} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ESTUDIO APOCALIPSIS 17; 15-18

lunes, 23 de diciembre de 2019

ESTUDIO APOCALIPSIS 17; 15-18



 15  Y me dijo*: Las aguas que viste donde se sienta la ramera, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas.

 16  Y los diez cuernos que viste y la bestia, éstos odiarán a la ramera y la dejarán desolada y desnuda, y comerán sus carnes y la quemarán con fuego;

 17  porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar su propósito: que tengan ellos un propósito unánime, y den su reino a la bestia hasta que las palabras de Dios se cumplan.

 18  Y la mujer que viste es la gran ciudad, que reina sobre los reyes de la tierra.


 El ángel, que hasta aquí ha hablado del simbolismo de la Bestia, comienza ahora a explicar el significado de la gran Ramera. Las aguas sobre las cuales estaba sentada la Ramera representan la muchedumbre de los pueblos, naciones y lenguas que forman el Imperio romano.
El ejército mundial reunido en nombre del Anticristo y guiado por él contra Dios, Cristo y los fieles de Cristo, antes de ser aniquilado tiene que desempeñar por designio de Dios una misión en sí contradictoria. Es ironía divina el que Dios quiera utilizar el ejército enemigo -y efectivamente lo induzca a ello- al objeto de ejecutar su sentencia sobre Babilonia, la capital mundial anticristiana. Cuán extenso sea el poderío de esta metrópoli se da a entender en la interpretación de las muchas aguas (Isa_8:7; Jer_47:2); domina sobre inmensas masas de hombres en el mundo entero (sigue la enumeración con el número cósmico); apenas si será pura casualidad el que en la enumeración cuadrimembre que repetidas veces recurre en el Apocalipsis (Jer_5:9; Jer_7:9), en lugar de la palabra «tribus» aparezca aquí otra -«multitudes»-, término al que, por lo menos en la sociedad moderna, responde la representación de una masa de gentes sin convicciones, teledirigidas y con la conciencia ofuscada.
Ahora está cumpliendo esa tarea. Aunque se dice que la mujer es una "ciudad" (Rev 17:18), su influencia, y posiblemente su apoyo, es de alcance global. Su influencia se esparció por todo el mundo con la introducción de idiomas a juicio de Babel cuando toda la humanidad se dispersó de una ubicación central habiendo bebido de su vino corruptor (Gen. 11: 9). Creemos que abarca tanto la geografía como la historia, porque la Bestia con siete cabezas tiene el poder del dragón (Rev. 13: 1 / Rev. 12: 3) que es Satanás y asumió el dominio sobre el mundo como ya en la caída de Adán y Eva (Mateo 4: 8 ; Lucas 4: 6 ; Juan 12:31 ;Juan 14:30 ; 2Cor. 4: 4 ; 1Jn. 5:19 ). Si las siete cabezas representan siete reinos mundiales de especial importancia en el plan de Dios, entonces la influencia global de la mujer se extiende desde el primer imperio hasta el tiempo de la Segunda Venida de Cristo y el establecimiento del Reino Milenial.

Éstos odiarán a la ramera

Muchos expositores parecen minimizar o pasar por alto la identificación del ángel de la Gran Ramera con la ciudad de Babilonia (Rev. 17:18) e interpretarla como denotando un sistema eclesiástico separado. Por lo tanto, ven dos destrucciones separadas establecidas en los capítulos 17 y 18. Esta destrucción se relacionan con la Ramera, mientras que la destrucción en el próximo capítulo se relacionan con la ciudad literal: "Estas palabras gráficas claramente retratan la caída de la iglesia mundial apóstata del futuro". No estamos de acuerdo con las interpretaciones que dividen la unidad del pasaje más grande en el límite del capítulo. Se dice que la ramera es una ciudad (Rev. 17:18) y se dice que la ciudad es la Ramera (Rev. 18:21 / Rev. 19: 2 ). Ella es el objeto de destrucción tanto aquí como en el próximo capítulo.  Debido a que la ciudad de Babilonia involucra aspectos tanto espirituales como comerciales (ambos aspectos se ven en Apocalipsis 17: 1 y Apocalipsis 18: 1), no hay razón para separar a la Ramera de la ciudad como un sistema eclesiástico independiente del fin. La motivación de la Bestia para destruir la ciudad podría ser simplemente abandonar su control (o la necesidad de apoyarla), lo que se ha convertido en una carga. O bien, podría involucrar su creencia de que su sistema idólatra en última instancia proporciona una alternativa no deseada a su propia adoración global (2Tes. 2: 4; Rev. 13:15). Sin embargo, es importante reconocer que las Escrituras no dan la razón específica por la cual los reyes la odian y la destruyen. Podría ser fácilmente comercial, político o religioso. La escritura no dice en cualquier caso, ella experimenta lo que Jeremías describió mucho antes: independientemente de sus adornos y su atracción, sus amantes eventualmente la desprecian y buscan su vida (Jer. 4:30)

Fruchtenbaum cree que la Bestia es el rey de Babilonia que está lejos en la guerra y reacciona con alarma ante la noticia de su destrucción (Jer. 50:43; Jer. 51: 31-32). Si el rey de Babilonia es la Bestia y reacciona con alarma ante la destrucción de su capital, ¿cómo podría decirse que la Bestia (junto con los diez reyes) odia la ciudad y participa en su destrucción? Hay varias soluciones posibles para este rompecabezas:
a) El texto TR es correcto y la Bestia no debe incluirse entre los que odian a la Ramera y se oponen a ella. Quizás los diez reyes, aunque se aliaron con la Bestia durante una temporada, finalmente lo traicionaron y atacaron el asiento de su trono durante un momento oportuno cuando está distraído en otro lugar.
b) La Bestia puede no ser el rey de Babilonia en el momento de su destrucción. "Plantará las tiendas de su palacio entre los mares y la gloriosa montaña sagrada" (Dan. 11:45 a). Quizás reubique su sede de autoridad en Tierra Santa para estar cerca de su imagen en el Templo ( Mat. 24:15 ; 2 Tes 2: 4 ; Apoc 13: 14-15) después de lo cual él y sus reyes se vuelven contra Babilonia.
c) La ramera es una entidad separada de la ciudad de Babilonia. La Ramera es destruida por la Bestia y sus reyes, pero la ciudad es destruida por Dios directamente. Aunque este punto de vista es sostenido por muchos, minimiza o pasa por alto los pasajes que identifican a la Ramera como la ciudad (Rev. 17:18).  

  Creemos que un sistema eclesiástico separado no se requiere ni se justifica explícitamente a partir de una simple lectura de Apocalipsis 17: 1  y Rev. 18: 1 que relaciona una sola ciudad con aspectos comerciales y espirituales opuestos a Dios.

El mayor peligro para Roma residía en ese conglomerado de pueblos sobre los que se asentaba su poder imperial. Porque Roma los dominaba imperfectamente, y era de prever que un día se rebelarían contra ella y la arruinarían. Por eso, el ángel dice a Juan que de la muchedumbre de pueblos dominados por Roma surgirían diez reyes, representados por los diez cuernos, que habían de acabar con ella. El Cordero vencerá a la Ramera y a los diez reyes, como ya se dijo en el v.14. Pero para obtener esta victoria se servirá de sus mismos enemigos. La Bestia sobre la cual cabalgaba la Ramera aborrecerá a ésta y se unirá a los diez reyes para combatir contra la Ramera y destruirla (v.16). Por consiguiente, serán los mismos partidarios de la Meretriz los que se convertirán en sus destructores. Estos manifestarán su odio contra la gran Ramera, dejándola desolada, desierta de habitantes y de riquezas; desnuda de sus atavíos y joyas arquitectónicas; consumida por el saqueo y el bandidaje y destruida por el fuego. La ruina será completa e irreparable.  Desolada es ρημωμένην [ ērēmōmenēn. La quemarán es κατακαύσουσιν [ katakausousin ], para "destruir con fuego, quemar (consumir), consumir con fuego".

El castigo de la gran Ramera se inspira en Ezequiel, en donde el profeta representa a Israel y a Judá bajo la imagen de dos hermanas de malas costumbres, que serán condenadas a la pena impuesta a las adúlteras. El castigo que aquí el autor del Apocalipsis nos anuncia como futuro se nos cuenta en Apoc_19:11-21 como ya realizado. Y precisamente en el capítulo 19 del Apocalipsis, el vidente recurre de nuevo a Ezequiel 38-39, de donde tomó la imagen para describirnos la victoria. En estos capítulos de Ezequiel vemos incorporados al ejército de Gog pueblos innumerables, todos unidos en el deseo de acabar con el pueblo de Dios. Este mora tranquilo en sus ciudades sin murallas de Palestina, porque, como dirá el profeta Zacarías, el Señor será para ellos como una muralla de fuego. En el momento de mayor peligro Dios viene en ayuda de su pueblo, suscitando en el vasto campamento enemigo el espíritu de discordia, la guerra civil, que acabará con todos los enemigos. Pues tal será la victoria del Cordero contra la Ramera. Los suyos mismos se levantarán contra ella, la despojarán de sus ricos vestidos y de sus joyas y la entregarán al fuego.

Cuando las legiones de Vespasiano, mandadas por su hijo Tito, entraron en Roma, hubieron de luchar en la ciudad misma con las legiones de Vitelio, y, en el ardor de la refriega, muchos monumentos, entre ellos el templo de Júpiter Capitolino, quedaron reducidos a pavesas. Y en el siglo ν los pueblos que habían estado al servicio de Roma fueron los que más contribuyeron a la caída del imperio de Occidente. Esto ya había comenzado a realizarse siglos antes. Tal debe de ser lo que aquí se propone significar el autor sagrado. El poder del Cordero se manifiesta haciendo que sus enemigos se destruyan unos a otros. Es la victoria más completa y la más barata.

Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar su propósito

La destrucción de Roma por sus propios aliados es, en la perspectiva teológica de Juan, un efecto de un designio permisivo y providencial de Dios. El Señor es el que dirige la historia del mundo hasta el cumplimiento íntegro de sus designios. El, en los misteriosos designios de su providencia, queriendo castigar a la gran Ramera, ha dispuesto que los diez reyes se uniesen contra ella y la destruyesen. Pero, al mismo tiempo, también ha permitido que estos reyes cayesen bajo el dominio de la Bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios, con la destrucción de todas las potencias enemigas y la venida triunfal del reino de Jesucristo. San Juan considera la historia humana como una lucha continua entre las fuerzas del bien y del mal. Al fin terminarán por imponerse las fuerzas que defienden el bien.

El control soberano de Dios sobre los asuntos de la historia es un tema constante detrás de los eventos del libro de Apocalipsis. Todo lo que sucede ocurre por su permiso soberano. Del cabalgando de los primeros jinetes que se les da una corona, al aumento de la bestia del mar que se dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses (Rev. 13: 5) y que previamente fue restringido (2 Tes. 2: 6-8), Dios finalmente tiene el control total. Dios convierte los corazones de los reyes de acuerdo con sus propósitos, ya sea que lo conozcan o no (Deu. 2:30; Prov 21: 1 ; Hechos 4:28 ). Dios determinó que Faraón no escucharía a Moisés para que Egipto pudiera ser juzgado (Ex. 7: 4). Él nombró y dio a luz a Ciro para reconstruir Jerusalén, aunque Ciro no lo conocía (Isa. 44:26 - Isa. 45: 4 ; Isa. 46:11 ). Fue Dios quien le dio a Nabucodonosor su reino y poder, aunque durante gran parte de su reinado, Nabucodonosor no conoció a Dios (Dan. 2:37).
Recuerda las cosas antiguas de antaño, porque yo soy Dios, y no hay otra; Soy Dios, y no hay nadie como yo, declarando el fin desde el principio, y desde la antigüedad cosas que aún no se han hecho, diciendo: 'Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiera', llamando a un pájaro de presa del este, el hombre que ejecuta Mi consejo, de un país lejano. De hecho he hablado que ; También lo haré pasar. Yo he determinado que ; Yo también lo haré. (Isa. 46: 9-11)

Hasta que las palabras de Dios se cumplan.

Cumplido es τελεσθήσονται[ telesthēsontai ], se completarán . La palabra incluye más que solo la idea de realización, sino también poner fin, terminar, completar.
Porque a medida que cae la lluvia, y la nieve del cielo, y no vuelves allí, sino que riegas la tierra y la haces brotar, para que pueda sembrar al sembrador y pan al que come, así lo hará mi palabra. sea ​​lo que sale de mi boca no volverá a Mí vacío, sino que logrará lo que me plazca, y prosperará en lo que le envié. (Isa. 55: 10-11)

Su palabra ya está establecida en el cielo (Sal. 119: 89), pero aún tiene que funcionar en la tierra de abajo. Las Escrituras no pueden ser quebrantadas (Juan 10:35 ) porque Dios está siempre dispuesto a cumplir Su palabra (Jer. 1:12 ). Las palabras de Dios en relación con la Bestia, los diez cuernos y la Ramera , se cumplirán cuando el "misterio de Dios se termine" en los juicios asociados con el sonido de la séptima trompeta (Apocalipsis 10: 7). Cuando se completan las siete copas de la ira de Dios, "¡Está hecho!" (Apocalipsis 16:17) Los siguientes capítulos proporcionan detalles adicionales sobre el cumplimiento de las palabras de Dios que eventualmente resultan en el regreso del Rey y el establecimiento del Reino Milenial ( Apocalipsis 20: 4 )

La tensión entre la soberanía divina y la responsabilidad humana corre por toda la Escritura y es imposible escapar. Hacer hincapié en uno a expensas del otro da como resultado una distorsión de la Escritura. Aunque era el "propósito determinado y la presciencia de Dios " entregar a Jesús a la cruz, aquellos que lo crucificaron son completamente responsables de sus "manos sin ley" (Hechos 2: 23-24 / Rom. 9: 19-22 ; Stg 1: 13-17 /Lucas 22: 21-22 )   

El ángel termina revelando claramente la identidad de la gran Ramera (v.18).
Y la mujer que viste es la gran ciudad, que reina sobre los reyes de la tierra.

En el siglo i, en el que escribía Juan el Apocalipsis, la ciudad que tiene la soberanía sobre todos los reyes de la tierra, es decir, la capital del mundo de entonces, sólo podía designar a Roma. Además, el título de ciudad grande es empleado habitualmente para designar a Roma. Esta declaración del ángel,   sobre la ciudad asentada sobre siete colinas, permite una interpretación segura de estos pasajes y de todo el Apocalipsis.

Βασιλείαν π Βασιλέων [ epi basileo Basileon ]. Ella ejerce poder real o gobierno sobre los reyes. Nuevamente, vemos la imposibilidad de asignar a Jerusalén como la Ramera. ¿Cómo se puede decir que Jerusalén, de todas las ciudades más pisoteadas y ocupadas, con la menor influencia política y recursos materiales, ha reinado históricamente sobre los reyes de la tierra? Otros sugieren a Roma como candidata a "la gran ciudad". Aunque reconocemos la influencia sin igual sobre los reyes de la tierra que Roma ha tenido en la historia más reciente, ella no proporciona ni el alcance histórico necesario ni el cumplimiento adecuado de los muchos  pasajes que hablan literalmente a Babilonia. Tan viejo como podemos considerar que es Roma, ella es relativamente advenediza en el escenario de la historia bíblica que se remonta a la torre de Babel (Gen. 10: 1 , Gen. 11: 1 ). Roma es simplemente una de las hijas más prominentes de Babilonia. Algunos pueden objetar que es difícil ver cómo literalmente se podría considerar a Babilonia reinando sobre los reyes de la tierra cuando es tan insignificante en nuestro tiempo. Sin embargo, como hemos visto, la mujer se identifica con una ciudad histórica específica de prominencia en el pasado, y creemos que volverá a ser prominente en el futuro. Entre su rebelión inicial como Babel y su florecimiento final del humanismo impío como la Babilonia reconstruida, el sitio de su antiguo esplendor yace en gran parte olvidado. Pero su influencia, como la madre de la prostitución y la abominación, es tan activa hoy sobre los pueblos, multitudes, naciones y lenguas como siempre. Su humanismo, idolatría y fornicación están vivos y bien, habiéndose difundido entre los reinos de la tierra. Creemos que llegará un momento en que "¡Maldad!" será llevado de regreso al lugar de su manifestación original después del diluvio "para construirle una casa en la tierra de Shinar; cuando esté listo, la canasta se colocará allí en su base ” Zac. 5:11

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