5.1 Es frecuente el uso de sabiduría e inteligencia,
o entendimiento, en la misma relación; aquélla indica el uso de medios sabios
para fines sabios, y ésta el ejercicio de la debida discriminación en la
selección de los mismos.
5.3 Salomón
advierte a todos los jóvenes, como si fueran sus hijos, que se abstengan de las
lujurias carnales. Podemos, por la mujer adúltera, entender aquí la idolatría,
la doctrina falsa, que tiende a descarriar las mentes y los modales de los
hombres, pero el criterio directo es advertir de los pecados contra el séptimo
mandamiento. Esta "mujer
extraña" es una prostituta. Por diferentes razones, Proverbios contiene
muchas advertencias en contra de las relaciones sexuales ilícitas. En primer
lugar, el encanto de una prostituta se utiliza como un ejemplo de cualquier
tentación para hacer el mal o para abandonar la búsqueda de sabiduría. En
segundo lugar, la inmoralidad sexual de cualquier tipo fue y sigue siendo
extremadamente peligrosa. Destruye la vida familiar. Desgasta nuestra capacidad
de amar. Degrada a los seres humanos y los convierte en objetos. Puede
ocasionar enfermedades. Puede dar como resultado hijos no deseados. Tercero, la
inmoralidad sexual va en contra de la ley de Dios.
5. 4 A menudo estos han sido, y aún son, el método
de Satanás para alejar a los hombres de la adoración a Dios para llevarlos a
una religión falsa.
Consideremos
cuán fatales son las consecuencias; ¡cuán amargo el fruto! Elimínemoslo, porque
hiere. Conduce a los tormentos del infierno. La tendencia directa de este
pecado es la destrucción de cuerpo y alma.Toda persona debería estar en guardia
en contra de los que usan la adulación o zalamería (labios que destilan miel)
que la llevará a pecar. El mejor consejo es tomar un desvío y aun evitar la
conversación con tales personas. Notorio es que los sufrimientos físicos y
morales de los alucinados licenciosos son terribles. Su futuro, en el sentido de la recompensa, Salmo 37; 37 / Salmo
73; 17.
5.5 Debemos
evitar cuidadosamente todo lo que signifique dar un paso en esa dirección. Los
que han de ser resguardados del daño deben mantenerse fuera del camino del
daño. Su modo de vida culmina en la muerte.
5.6-10 Sus caminos son varios, de modo que evitan tu
conocimiento del verdadero carácter de la vida, y así la verdadera felicidad en
Cristo. Si nos metemos en tentación, nos burlamos de Dios cuando oramos, No nos
metas en tentación. ¡Cuántos males acompañan a este pecado! Destruye la
reputación; desperdicia el tiempo; arruina el patrimonio; es nocivo para la
salud; llena la mente con horror. Aunque en el momento estés feliz, tarde o
temprano traerá dolor. Que evites la más mínima tentación. Y
tu honor sea lo que lo constituya, sea la fuerza física o la riqueza, acabe disminuyéndolos por la
disolución. Los sensuales
fácilmente se vuelven crueles. Los frutos de tus esfuerzos fatigosos (Salmo 127:2). Puede haber una referencia a la esclavitud,
que se conmutaba por la pena de muerte que tocaba al adúltero (Deuteronomio 22:22).
Es
decir, al fin y al cabo, de todo esto obtendrás como recompensa: dolor. Toda la persona bajo enfermedad incurable
5.11-13 Al final de su vida, será muy tarde para pedir
consejo. Cuando el deseo se activa plenamente, la gente no quiere consejo, sino
satisfacción. El mejor momento para aprender sobre los peligros y el disparate
de ir tras las relaciones sexuales ilícitas (o cualquier cosa perjudicial) es
mucho antes de que aparezca la tentación. Es más fácil resistir si la decisión
ya se ha tomado de antemano. No esperemos para ver qué sucede. Preparémonos
para la tentación y decidamos ahora
lo que haremos cuando tengamos que enfrentarla. El arruinado pecador en vano
lamenta su descuido de la amonestación y su triste suerte de presentar un
espectáculo ignominioso por aflicción, Génesis 19:20; Génesis 49:15.
5.15-17
"Bebe el agua de tu misma cisterna" es una ilustración de la
fidelidad en el matrimonio. Significa disfrutar el cónyuge que Dios le ha dado.
Con lenguaje figurado, en que agua,
cisterna, y manantial representan a la esposa, y rios de agua, a los hijos, se exhorta a los hombres a
la constancia y a la satisfacción de los lícitos goces conyugales. En tierras
desérticas, el agua es valiosa, y un pozo es la posesión más importante de una
familia. En la época del Antiguo Testamento se consideraba un crimen robar agua
de un pozo ajeno, así como era un crimen tener relaciones sexuales con la mujer
de otro hombre. En ambos casos el ofensor ponía en peligro la salud y seguridad
de una familia.
En
contraste con la mayor parte de lo que leemos, vemos y oímos hoy, este pasaje
exhorta a las parejas a buscar en su cónyuge satisfacción y compañerismo para
toda la vida. Muchas tentaciones se presentan a los cónyuges para que abandonen
al otro por la excitación y los placeres que se encuentran en cualquier otra
parte cuando el matrimonio se vuelve monótono. Sin embargo, Dios ordenó el
matrimonio y lo santificó, y solo dentro de esta relación de compromiso se
puede encontrar la satisfacción y el amor verdaderos.
No
permitamos que lo mejor que Dios tiene para nosotros se desperdicie en la
ilusión de pastos más verdes de otro lugar. Por el contrario, regocíjemonos con
nuestro cónyuge y entréguemonos a Dios y el uno al otro.
5.18-23 No
era la intención de Dios de que la fidelidad en el matrimonio fuera aburrida,
sin vida, sin placer y monótona. Las relaciones sexuales son regalo que Dios da
a la gente casada para su goce mutuo. La verdadera felicidad surge cuando
decidimos buscar el placer en la relación que Dios nos ha dado o nos dará, y comprometernos
para hacerlo agradable para nuestro cónyuge. El verdadero peligro es dudar de
que Dios nos conozca y se preocupa por nosotros. Entonces puede ser que nos
resintamos por su tiempo y busquemos placer sexual imprudentemente, sin su
bendición.
El
matrimonio legal es un medio que Dios ha designado para resguardar de estos
vicios destructores. Pero no estamos adecuadamente unidos si no atendemos a la
Palabra de Dios en la Biblia, buscando su dirección y bendición, y actuando con
afecto.
Recordemos
siempre qué: El ojo de Dios está sobre nosotros y aunque los pecados secretos puedan escapar de
los ojos de nuestros congéneres, no obstante los caminos del hombre están ante
los ojos del Señor que no solamente los ve, sino examina todas sus andanzas.
Los que son tan necios que escogen el camino del pecado, son justamente dejados
por Dios a sí mismos para que sigan adelante por el camino que lleva a la
destrucción por la esclavitud del pecado.
¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!