8.1 - 3 El
llamado de la sabiduría se contrasta con el de la adúltera del capítulo 7. La
sabiduría se ilustra como una mujer que nos guía y nos hace tener éxito. Se contrasta la publicidad y universalidad
del llamamiento de la sabiduría con la ocultación e intrigas de los malvados. La
sabiduría, en lugar de esconderse o pretender ocultarse, lanza su apelación
desde las alturas, las encrucijadas y la entrada de la ciudad; todos lugares
públicos.
8.4-13 La apelación está dirigida a toda la
humanidad: A los simples, los necios y a los que han hallado sabiduría. La voluntad de Dios se da a
conocer por las obras de la creación, y por las conciencias de los hombres,
pero más claramente por Moisés y los profetas. La dificultad principal es
lograr que los hombres atiendan la instrucción. Sin embargo, atender las
palabras de Cristo guiará al más ignorante al conocimiento salvífico de la
verdad.
8.14-21
Mientras más se respete y teme a Dios, más se odiará el mal. El amor a Dios y
el amor al pecado no pueden coexistir. Albergar pecados secretos significa que
tolera el mal en usted. Rompamos definitivamente con el pecado y comprometamonos
por entero con Dios. Aquí la sabiduría es Cristo en quien están todos los
tesoros de la sabiduría y del conocimiento; es Cristo en la palabra y Cristo en
el corazón; no sólo se trata que Cristo sea revelado a nosotros sino que
Cristo sea revelado en nosotros. Toda prudencia y destreza son del
Señor. A través de la redención por la preciosa sangre de Cristo abundan las
riquezas de su gracia en toda sabiduría y prudencia. El hombre encontró muchas
invenciones para su ruina; Dios encontró uno para nuestra recuperación. Él
aborrece el orgullo y la arrogancia, los malos caminos y la conversación
pervertida; estos hacen que los hombres no quieran oír sus instrucciones
santas, vivificadoras y humildes.
La
religión verdadera da a los hombres el mejor consejo en todos los casos
difíciles, y les ayuda a simplificar su camino.
Su
sabiduría hace verdaderamente felices a todos los que la reciben en el amor de
Cristo Jesús. Buscadlo a Él temprano, buscadlo fervorosamente, buscadlo antes
de cualquier otra cosa. Cristo nunca dijo busca en vano. Los que amamos a
Cristo son los que hemos visto su cualidad de ser amado y hemos tenido su amor
derramado en nuestros corazones; por tanto, somosbienaventurados. Seremos
bienaventurados en este mundo o, en aquel que supera toda comparación.
La
riqueza obtenida por vanidad pronto disminuirá, pero la que es bien obtenida
durará mucho; y la que se gasta bien en obras de piedad y caridad, será
perdurable. Si no tenemos riquezas ni honor en este mundo, tendremos lo que es
infinitamente mejor. Seremos dichosos en la gracia de Dios. Cristo, por su
Espíritu, guía a los creyentes a toda la verdad y, así, nos guía en el camino
de la justicia, para andar conforme al Espíritu. También seremos dichosos en la
gloria de Dios, en el más allá. En las promesas de la Sabiduría, los creyentes
tenemos bienes atesorados, no para días y años, sino para la eternidad; por
tanto, nuestro fruto es mejor que el oro.
8.22-31 Fuí
ordenado, o instalado (Salmo 2:6). Los otros
términos amplían la idea de la antigüedad más remota, y los versículos 24-29 la
ilustran con los detalles de la creación. Fuentes
que rebosan de aguas. Fundados hundidos
hasta quedar cimentados. Campiñas una
referencia acaso a la formación de la corteza de la tierra, como el versículo anterior
sugiere la orogenia milenaria. Principio
o suma, todas las partículas juntas. Señalaba por compás marcó un círculo, según la idea popular de que
la tierra era circular, rodeada por abismos sobre los que los visibles cielos
concavos descansaban. Afirmaba, los
afirmó de modo de sostener las aguas de arriba y represar las que estaban
debajo del firmamento (Gen 1:7-11; Job 26:8) la
ribera, eso es, de la mar.
La
sabiduría estaba presente en la creación y trabaja con el Creador. Dios dice
que la sabiduría es primaria y fundamental. Es la base sobre la que se edifica
la vida. Tal vez Pablo y Juan hicieron alusión a algunas de las declaraciones
de Salomón con respecto a la sabiduría para describir la presencia de Cristo en
la creación del mundo (Colosenses 1:15-17; Colosenses 2:2-3;
Apocalipsis 3:14). El Hijo de Dios declara que Él mismo participó en la
creación del mundo. ¡Cuán capaz, cuán apto es el Hijo de Dios para ser el
Salvador del mundo, si fue el Creador de éste! El Hijo de Dios fue ordenado
para esa gran obra antes de la fundación del mundo. ¿Se deleita en salvar a los
pecadores miserables, y nosotros no nos deleitaremos en su salvación? En
verdad, los atributos de Dios son una parte de él mismo. Sin embargo, con la
estructura poética de todo este pasaje esta recomendación de la Sabiduría es
enteramente consonante. En orden de tiempo todos sus atributos son tan
coincidentes y eternos como él. Pero a fin de exponer la importancia de la
sabiduría como creadora de la benevolencia y del poder, se le asigna aquí una
precedencia. Como tiene tal cosa en los asuntos divinos, debiera tenerla
también en los negocios humanos. Yo estaba con Él como perito obrero;” como
objeto de especial consideración agradable. El impartimiento de la sabiduría a
los hombres se representa como el hallazgo de una residencia deleitosa y como
agradando a Dios.
8.32-35
Al contrario de “el que
me hallare,” el que deja de encontrarme; pecar significa errar el
blanco, como el que no da con el camino.
Contrastadas con los halagos sensuales están las
ventajas de la sabiduría divina, que públicamente invita a los hombres, ofrece
los mejores principios de vida, y los beneficios de más valor resultan de
recibir sus consejos. Se presentan sus relaciones con el plan divino, si bien
más extensamente, para recomendar a los hombres los beneficios de la sabiduría,
terminando con el convencimiento de que los que la hallan encuentran el favor
de Dios, y los que la rechazan causan su propia ruina. Muchos opinan que este
pasaje es una descripción del Hijo de Dios por el título, Sabiduría, que los
judíos más antiguos usaban (y por el cual se le llama en Lucas 11:49), así como Juan 1:1
le llama por el de Logos, la Palabra (Verbo).
Pero se puede entender que se usa el término aquí
como la personificación de la sabiduría porque:
1. Aunque se dice que estaba con Dios, no se
declara que sea Dios.
2. El uso de los atributos personales es
igualmente compatible con la personificación como con la descripción de
la persona misma.
3. Los pronombres personales aquí usados
concuerdan con el género (femenino) de sabiduría constantemente, y nunca
se cambian por el de alguna persona indicada, como ocurre en el uso análogo de espíritu,
que en el griego es neutro, pero al que se aplica el pronombre masculino (Juan 16:14) cuando se trata de los actos del Espíritu
Santo.
4. Tal personificación está en consonancia con el
estilo de este libro mientras que ningunas alusiones proféticas u otras al
Salvador ni a la nueva dispensación se hallan entre las citas de este libro
hechas en el Nuevo Testamento.
5. Esta interpretación nada quita de la
importancia de este pasaje, el que sigue siendo una enseñanza inspiradora de
las más adornadas y también solemnes e impresionantes sobre el valor de la
sabiduría.
¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!