RECORDANDO EL NACIMIENTO DE JESÚS

El propósito del nacimiento de Cristo se ha cumplido en mi vida, ya que por gracia soy salvo de la condenación que merecía por mis pecados. Pero por la fe en Jesucristo soy justificado ante Dios Padre.
El engaño de la religión romanista y cualquiera de ellas, es que enseñan "hay que hacer buenas obras para ir al cielo". Si la salvación fuera por obras, ¿Qué sentido habría tenido la muerte de Cristo? 
Dios nos hubiera dicho: "haced muchas obras buenas, peregrinar hasta Roma, ...y por vuestros méritos al final, Pedro os abre la puerta del cielo".
Así enseñan en las catequesis romanas. Lo sé porque yo fui catequista y así entre otras cosas tenia que decirles a los niños.
Sólo hasta que no tienes un encuentro personal con Cristo por medio de su Evangelio que te confronta y te parte el entendimiento en dos, para que brille la Luz de la Palabra de Dios en la Biblia y te permita recibir por gracia la fe para creer en el Hijo Unigénito de Dios.

Cuantos se van al infierno porque su orgullo los tiene cegados; cuantos burladores y escarnecedores no estarán a punto de emprender un viaje sin retorno, pero lo más triste es que no quieren oir, y te toman por loco, ¡¡bendita locura creer en Cristo!!
La convicción de ser hijo de Dios, gime dentro de mí, intercediendo por todos aquellos que conozco: vecinos, familia y amigos. Ojalá que un rayo de claridad celestial les permita mirarse en el espejo, tal cual son, pecadores y esclavos del pecado. Ojalá que el nacimiento de Jesús se haga realidad en sus corazones, para que más almas sean liberadas de la esclavitud de un mal amo, y por Cristo sean conducidas a la salvación eterna.
¡¡Qué gozo habrá en el cielo si arrepentido aceptas a Jesús como Salvador y Señor!!
¿Te imaginas? Puedo entreverlo por el gozo y la paz que reina en un hijo de Dios. ¿Ha llegado la Navidad a tu vida? Dicho de modo correcto ¿Ha nacido Cristo en tu corazón para liberarte de la esclavitud del pecado y regalarte la salvación?
Si eres observador y has nacido de nuevo, verás qué entiende el mundo por celebrar la Navidad.
No está muy lejos de compararse con las Saturnalias romanas, fiestas bacanales, orgías, placer y borracheras, que la iglesia de Roma trató de ocultar promulgando el 25 de diciembre como el nacimiento de Jesús.
Con el tiempo transcurrido vemos como aquella fiesta pagana está en su máximo apogeo; y el verdadero significado del nacimiento de Jesús se está perdiendo.
Nosotros, los que hemos recibido de Dios la gracia de la fe en Jesucristo, no podemos permitir que esta sociedad consumista e idolatra siga en la ignorancia y esclava del pecado. Tenemos una comisión que cumplir, proclamar, testificar, predicar el Evangelio de Jesús, la Buena Nueva por todos los confines de la tierra.
Los acontecimientos mundiales hablan de que está llegando el fin, cuando dentro de muy poco el inicuo hará su aparición para engañar a los que confían en sus principios, sus ideas y filosofías y tratará por todos los medios de confundir aún a los que somos salvos por fe en Jesucristo. 
Según la Palabra de Dios en la Biblia vienen tiempos muy peligrosos para los cristianos. Perseveremos en la fe, en la obediencia y sujetemonos con firmeza por la gracia del Espíritu en oración a Dios Padre por medio de su Hijo Jesucristo para que no nos falte el consuelo oportuno, y para que abunde su gracia para con los inconversos.
Si has recibido a Jesús como Salvador y Señor ¡enhorabuena! formarás parte en el arrebatamiento de la Iglesia de Cristo.
Muchos se burlaran de esto que leen, pero a su debido tiempo se darán cuenta de lo que se han perdido, y ya no habrá otra oportunidad.
Aprovéchala mientras tienes ocasión.

¡Maranatha! ¡ Si, ven Señor Jesús!