Podemos leer los siguientes versículos en Sofonias 1; 1-18
CONTEXTO
SOFONIAS sirvió como profeta para Judá desde 640-621
a.C
Ambiente de la época: Josías fue el último rey bueno de Judá. Sus
valientes intentos para reformar la nación y hacerla volver a Dios
probablemente se debieron a la influencia de Sofonías.
Mensaje principal: Llegará un día cuando Dios, como juez, castigue
severamente a todas las naciones. Sin embargo, después del juicio, El mostrará
misericordia a todos los que han sido fieles.
Importancia del
mensaje: Todos seremos juzgados por nuestra desobediencia
a Dios; pero si permanecemos fieles, El nos mostrará su misericordia.
Profeta contemporáneo: Jeremías (627-586)
REFLEXIÓN
Sofonías
profetizó en los días de Josías, rey de Judá (640-609 a.C.). Josías buscó a
Dios y durante su reinado se halló en el templo los libros de la Ley. Después
de leerlos, Josías comenzó un gran avivamiento religioso en Judá (2 Reyes
22.1-23 25). Sofonías ayudó a este avivamiento al advertir al pueblo que
vendría juicio si no abandonaba su pecado. A pesar de que este gran avivamiento
llevó a la nación a Dios, no eliminó del todo la idolatría y solo duró un corto
tiempo. Doce años más tarde, Babilonia conquistó a Judá y la envió al
cautiverio.
Dios, la
más grande autoridad de todas, le advirtió con claridad al pueblo de Judá. Este
se negó a escuchar porque dudó del profeta de Dios y no creyó que el mensaje
proviniera de El, o porque dudó de Dios mismo, por lo tanto, no creyó que haría
lo que anunció.
Si nos negamos a escuchar la Palabra de Dios, la Biblia, somos tan
miopes como el pueblo de Judá.
Cuando los
israelitas llegaron a la tierra prometida, no la limpiaron por completo de sus
habitantes cananeos paganos, quienes adoraban ídolos. Poco a poco los
israelitas comenzaron a adorar los dioses de los cananeos. A pesar de que había
muchos dioses, Baal era el principal; simbolizaba fortaleza y fertilidad. Dios
se enojó grandemente porque su pueblo se alejó de El para adorar a Baal.
La
historia está llena de ídolos e idólatras, y la idolatría prevalece incluso
hasta en nuestros días. Un ídolo es cualquier cosa que reverenciamos más que a
Dios. Sin embargo, a la larga todos los ídolos demuestran su carencia de valor
y el verdadero Dios prevalecerá. "Mas buscad primeramente el Reino de
Dios" (Mateo
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas.) y "no tendrás dioses ajenos
delante de mí" (Exodo 20:3 No tendrás dioses
ajenos delante de mí).
El pueblo
se convirtió en politeísta, adoraba a Dios y a todos los demás dioses de
la tierra. Añadió lo "mejor" de la adoración pagana a la verdadera fe
en Dios y esto lo corrompió. Uno de estos dioses era Moloc, el dios nacional de
los amorreos. La adoración a Moloc incluía el sacrificio de niños, un pecado
abominable. Desde los tiempos de Moisés, a los israelitas se les advirtió
acerca de la adoración de este falso dios (Levítico 18:21 Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no
contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.
Levítico 20:5 entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su
familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos
de él prostituyéndose con Moloc. )
pero se negaron a escuchar.
Muchos
piensan que estas profecías tienen un doble cumplimiento, uno para el futuro
cercano, muy poco después de esta
profecía y otro para el futuro distante , quizás durante el fin de los tiempos.
Ocurrió un día de juicio y de gran matanza durante la vida de este pueblo
cuando los babilonios invadieron la tierra. Algunos eruditos entienden que
estas profecías de juicio se refieren totalmente al futuro. El profeta vio
estas profecías como sucesos futuros, pero no pudo ver cuándo ni en qué orden
se llevarían a cabo.Usar vestidura pagana implicaba que deseaban los dioses y
estilos de vida extranjeros. Los líderes que debieron ser un buen ejemplo para
el pueblo, adoptaban las prácticas extranjeras y por lo tanto, mostraban su
desprecio hacia el Señor y pasaban por alto sus mandamientos en contra de
adoptar la cultura pagana.
Dios
escudriñaría la ciudad minuciosamente y castigaría a quienes lo merecieran. Y
porque ellos no escudriñaron sus corazones porque se complacían con el caos
moral que los rodeaba y eran indiferentes a Dios, este usaría a los babilonios
para castigarlos. Dentro de unos veinte años los babilonios entrarían en
Jerusalén, arrastrarían al pueblo fuera de sus refugios, los tomarían
prisioneros o los matarían. Ninguno escaparía al juicio de Dios, no habría
lugar donde ocultarse.
Algunas
personas piensan que Dios es como un indulgente abuelo celestial, agradable
cuando se tiene al lado, pero que puede moldear la vida moderna. No creen en su
poder ni en su castigo venidero. Sin embargo, Dios es Santo y por lo tanto,
juzgará con diligencia y castigará con justicia a todo aquel que se contenta en
su vida de pecado, que es indiferente a El o que no le preocupa la justicia.
Cuando a la gente Dios le es indiferente, tiende a pensar que El es indiferente
a su pecado. Se llevarán la sorpresa de ver que "cercano está el día
grande de Jehová".
El gran
día de Jehová estaba cerca; pronto los babilonios vendrían y destruirían
Jerusalén. El día de de Jehová también está cerca para nosotros. Dios promete
un juicio final, un día de destrucción mundial. La conquista babilónica ocurrió
tan cierta y horriblemente como lo predijo Sofonías. Y el día final del juicio
de Dios también es seguro, como también lo es su capacidad para salvar. Para
salvarse del juicio, reconozca que ha pecado, que su pecado traerá juicio, que
no se puede salvar a sí mismo y que únicamente Dios puede hacerlo.
El dinero
y la riqueza son buenos en su lugar, pero inútiles ante Dios. En esta vida, el
dinero puede torcer nuestra perspectiva, dándonos sentimientos de seguridad y
de poder. En el juicio, solo importa la obra redentora de Cristo a nuestro
favor. Unicamente El nos rescatará si creemos en El. No confíe en el dinero,
confíe en Cristo.