testifica regularmente de las bondades de Dios.
 Escoge vivir una vida de disciplina y obediencia como siervo de Dios.
Lecciones clave en la fe La gente de Dios debe confiar plenamente en que la Palabra de Dios es verdadera y que él siempre actúa de acuerdo con ella. Cada situación que enfrentamos es una oportunidad para confiar en Dios en lugar de en nuestras propias inclinaciones. La fe involucra un elemento de riesgo, pero siempre rinde los más ricos beneficios.
 Escoge creer que el Señor no te abandonará nunca si crees en él.
 Conoce que la Palabra de Dios ha sido probada. Y es absolutamente confiable.
 Confía en el cuidado pastoral de Jesús. Él te sostendrá y protegerá, además, restaurará tu vida.
 Cree en el Señor para alcanzar justicia, no la busques tú mismo.
 Dedícale conscientemente todos tus planes diariamente al Señor. No presumas que su ayuda llegará si no lo invitas a hacerlo.
Pasos para enfrentar el pecado Enfrentarse de forma adecuada al pecado supone que permitamos a la Palabra de Dios examinar nuestro corazón. Ocultar el pecado e intentar esconder sus consecuencias da lugar a sentimientos de angustia y a menudo a mayores pecados. Acepta lo que Dios dice sobre la conducta pecaminosa, aléjate de ella, y el perdón gratuito de Dios hará el resto.
Deja que la Palabra de Dios te examine y corrija. Comprende que haciendo eso te mantendrás alejado del pecado.
Confiésate y abandona el pecado y la rebelión. Recibe el perdón de Dios. Comprende que Dios también olvida.
Reconoce y confiesa el pecado. Comprende que Dios desea perdonarte y restaurarte, pero no tomes a la ligera el perdón divino.
Cómo refrenar la lengua Muchos pecados tienen que ver de alguna forma con la maledicencia. La disciplina y las decisiones correctas dan como fruto la sana conversación. Muy fácilmente hablamos demasiado, con mucha dureza y libertad. Hablar menos y más cuidadosamente traerá como resultado una disminución del pecado.
 Habla sólo lo recto. Comprométete a hablar de las cosas de Dios.
No te quejes cuando estés en dificultades o problemas. Clama a Dios. Confía en que el Señor te escuchará y responderá.
Sé cuidadoso con tus palabras. Conoce que la recta conversación trae consigo la promesa de una larga vida.

Ojalá que estos principios del Libro de los Salmos, sean de provecho, y sirvan para dar gracias y gloria a Dios Padre en el nombre de Jesús.

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