Romanos 2;12-16
12 Efectivamente, cuantos sin ley pecaron, sin
ley perecerán, y cuantos dentro de la ley pecaron, por medio de la ley serán
juzgados.
13 Porque, ante Dios, no son justos los que
meramente oyen la ley; sino que los cumplidores de la ley serán justificados.
14 Y así, los gentiles, que no tienen ley,
cuando cumplen por naturaleza lo que ordena la ley, a pesar de no tener ley,
ellos mismos son su ley.
15 Ellos dan prueba de que la realidad de la ley
está grabada en su corazón, testificándolo su propia conciencia y los
razonamientos con que se acusan y defienden recíprocamente.
16 Así se verá en el día en que, según mi
Evangelio, Dios juzgue las interioridades de los hombres por medio de
Jesucristo.
En Romanos 1:18-21, Pablo asegura que los seres humanos pueden conocer a Dios a través de
la creación. En Romanos 2:14-15, Pablo también asegura que todos los seres humanos
tienen una conciencia moral interna dada por Dios. Estos dos testigos, la
creación y la conciencia, son las bases para la condenación por Dios de toda la
humanidad, aun aquellas personas que no han estado expuestas al AT o al
evangelio. Los seres humanos son responsables porque no han vivido de acuerdo a
la luz que han recibido.
El sentido del pasaje requiere que el
versículo 16 siga inmediatamente al 13, y los versículos 14 y 15 son un largo
paréntesis. Hay que tener presente que Pablo no estaba escribiendo esta carta
sentado a la mesa y pensando las palabras y frases. Estaría paseándose por la
habitación mientras se la dictaba a Tercio (Romanos_16:22
Yo mismo, Tercio, que he escrito
esta carta, os saludo en el Señor. ), que hacía todo lo posible por no perder palabra. Eso explica el
largo paréntesis; pero es más fácil seguir el sentido en español si seguimos el
orden que hemos dicho, poniendo los versículos 14 y 15 después de 13 y 16. Veamos
cómo queda:
Cuantos
han pecado fuera de la Ley, perecerán fuera de la Ley; y cuantos han pecado
estando dentro de la Ley, serán juzgados según la Ley; porque los que serán
considerados íntegros a los ojos de Dios el día que juzgue las cosas ocultas de
los hombres según mi Evangelio mediante Jesucristo no serán los que no han
hecho más que oír la Ley, sino los que la han cumplido. Porque siempre que los
gentiles que no poseen la Ley hacen por naturaleza las obras de la Ley, aunque
no posean la Ley son una ley para sí mismos; dan muestras de poseer la Ley
escrita en sus corazones, y su conciencia les da testimonio y sus pensamientos
más íntimos los acusan o los excusan.
En
este pasaje, Pablo se dirige a los gentiles. Antes en Romanos 2; 1-11 se ha referido a los judíos y a su
pretensión de un privilegio especial. Pero es verdad que los judíos tenían una
ventaja, que era la Ley. Un gentil podía objetar: "Es justo que Dios
condene a los judíos, porque tenían la Ley y deberían saber mejor lo que
hacían; pero nosotros nos libraremos del juicio porque no hemos tenido
oportunidad de conocer la Ley, y no sabíamos nada.» En respuesta a esto Pablo
establece dos grandes principios.
(i) Cada
uno será juzgado por lo que tuvo oportunidad de saber. Si no conocía la
Ley, se le juzgará como a uno que no conocía la Ley. Dios es justo. Y aquí
tienen la respuesta los que preguntan qué les va a pasar a los que vivieron en
el mundo antes que Jesús viniera, y no tuvieron oportunidad de conocer el
Evangelio. Cada uno será juzgado por su fidelidad a lo más elevado que pudo
conocer.
(ii) Pablo
sigue diciendo que, hasta los que no conocieron la Ley escrita, tenían otra ley
en el corazón. Nosotros lo llamaríamos un conocimiento instintivo del bien
y del mal. Decían los estoicos que había ciertas leyes que estaban vigentes en
el universo que uno quebrantaba a su riesgo: las leyes de la salud, y las leyes
morales que gobiernan la vida. Los estoicos llamaban a estas leyes fysis, que
quiere decir naturaleza, y exhortaban a la gente a vivir kata fysin, de acuerdo
con la naturaleza. El razonamiento de
Pablo es que el ser humano sabe por naturaleza cómo debe vivir. Los griegos
habrían estado de acuerdo con eso. Aristóteles decía: " El hombre culto y
libre se comportará como el que es una ley para sí mismo." Plutarco
preguntaba: «¿Quién gobernará al gobernador?» Y respondía: "La Ley, que es
el rey de todos los mortales y de los inmortales, como la llama Píndaro; que no
está escrita en rollos de papiro ni en tabletas de madera, pero que es la misma
razón dentro del alma humana, que vive permanentemente en ella y la guarda y no
la deja nunca privada de dirección.»
Pablo veía el mundo dividido en dos clases de
personas: a los judíos, con la Ley que procedía directamente de Dios y estaba
escrita de forma que la podía leer; y a las demás naciones, sin una ley
escrita, pero con un conocimiento del
bien y del mal implantado por Dios en sus corazones. Nadie podía pretender
la exención del juicio de Dios. No la podía pretender el judío por el hecho de
ocupar un lugar especial en el plan de Dios. Y el gentil tampoco, por el hecho
de no haber recibido la Ley escrita. El judío será juzgado como alguien que ha
conocido la Ley; y el gentil, como uno
que tiene la conciencia que Dios le ha dado. Dios juzgará a cada uno según
lo que ha conocido y ha tenido oportunidad de conocer.
Existe una voz moral interna. Pero solo la
Escritura, iluminada por el Espíritu Santo, puede ser de confianza. La caída ha
afectado nuestra conciencia. Sin embargo, solo la creación y esta ley moral
interna es todo el conocimiento de Dios
que algunos humanos poseen. No había un término hebreo que fuera equivalente
para la palabra griega que describía “conciencia” (syneidesis). El concepto
griego de un sentido moral interno de los bueno y lo malo era con frecuencia
discutido por los filósofos estoicos. Pablo estaba familiarizado con los
filósofos griegos (el menciona a Cleantes en Hechos
17:28 Porque en él vivimos, nos movemos y somos,
como ya dijeron algunos de vuestros poetas: Porque incluso de su mismo linaje
somos.; Menander en 1 Corintios 15:33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas
costumbres.; y Epiménides en Tito 1:12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre
mentirosos, malas bestias, glotones ociosos.)
gracias a su previa educación en Tarso. Su pueblo era conocido por sus
excelentes escuela de la filosofía y retórica griegas.
“Dios juzgará…los secretos de los hombres”
Dios conoce los corazones de las personas ( 1 Cr.
28:9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios
de tu padre y sírvele con corazón perfecto y ánimo generoso, porque Yahvéh
sondea todos los corazones y penetra la índole de todos los pensamientos. Si lo
buscas, él se dejará hallar por ti; pero si lo abandonas, te rechazará para
siempre.; 2 Cr. 6:30 escucha tú desde el cielo, lugar de
tu morada, y perdona, dando a cada uno según todo su proceder, pues tú conoces
su corazón - sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres -, ; Sal. 7:9 Fenezca ahora la maldad de los
inicuos, mas establece tú al justo;
Porque el Dios justo prueba la mente y el
corazón ; 44:21 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.; 139:1-6 Tú me escrutas, Señor, y me conoces:
2 me siente o me levante, tú lo sabes y
a distancia comprendes mis designios; 3
que camine o repose, lo disciernes, y mis sendas te son todas
familiares. 4 Apenas la palabra está en
mi boca y ya tú la conoces totalmente. 5
Por la espalda y de frente tú me cercas, por encima de mí tienes la
mano. 6 Tal saber me rebasa, de
admirable, y no puedo seguirlo, de elevado.; Pr. 15:11 El seol y el abismo están ante Yahvéh. ¡Cuánto más los
corazones de los hombres! ; 21:2 A los ojos del hombre, su conducta
es pura; pero Yahvéh sondea los corazones. ; Jer. 11:20 Yahvéh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las
entrañas, vea yo en ellos tu venganza, pues a ti encomiendo mi causa.; 17:10 Yo, Yahvéh, escruto el corazón,
sondeo las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de
sus obras. ; 20:12 Yahvéh Sebaot, que pruebas al justo, que ves el corazón y
las entrañas: ¡Vea yo tu venganza de ellos, pues a ti encomiendo mi causa!). El Padre, a través del Hijo, traerá a
juicio tanto el motivo como la acción de las personas (Mt.
25:31-46; Ap. 20:11-15).
Jesús no vino para actuar como juez (Juan
3:17-21). El vino a revelar a Dios el Padre, a morir una muerte sustitutoria, y
a dar a los creyentes un ejemplo a seguir. Cuando las personas rechazan a
Cristo se están juzgando a sí mismos.
Sin
embargo, el NT también enseña que Jesús actuará como el representante del Padre
en el juicio (Juan 5:22, Porque el
Padre no juzga a nadie; sino que todo el poder de juzgar lo ha entregado al
Hijo, 27 Y le dio autoridad para juzgar,
porque es el Hijo del hombre.; Hechos 10:42 Y nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que él es el
constituido juez de vivos y muertos por Dios.; 17:31 ya que ha establecido un día en el que habrá de juzgar al
mundo entero según justicia por medio de un hombre a quien ha designado, para
que salga fiador suyo ante todos, al haberlo resucitado de entre los muertos.» ; 2 Tim 4:1 Te conjuro en presencia de Dios y de
Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, y por su aparición y por su
reino: ). ‹
“Conforme a mi evangelio” En contexto esto se
refiere a la predicación de Pablo de la revelación de Jesucristo. No era
exclusivamente de él, pero como Apóstol a los gentiles el sentía un inmenso
sentido de responsabilidad para esparcir la verdad de Jesús en el mundo
greco-romano.
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