Mateo 11:26-30
26 Sí, Padre, porque así te
agradó.
27 Todas las cosas me fueron
entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre
conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Vamos a
recordar lo que hemos aprendido hasta ahora en estos estudios. Dios tiene control de todo y en forma
soberana controla todas las cosas en el mundo. Dios controla tanto las cosas inanimadas como las cosas vivas; los
animales, los hombres y los ángeles. Dios
el Padre escoge a su pueblo de cada época de la historia y de cada nación y
de toda raza. Jesucristo murió para salvar a este pueblo de sus pecados, y el Espíritu Santo les da nueva vida espiritual.
En la salvación de su pueblo y en todo lo que hace, Dios obra de acuerdo a su plan predestinado. También hemos
aprendido que la voluntad humana es por
naturaleza mala y no escoge lo que es bueno. Solamente Dios puede hacer que
una persona desee la salvación del pecado: Dios
es soberano, Él es el gran rey, Él es el único Dios. Pero quizás usted se
pregunta por qué nosotros pensamos que estas doctrinas son tan importantes.
¿En qué forma nos afectan a nosotros? ¿Qué diferencia hay en la
práctica si Dios está o no en control de todas las cosas?
Primero que todo,
si creemos que Dios es soberano, entonces tenemos una mejor idea de lo que Dios
es, es decir, de su verdadera naturaleza y carácter. Nos damos cuenta de que el
Dios que hizo todas las cosas tiene el poder completo sobre su creación.
También nos percatamos de que siempre
debemos de obedecerle y sometemos a Él. Aunque no podemos entender todo lo
que Dios hace, sabemos que nadie puede
resistir su voluntad. Sabemos también, que Dios ha mostrado su bondad a una gran multitud de personas que no la
merecieron. Entonces, cuando pensamos del plan divino de la salvación nos
damos cuenta de cuán grande y poderoso es Dios.
En segundo lugar,
creyendo que Dios tiene control completo de todo, nos damos cuenta de que
nuestra fe es viva y práctica. No podemos tener una fe verdaderamente viva
hasta que nos demos cuenta de qué tan grande y poderoso es Dios. Cuando nos percatamos del poder de Dios,
vemos nuestra necesidad de obedecerle y sometemos a Él en cada aspecto de
nuestras vidas. Solamente dándonos
cuenta de la grandeza de Dios, surge el deseo de aprender más acerca de Él.
Solamente aquellos que han visto la grandeza de Dios desean orar conforme a su
voluntad y hacer todo para su gloria.
En tercer lugar,
la creencia de que Dios es
soberano sobre todas las cosas nos enseña que no podemos hacer nada para
salvamos a nosotros mismos. La salvación no es como algunos dicen, que Dios ha hecho todo lo
que podía y ahora está esperando que nosotros hagamos lo que podamos. La
verdad es que no podemos hacer nada para salvamos a nosotros mismos. Nuestra
voluntad humana desea por naturaleza hacer lo que es malo. No deseamos del todo
volvemos a Dios. Solamente Dios, quien tiene control completo sobre todo,
puede damos la disposición para volvemos a Él. El hecho de que no
podemos salvamos a nosotros mismos debería hacemos sentir temor del peligro de
nunca llegar a ser salvos. Este temor puede ser algo bueno, si nos conduce
a entender que sólo Dios nos puede salvar. Entonces, nos puede llevar a la
disposición de pedirle que nos salve.
En cuarto lugar,
la creencia de que Dios tiene control
de todo nos muestra cuánto dependemos de El para todo. También nos
damos cuenta cuán débiles, vanos y pequeños somos; y por otro lado nos damos
cuenta cuán fuerte, sabio y grande es
Dios. Vivimos en un mundo donde la gente siempre está alabando y
engrandeciendo los logros humanos. La gente se enorgullece de las cosas que los
hombres han mejorado. Pero cuando
creemos en la soberanía de Dios, comenzamos a ver todo desde otra perspectiva.
Vemos que sólo Dios es capaz de salvar a su Pueblo de sus pecados. Vemos que
los hombres no pueden hacer nada para ayudar a Dios a salvarlos. Como
resultado, alabamos a Dios por todo lo que ha hecho para salvar a su pueblo
escogido.
En quinto lugar,
creer en la soberanía de Dios nos da un sentimiento de
plena seguridad. Porque
al confiar en un Dios que controla todo, ya no tenemos nada que temer. Aún en tiempos de tristeza sabemos que
Dios está ahí, y que está lleno de poder, sabiduría y bondad. Dios es
demasiado sabio cómo para cometer un error. Es demasiado bondadoso para
causarnos algún dolor que no sea al fin para nuestro. Aun en tiempos de dolor; estamos completamente seguros si estamos
confiando en un Dios soberano.
En sexto lugar,
si creemos en que Dios es
soberano estaremos contentos con cualquier cosa que Dios nos mande. Esto
no significa que aceptemos las cosas difíciles con un espíritu estoico o
fatalista. Si confiamos en Dios, nos
daremos cuenta que lo que Él nos envía es para nuestro bien (aún cuando
no comprendamos como es que todo esto redundará para nuestro bien).
La séptima cosa
es que creyendo en la soberanía de
Dios somos conducidos a alabarle. SI Dios nos ha escogido, nos ha
salvado y nos ha guardado en cada momento de nuestra vida por su bondad,
entonces desearemos alabarle por todo lo que Él es, y por todo lo que Él ha
hecho por nosotros.
En octavo lugar,
creer en la soberanía e Dios nos da la seguridad de que en un día futuro, el bien
triunfará sobre el mal. Ahora sentimos que la maldad es tan fuerte que el bien.
Pero, si creemos que Dios es soberano, sabemos que un día Satanás será
derrotado. En un día futuro, será completamente claro que Dios es más grande
que todos los poderes de la maldad. En un día futuro, todos verán claramente
que Dios es soberano.
Finalmente,
la creencia de que Dios controla todo nos da paz en
nuestros corazones. Todos los creyentes verdaderos sabemos que el
Dios soberano que controla toda la creación, es el mismo Dios que gobierna ennuestros
corazones; como resultado de ello, tenemos perfecta paz. Debido a Su soberanía Dios es digno de toda confianza. Él es
demasiado sabio para equivocarse, demasiado poderoso para ser vencido y
demasiado bondadoso para hacer algo malo. Si este Dios es su Dios, entonces
usted puede estar completamente seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario