Hace años, allá por 1991, compuse esta pequeña poesía para mi Padre Celestial. Muchas horas al volante, viajando por toda España; contactando con nuevos clientes para comercializar las variedades de verdes decorativos que entonces comenzábamos a cultivar. Quizás la métrica y la rima no se sujete a la Academia, pero salió desde lo más profundo de mi alma, de mi corazón a modo de agradecimiento, como una alabanza al Señor por su Misericordia y sus bendiciones.
Les agradecería que si la copian, indiquen la fuente de donde procede.
Cantaré a mi Dios
Por el placer de agradecer
Su sacrificio de amor y perdón
Cantaré porque ahora está en mi corazón.
Como he podido vivir sin su calor
Que confiado iba yo a la perdición
Siento ya
la Salvación
Volveré a mi Creador.
Cantaré a mi Dios
Porque al creer me regaló
La única y posible Justificación
Cantaré todo esto en Su Honor.
Tenerlo todo al querer, sin merecer
Ir de su mano al vivir, ya sin temer
Conociendo todo lo que es por ÉL
AMOR, JUSTICIA Y PODER.
Cantaré a mi Dios
Con la alegría de saber
Que falta poco para que le pueda ver
Cantaré para decir que ya no moriré.
El Hijo vino a morir aun al saber
Que pocos iban a querer entender
Que hay que volver a nacer
Gracia que viene por Fe.
Serviré a mi Dios
Junto a los que no puedo ver
Para presentar a mi Dios Celestial
Y lo haré con la Palabra de Verdad.
Tenerlo todo al querer sin merecer
Ir de su mano al vivir, ya sin temer
AMOR, JUSTICIA Y PODER
ESO ES ÉL, MI DIOS.