} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS

jueves, 3 de febrero de 2022

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS


Romanos 1; 18-23 

 18  Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

 19  porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

 20  Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 21  Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

 22  Profesando ser sabios, se hicieron necios,

 23  y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

          

(Estos versículos en adelante,  marcaron un antes y un después en mi vida, aquel día 14 enero de 1984 tras escuchar por la radio una emisora, La Voz de Salvación, que estaba predicando sobre la condición de todos los seres humanos delante de Dios, y cómo por el pecado estábamos muertos, recayendo sobre nosotros la Ira de Dios. Después hablaba sobre Jesucristo, un Cristo que no había conocido en todos mis años de vida religiosa bajo las enseñanzas de la orden de los Paules de la iglesia romanista).

 

             En el pasaje anterior Pablo estaba pensando en la relación con Dios en que el hombre puede entrar mediante una fe que es absoluta confianza y entrega. En contraste con esa relación pone ahora la ira de Dios en la que se incurre cuando se es deliberadamente ciego a Dios y se adoran los propios pensamientos e ídolos en vez de a Él.

Esto es difícil y nos exige pensar en serio, porque aquí nos encontramos con la concepción de la ira de Dios, una frase alarmante y aterradora. ¿Qué quiere decir? ¿Qué tenía Pablo en la mente cuando la usaba? Porque la ira de Dios se revela - El apóstol ahora ha terminado su prefacio, y llega al gran tema de la epístola; a saber, mostrar la necesidad absoluta del Evangelio de Cristo, a causa de la corrupción universal de la humanidad; que fue tan grande como para incendiar la justicia de Dios, y llamar en voz alta al castigo del mundo

1. Muestra que todas las naciones paganas estaban completamente corruptas y merecían este castigo amenazado. Y este es el tema del primer capítulo, desde Rom_1:18 hasta el final (Rom_1:18-32).

2. Muestra que los judíos, a pesar de la grandeza de sus privilegios, no eran mejores que los gentiles; y por tanto la ira de Dios se manifestó contra ellos también. Este tema lo trata en Romanos 2:1-29 y Romanos 3:1-19.

3. Vuelve, por así decirlo, sobre ambos, Rom_3:20-31, y prueba que, siendo judíos y gentiles igualmente corruptos, no podían ser salvos por las obras de ninguna ley; que estaban igualmente en necesidad de esa salvación que Dios había provisto; que ambos tenían el mismo derecho a esa salvación, porque Dios era el Dios de los gentiles así como de los judíos.

Por οργη θεου, la ira de Dios, no debemos entender ninguna pasión inquieta en el Ser Divino; sino el desagrado de su justicia, que se expresa en los castigos infligidos a los impíos, los que no retienen a Dios en su conocimiento; y los injustos, aquellos cuya vida es derrochadora.

Así como en el Evangelio se revela la justicia de Dios para la salvación de los impíos, así se revela la ira de Dios contra los obradores de iniquidad. Aquellos que rehúsan ser salvos en la forma revelada por su misericordia deben ser consumidos en la forma revelada por su justicia.

Los que retienen la verdad con injusticia - ¿En qué sentido podría decirse que los paganos retuvieron la verdad con injusticia, cuando en realidad no tenían esa verdad? Algunos piensan que esto se refiere a la conducta de sus mejores filósofos, como Sócrates, Platón, Séneca, etc., quienes sabían mucho más de la naturaleza divina de lo que creían seguro o prudente descubrir; y quienes obraron en muchas cosas contrarias a la luz que disfrutaban. Otros piensan que esto se refiere a los gentiles en general, quienes sabían, o podrían haber sabido, mucho de Dios por las obras de la creación, como lo insinúa el apóstol en los siguientes versículos. Pero Rosenmuller y algunos otros sostienen que la palabra κατεχειν aquí no significa sujetar, sino obstaculizar; y que el lugar debe ser trasladado, los que con malicia impiden la verdad; es decir, impedir que se apodere de sus corazones y gobierne su conducta. Ésta es ciertamente una acepción muy habitual del verbo κατεχειν, que Hesiquio interpreta κρατειν, κωλυειν, συνεχειν, retener, estorbar, etc.; estos hombres impidiendo, por su conducta viciosa, que la verdad de Dios se propague en la tierra.

En las partes más antiguas del Antiguo Testamento la ira de Dios se relaciona especialmente con la idea del pueblo del pacto. El pueblo de Israel estaba en una relación especial con Dios, Que le había escogido y ofrecido una relación especial que se obtendría y mantendría siempre que guardara la Ley (Éxodo 24:3-8  3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho. 4  Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.  5  Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová.  6  Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.  7  Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.  8  Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. ). Eso quería decir dos cosas:

(a) Quería decir que, dentro de la nación, cualquier desobediencia a la Ley provocaba la ira de Dios, porque quebrantaba la relación con El. Números 16 nos habla de la rebelión de Coré, Datán y Abiram, y que al final Moisés le dijo a Aarón que hiciera expiación por el pecado del pueblo, «porque el furor ha salido de la presencia del Señor» (Números_16:46 Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y vé pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado.). Cuando los israelitas se desviaron para dar culto a Baal, "el furor del Señor se encendió contra Israel» (Números_25:3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.).

(b) Además, como la nación de Israel estaba en una relación exclusiva con Dios, cualquier otra nación que la tratara con crueldad o injusticia incurría en la ira de Dios. Babilonia había maltratado a Israel, y «por la ira del Señor no será habitada» (Jeremías_50:13 Gritad contra ella en derredor; se rindió; han caído sus cimientos, derribados son sus muros, porque es venganza de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo.  ).

En los profetas aparece la idea de la ira de Dios, pero con un nuevo hincapié. El pensamiento religioso judío a partir de los profetas estaba dominado por la idea de las dos edades, la presente y la por venir: la presente es esencialmente mala, y la edad dorada por venir será esencialmente buena. Entre ambas estará el Día del Señor, que será un día terrible de juicio y retribución en el que el mundo será sacudido, los pecadores destruidos y el universo rehecho antes de que venga el Reino de Dios. Será entonces cuando entre en acción la ira del Señor de una manera aterradora. "He aquí el Día del Señor viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la Tierra en soledad» (Isaías_13:9 Mirad que el día de Yahvéh llega implacable, con enojo y ardor de ira, para hacer de la tierra un desierto y exterminar de ella a los pecadores.). «Por la ira de Yahvéh Sebaot se enciende el país, el pueblo es como alimento de fuego. Nadie tiene piedad de su hermano» (Isaías_9:19 ). "Su plata tirarán en las calles, y su oro de estiércol servirá. Su plata y su oro no podrán salvarlos en el día de la ira de Yahvéh. No saciarán su apetito ni llenarán su vientre, porque fueron ocasión de su pecado.» (Ezequiel_7:19 ). Dios derramará sobre las naciones su enojo, todo el ardor de su ira; por el fuego de su celo será consumida toda la Tierra (Sofonías_3:8 Por eso, esperadme - oráculo de Yahvéh -el día en que me levante para dar testimonio, pues he decidido reunir a las naciones, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi cólera, todo el ardor de mi ira: por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.  ).

Pero los profetas no consideraban que la ira de Dios se posponía hasta ese terrible Día del Juicio. La veían constantemente en acción. Cuando Israel se alejaba de Dios, cuando era rebelde e infiel, la ira de Dios operaba en su contra y le envolvía en ruina, desastre, cautividad y derrota.

Para los profetas, la ira de Dios estaba obrando continuamente, aunque alcanzaría su clímax de terror y destrucción en el Día del Señor.

Un investigador moderno lo expresa de la siguiente manera: Porque Dios es Dios, y es esencialmente santo, no puede tolerar el pecado, y la ira de Dios es su «reacción aniquiladora» contra el pecado.

Esto nos es difícil de entender y de aceptar. Es de hecho la clase de religión que identificamos con el Antiguo Testamento más que con el Nuevo. Hasta Lutero lo encontraba difícil, y hablaba del amor como la obra característica de Dios, y de la ira como la extraña acción de Dios. Para la mentalidad cristiana es una cosa sorprendente.

Vamos a tratar de ver cómo lo entendía Pablo. C. H. Dodd escribió con mucha profundidad y sabiduría sobre este tema. Pablo habla a menudo de la idea de la ira; pero no dice nunca que Dios esté airado. Habla del amor de Dios, y dice que Dios ama; habla de la gracia de Dios, y de Dios actuando por gracia; habla de la fidelidad de Dios, y de que Dios es fiel con su pueblo... Pero, aunque nos parezca extraño, habla de la ira de Dios, pero no dice nunca que Dios esté airado o se aíre, expresión que sí encontramos en el Antiguo Testamento; así es que hay una diferencia entre el amor y la ira de Dios.

Además, Pablo habla de la ira de Dios solamente tres veces: aquí, en Efesios_5:6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.  y en Colosenses _3:6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,. Habla a menudo de la ira, sin decir que es la ira de Dios, como si debiera escribirse con mayúscula -La Ira-, y fuera una clase de fuerza impersonal que actúa en el mundo. La traducción literal de Rom_3:5  es: «.. . Dios, que trae sobre los hombres la Ira» (R-V: «que da castigo»). En Rom_5:9  habla de ser salvos de la Ira. En Rom_12:19  avisa a los humanos que no se venguen, sino que dejen a los malhechores para la Ira (R-V añade "de Dios»). En Rom_13:5  habla de la Ira como una razón de peso para hacer a los hombres obedientes a las leyes (R-V "el castigo»). En Rom_4:15  dice que la Ley produce Ira. Y en 1Tesalonicenses_1:10  dice que Jesús nos ha librado de la Ira venidera. Ahora bien, aquí hay algo muy importante: Pablo habla, sí, de la Ira, pero nos dice que Jesús nos salva de esa misma Ira.

Volvamos a los profetas. Muy a menudo su mensaje equivale a: «Si no obedecéis a Dios, su ira os acarreará ruina y desastre.» Ezequiel lo dice de una manera lapidaria: "He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. » (Ezeq 18:4). Hay un orden moral en este mundo, y el que lo quebranta tiene que sufrir más tarde o más temprano. Eso es exactamente lo que dijo el gran historiador J. A. Froude: " Hay una lección, una sola, que podemos decir que la Historia repite con claridad; y es que el mundo está basado en un fundamento moral, y que, a la larga, les va bien a los buenos y, a la larga, les irá mal a los malvados.» La esencia del mensaje de los profetas Hebreos es que hay un orden moral en el mundo. La conclusión es clara: Ese orden social es la operación de la ira de Dios. Dios ha hecho este mundo de tal manera que, si quebrantamos sus leyes, sufrimos las consecuencias. Ahora bien: si estuviéramos solamente a merced de ese inexorable orden moral, no podríamos esperar más que muerte y destrucción. El mundo está hecho de tal manera que el alma que peque tendrá que morir -si no hay más que ese orden moral. Pero en este dilema de la humanidad llega el amor de Dios, y en un acto de gracia indescriptible rescata al hombre de las consecuencias del pecado y le salva de la ira en que ha incurrido.

Pablo continúa insistiendo en que el hombre no puede alegar ignorancia de Dios. Puede ver cómo es por Su obra. Se puede conocer bastante a una persona por lo que ha hecho, e igualmente a Dios por Su creación. El Antiguo Testamento ya lo afirma. En Job 38;41 ¿Quién prepara al cuervo su alimento, Cuando sus polluelos claman a Dios, Y andan errantes por falta de comida?  se nos presenta esta  misma idea. Pablo lo sabía; cuando habla de Dios a los paganos de Listra, empieza por Su obra en la naturaleza (Hechos_14:17  si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.  ). Tertuliano, el gran teólogo de la Iglesia Primitiva, tiene mucho que decir acerca de la convicción de que a Dios se Le puede conocer en la creación: "No fue la pluma de Moisés la que inició el conocimiento del Creador... La inmensa mayoría de la humanidad, aunque no han oído nada de Moisés, y no digamos de sus libros, conocen al Dios de Moisés.» «La naturaleza es el maestro, y el alma, el discípulo.» «Una florecilla junto a la valla, y no digo del jardín; una concha del mar, y no digo una perla; una pluma de alguna avecilla, no tiene que ser la de un pavo real, ¿os dirán acaso que el Creador es mezquino?» "Si te ofrezco una rosa, no te burlarás de su Creador.»

En la creación podemos conocer al Creador. El argumento de Pablo es totalmente válido: si observamos el mundo vemos que el sufrimiento sigue al pecado. Si quebrantas las leyes de la agricultura, la cosecha no grana; si las de la arquitectura, el edificio se derrumba; si las de la salud, se presenta la enfermedad. Pablo estaba diciendo: "¡Observad el mundo, y veréis cómo está construido! Fijándonos en cómo es el mundo, podemos aprender mucho de cómo es Dios.» El pecador no tiene disculpa.

Lo que de Dios se conoce: el Dr. Taylor parafrasea este versículo y el siguiente de la siguiente manera: “Aunque los gentiles no tenían revelación escrita, sin embargo, lo que de Dios se conoce se manifiesta en todas partes entre ellos, habiendo Dios hecho un claro descubrimiento de sí mismo. a ellos Porque su ser y perfecciones, invisibles a nuestros ojos corporales, han sido, desde la creación del mundo, evidentemente visibles, si se consideran atentamente, en la belleza visible, el orden y las operaciones observables en la constitución y partes del universo. ; especialmente su poder eterno y dominio universal y providencia: para que no puedan alegar ignorancia como excusa de su idolatría y maldad.”

Las cosas invisibles de él - Sus perfecciones invisibles se manifiestan por sus obras visibles, y pueden ser aprehendidas por lo que ha hecho; su inmensidad mostrando su omnipotencia, su vasta variedad y artificio, su omnisciencia; y su adecuación a los fines más benéficos, su infinita bondad y filantropía.

Su poder eterno - αιδιος αυτου δυναμις, Esa energía todopoderosa que siempre existió y siempre existirá; de modo que, desde que hubo una creación para ser encuestada, ha habido seres inteligentes para hacer esa encuesta.

Y Deidad - θειοτης, Su actuación como Dios en el gobierno y apoyo del universo. Sus obras prueban su ser; el gobierno y apoyo de estas obras lo prueban igualmente. La creación y la providencia forman una doble demostración de Dios, 1ro. en las perfecciones de su naturaleza; y, 2º. en el ejercicio de esas perfecciones.

Porque cuando conocieron a Dios, cuando adquirieron así un conocimiento general de la unidad y las perfecciones de la naturaleza divina, no lo glorificaron como Dios, no lo proclamaron al pueblo, sino que encerraron su gloria en sus misterios, y dio al pueblo, a cambio de un Dios incorruptible, una imagen hecha semejante a la del hombre corruptible. Por lo cual Dios, en castigo de sus pecados, convirtiendo así su verdad en mentira, permitió que incluso sus misterios, que habían erigido como escuela de virtud, degeneraran en odioso sumidero de vicio e inmoralidad; entregándolos a toda inmundicia y pasiones viles.

No lo glorificaron - No le dieron la adoración que requerían sus perfecciones.

Tampoco fueron agradecidos - No manifestaron gratitud por las bendiciones que recibieron de su providencia, sino que se envanecieron en sus imaginaciones, διαλογισμοις, en sus razonamientos. Esto ciertamente se refiere a la manera tonta en que incluso los más sabios de sus filósofos disertaron sobre la naturaleza divina, sin excepción de Sócrates, Platón o Séneca. ¿Quién puede leer sus obras sin asombrarse de la vanidad de sus razonamientos, así como de la estupidez de sus disparates, al hablar de Dios? Podría llenar mi página con pruebas de esto; pero no es necesario para los que están familiarizados con sus escritos, y para otros no sería útil. En resumen, sus mentes necias y entenebrecidas no buscaron a Dios en ninguna parte sino en el lugar en el que nunca se le encuentra; verbigracia. Las pasiones viles, corrompidas y corruptoras de sus propios corazones. Como no lo encontraron allí, apenas lo buscaron en otro lugar.

Pablo avanza aún otro paso. ¿Qué hace el pecador? En lugar de mirar hacia Dios, se mira a sí mismo. Se enreda en vanas especulaciones y se cree sabio, cuando en realidad no es más que un necio.

Profesando ser sabios - Esto es más sorprendentemente cierto de todos los filósofos antiguos, ya sean griegos o romanos, como sus obras, que se conservan, lo atestiguan suficientemente. La palabra φασκοντες significa no meramente la profesión sino la asunción del carácter filosófico. En este sentido la palabra φασκειν es utilizada por los mejores escritores griegos. Un examen desapasionado de la doctrina y la vida de los más famosos filósofos de la antigüedad, de todas las naciones, mostrará que estaban oscurecidos en su mente e irregulares en su conducta. Sólo del cristianismo brotaron la verdadera filosofía y los genuinos filósofos. ¿Por qué? Porque hace de sus ideas, sus opiniones y sus especulaciones, en lugar de la voluntad de Dios, el principio y la ley de la vida. La necedad del pecador consiste en hacer "al hombre dueño y señor de las cosas.» Basa sus principios en sus propias opiniones en lugar de en las leyes de Dios. Vive en un universo del que él es el centro, en lugar del universo del que el centro es Dios. En lugar de caminar con la mirada fija en Dios, no se mira nada más que a sí mismo y, por no mirar por dónde ni adónde va, cae.

El resultado es la idolatría. Se cambia la gloria de Dios por imágenes de formas humanas y animales. Cambiaron la gloria, etc. - La mejor representación de sus deidades estaba en la figura humana; y en tan representativas figuras gastaron los escultores toda su destreza; de ahí el Hércules de Farnesio, la Venus de Médicis y el Apolo de Belvidere. Y cuando hubieron formado sus dioses según la forma humana, los dotaron de pasiones humanas; y como los revistieron de atributos de extraordinaria fuerza, hermosura, sabiduría, etc., no teniendo los verdaderos principios de la moralidad, los representaron como esclavos de las más desordenadas y vergonzosas pasiones; sobresaliendo en irregularidades al más derrochador de los hombres, como poseedor de poderes ilimitados de gratificación sensual.

Y a las aves: como el águila de Júpiter entre los romanos, y el ibis y el halcón entre los egipcios; que eran todos animales sagrados.

Bestias de cuatro patas - Como el apis o buey blanco entre los egipcios; de donde los israelitas idólatras tomaron su becerro de oro. La cabra, el mono y el perro también eran animales sagrados entre el mismo pueblo.

Cosas que se arrastran: como el cocodrilo y el escarabajo, o escarabajo, entre los egipcios.

 En este pasaje nos encontramos cara a cara con el hecho de que la esencia del pecado es ponernos a nosotros mismos en el lugar de Dios.

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