} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ESTUDIO LIBRO DE RUT 9

jueves, 12 de diciembre de 2024

ESTUDIO LIBRO DE RUT 9

 

 

Rut 2:13  Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas.

Rut 2:14  Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró.

Rut 2:15  Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis;

Rut 2:16  y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.

Rut 2:17  Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada.

Rut 2:18  Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio.

Rut 2:19  Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido. Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.

 

HAY PROVISIÓN EN SU ERA

 

Una bendición más que recibe esta mujer adoptada y cubierta de gracia, es la provisión. En el capítulo uno, fuimos testigos de la necesidad de provisión por la que pasó junto a Noemí.

Ahora puede ser llena de la provisión del dueño de la finca. Booz, no solo recibe a Rut y le permite espigar en su campo, también le da de su propia mano con generosidad.

Consideremos más en detalle, lo concerniente a este aspecto, según lo presenta la narración.

Es interesante que uno de los temas centrales de la historia bíblica de Rut sea la comida.

Presenta varios matices el abordaje del tema. Comienza diciendo, que hay hambre en Belén y una familia sale a campos de Moab para encontrar sustento. “Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos” (Rut 1:1).

Luego nos ubica en la noticia de provisión que recibe Noemí respecto a la visita del Señor a Belén para darles pan. “…porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan” (Rut 1:6). Llegan a la tierra de Belén, es tiempo de cosecha, por lo que hay esperanza de sustento abundante, durante la recolección. “…y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada” (Rut 1:22). Belén es la casa del pan y hubo hambre por un periodo, ahora hay provisión. En este sentido, la historia esta llena de apuntes históricos, teológicos y contextuales sobre el alimento, la productividad y el sustento. Ahora en esta parte del análisis del capítulo, estudiaremos la vitalidad que reviste el sustento.

A través de toda la Biblia y la vida humana es de gran importancia la provisión del alimento. “Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no” (Éxodo 16:4). “Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos” (Salmos 146:7). Dios se presenta cercano a los hambrientos para darles pan y sustentarlos con su hermosa y generosa providencia.

Además, el tema del sustento tiene connotaciones teológicas y de supervivencia. Jesús es el pan de vida. “Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo” (Juan. 6:32-33). “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan. 6:35). Es Jesús el verdadero y único alimento del cristiano. Su palabra alimenta a sus hijos y les da vida abundante. Por lo cual, hemos de anhelar ser alimentados por su nutritiva y valiosa verdad la cual nos sostiene y nutre para seguirle a Él.

En este sentido, el tema del alimento, en el libro de Rut esta emparentado con la supervivencia y el sustento espiritual. De ahí, la importancia de su estudio. Rut y Noemí, ponen en evidencia la importancia de tener sustento para tener seguridad, fortaleza y sobrevivir. El capítulo uno terminó, indicando la época de la cosecha. Con esa frase de transición, indicando la época en la cual llegaron Noemí y Rut a Belén, comenzamos el capítulo dos. En el, se inicia con el tema del sustento. Rut rápidamente se levanta con la idea de ir a espigar. “Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas…” (Rut 2; 2). La necesidad de alimento las moviliza. Al recibir aprobación de su suegra sale al campo. “…ella le respondió: Ve, hija mía”.

Su rumbo es desconocido para la protagonista, pero no para Dios quien dirige los pasos de ella. Es recibida en el campo de Booz, y aceptada para espigar allí. Booz manifiesta su gracia al recibirla y compartir con ella. En su era hay alimento y un banquete Booz le ordena no ir a otro campo a espigar, si no seguir junto a sus criadas en su labor. “Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí...” (Rut 2; 8). Rut tiene un lugar fijo donde trabajar, allí estará segura, protegida y será grandemente bendecida. El dueño de la hacienda la ha acogido. Él ha ordenado que no la molesten, si no que sea reconocida y se le permita dignamente trabajar.

Además, él mismo, le provee alimento. De la porción que tienen todos sus obreros, ella puede saciarse. Con libertad puede ir a tomar el alimento que necesite. “…Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados” (Rut 2; 9). Una de las necesidades que cubre este virtuoso hombre es la oportunidad de trabajar y el alimento necesario para tal fin. Podía saciar su necesidad de agua y beber cuanto necesitara.

Recordemos que Jesús se presenta como el agua viva, que sacia nuestra sed. “Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva” (Juan. 4:10). Además, añade: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan. 7:38). Lo que esta mujer recibe es el agua que sacia su sed de protección, seguridad y descanso. Ya no tiene que andar fatigada en busca de agua para su vida, en Jesús esta una fuente de agua viva que conduce a la vida eterna. Su agua refresca, sacia y satisface. Además, limpia y renueva todo nuestro abatido ser. En esta advertencia esta la expresión de la gracia. Rut ahora tiene trabajo y agua para beber. ¡Maravillosa bendición!

Es muy interesante, ver como mientras Rut trabaja sin descanso, Booz está preocupado por cubrir sus necesidades.

Es así, como la invita a la hora de la comida para que participe en igualdad de condiciones a sus siervos. “Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre…” (Rut 2; 14). La actitud de él para con ella, es muy paternal. Esta altamente interesado y comprometido en alimentar a su nueva espigadora.

Esta escena nos recuerda la de Jesús como pastor, proveyendo para sus hijos. “Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían” (Juan.6:1). Su cuidado amoroso, es una muestra de su amor y bendición pastoral; por eso Él se presenta como un buen pastor. “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmos 23:1-3). Al alimentar a los suyos, nos testifica de su amoroso cuidado y de su generosa presencia.

Quien se alimenta de Él, no tendrá hambre jamás. Su alimento es suficiente y eficaz para cubrir todas nuestras necesidades más allá de lo que esperamos o anhelamos.

Rut sencillamente obedece y se sujeta a esta hermosa y cariñosa invitación. “…Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje…” (Rut 2; 14). ¿Cuánto haría que Rut no era tan bien atendida? Nos podemos imaginar que nunca había sido tan amablemente servida.

No solo recibió permiso para trabajar en el campo, también recibió alimento. Como un padre amoroso, fue acogida y alimentada por el Señor. Él le dio; esto indica la soberanía de tal decisión y la gracia en este hermoso detalle de bondad y generosidad.

Otra de las maravillas de semejante acción, es la generosidad con la cual fue atendida esta mujer. Tanto así, que comió y le sobró. “…y comió hasta que se sació, y le sobró” (Rut 2; 14).

Esta escena es muy hermosa, además de gratificante. También nos recuerda, como el Señor nos sustenta con la abundancia de su generosa provisión. ¡Rut no es la excepción! Fue alimentada y saciada, como una demostración de la gracia insuperable del Dios de Israel.

Rut encuentra refugio bajo las alas del Dios de Israel. Él, la ha saciado y satisfecho. En varias ocasiones el texto bíblico nos indica su soberanía al proveer y satisfacer a sus hijos. “Comieron, y se saciaron; Les cumplió, pues, su deseo” (Salmos 78:29). “Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis” (Juan. 6:26). El ser saciado, indica satisfacción, abundancia y riqueza en suplir las necesidades vitales de sus hijos. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6).

La abundante provisión de alimento para ella, se percibe sensiblemente por lo que le sobró.

Como en la alimentación de la multitud, le sobró de lo que le fue servido. “Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas” (Mateo 14:20). Luego cuando alimenta a las cuatro mil personas, también quedan saciadas y recogen lo que les sobró. “Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas” (Mateo 15:37). Rut luego de comer queda satisfecha y le sobró, por lo que guardó lo que le sobró, según ordenó Jesús a sus discípulos. “…hasta que se sació, y le sobró” (Rut 2; 14).

Además, en este contexto, Booz ordena a sus trabajadores, que no molesten a Rut y que dejen caer más de lo acostumbrado para los pobres, huérfanos y viudas. Es decir, Booz, va más allá de la ley. Por lo que podemos deducir una demostración de infinita gracia y bondad para quienes le siguen. “y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis” (Rut 2; 16). Rut ha sido ampliamente bendecida en este largo pero fructífero día de trabajo. Éstas son algunas de las acciones paternales, maravillosas de Booz para con Rut.

Rut 2; 9: He mandado a los criados que no te molesten Respeto

Rut 2; 15: Booz mandó a sus criados que no la avergonzaran Dignidad

Rut 2; 16: Booz ordenó a sus criados que no la reprendiesen Seguridad

Al terminar la jornada se calcula el producido del día. Por consiguiente, la recolección ha sido más que abundante. “Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo quehabía recogido, y fue como un efa de cebada” (Rut 2; 17). Parece indicar que ella recogió unos veinte kilos de grano de cebada durante un día. Esto es una cantidad muy considerable, lo cual indica la bendición de Dios para ella y la diligencia responsable de Rut en sus quehaceres diarios. Ha dado prueba de su capacidad de trabajo y fortaleza. Rut puede testificar de la abundante misericordia de Dios para ella y para su suegra.

Después de limpiar el grano recogido, carga esa gran cantidad y va al pueblo, a casa de su suegra. “Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio” (Rut 2; 18). Es muy significativa la bendición que ha recibido Rut en su primer día de trabajo como espigadora. Recogió más de lo que normalmente recogía un espigador. Le sobró alimento del que se nutrió durante este día inolvidable. Al llegar a casa de su suegra, de donde salió en la mañana, llega cargada de información sobre la misericordia y protección de Dios para ella. Comparte con su suegra todas estas bendiciones y se deleitan las dos en estas buenas nuevas de sustento y bendición.

Sale por comida y regresa con abundante sustento alimenticio, como para una semana.

También le trae algo para comer de lo que le sobró de su almuerzo. Este gesto de Rut es muy especial. Ella ha sido responsable en compartir no solo los hechos sobresalientes, si no también el alimento con que fue sorprendida. De esta forma Noemí, disfruta las hermosas noticias de la provisión de Dios para Rut su nuera, mientras degusta las delicias alimenticias de la cena que le compartió Rut.

En este sentido, el capítulo comienza y termina hablando de alimento. Además, nos presenta una información muy importante al respecto. Ella se quedó en obediencia a Booz espigando en este campo, hasta el final de la cosecha de la cebada y del trigo. “Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo” (Rut 2; 23). La provisión de la que son objeto por la gracia de Dios es tan importante, que nos indica la seguridad en el lugar de trabajo, la soberanía del Señor en proveer para ellas y la responsabilidad de Rut en su diligencia para la recolección del grano.

Quienes son traídos por el Señor a su era, reciben la bendición generosa y permanente de su provisión. Disfrutan de las delicias de su banquete y se gozan en la esperanza de un mañana nuevo lleno de provisión. Por consiguiente, ya reciben solución a una de las tragedias descritas en el capítulo uno, el hambre. En la narración del capítulo dos hay abundante alimento, lo cual es altamente regocijante para estas sufridas mujeres, que ahora están gozando las mieles de la bendición del Dios de Israel, bajo cuyas alas se han refugiado.

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