Cuando
allá por el año 2009 inicié este blog, El Camino: La Salvación por fe en
Jesucristo, lo hice pensando en dedicar más tiempo a la lectura de la Palabra
de Dios en la Biblia. Al principio, reconozco que me costaba centrarme. Leía un
capitulo y volvía a empezar. Apuntaba las palabras que no entendía y las
buscaba en el lenguaje original. Consultaba otros libros de literatura
cristiana e incluso escribía aquello que me había calado, con mis propias
palabras. Comencé a escribir viendo como me ayudaba en el conocimiento y
asimilación de las verdades reveladas por Dios en la Biblia. Aquello que
inicié, con la ayuda del Señor, hoy se ha vuelto tan necesario para mi, como el
respirar. No hay día que no escriba, sea en este blog, en otra red social o en
mi cuaderno de campo.
Gracias
a Dios mi trabajo me brinda la oportunidad de estar en constante aprendizaje de
la Palabra de Dios.
Me
dedico al cultivo de arbustos ornamentales, para luego podar sus ramas y
comercializarlas como verde decorativo para la confección de arreglos florales
por los profesionales floristas. La mayor parte del día la paso en el campo, en
solitario con la única compañía del Señor. Internet móvil me ha venido como
anillo al dedo para poder descargar en mi Smartphone la aplicación de la Biblia
para poder escucharla en las diferentes versiones que existen, lo que me
permite comprender la riqueza de su vocabulario. Tantas horas en medio de la
naturaleza me permite disfrutar de esa Creación de Dios Padre hasta en el
elemento más minúsculo, una brizna de hierba, una diminuta araña, una hormiga,
una flor; la vida bajo una piedra...todo apunta a Dios como el Diseñador, el
Soberano de todo lo que vemos con nuestros sentidos físicos y espirituales.
La
predicación bíblica, escuchar la sana doctrina sin adulterar, me permite
conocer y comprender cada día un poco más al Señor Jesús para obedecerle y
vivir de la forma que espera de los que hemos nacido de nuevo. He descubierto
que mi pequeñez se hace más ínfima a medida que voy conociendo más de Su
Palabra. A pesar de todo, sigo fallando, pero no me quedo contemplando,
pido perdón y continuo la marcha, sabiendo que algo grandioso me espera y que
ahora con mis limitados sentidos no puedo ver en su totalidad, pero si puedo
percibir que cuando me abandono por completo en el Señor, entro en una
dimensión de gozo y paz que no se puede describir y que sólo puede comprender
aquel que lo ha vivido.
Hoy, a
esta hora, 11.30 de la mañana del día 28 de noviembre de 2014, este blog que
estoy escribiendo, se ha compartido por internet 121016 veces. ¿Cómo lo he
sabido? Pues a través de varios programas que he instalado recientemente y que
estoy tratando de que configuren correctamente el número de visitantes que
aparecen en el blog, para que los datos sean en tiempo real.
Gracias
Señor Jesús por permitirme seguir escribiendo y reflexionando en Tu Palabra. Te
pido Señor que si está en Tú Voluntad, pueda servir de semilla para que pueda
llegar a los corazones que aún no te conocen y los encamine a un acercamiento a
ti. Que el Espíritu con el cual Tú me has sellado, impida otro propósito que no
sea el dar a conocer la Palabra de Dios en la Biblia.
Gracias
a todas las personas que han compartido este blog, que Dios las bendiga.
