} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ESTUDIO LIBRO DE RUT 12

lunes, 16 de diciembre de 2024

ESTUDIO LIBRO DE RUT 12

 

ÉL ES JEHOVÁ TU REDENTOR


Rut 3; 1 Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?

Rut 3:2  ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas.

Rut 3:3  Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.

Rut 3:4  Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.

Rut 3:5  Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.

Rut 3:6  Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.

Rut 3:7  Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.

Rut 3:8  Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies.

Rut 3:9  Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.

Rut 3:10  Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos.

Rut 3:11  Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.

Rut 3:12  Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo.

Rut 3:13  Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.

Rut 3:14  Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era.

Rut 3:15  Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad.

Rut 3:16  Y cuando llegó a donde estaba su suegra, ésta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le había acontecido.

Rut 3:17  Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías.

Rut 3:18  Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.


        Luego de estudiar los primeros capítulos del libro, nos acercaremos a este tercero empleando la metodología de estudio característica. Es decir, la lectura y análisis del capítulo en clave teológica. Desde esta perspectiva, será posible identificar los aspectos relacionados con Dios, presentes en la narración. Lo cual indica que los aspectos del carácter, doctrinas y verdades relacionadas con Él serán estudiadas, analizadas y comentadas aquí, para posibilitar su reflexión y comprensión.

Ya consideramos verdades sobre Dios, su protección y ahora meditaremos en Él como Redentor. Por lo cual, nos valdremos de las figuras, ejemplos, diálogos y verdades que nos permitan resaltar la misericordia del Señor para estas mujeres desde la óptica de la redención. Por lo tanto, podremos ver la misericordia celestial para ellas al propiciarles un redentor. Lo cual implica que hay esperanza, perdón, reconciliación y salvación.

Como el presente escrito, emplea una ley judía a favor de las viudas, pobres y extranjeros, algunas de las verdades relacionadas con el tema de estudio, no son tan evidentes. Por lo cual recurriremos a presentar un estudio un tanto alegórico que nos permita relacionar, asociar y recrear estos principios y realidades desde la concepción de la redención, apuntando a la doctrina del sustituto, para salvar la vida de los suyos.

En este sentido, es interesante, considerar dimensiones y frases empleadas en la narración, en esta dirección. Por lo tanto, quienes se acerquen al texto de Rut, no pueden pasar por alto, esta costumbre judía que permite perpetuar el nombre de la familia y salvarlos de la miseria y el anonimato. Además, en sentido espiritual, quienes son acogidos por Cristo, encuentran en Él la esperanza, perdón y salvación segura y eterna por el sacrificio de Cristo para ellos. En consecuencia, quienes reciben vida en Jesús, vivirán por siempre, al lado de quien murió en su lugar, por su infinita gracia y para su completa gloria.

En el estudio entonces, abordaré tres expresiones que a nuestro modo de ver expresan la gracia de la redención. Estas frases de los labios del pariente redentor, son: yo te redimiré, descansa; bendita seas tú, hija mía; no descansaré y concluiré.

De los labios de Booz, se expresan estas extraordinarias verdades que cambian la vida de Rut y Noemí. También, dan evidencia de la soberanía de la redención para los elegidos y la completa gracia y generosidad que esta conlleva. Sin más preámbulos, comencemos el desarrollo del tema.

YO TE REDIMIRÉ, DESCANSA…

La narración se limita a decirnos en el cierre del capítulo dos el trabajo de Rut y su residencia.

Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra” (2:23). El silencio se interrumpe con las palabras de Noemí a Rut. Todo indica que Noemí, no ha cesado de pensar en el futuro de ellas. Quizás, ella estaba interesada no sólo en Rut si no también en ella. La información que recibía Noemí cada día, al regreso de su nuera, alimentaba la expectativa de esta anciana. Por lo tanto, después de alimentar su intención en silencio, decide comunicarlo.

Después le dijo su suegra Noemí…” (Rut 3; 1). Es posible que ese después, sea al término de la cosecha de la cebada y del trigo. No aguanta más, considera que es la oportunidad para efectuar lo que ha planeado en su mente y la idea que la desvela. La relación de ellas es de madre a hija. Sus palabras son dulces, cariñosas, llenas de respeto y cordialidad. “…Hija mía…” (Rut 3; 1). No hay reproches, quejas ni reclamos entre ellas. Con la suavidad y materialidad de sus palabras si dirige a su esforzada nuera.

Su interrogatorio, esta en función del bienestar de Rut, por lo que justifica su estrategia, que hasta el momento desconocemos. “… ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?” (Rut 3; 1). Luego de su demostración para el bien de su nuera, Noemí, expresa un segundo interrogante, relacionado con el pariente más cercano de su difunto esposo. “¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado?...” (Rut 3; 2). Además, une su argumento al conocimiento que Rut tiene de Booz. Ya en el capítulo dos, el narrador nos advierte que el campo de trabajo de la moabita, es nada más, ni nada menos que la propiedad del pariente allegado a Elimelec. También, al cierre del capítulo dos, la misma Noemí, manifiesta que él es la persona indicada y responsable de redimirlas. “Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos” (Rut 2:20).

Con esa verdad en mente, relacionada con la redención de ellas y la bondad del Señor para ellas, enfrentan este periodo de silencio. No obstante, Noemí, no ha cesado de pensar en esta oportunidad. Su fe y confianza se aumentan cada vez más. La alimenta la familiaridad que tiene con éste pariente. Sin embargo, el tiempo pasa, pero no la idea y esperanza de Noemí. Por lo que al comienzo de este capítulo tres, manifiesta su plan.

Noemí, por ser conocedora de las leyes judías, confía que Booz, se case con su nuera y levante descendencia. A eso se refiere la expresión pariente redentor. Esta costumbre, era una ley mosaica para salvaguardar la familia y levantar descendencia al cuñado, que moría y dejaba la viuda sin hijos.

-“El levirato, costumbre por la cual un hombre puede casarse con la mujer de su hermano fallecido, fue practicado principalmente por los antiguoshebreos con el fin de preservar la relación existente entre las familias”. -

Lo que intenta Noemí, es encontrar al que legalmente le corresponde casarse con su querid nuera, que es para ella como una hija. La sabiduría y estrategia de Noemí, le llevan a planear la estrategia de tal manera, que se logre el compromiso de Booz, con la joven viuda. En este sentido, se apoya en la legislación existente y valida los derechos que como ciudadana tiene derecho. Antes había sido Rut la que se acogió al derecho del espigueo, ahora es la suegra, quien se apoya en este principio de solidaridad familiar.

Nos sorprende, el conocimiento que tiene Noemí de los movimientos de Booz, por lo que la orientación a su nuera es precisa y detallada. “…He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas” (Rut 3; 2). Ella sabe que esta noche es la oportuna para lograr su cometido.

Por lo cual se; dirige amable y cariñosamente a Rut para comunicarle su estrategia y esperar que ella acceda en cumplirla. No sabemos que la tiene tan segura a ella, de la obediencia de Rut. Quizás, las anteriores y múltiples manifestaciones de obediencia y sujeción de esta joven mujer para con ella, la hacen pensar que en esta ocasión será igual.

Algunas de las instrucciones de Noemí para Rut son las siguientes, las cuales expresan la obra redentora de Cristo para sus seguidores. Veamos:

Rut 3; 3: Te lavarás Justificación Por el sacrificio de Cristo

Te ungirás Regeneración Por la obra del Espíritu Santo

Te vestirás Santificación Por la adopción de hijos

Lo cierto del caso, es que después de algunas instrucciones al respecto, Rut, como siempre lo ha hecho, accede voluntaria y decididamente a cumplir lo que para ella es una orden.

Rut, no es una mujer egoísta, y orgullosa. La hemos visto actuar con sencillez, sujeción y decisión. El grado de respeto y admiración hacia su suegra ha sido notorio. Una vez esta al lado de Booz, como se le indico, se desarrolla el resto de la narración en perspectiva redentiva. Ya no es solo Noemí quien quiere que Booz, las redima, también Rut esta comprometida y deseosa de hallar gracia en Booz, para este propósito.

Al lado de Booz, la obediente y arriesgada mujer, es interpelada por el pariente cercano. “Entonces él dijo: ¿Quién eres?...” (Rut 3: 9). La forma como él se dirige a ella, es tierna y dulce. No la reprocha, ni la cuestiona, si no que le interroga sobre su identidad. En la oscuridad de la noche y el profundo sueño, en el que posiblemente se encontraba, necesitaba saber quien esta a su lado. La respuesta sobre la identidad de la mujer que esta junto a él, le permitirá avanzar en su dialogo interrogatorio.

La joven Rut, no duda en presentarse y hacer su solicitud. Se presenta con su nombre propio, lo cual no había hecho hasta ahora. Siempre ha estado asociada, con su nacionalidad, la moabita; con su familiaridad, la nuera de Noemí; con su tragedia y dolor, la viuda del hijo de… No obstante, en esta oportunidad, ya Rut esta siendo restaurada, por lo que presumimos presenta su identidad de mujer, con su nombre propio y con seguridad. “…Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva…” (Rut 3; 9).

Aprovecha para presentarse como es ella. También, establece un puente de comunicación con Booz, al decirle soy tu sierva. En primer lugar reconoce su posición, no puede igualarse con el jefe de la hacienda. Su expresión es un acto de reconocimiento de su posición, además, una confesión de humildad, sujeción y disposición de servir a su amo. Por lo cual, se dirige a él como su sierva. “Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas” (Rut 2:13). Su reconocimiento de su identidad y posición, son altamente alabados en esta sabia mujer. Por lo que no duda en acercarse a él, sabiendo quien es, su posición, condición y necesidad. No obstante, ella, no se acerca a Booz, por lo que ella es, si no por lo que él es. El pariente más cercano de Elimelec su suegro, por consiguiente, quien puede redimirla de su soledad y viudez.

Otras mujeres en la Biblia, fueron capacitadas para comprender su indignidad y rendirse agradecidas al Señor por su benevolencia sin límites. Una de ellas es María, cuando es visitada por el ángel y se le anuncia la misión extraordinaria para a la que ha sido llamada.

Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). También lo ratifican unos versículos más adelante. “Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones” (Lucas 1; 48). En este sentido, la actitud de Rut es similar a la de María, al estar frente a su Señor. María por ser el vaso escogido para que naciera el Salvador y Rut por estar frente a quien la puede redimir. Los encuentros de las dos son salvíficos.

Ya junto a Booz, e identificándose a él, no le queda más duda a él, de quien es la hermosa mujer que lo acompaña. Lo que sí quiere saber es cual es la finalidad de esa sorpresiva visita, la cual le ha despertado en la oscuridad de la noche. Sin embargo, no necesita preguntar a ella, el fin de su presencia nocturna. Es ella misma la que continúa presentándose como mujer y también la razón que la tiene a su lado. “…extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano” (Rut 3; 9). Extender su manto sobre ella y cubrirla, es indicio para ella de ser redimida.

La escena es recreada por la oscuridad de la noche, para mostrarnos lo íntimo y profundo de este encuentro. Los actos redentores, afectan profunda e íntimamente a quienes son cubiertos por el manto del Señor. “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10). El profeta Ezequiel también, habla de la bendición de ser cubierto por el manto del Redentor.

Al igual que en este relato, el ser cubierto con el manto, es indicio de salvación y vida plena. “Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía” (Ezquiel 16:8). También, es este acto, una expresión de genuino amor. Una segura relación fiel y amorosa sale de este encuentro.

Los textos dan la idea de estar desnudos, cuando nos alcanzó el manto del Señor y nos cubrió. Quizás, así estaba Rut, un tanto desnuda y descubierta. Una vez, Booz, extiende su mano para cubrirla con su manto, ella recibe el gozo, la seguridad y el amor de tan delicado acto de amor. Esto indica una relación pactual, en el sentido, que quienes están en el pacto de redención serán traídos bajo las alas del omnipotente.

Booz, aprovecha para informarle que hay otro pariente más cercano, al cual le corresponde el acto redentor. “Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo” (Rut 3; 12). En este sentido, él actúa con honestidad y verdad.

No la utiliza, engaña o defrauda. Su delicadeza, respeto, verdad y carácter piadoso se manifiestan para esta mujer. Una vez Rut le informa su propósito, el también le informa, la existencia de un pariente más cercano, al cual le corresponde redimirla.

Junto a esta información, suponemos nueva para Rut, él procede a invitarla a pasar junto a él la noche. Esto nos indica a nosotros y muy seguramente a ella, que él esta dispuesto a redimirla. Ya la ha cubierto con su manto, ahora la invita a permanecer a su lado, hasta la mañana. “Pasa aquí la noche, y cuando sea de día…” (Rut 3; 13). La actitud de Booz, parece ser la de todo un caballero. Su propuesta esta llena de ternura, respeto y seriedad. No esta pidiéndole que permanezca a su lado, para sacar provecho de ella. Por el contrario, hemos de considerar que mientras ella descansa tranquila y confiadamente, él esta meditando como actuar en el día siguiente para definir el asunto respecto a Rut.

Booz, lo manifiesta a ella clara y abiertamente. “…si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré…” (Rut 3; 13). Él le ratifica una y otra vez que hay esperanza para ella. Si no la redime el pariente más allegado, entonces lo hará él. Esta es una buena noticia para esta mujer. Hay alguien que está comprometido en responder a sus necesidades y anhelos. Además, él sabe y conoce como debe actuar. Él le informa y le dice, déjalo en mis manos. Yo respondo por el asunto. Junto a esta confesión de redención y promesa de respuesta para ella, procede a poner a Dios por testigo, del asunto. “…vive Jehová…” (Rut 3; 13). Jehová el Señor, es el gran testigo, que se encargará de hacer que este propósito se cumpla. Booz es un hombre temeroso de Dios y confía en sus designios. La ha visto todos los días trabajando en su finca. Ahora debe decidir si la recibe como esposa.

Al escuchar la confesión y juramente de Booz, le invita a descansar. “…Descansa, pues, hasta la mañana” (Rut 3; 13). La invitación es a descansar tranquila. Hemos de suponer la fatiga, ansiedad, preocupación e incertidumbre que experimenta Rut durante estos meses y de manera especial, en esta arriesgada misión. No obstante, ya ha recibió respuesta de parte de Booz. Él la ordena descansar. El verdadero descanso es el que produce la presencia del Señor en nuestro corazón y su gracia derramada en nosotros. Sus alas cubriendo nuestra desnudez y su palabra asegurando que ésta comprometido en redimirnos, nos permiten descansar a su lado. Esa es la experiencia de Rut al lado de su señor; Booz.

La confianza en un redentor y la seguridad de su poder Salvador nos alienta y fortalecen para continuar. Además, nos advierten que la tragedia de la soledad y marginalidad ha terminado. Su redención se manifiesta en reconciliar, traer transformación completa y restaurar nuestras fatigadas emociones. “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25). La idea de un redentor, esta asociada a la esperanza de vida abundante, también a la protección y defensa que se recibe cerca de Él. “El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la causa de ellos para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia” (Jeremías 50:34). Con la convicción que Jehová es nuestro redentor, podemos dormir tranquilos y descansar.

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