} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ROMANOS 1; 1-17

viernes, 22 de enero de 2016

ROMANOS 1; 1-17


1-1.La doctrina sobre la cual escribe el apóstol Pablo establece el cumplimiento de las promesas hechas por medio de los profetas. Habla del Hijo de Dios, Jesús el Salvador, el Mesías prometido, que vino de David en cuanto a su naturaleza humana, pero que fue declarado Hijo de Dios por el poder divino que lo resucitó de entre los muertos. La confesión cristiana no consiste en el conocimiento conceptual o el sólo asentimiento intelectual, y mucho menos, discusiones perversas, sino en la obediencia. Sólo los llamados eficazmente por Jesucristo son los llevados a la obediencia de la fe.
Aquí se expone: -1. El privilegio de los cristianos amados por Dios y miembros de ese cuerpo que es amado.
2. El deber de los cristianos: ser santos, de aquí en adelante son llamados, llamados a ser santos. El apóstol saluda a éstos deseándoles gracia que santifique sus almas y paz que consuele sus corazones, las que brotan de la misericordia libre de Dios, el Padre reconciliado de todos los creyentes, que viene a ellos a través del Señor Jesucristo.

  Pablo escribió esta carta a la iglesia en Roma. Todavía ningún líder de la iglesia (Jacobo, Pedro, Pablo) había estado allí; la iglesia se estableció con creyentes que visitaron Jerusalén durante Pentecostés (Hechos_2:10) y viajeros que oyeron las buenas nuevas en otros lugares y lo llevaron a Roma (por ejemplo, Priscila y Aquila; Hechos18:2; Rom_16:3-5). Pablo escribió la carta a los Romanos durante su ministerio en Corinto (al final de su tercer viaje misionero, antes de volver a Jerusalén; Hechos_20:3; Rom_15:25) para animar a los creyentes y para expresarles su deseo de visitarlos algún día (en un lapso de tres años lo hizo). La iglesia romana no tenía el Nuevo Testamento, porque tal vez los Evangelios no habían circulado en su forma escrita final. Por lo tanto, esta carta puede muy bien ser la primera pieza de literatura cristiana que los romanos vieron. Escrita a judíos y gentiles cristianos, la carta a los Romanos es una presentación sistemática de la fe cristiana.

  Cuando Pablo, un judío devoto que antes era un perseguidor de cristianos, creyó, Dios lo usó para esparcir el evangelio a través de todo el mundo. A pesar de su prisión, Pablo finalmente predicó en Roma (Hechos 28) quizás hasta al mismo César.  

  Pablo humildemente se autodenomina siervo (esclavo) de Jesucristo. Para un ciudadano romano (y Pablo lo era), optar por ser esclavo era inimaginable, pero Pablo escogió ser completamente dependiente y obediente a su Señor amado. ¿Cuál es nuestra actitud hacia Cristo el Señor? Nuestra obediencia a El nos capacita para ser útiles y siervos y así realizar la labor que en verdad importa.

1.2 Algunas de las profecías que predicen las buenas nuevas de Jesucristo son Gen_12:3; Salmos_16:10; Salmos_40:6-10; Salmos_118:22; Isa_11:1; Zacarías_9:9-11; Zacarías_12:10; Malaq_4:1-6.

1. 4 Pablo creía que Jesús era el Hijo de Dios, el Mesías prometido, y el Señor resucitado. Pablo llamó a Jesús descendiente del rey David para enfatizar que en verdad en El se cumplían las profecías del Antiguo Testamento en el sentido de que el Mesías vendría del linaje de David. Con esta declaración de fe Pablo manifiesta estar de acuerdo con las enseñanzas de las Escrituras y de los apóstoles.

1.5 Aquí Pablo resume las buenas nuevas de Jesucristo: (a) vino como humano, (2) era de linaje real judío, de la línea de David, (3) murió y resucitó, y (4) abrió la puerta para que la gracia y benignidad de Dios fueran nuestras. El libro de Romanos desarrolla estos temas.

1. 6 Los cristianos tenemos grandes privilegios y responsabilidades. Pablo y los apóstoles recibieron perdón (la gracia de Dios) como un privilegio inmerecido. Pero también se les asignó la responsabilidad de anunciar el mensaje del perdón de Dios a otros. Dios perdona los pecados de quienes por fe creen en El como Señor. Al hacerlo nos comprometemos a vivir una vida nueva. La nueva vida de Pablo incluyó un llamado de Dios, una responsabilidad que El le dio para testificar ante el mundo como misionero. Dios puede también llamarnos a ser misioneros en el extranjero, pero El nos llama a todos los creyentes a testificar y a ser ejemplo del cambio de vida que Jesús obra en los creyentes.

1. 7 Pablo dice que a quienes aceptan a Cristo, El los invita a: (1) ser parte de la familia de Dios, y (2) ser gente santa ("llamados a ser santos", apartados, dedicados para su servicio). ¡Qué expresión tan maravillosa de lo que significa ser un cristiano! Por haber renacido en la familia de Dios, poseemos la más grande experiencia de amor y la mayor herencia. Por todo lo que Dios ha hecho por nosotros, debemos esforzarnos por ser un pueblo santo.

  Pablo mostró amor hacia la iglesia en Roma expresando el amor de Dios por ellos y su propia gratitud y apoyo en oración. Para hacer impacto en la vida de la gente, usted necesita amarla y creer en ella. La pasión de Pablo por enseñar a esta gente y tener compañerismo con ella empieza con el amor. Dé gracias a Dios por sus hermanos cristianos y dígales cuánto le importan.

  Roma era la capital del Imperio Romano que se extendía por gran parte de Europa, el norte de Africa y el Cercano Oriente. En los tiempos del Nuevo Testamento, Roma disfrutaba su edad de oro. La ciudad era rica en el arte y las letras. Era un centro cultural pero a su vez la moral era decadente. Los romanos rendían culto a muchos dioses paganos. Incluso adoraron a algunos de los emperadores. En contraste con los romanos, los seguidores de Cristo creían en un solo Dios y vivían moralmente.

  El cristianismo era muy diferente al poderío militar de los romanos. Muchos eran simplemente pragmáticos, creían que el fin justificaba los medios. Y para los romanos, nada era mejor que el vigor físico. Confiaban en su poderío militar para protegerse contra sus enemigos. Los cristianos de todas las edades deben recordar que Dios es la única fuente de permanente seguridad y salvación y, al mismo tiempo, ¡El es nuestro Padre!

1.8 Pablo usa la frase "gracias a mi Dios mediante Jesucristo" para enfatizar que Cristo es el único mediador entre Dios y el hombre. A través de El, Dios nos envió su amor y perdón; en el nombre de Cristo expresamos nuestro agradecimiento a Dios (1Ti_2:5).

  Como los cristianos romanos se hallaban en el centro del poderío político del mundo occidental, eran sumamente visibles. Por fortuna, su reputación era excelente; su  fe sólida se daba a conocer en todo el mundo. ¿Qué dice la gente cuando hablamos acerca de nuestra congregación o denominación? ¿Son ciertos esos comentarios? ¿Qué podríamos hacer   para que noten otros aspectos? ¿Cuál es la mejor manera de que el público reconozca nuestra fe?

1.9, 10 Cuando oremos  por alguna preocupación, no nos sorprendamos  por la forma en que Dios responda. Pablo oraba por su visita a Roma a fin de enseñar a los cristianos allí. Cuando al fin llegó a Roma, fue en calidad de prisionero (Hechos_28:16). Pablo oró por un viaje tranquilo y llegó sin novedad después que lo arrestaran, abofetearan, naufragara y, entre otras cosas, lo mordiera una víbora. A menudo, la manera en que Dios responde nuestras oraciones difiere mucho de lo que esperamos. Cuando oremos, esperemos  la respuesta de Dios aunque a veces en maneras inesperadas.

1.11, 12 Pablo oraba por tener la oportunidad de visitar a estos cristianos a fin de animarlos en cuanto a sus dones y fe, y que ellos a su vez lo animaran a él. Como misionero de Dios, les ayudó a comprender el significado de las buenas nuevas de Jesús. Como pueblo santo de Dios, ellos podrían brindarle compañerismo y bienestar. Cuando los cristianos se reúnen, cada uno debiera dar y recibir. Nuestra fe en común nos da un lenguaje y propósito comunes para animarnos unos a otros.

1.13 Al final de su tercer viaje misionero, Pablo visitó Siria, Galacia, Asia, Macedonia y Acaya. A las iglesias de estas regiones se les llamaba gentiles debido a que estaban compuestas mayormente de gentiles.

1.14 Con "a griegos y a no griegos", Pablo se refiere a todos los de la cultura griega y a los que no son de esta cultura. "A sabios y a no sabios" se refiere a las personas educadas y a las analfabetas. ¿Cuál era la deuda de Pablo? Después de su experiencia con Cristo en el camino a Damasco (Hechos 9), consumió toda su vida en predicar las buenas nuevas de salvación. Su deuda era con Cristo por ser su Salvador y debía pagarla a todo el mundo. Pagó su deuda proclamando la salvación que hay en Cristo para todos, sean gentiles o judíos, sin importar barreras culturales, sociales, raciales ni económicas. Tenemos la misma deuda con Cristo porque El recibió el castigo reservado para nosotros, por el pecado. A pesar de que es imposible pagarle a Cristo por todo lo que ha hecho, podemos demostrar nuestra gratitud al dar amor a otros.

1.16 Pablo no se avergonzaba porque su mensaje era el mensaje de Cristo, las buenas nuevas. Era un mensaje de salvación, poderoso para cambiar vidas y para todos. Cuando se sienta tentado a avergonzarse, recuerde que las buenas nuevas se refieren a todo esto. Si se centra en Dios y en lo que hace en el mundo, antes que en sus limitaciones, su vergüenza pronto desaparecerá.

  ¿Por qué el mensaje fue antes a los judíos? Por más de dos mil años fue un pueblo especial para Dios, desde que Dios escogió a Abraham y le prometió grandes bendiciones a sus descendientes (Gen_12:1-3). Dios no los escogió porque lo merecieran (Deu_7:7-8; Deu_9:4-6), sino porque quiso mostrar su amor y misericordia a través de ellos, enseñarles y prepararles para la venida del Mesías al mundo. Los escogió no porque tenga favoritos, sino para que el mundo conociera su plan de salvación.
Por siglos los judíos aprendieron acerca de Dios mediante la obediencia a sus leyes, celebrando sus fiestas y viviendo de acuerdo a sus principios morales. A menudo olvidaban las bendiciones de Dios y sufrían la disciplina, pero aun así poseían la herencia preciosa de poder creer y obedecer al único Dios verdadero. De entre todos los habitantes de la tierra, los judíos debían haber sido los primeros en recibir al Mesías y comprender su mensaje y misión, y así sucedió con algunos ( Luc_2:25, Luc_2:36-38). Por supuesto, los discípulos y el gran apóstol Pablo fueron judíos fieles que reconocieron en Jesús al don más precioso de Dios dado al género humano.

  Judíos y cristianos por igual se opusieron a las religiones romanas idólatras y los funcionarios romanos a menudo confundían a ambos grupos. Esto era muy fácil que sucediera ya que la iglesia cristiana en Roma se componía de judíos convertidos que asistieron a la fiesta de Pentecostés (Hechos_2:1). Cuando Pablo escribió Romanos, sin embargo, muchos gentiles también se reunían en la iglesia. Los judíos y los gentiles necesitaban entender la relación entre el judaísmo y el cristianismo.

1.17 El evangelio muestra cómo Dios es justo en su plan para salvarnos y cómo puede hacernos aptos para la vida eterna. Al confiar en Cristo, entramos en buena relación con Dios. Del principio al fin, Dios nos declara justos por fe y solo por fe.

  Pablo cita Habacuc_2:4. Cuando Habacuc dijo "vivirá", quizás se refería solo a la vida presente, pero Pablo amplía el concepto para incluir también la vida eterna. Al confiar en Dios, obtenemos salvación; hallamos vida ahora y para siempre.