EL VERDADERO EVANGELIO DE JESÙS

Podemos leer en Marcos 16:15-16   Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.  

En 2ª de Timoteo 1:8-10 leemos:   Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio

La Palabra de Dios en la Biblia nos enseña el poder del Evangelio de Jesucristo para confrontarnos y mostrarnos cuál es la situación real del hombre. El Evangelio nos revela que somos pecadores. Que estamos muertos, separados de Dios. Pero al mismo tiempo el Evangelio nos enseña el remedio, la solución para poder ser dignos de estar en Presencia de Dios Padre.

En Marcos 1:14-15 nos enseña: Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
  diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Las palabras de Jesús resuenan en mi corazón, como la noche que le conocí. “Arrepentíos” requiere reconocer nuestra condición de pecador, que hemos pecado contra Dios, humillarnos en nuestra condición y pedirle perdón por nuestros pecados. La única forma de llegar a Cristo es por medio del arrepentimiento genuino para perdón de pecados, para nacer de nuevo siendo Justificados por Dios Padre a través de la Sangre de Jesucristo. Éste es el verdadero Evangelio de Jesús.

Hace unos meses leí una historia que contaba un Pastor de una iglesia de un país americano, ocurrida en una congregación. Es como sigue:“En una escuela dominical, se acerca uno de los ancianos a los niños y  pregunta muy serio: Decidme ¿Quién derribó el muro de Jericó? Todos comenzaron a decir ¡yo no fui! ¡yo no fui!. Uno de ellos se escabulló y fue en busca del Pastor, quien llego, de la mano del niño, junto al anciano, diciéndole: “Mire, yo puedo responder por estos niños, sé que ellos no fueron, pero si tenemos que hacer una ofrenda para reparar los daños delo por hecho”.

Esto que pudiera ser un chiste es real como la vida misma. Viene a demostrar que muchos creyentes tienen un desconocimiento muy grande de la Palabra de Dios en La Biblia. Hasta tal punto que están escuchando un evangelio diluido, descafeinado y sin contenido. Están tragando el camello y filtrando el mosquito. Escuchan sin comprobar, sin verificar lo que oyen, y tragan todo lo que les meten.

Los púlpitos están llenos de psicoterapia teológica, relativismo, filosofías y palabras de hombre; lo que es bueno para ti, para mí es malo; a lo bueno llaman malo y viceversa; respetar las opiniones de los demás, cada cual tiene su verdad...etc.  Hoy prevalece el TODO VALE para atraer a la gente a las iglesias como sea. Pero, realmente ¿todo vale? Se ha llegado al punto de hacer un evangelio al gusto del cliente. Unos no quieren que se hable de pecado, de infierno, sólo quieren oír hablar de: “Dios es amor, y todo lo perdona” “Unción” “Decreto” Bendición”, quieren un evangelio de color de rosa. Los creyentes son los clientes y el evangelio la mercancía. Pruebe y compare. Ahora son los apóstoles los que venden la unción del Espíritu Santo, vía internet promoviendo los gustos de los creyentes, entreteniéndoles como si las iglesias fueran centros de diversión.

Hoy más que nunca hay una avalancha secular sobre los cristianos, que están consiguiendo poner en jaque muchas mentes privilegiadas. No se puede hacer del Calvario un circo, enseñando de todo menos la Biblia.
Hay una corriente diabólica infiltrándose entre las distintas iglesias, con un mensaje que dice qué los cristianos están cansados de tantos sermones y predicaciones. Con la astucia y sutileza, que el príncipe de este mundo utiliza desde que engañó a la primera pareja, viene pervirtiendo el evangelio por medio de los obreros y pastores fraudulentos, los falsos profetas, que lo único que buscan es el dinero, el poder, la fama y engañar a los que les escuchan.
Es imposible hablar de Cristo sin su obra redentora; imposible acercarse a Él sin arrepentimiento; imposible separar a Cristo de la Palabra de Dios en la Biblia, el cielo y la tierra pasarán, mas la Palabra de Dios permanecerá para siempre.



Continuará...