} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: CUIDANDO AL SALVADOR

miércoles, 16 de junio de 2021

CUIDANDO AL SALVADOR

 

 

Mat 2:10  Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

Mat 2:11  Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Mat 2:12  Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Mat 2:13  Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.

Mat 2:14  Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,

Mat 2:15  y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo

                  

                   Observad en este pasaje cuan cierto es que los gobernadores de este mundo rara vez son propicios a la causa de Dios. Jesús baja del cielo para salvar a los  pecadores y a la vez se nos refiere que el rey Herodes "procura destruirle”.

Las dignidades y las riquezas son posesiones peligrosas para el alma. Los que las anhelan no saben lo que anhelan, pues ellas inducen a los hombres a muchas  tentaciones, y propenden a llenar el corazón de orgullo, y a encadenar las afecciones a las cosas de la tierra. "No muchos poderosos, ni muchos nobles son  llamados" "¡Cuan difícilmente entrará el rico en el reino de Dios" ¿Envidias al rico y al grande? ¿Dice vuestro corazón, "Oh! Si yo tuviera su empleo, y casa  y dinero?" Guardaos de dar entrada a tales deseos. La misma riqueza que admiráis puede hundir gradualmente a su posesor en el infierno. Un poco más de  dinero podría ser vuestra ruina. A semejanza del rey Herodes podríais precipitaros en todo exceso de maldad y de crueldad. "Mirad y guardaos de la avaricia"  "Contentaos con lo que poseéis.

¿Pensáis que la causa de Cristo depende del poder y del patrocinio de los príncipes? Os equivocáis. Rara vez han hecho mucho por el progreso de la verdadera religión; más frecuentemente han sido los enemigos de la verdad. "No pongas tu confianza en los príncipes" Como Herodes hay muchos: pocos como Jesús, Pablo y Eduardo Sexto de Inglaterra.

Observamos que Jesús fue un "varón de dolores" aún desde su infancia. Aflicciones le aguardaban tan pronto como entra en el mundo. Su vida peligra por la  malignidad de Herodes. María y José se ven obligados a tomarle de noche, y "huir a Egipto". Esto fue solamente el bosquejo de lo que había de experimentar  en la tierra. Las olas de la persecución principiaron a darle embates cuando aún era niño de pecho.

Jesús es justamente el Salvador que necesitan los que sufren y están acongojados. Él sabe bien lo que queremos decir cuando en la oración le contamos  nuestras tribulaciones. Puede compadecerse de nosotros, cuando clamamos a Él sufriendo crueles persecuciones. Nada le ocultemos. Hagámosle nuestro  amigo íntimo. Abramos nuestros corazones en su presencia. Él ha tenido mucha experiencia en aflicciones.

Observad como la muerte puede arrebatar de este mundo a los reyes, lo mismo que a los demás hombres. Los que gobiernan millones de personas no tienen  poder para prolongarse la vida, cuando les llegue la hora de la muerte. El asesino de niños indefensos tuvo que morir. José y María oyen las nuevas de que  Herodes ha dejado de existir, y en seguida regresan a su propio país.

Los verdaderos cristianos nunca deberían angustiarse mucho a causa de las persecuciones de los hombres. Sus enemigos pueden ser fuertes y ellos débiles;  más a pesar de esto no deben arredrarse, teniendo presente que el "triunfo del inicuo es solo de corta duración" ¿Qué ha sido de los Faraones, Nerones y  Dioclecianos que en un tiempo persiguieron fieramente al pueblo de Dios? ¿Qué resultó del odio de Carlos IX de Francia, y el de la sanguinaria María de  Inglaterra? Ambos hicieron cuanto pudieron por hacer desaparecer la verdad; más la verdad se alzó de la tierra y vive para siempre; en tanto que ellos están  reduciéndose a polvo en sus tumbas. No desmaye el corazón de ningún creyente. La muerte es un poderoso nivelador y puede allanar cualquiera montaña que  obstruya el camino de la iglesia de Cristo. "El Señor vive" eternamente. Sus enemigos son mortales. La verdad prevalecerá siempre.

El mundo antiguo no ponía en duda que Dios mandara Sus mensajes a los hombres en sueños. Así es que José fue advertido en un sueño para que huyera a Egipto para escapar de las intenciones asesinas de Herodes. La huida a Egipto era totalmente natural. A menudo, a lo largo de los siglos turbulentos que precedieron a la venida de Jesús, cuando algún peligro o alguna tiranía o alguna persecución les hacían la vida insoportable a los judíos, buscaban refugio en Egipto. El resultado fue que en todas las ciudades de Egipto había una colonia de judíos; y en la ciudad de Alejandría había de hecho más de un millón de judíos, y algunos de sus distritos estaban ocupados exclusivamente por ellos. José, en su hora de peligro, hizo lo que muchos judíos habían hecho antes; y cuando José y María llegaron a Egipto, no se encontrarían totalmente entre extranjeros, porque en todos los pueblos y ciudades encontrarían a judíos que se habían refugiado allí.

Observad finalmente, que lección de humildad se nos enseña al decírsenos en que local residió el Hijo de Dios. Moró El con Su madre y José en Nazaret, era  esta una ciudad pequeña en Galilea; un sitio retirado, que ni siquiera se menciona en el Antiguo Testamento. Hebron, Silo, Gibeon y Bethel eran lugares  mucho más importantes. Jesús los dejó a un lado y eligió a Nazaret. Esto fue humildad.

En Nazaret vivió Jesús los más de los días que estuvo en la tierra. Poco sabemos cómo pasó los años que allí estuvo. Que estaba sujeto a María y José, se nos  dice expresamente. Que trabajaba con José en el taller de carpintería, es muy probable. Sabemos solamente que casi las cinco sextas partes del tiempo que el  Salvador del mundo vivió en la tierra, las pasó entre los pobres y en retiro. Esto fue humildad verdadera.

Aprovechemos e imitemos el ejemplo de nuestro Salvador. Estamos demasiado dispuestos a ambicionar la grandeza de este mundo. No la ambicionemos.

Tener un título de honor, una posición en la sociedad, no es tan interesante como la gente cree. Es un gran pecado ser codicioso, mundano, soberbio y sensual.

Pero no es pecado se pobre. No importa tanto donde vivamos, como lo que somos a la vista de Dios. ¿A dónde vamos cuando morimos? ¿Viviremos para  siempre en el cielo? He aquí las cosas principales a que debemos atender.

Sobre todo, esforcémonos diariamente en imitar la humildad de nuestro Salvador. El orgullo es el más antiguo y más  común de todos los pecados. La humildad es la más rara y más bella de las virtudes. Procuremos por adquirir la humildad.

Oremos para obtenerla. Nuestra erudición puede ser limitada; nuestra fe débil, nuestra fortaleza poca. Más si somos  discípulos de Aquel que "vivió en Nazaret" seamos a lo menos humildes.

Las últimas palabras de este pasaje nos introducen en una costumbre que es característica de Mateo. El vio en la huida a Egipto el cumplimiento del dicho de Oseas. Lo cita en esta forma: «He llamado a mi hijo para que saliera de Egipto.» Es una cita de Oseas_11:1 , que dice: «Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a Mi hijo.»

 Veremos una y otra vez que esto es típico del uso que hace Mateo del Antiguo Testamento.   Mateo sabía que casi la única manera de convencer a los judíos de que Jesús era el prometido Ungido de Dios era demostrar que en Él se cumplieron las profecías del Antiguo Testamento.    

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