} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 2 Enero 2017 LA BUENA SEMILLA

lunes, 2 de enero de 2017

2 Enero 2017 LA BUENA SEMILLA


Salmo 1; 1-3 
1  Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sentó en silla de burladores; 
 2  antes en la ley del SEÑOR es su voluntad, y en su ley pensará de día y de noche. 
 3  Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará. (La Biblia de Casiodoro de Reina 1569)

“¡Qué dichoso!” ¡Qué buena manera de empezar el libro que se ocupa de la comunión entre el hombre y Dios! 
Martín Lutero dijo que la búsqueda de la felicidad personal es común a todos los hombres; sin embargo, todos se han desviado de ella; sobre todo los que han hecho una búsqueda especial, como los filósofos. Son miserables, han perdido la felicidad tanto en esta vida como en la futura. 
Dios quiere que el ser humano tenga felicidad, gozo, pero la felicidad y el gozo verdadero sólo se encuentra en el camino que este Salmo presenta. Y entendamos qué no es para una clase especial, no es sólo para una élite; el Salmo habla del justo y los malos, pero aquí al principio lo llama el hombre; cualquier varón o mujer, cualquier ser humano puede escoger este camino. El camino de salvación está abierto a todo el que quiera entrar.
El mejor remedio para la contienda es evitarla. Cuando se interponen los intereses humanos, surgen las pugnas, afloran las avaricias y se crispan los ánimos.
El peligro de dejarse encandilar por falsos paraísos. Sodoma y Gomorra pueden parecer Edenes. La abundancia material empobrece la abundancia espiritual.
Dejar a Dios la elección. Dios se encarga de disipar los temores y se compromete a cubrir todas nuestras necesidades. Dios cuida de los suyos y evita que sean arrebatados por el viento, enseñándonos como caminar con Su Manual de Instrucciones, la Biblia.
Este camino se describe primero con algunos consejos negativos. El que sigue a Dios tiene que evitar ciertas cosas. No anda habla de un camino, habla de un estilo de vida. Los primeros cristianos fueron llamados “los del Camino”. Este camino implica un costo, porque es necesario negarnos lo que no complace a Dios.
El justo evita todas las dimensiones del camino malo. Es posible ver aquí un proceso en la decadencia del varón que no es bienaventurado. Primero, se deja influenciar por los consejos de los malos. No hemos de elegir compañeros malos. Uno se conoce por los compañeros que escoge. Segundo, empieza a participar con los pecadores. Aunque estos “pecadores” no parezcan muy malos el “no bienaventurado” colabora con sus proyectos y participa en sus hechos. 
Esto tiene que ver con el estilo de vida, con los valores de uno. Cuántos cristianos hoy día son tan materialistas en su estilo de vida y sus valores como “los buenos vecinos” que no siguen a Cristo. 
Este Salmo nos insta a examinar nuestra vida. Se identifica tanto con los que no son del camino que se burla de lo bueno. Toma el lado del mundo contra los principios cristianos.
Aun dentro de la iglesia hoy existen los que se burlan de lo sobrenatural y de las convicciones morales basadas en la revelación bíblica.
El salmista habla de lo positivo que caracteriza la vida del bienaventurado. En la ley, es decir, en la revelación de Dios está su delicia. Así es el cristiano, ya que conoce al Autor, lee, escudriña y estudia con sumo interés la Biblia. No hay sustituto para la Palabra de Dios en la vida del creyente. Es su comida espiritual, es su sustento, es su mapa para el “camino”. Su delicia es conocer más la Palabra de Dios y por medio de ella conocer más a Dios. El cristiano se goza en escudriñar la Biblia, pero aun cuando no siente un deseo especial, sigue siendo su “voluntad” y su hábito hacerlo. Medita de día y de noche. Refleja la manera en que estudiaron los rabinos, repitiendo en un murmullo las palabras que leían. Nos indica que debemos asimilar la Palabra de Dios; debemos pensarla y aplicarla a nuestra vida. De día y de noche. El que ama a Dios va a tomar tiempo para conocer su voluntad que se perfila en su revelación. Una persona que no encuentre el propósito de su vida, vive en un vacío, no es bienaventurada. En la revelación de Dios se encuentra el significado de la vida. Todos, como Josué, un hombre de acción, tenemos que meditar en la Palabra de Dios (Josue_1:8). Lo que moldea la mente forma la vida; si nuestra mente está moldeada por la Biblia, los efectos serán evidentes en todos los aspectos de la vida, como el próximo versículo aclara.
El árbol es una figura común de vida y firmeza. Y todos sabemos que una palmera o un sauce al lado de un río o un canal siempre está verde, lleno de vida, aun en la sequía cuando otro árbol se seca. Si el cristiano ahonda sus raíces en la Palabra de Dios, en la fuente de vida, también será un ejemplo de frescura y firmeza, vivirá la realidad de este versículo. Da su fruto. No hemos de forzar el fruto, es un resultado natural de estar unido a la fuente de vida. Jesús dijo: El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto (Juan_15:5). A su tiempo. Uno puede hacer muchos paralelos con la vida del creyente. No podemos esperar todo el fruto de un nuevo creyente inmediatamente; llevar fruto implica dar tiempo para madurar; Dios produce el fruto que necesita, cuando es tiempo.
Cuya hoja no cae habla de lo duradero de esta vida. La Biblia no promete al creyente que no habrá problemas. Los creyentes participamos en la misma vida que sufre de la caída y la alienación de la gente. Pero el que vive según las normas de Dios naturalmente va a evitar muchos de los males que el mundo conoce. Es lindo pasar tiempo con un hombre o mujer de Dios que ha vivido una vida en comunión con Cristo. Se palpa un gozo, una frescura, una paz que se irradia e influye en todos aquellos con quienes tiene contacto.
“No es haciendo aquello que nos agrada hacer, sino agradándonos de aquello que debemos hacer, lo que hace que la vida sea bendecida.” 
Goethe


¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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