} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EL SERMÓN DEL MONTE 18

sábado, 18 de febrero de 2017

EL SERMÓN DEL MONTE 18



Mateo 5:40-41  y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
   y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos. (La Biblia Casiodoro de Reina 1569)

Según leemos en Éxodo_22:26-27, no era confiscable la capa (el vestido), porque servía también de cobija, pero para evitar pleitos que le puedan llenar al cristiano de resentimientos y odio, fuera mejor entregarle al enemigo la capa también. Es mil veces mejor dormir con frío que ser querelloso y litigioso, viviendo enojado. Los corajes manchan y destruyen el alma.
Esta enseñanza es importantísima para los discípulos de Cristo en cualquier época. El pensamiento es que no conviene dejar que las injusticias, por feas que sean, nos roben el amor y el buen humor y que nos dejen con un espíritu vengativo y resentido.
¿Debe el cristiano dejar que los perversos le defrauden y quiten cosas de gran valor, como la casa o el automóvil o el negocio? Claro que no. Cristo no toma el lado de los ladrones y fraudulentos. Dios siempre promueve la justicia. No hay virtud en sí en que se pierdan posesiones. La virtud está en amar al prójimo, y en no dejar que nada destruya ese amor. También la virtud está en que el cristiano tenga carácter de bondad y no carácter querelloso. Es correcto proteger el automóvil y la casa pero sería mil veces mejor perder casa, automóvil y aun el negocio en lugar de perder el alma por ser manchada con amargura y odio. Hebreos_10:34, "y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos".
Es indispensable que rehusemos tener espíritu de amargura, o espíritu vengativo, venga lo que viniere. Es mucho mejor perder todo (sean derechos o sean posesiones) en lugar de perder el alma. El alma manchada con odio, resentimientos, y amargura está perdida y seguramente va al infierno. No conviene que estemos peleando disgustados, enojados, amargados y resentidos sobre los insultos, las injusticias, las ofensas, ni siquiera sobre las posesiones. Bien sabemos que los del mundo son abusivos. Viven insultando y causando escándalos. No seamos como ellos. Ellos son hijos de tinieblas pero nosotros somos hijos de luz. Si dejamos que tales pruebas nos conviertan en amargados y resentidos (como ellos), entonces nos habrá ganado el mundo porque ya seremos como ellos.
 ¡El que profesa ser cristiano no debe, bajo ninguna circunstancia, vivir enojado y amargado como los del mundo!
El cristiano no debe vivir preocupado por sus derechos. No debe exigir que todo el mundo le conceda sus derechos. Tampoco debe estar resuelto a que se le conceda todo privilegio que le pertenece. Más bien debe pensar en sus deberes y responsabilidades. El cristiano no tiene el derecho de aborrecer a los que le maltratan; por lo contrario, el deber del cristiano es el amor. "No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el ama al prójimo, ha cumplido la ley", Romanos_13:8.

"Y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.

Palestina era país sojuzgado y ocupado por los romanos. Los soldados romanos podían obligar a los judíos a servirles en muchas formas, por ejemplo, proveyendo alimentos y alojamiento para ellos y sus animales, llevando mensajes o cargas, etc. (Mateo_27:32). Se comportaban muchas veces en manera tiránica. No tenían deseo alguno de congraciarse con los judíos. Por eso había mucho resentimiento contra ellos.
Jesús enseña a sus discípulos que si los romanos les obligan a ir una milla, que no vayan una milla enojados (con espíritu de resentimiento y odio), sino que vayan dos millas alegres, sonriendo, y de buena voluntad, no porque los ingratos lo merezcan, sino porque estamos sirviendo a Dios a quien amamos y a quien servimos siempre con gozo. El cristiano no debe dejar que nadie ni nada le llene de odio, resentimiento y espíritu vengativo. Nadie nos hace enojar; esto lo hacemos nosotros mismos. Cada quien tiene control sobre su corazón. El buen humor y el corazón alegre vale mil veces más que la libertad que tanto anhelaban los judíos, y vale mucho más que todas las posesiones que tan ardientemente la gente defiende.

Apliquémonos estos principios.

Hay varios textos en el Nuevo Testamento que hacen buena aplicación de esta enseñanza. Debemos tener buena voluntad todo el tiempo, porque estamos sirviendo a Dios todo el tiempo. Los textos siguientes son instrucciones para siervos (esclavos) o criados. Desde luego, los judíos no eran esclavos, pero sí eran pueblo súbdito y sujeto a muchos abusos. Los judíos eran rebeldes, y los romanos se ponían a veces tiránicos.
Muchos cristianos eran esclavos; esta era la situación de los 60 millones de esclavos que había en el Imperio Romano en el primer siglo. Roma era dueña del mundo entero y los ciudadanos romanos no trabajaban. Aun los médicos y maestros eran esclavos  Había amos buenos y se formaban lazos fuertes de amistad, de afección y de lealtad entre ellos y sus esclavos, pero éstos eran excepcionales. La mayoría de los amos no eran así.
La mayoría de los romanos consideraban a sus siervos como herramienta viviente. La única diferencia entre los esclavos y los animales era que éstos no hablaban y aquéllos sí. Los esclavos eran como instrumentos que existían exclusivamente para el uso de los amos.
Los esclavos no tenían derechos. Cuando se enfermaban (o se envejecían), se descuidaban y se dejaban morir. El amo tenía verdadero poder de vida y muerte sobre los esclavos. Si algún esclavo se fugaba y era capturado se le marcaba a fuego con la letra "F" para indicar que era un fugitivo.

¿Cómo deberíamos los cristianos comportarnos ante esta situación?
No debemos rebelarnos. La enseñanza de Jesús no promovió la rebelión contra la esclavitud; Jesús ni siquiera dice que es pecado tener esclavos.
Al contrario, les enseñaba a someterse a los amos: deberían ser obedientes, eficientes, respetuosos, honestos, y cumplidos y fieles en el trabajo.
Deberían obedecer esta enseñanza, no pensando solamente en agradar al amo, sino pensando sobre todo en agradar a Dios, el verdadero Amo. De esta manera, podían servir y aguantar las circunstancias más duras pensando que todo esto era para Dios. La carga era soportable para los que tenían esta actitud.
           
Podemos leer los siguientes textos sobre lo expuesto:
Colosenses_3:22-33, "Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres". La carga pesada del siervo sería aligerada si se acordaba que en realidad su verdadero Amo era Dios. El siervo había de servir todos los días con buena voluntad "como para el Señor".
Efesios_6:7, "sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres". Esta enseñanza se aplica ahora al empleo diario, porque cuando el patrón o mayordomo maltrata al cristiano, éste debe recordar siempre que su verdadero Patrón es Dios, por lo cual, debe mantener una buena voluntad y estar alegre.
Tito_2:9-10, "Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios". Los trabajadores no deben ser respondones. Tampoco deben robar herramienta del taller, ni mercancía del negocio (con la excusa de que "me deben pagar mejor", etc.). Más bien, deben ser cumplidos, trabajando bien todo el día y todos los días, de buen humor, con buena voluntad, como para Dios.   1Pedro_2:18, "Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar". ¡Deberían soportar a los insoportables!  El "problema económico" (conflictos entre empresarios y trabajadores) no es un problema económico sino actitud. ¿Se quiere que haya buenos obreros y buenos patrones? No es solamente cuestión de incrementar salarios o mejorar las condiciones para trabajar, sino es cuestión de aplicar estas enseñanzas divinas.
Solamente de esta manera, y en la mayoría de los casos solamente de esta manera, los amos podrían aprender el evangelio. Lo aprenderían al observar la vida, la conducta y la actitud, de sus esclavos.  
 ¿Cómo podían los amos (y cómo pueden los patrones ahora) conocer a Dios excepto a través de sus siervos o trabajadores? La gran mayoría de los hombres ricos, grandes y poderosos no leen la Biblia y no asisten a servicios ni cultos de adoración a Dios, pero ellos pueden observar el evangelio todos los días en la conducta y en la actitud de los trabajadores.
1Pedro_3:1-4, es posible que la mujer cristiana gane al marido incrédulo por su conducta casta, teniendo espíritu afable y apacible, pero la mujer con espíritu amargado (una mujer corajuda y regañona) nunca lo convertirá. Tales mujeres deben convertirse para poder convertir a sus maridos.
 Se debe enfatizar que la mayoría de la gente no lee la Biblia y no asiste a los servicios de predicación, sino que van a aprender lo que significa ser cristiano solamente por medio de observar las vidas de los que somos cristianos. Por lo tanto, si no obedecemos estas enseñanzas de Jesús, servimos de tropiezo para los incrédulos. ¡Tenemos que enseñarles por la conducta cómo ser cristianos! 1Pedro_3:15, los de afuera preguntan a los cristianos perseguidos acerca de su esperanza. El cristiano sincero quiere que la gente le pregunte acerca de su fe y esperanza.
Servimos a Dios los siete días de la semana. No estamos sirviendo a Dios solamente durante el culto, o cuando visitamos enfermos o estudiamos la Palabra de Dios, sino también en el trabajo secular, las hermanas sirven a Dios en el trabajo doméstico, y los jóvenes sirven a Dios cuando estudian en la escuela. Es necesario servirle de buena voluntad todo el tiempo.
            ¡Qué grandes y preciosas lecciones para nosotros! Debemos evitar los resentimientos causados por los conflictos en el hogar, en el trabajo, en la escuela, entre vecinos, aun entre hermanos, y siempre ser de buen humor y de buena voluntad. Nadie nos puede quitar esta bendición de Dios. Cada quien puede tener control sobre esto.
            La persona que tiene espíritu agrio y vengativo, que tiene carácter "recio" y fuerte, que vive enojado y resentido no es hijo(a) de Dios, porque no es imitador de Dios; Él es "benigno para con los ingratos y malos" (Luccas_6:35), y para ser hijos de Dios, tenemos que ser imitadores de Dios (es lo que la palabra "hijo" significa).

Para concluir.
 Yo -- y solamente yo -- tengo control sobre mi corazón (mente, voluntad, emociones). Nadie me hace enojar, sino yo solo. Nadie me amarga, sino yo solo. Si vivo enojado, amargado, resentido, yo mismo tengo la culpa. Nadie me puede obligar o forzar a tener espíritu vengativo y amargado.
 Cuando somos agraviados, con frecuencia nuestra primera reacción es buscar desquite. Jesús nos dice que debiéramos hacer el bien a los que nos causan daño. No debemos guardar resentimientos, sino amar y perdonar. Esto no es natural: es sobrenatural, y solo Dios puede darnos la fuerza para amar como Él lo hace. En lugar de buscar venganza, oremos por los que nos hieren.
La sencilla instrucción es: Soporta cualquier injuria que puedas sufrir por amor a la paz, encomendando tus preocupaciones al cuidado del Señor. El resumen de todo es que los cristianos deben evitar las disputas y las querellas. Si alguien dice que carne y sangre no pueden pasar por tal afrenta, que se acuerden que carne y sangre no heredarán el reino de Dios, y los que actúan sobre la base de los principios justos tendrán suma paz y consuelo.
 Verdaderamente esta enseñanza es el camino angosto; el que acepta esta enseñanza y la practica edifica sobre la roca. Es otro ejemplo de la justicia que es mayor que la de los escribas y fariseos.
Recuérdese que Jesús predicaba el arrepentimiento. En el Sermón del Monte El describe el carácter de los ciudadanos del reino de los cielos. ¡Así son! El arrepentimiento significa el cambio que tenemos que hacer para poder ser ciudadanos del reino.
 El bautismo no ayuda a los que no quieren cambiar.
           


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