} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ZARANDEADOS

viernes, 9 de enero de 2015

ZARANDEADOS



En la Palabra de Dios en la Biblia podemos advertir esos avisos del Señor Jesús, cuando dice que nuestra fe va a ser probada. Tal como le aconteció a los hombres de la fe, mencionados en la Biblia; nosotros los cristianos que hemos nacido de nuevo por gracia de Dios, cuyos pecados fueron borrados por la preciosa  Sangre de Cristo, en cualquier momento de nuestra vida, seremos afligidos, aventados, para apartar el polvo y la paja que nos estorba para producir fruto de calidad, para madurar por la obediencia al Señor, dependiendo totalmente de Él. Será doloroso pero necesario para moldear nuestro carácter cada día un poco más en semejanza al de Cristo. Pero veamos lo que nos dice Lucas 22;31-32:

 31  Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;  32  pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.


Siniazo (σινιάζω) bieldar, apalear, aventar, cerner, zarandear.  


REFLEXIÓN

Personalmente, me veo reflejado de algún modo en el primer versículo. Lo que ocurrió queda entre Dios y yo. Pero sin duda ese zarandeo, ha servido para madurar en la fe de Cristo, por la gracia de Dios, con el auxilio de su Santo Espíritu.
Pero vayamos al realto bíblico que es lo que importa.
Satanás os ha pedido. Al igual que en Job  1:9–12  9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?  10  ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.  11  Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.  12  Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
 Satanás no podrá zarandear a Pedro cuando desee hacerlo, sino que sólo podrá hacer lo que Dios le permita.   
Para zarandearos como a trigo. La separación del grano de trigo de la paja es simbólico de la prueba a la que serán sometidos los discípulos por Satanás. Satanás quiere poner la fe de Pedro a una prueba severa, como lo hizo con Job, con la esperanza de que no quedara nada al final, pero Dios usará ese mismo proceso para fortalecer la fe de Pedro ( Stg 1:3   sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia). ) Hallaría bastante paja en su religión, si acaso hubo algo de trigo. Pero no sólo deseaba tener a Pedro, sino a todos ellos.
Al llamarlo Simón, en lugar de Pedro («Roca»), Jesús puede estar sugiriendo que el discípulo pronto actuará de acuerdo con su vieja naturaleza, que es una de sus debilidades humanas. El carácter impulsivo de Simón se puso de manifiesto en varias ocasiones. Satanás quiso zarandear a Pedro como si fuera trigo. Esperaba hallar solo paja, fácil de soplar. Pero Jesús aseguró a Pedro que su fe, a pesar de flaquear, no se destruiría, sino que se renovaría hasta convertirse en un líder poderoso. Mas yo he rogado he estado rogando siempre por ti como el que está en mayor peligro.   Que tu fe no falte es decir, no enteramente, porque parcialmente faltó. Una vez vuelto convertido, traído de nuevo como discípulo arrepentido haciendo uso de tu experiencia amarga para afirmar a tus hermanos tentados.

  En el texto griego el es plural, lo cual significa que otros también pasarán por la prueba. Jesús oró por todos los discípulos (Juan 17:6-19  6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.  7  Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;  8  porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.  9  Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10  y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11  Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12  Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13  Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14  Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15  No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16  No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.17  Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18  Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.    19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. ). Él sabía de antemano de la negativa y posterior arrepentimiento de Pedro, y por lo tanto lo urge a alentar a los otros discípulos en sus propios momentos de prueba. Las experiencias de Pedro en las próximas horas cambiarían su vida. Se convertiría de un seguidor poco entusiasta a un discípulo arrepentido y finalmente a la clase de persona que Cristo podría utilizar para edificar su Iglesia. Pedro lloró amargamente, no solo por aceptar que negó a su Señor, el Mesías, sino también porque dio las espaldas a un amigo muy querido, alguien que lo amó y enseñó durante tres años. Sin tomar en cuenta la advertencia de Jesús (Marcos 14:29-31   29  Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30  Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. 31  Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.
  Lucas 22:33-34   33  El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.  34  Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces. ), Pedro manifestó que nunca lo negaría. Sin embargo, cuando sintió temor, actuó en contra de su intrépida promesa. Incapaz de mantenerse a favor de su Señor durante doce horas, falló como discípulo y como amigo. Debemos estar atentos a nuestros lados débiles y no ser auto suficientes ni presumidos. Si fallamos, recordemos que Cristo puede usar a quienes reconocen su falta. Pedro aprendió mucho de esta experiencia humillante y le fue de ayuda en las responsabilidades de líder que muy pronto asumiría.

En el camino a la dicha eterna tenemos que esperar ser atacados y zarandeados por Satanás. Si no puede destruirnos, tratará de hacernos desdichados o de angustiarnos. Nada precede con mayor certeza a la caída de un seguidor confeso de Cristo, que la confianza en sí mismo, con desconsideración por las advertencias y desprecio del peligro. A menos que velemos y oremos siempre podemos ser arrastrados en el curso del día a aquellos pecados contra los cuales estábamos más decididos en la mañana. Si los creyentes fuéramos dejados sin la protección del Señor, caeríamos, pero somos mantenidos, fortalecidos, amparados por el poder de Dios, y la intercesión de Cristo, por el Espíritu Santo con el cual fuimos sellados para vida eterna.