Salmo 115:2 ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? 3 Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que
quiso ha hecho.
Isaías 45:9 ¡Ay del que pleitea con su
Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo
labra: ¿Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos?
Daniel 4:35 Todos los habitantes de la tierra son
considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y
en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué
haces?
Romanos 9:20
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá
el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el
barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Dios no está sujeto a ningún poder ni a una norma abstracta ni ley que
pudiese ser concebida como superior a, u otro aparte de sí mismo Su soberanía es la consecuencia lógica de la
doctrina de que él es Dios, creador y gobernante del universo.
¿Entiende
lo que implican las palabras "Soberanía de Dios"? Vimos
que aunque hay mucha maldad en el mundo, la Biblia afirma que Dios está en
completo control de todo. Esto es lo que implican las palabras
"Soberanía de Dios". Cuando decimos que Dios es soberano, queremos
decir que Dios tiene poder absoluto sobre todo. Él es El Supremo, El gran Rey; Él
es Dios. El hace su voluntad en el cielo y en la tierra, y no hay nadie que
pueda detener su mano y decirle, " ¿Qué haces?". Cuando decimos que
Dios es soberano, queremos decir que Él es el Dios Todopoderoso, que posee todo
poder en el cielo y en la tierra y que nadie puede resistir su voluntad. Este
es el Dios de la Biblia. Frecuentemente, la enseñanza moderna da un concepto
muy diferente acerca de Dios. A menudo presenta un "dios" impotente e
ineficaz, un "dios" de lástima más que un Dios digno de ser temido.
La mayoría de la enseñanza moderna dice que Dios "El Padre", quiere
salvar a todo el mundo, y que "El Hijo" murió para salvar a
"todos", y que Dios el Espíritu Santo está tratando ahora de ganar a
todos los hombres en el mundo. Pero, ¿no es obvio que muchas personas estén
muriendo sin haber sido salvas por Cristo, y sin esperanza alguna? Entonces, si
muchos mueren siendo perdidos y si creemos que Dios quería salvarlos a todos,
seguramente el Padre ha de estar desilusionado, el Hijo ha de sentirse
insatisfecho y el Espíritu Santo ha sido derrotado. No podemos decir que Dios
haya sido sorprendido por el pecado humano, porque esto bajaría a Dios al nivel
de los seres humanos que son falibles y llenos de errores. Tampoco podemos
decir que Dios permanezca impotente ante
el sufrimiento y el pecado en el mundo, porque entonces estaríamos pasando por
alto lo que la Biblia dice: que Dios
controla hasta los malos actos que los hombres cometen. En realidad, si
negamos la soberanía de Dios, muy pronto ya no tendremos lugar para Dios en
nuestros pensamientos. Dios es completamente Soberano. El posee el derecho de
gobernar todo tal como Él quiera. Dios es como el alfarero que tiene control
completo sobre el barro. Dios es soberano en la manera en que usa su poder. Él lo
usa cómo, cuándo y dónde lo desee. Todo el testimonio de la Biblia afirma esta
verdad. Cuando el Faraón, rey de Egipto, intentó detener a los israelitas para
que no fueran a adorar a Dios en el desierto, Dios uso su poder y los
israelitas fueron salvados, mientras que los egipcios fueron vencidos. Después,
cuando los israelitas entraron en la tierra de Canaán y encontraron que la
ciudad de Jericó era un obstáculo, Dios usó su poder y los muros de la ciudad
fueron derribados. El poder de Dios salvó a David de Goliat. Dios cerró la boca
de los leones para que no lastimaran a Daniel. No obstante, en ocasiones Dios
no muestra su poder por un largo tiempo, y entonces repentinamente lo
manifiesta y todos lo pueden ver.
El poder de Dios no siempre rescata a su
pueblo de los peligros. En Hebreos 11:36-37
36 Otros
experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a
prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de
pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; nos
dice como algunos que creyeron en Dios fueron apedreados y aún muertos, y otros
anduvieron errantes cubiertos con pieles de animales y soportando mucho
sufrimiento. ¿Por qué no fueron rescatadas estas personas por el poder de Dios
como las otras? La única respuesta es
que Dios es soberano en la manera en que usa su poder. El hace lo que
sabe que es mejor. Dios es soberano
también en la manera en que concede su poder a otros. Concedió poder a
Matusalén para que viviera más tiempo que ningún otro. Dios concede a algunos
la capacidad de ganar mucho dinero, pero no hace a todos ricos. Esto es debido
a que Dios ejerce su soberanía al conceder su poder a las personas. El no
concede el mismo poder a todos. Dios es soberano también en el otorgamiento de
su misericordia. Cuando Jesús fue al estanque de Bethesda en Jerusalén, había
muchos enfermos allí y entre ellos estaba un hombre que había estado enfermo
por treinta y ocho años. Juan capítulo 5 nos
dice que Jesús dijo a este hombre, "Levántate,
toma tu lecho y anda" (Jn 5; 8).
De inmediato el hombre fue sanado; levantó su lecho y se fue. Ahora, ¿Por qué
fue sanado este hombre en particular? No nos dice que fuera debido a que
merecía ser sanado. Es decir, la
misericordia de Dios se manifestó en él de una manera soberana, porque
Jesús pudiera haber sanado a toda la multitud tan fácilmente como lo hizo con
este hombre. Pero Jesús usó su poder divino para sanar a un solo hombre. Dios
es soberano en la manera en que otorga su misericordia. El muestra su
misericordia como a Él le place. Dios es soberano en la manera en que muestra
su gracia. La gracia
es el favor divino mostrado hacia aquellos que no lo merecen'" (sino
que por el contrario, merecen ser enviados al infierno). La gracia es lo opuesto a la
justicia, puesto que la justicia nos da sólo lo que merecemos. La gracia es la bondad de Dios
hacia las personas que no la merecen, puesto que ellos han odiado y
desobedecido a Dios y su ley. La gracia es un don (un regalo) de Dios, de tal manera que nadie puede
exigirlo como si fuera un derecho, porque entonces dejaría de ser gracia.
Dios no debe su gracia a nadie, sino que la concede a los que Él quiere por su
propia soberana voluntad. Podemos regocijamos en esto, porque los pecadores son
salvados por gracia. Esto significa que la persona más pecaminosa puede ser
alcanzada por esta gracia. La gracia excluye toda jactancia humana y le da a
Dios toda la gloria de la salvación. " Casi
cada página de la Biblia nos recuerda que Dios es soberano en el otorgamiento
de su gracia. Cuando Jesús nació, las buenas nuevas no fueron anunciadas a todo
el mundo, sino que fueron dadas a los pastores en Belén y a hombres sabios del
Oriente. Dios pudiera haberlo dicho a todos pero no lo hizo, porque Él es
soberano en la forma en que ejerce su gracia. ¿Se fija usted en que Dios ha
otorgado su gracia a personas con poca probabilidad de ser alcanzadas? Ella
mostró a los pastores ya hombres que ni siquiera eran judíos. Frecuentemente,
desde aquel entonces hasta el día de hoy, Dios ha hecho exactamente lo mismo,
mostrando su gracia a las personas más despreciables e indignas. ¿Le ha mostrado a usted Su gracia?
Hemos visto que todo en la Biblia nos dice que Dios es soberano.
En el próximo estudio veremos que todas las
cosas que Dios ha creado también nos muestran que Él es el Dios soberano.
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