} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ORACIÓN DE CONFIANZA EN DIOS

domingo, 5 de abril de 2015

ORACIÓN DE CONFIANZA EN DIOS



Salmos 4:1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
2  Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah
Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clamare.
4  Temblad, y no pequéis;
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
5  Ofreced sacrificios de justicia,
Y confiad en Jehová.
6  Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
7  Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
8  En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Piadosos son aquellos que son fieles y devotos a Dios. David sabía que Dios escuchaba sus oraciones y que le respondería. También a nosotros Dios nos escucha y nos responde cuando lo llamamos. A veces pensamos que Dios no va a escucharnos porque hemos caído por debajo de sus normas en cuanto a una vida recta. No obstante, si hemos confiado en Cristo como Salvador, Dios nos ha perdonado y nos escucha. Cuando sintamos que nuestras oraciones están rebotando en el techo, recordemos que como creyentes hemos sido apartados por Dios y que Dios nos ama. El escucha y responde, aun cuando sus respuestas no sean lo que nosotros esperamos. Analicemos nuestros problemas a la luz del poder de Dios en vez de mirar a Dios en la sombra de nuestros problemas.
  La adoración en los días de David incluía los sacrificios de animales en el tabernáculo. La sangre del animal cubría los pecados de aquel que ofrecía el animal. Había reglas específicas para ofrecer los sacrificios. Pero para Dios era más importante la actitud de sumisión y obediencia que la ceremonia misma (1 Samuel 15:22-23). En la actualidad, un "sacrificio agradable" a Dios sigue siendo lo mismo. Dios quiere nuestra obediencia y nuestra alabanza antes que nuestras ofrendas (Hebreos 13:15). Ofrezcamos  el sacrificio de la obediencia total y la alabanza sincera.

  Aquí se contrastan dos clases de gozo: el gozo interior que surge al conocer y al confiar en Dios, y la felicidad que surge como resultado de circunstancias agradables. El gozo interno permanece estable mientras confiemos en Dios. La felicidad es imprevisible. El gozo interno derrota al desaliento, la felicidad lo cubre. El gozo interno es duradero, la felicidad es temporal.