} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: Proverbios 3:1-35

viernes, 26 de febrero de 2016

Proverbios 3:1-35

Nos encomienda el estudio de la verdad. Debemos temer a Dios, honrarle, y confiar en Él, manifestándose la sumisión filial bajo el castigo. Nos urge la excelencia de la sabiduría, y nos ilustra adecuadamente en los consejos divinos. La piedad se encarece por el contraste del destino de los justos y de los impíos.


3.1-3 Comúnmente se puede disfrutar de salud y paz en el camino de la obediencia por fe de los mandamientos de Dios; y aunque nuestros días no sean largos en la tierra, viviremos por siempre en el cielo. Las más veces la fidelidad de Dios a sus promesas se expresa con estos términos (Salmo 25:10; Salmo 57:3). Como atributos de los hombres, expresan la integridad en sentido amplio. Los motivos deben tener adorno exterior y gobierno interno.

Que la misericordia y la verdad no te abandonen; la misericordia de Dios al prometer, y su verdad al hacer: vive conforme a ellas, mantén tu interés en ellas, y toma el consuelo de ellas.
La misericordia y la verdad son dos cualidades importantes del carácter. Ambas involucran acciones así como también actitudes. Una persona misericordiosa no solo siente amor, además actúa con lealtad y responsabilidad. Una persona veraz no solo cree la verdad, también trabaja para lograr justicia para otros. Palabras y pensamientos no son suficientes, nuestras vidas revelan si en verdad somos misericordiosos y veraces. Entonces cabe hacernos esta pregunta:
¿Están nuestras acciones a la altura de nuestras actitudes?

3.4- 6 Debemos confiar en el Señor con todo nuestro corazón creyendo que Él es capaz y sabio para hacer lo mejor. Quienes se conocen a sí mismos, encuentran que su entendimiento es una caña rota, la cual falla si se apoyan en ella. No tengas intenciones de nada que no sea lícito y ruega a Dios que te dirija en todo caso, aunque parezca muy sencillo. En todos nuestros caminos que resultan agradables, en que ganamos nuestro argumento, debemos reconocer con gratitud a Dios. En todos nuestros caminos que resulten desagradables y que están flanqueados de espinas, debemos reconocer a Dios con sumisión. La promesa es que Él enderezará tus sendas; así que tu camino será seguro, bueno, y feliz al final. Este es el centro y médula de la verdadera sabiduría . El deber positivo tiene su negación correspondiente en la amonestación contra la suficiencia propia.
Apoyes da la idea de poner todo su peso sobre algo, descansando y confiando en esa persona o cosa sobre la cual uno se apoya. Cuando tenemos alguna decisión importante que tomar, a veces nos sentimos que no podemos confiar en nadie, ni siquiera en Dios. Sin embargo, El sabe lo que es mejor para nosotros. ¡Incluso juzga mejor que nosotros para saber lo que queremos! Debemos confiar en El completamente en todas las decisiones que tomemos. Esto no significa que debamos dejar de pensar con cuidado ni menospreciar la capacidad de razonamiento que Dios nos ha dado. Significa, sin embargo, que no nos creamos sabios ante nuestros ojos. Siempre debemos estar dispuestos a escuchar y a que la Palabra de Dios y consejeros sabios nos enmienden. Llevemos en oraciónnuestras decisiones a Dios. Utilicemos la Biblia como guía y luego sigamos la dirección de Dios. El hará nuestros caminos derechos al encaminarnos y protegernos.

3.7-8  No hay mayor enemigo del temor del Señor en el corazón que la soberbia propia de nuestra sabiduría. La prudencia y la sobriedad que enseña la Palabra de Dios en la Biblia, tienden no sólo a la salud del alma, sino también a la salud del cuerpo. Para recibir la dirección de Dios, dice Salomón, debemos colocarlo a El en el primer lugar de nuestra vida. Esto significa entregarle cada esfera de la vida.  
Alrededor de mil años después, Jesús enfatizó esta misma verdad (Mateo 6:33). Analicemos nuestros valores y prioridades. ¿Qué es importante para nosotros? ¿En qué esferas reconocemos a Dios? ¿Cuál es el consejo de El? Quizás  ya reconocimos a Dios en varios aspectos de nuestra vida, pero las que intentan restringir o pasar por alto su influencia son las que nos causarán dolor. Mantengamos a Dios en el primer lugar en todo lo que hagamos. Entonces El nos guiará debido a que trabajamos para llevar a cabo sus propósitos.

3.9, 10 La riqueza mundana es sólo sustancia de mala calidad, pero, tal como es, debemos honrar a Dios con ella; y los que hacen el bien con lo que tienen, tendrán más para hacer más bien.
Si el Señor nos visitara con pruebas y enfermedades, no olvidemos que la exhortación nos habla como a niños por nuestro bien. No debemos desfallecer en la aflicción, por pesada y larga que sea, ni dejarnos llevar por la desesperación, ni usar malos medios para aliviarnos.
Primicias se refiere a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de la cosecha (Deuteronomio 26:9-11). Muchas personas le dan a Dios las sobras. Si pueden donar algo, lo hacen. Muchos quizás sean sinceros y contribuyan con agrado, pero su actitud, sin embargo, indica lo contrario. Es mejor dar a Dios la primera parte de nuestras entradas. Esto demuestra que Dios, no las posesiones, tienen el primer lugar en nuestra vida y que nuestros recursos pertenecen a El (solo somos administradores de los recursos de Dios). Dar primero a Dios nos ayuda a conquistar la ambición, administrar debidamente los recursos de Dios y nos abre la puerta para recibir sus bendiciones especiales.

3.11, 12 El verdadero propósito de las aflicciones; no contradicen la aseveración de la bienaventuranza de los piadosos (Job 5:17; Hebreos 12:5-6)
Para muchas personas, castigo tiene una connotación negativa debido a que algunos de los que los aplican no son moderados. Dios, sin embargo, es la fuente del amor. No nos castiga porque disfrute hacernos sufrir, sino porque está muy preocupado por nuestra madurez. Sabe que para lograr ser moralmente fuertes y buenos, debemos aprender la diferencia entre el bien y el mal. Su amorosa disciplina nos permite hacerlo.

  El padre corrige al hijo que ama, porque lo ama y desea que sea sabio y bueno. Las aflicciones distan mucho de dañar a los hijos de Dios porque, por gracia de Dios, fomentan nuestra santidad.

Es difícil saber cuándo Dios nos ha estado disciplinando, hasta que más tarde volvemos a mirar la situación pasada. Por supuesto, no todas las cosas malas que nos suceden provienen de Dios directamente. Pero si nos rebelamos en contra de Dios y nos negamos a arrepentirnos cuando El identifica algún pecado en nuestra vida, es posible que Dios use la culpabilidad, las crisis y las malas experiencias para llevarnos de nuevo a El. A veces, sin embargo, los tiempos difíciles surgen cuando no hay algún pecado flagrante en nuestra vida. Entonces nuestra respuesta debe ser paciencia, integridad y confianza de que Dios nos mostrará qué hacer.

3.13-15 Ninguna joya preciosa ni los tesoros terrenales son dignos de compararse con la sabiduría verdadera, sea que se consideren los intereses del tiempo o los de la eternidad. Debemos hacer de la sabiduría nuestro negocio; debemos aventurar todo en ella, y disponernos a dejar todo por ella.
Esta Sabiduría es el Señor Jesucristo y su salvación, procurada y obtenida por fe, obediencia y oración. Si no fuera por la incredulidad, la pecaminosidad y la indiferencia remanentes, nosotros encontraríamos agradables a todos nuestros caminos, y pacíficas nuestras sendas, porque las suyas son así. Sin embargo, con demasiada frecuencia nos salimos de ellas para nuestro propio daño y dolor.
Cristo es esa Sabiduría por quien fueron hechos los mundos, y aún están siendo; dichosos aquellos para quienes Él es hecho sabiduría de Dios. Él tiene todo para cumplir todas sus promesas.

3.16, 17 Proverbios tiene muchas declaraciones de gran peso sobre los beneficios de la sabiduría que incluyen una larga vida, riqueza, honra y paz. Si esto no nos sucede a nosotros ¿significa que tenemos poca sabiduría? No necesariamente. En lugar de garantías, estas declaraciones son principios generales. En un mundo perfecto, la conducta sabia siempre llevará a estos beneficios. Incluso en nuestro mundo problemático, vivir con sabiduría casi siempre trae como resultado bendiciones obvias, pero no siempre. En ocasiones el pecado interviene y las bendiciones deben postergarse hasta que Jesús vuelva para establecer su Reino eterno. De ahí que "por fe andamos, no por vista" (2 Corintios 5:7). Podemos estar seguros de que la sabiduría, al final, nos llevará a donde hay bendiciones. La sabiduría personificada como quien trae las mejores bendiciones ( Mateo 6:33; 1 Timoteo 4:8).

3.18-20 La sabiduría alegorizada como un árbol de vida (Génesis 2:9; Génesis 3:22), cuyo fruto conserva la vida, da todo lo que hace venturosa la vida. El lugar de la sabiduría en la economía de la creación y la providencia, la recomienda a los hombres, los que, en proporción a sus poderes finitos, pueden poseer este inapreciable atributo, y son así animados por el ejemplo divino a tratar de hacer uso de ella también.


3.21-26  Nuestro deber es obedecer los preceptos de Cristo y copiar su ejemplo; hacer justicia, amar misericordia y guardarnos de la codicia; estar preparados para toda buena obra, evitando la lucha innecesaria y soportando los males, si es posible, más que andar tratando de enderezarlos conforme a la ley. Se encontrará que poco se obtiene luchando; señalan el valor que tienen “estas cosas” para la felicidad y el adorno, para la dirección y sostén en los peligros, tanto cuando uno vela como cuando duerme.

No soportemos que se vayan de nosotros las palabras de Cristo; retengamos la sana sabiduría y discreción; entonces andaremos seguros en sus caminos. La vida natural y todo lo que a ella le corresponde, estará bajo la protección de la providencia de Dios; la vida espiritual y todos sus intereses, bajo la protección de su gracia, de modo que seremos resguardados de caer en pecado o en problemas.

3.27, 28 Postergar hacer lo bueno es una falta de consideración e injusticia, ya sea que se trate del pago de un préstamo, la devolución de una herramienta o el cumplimiento de una promesa. Retener lo que no nos corresponde destruye la confianza y crea grandes problemas. Sea tan entusiasta en hacer el bien como lo es para recibir el que le hacen a usted. No envidiemos a los opresores prósperos; lejos esté de los discípulos de Cristo elegir uno de sus caminos. El lujurioso y codicioso puede despreciar estas verdades, pero el desdén eterno será la porción de esos burladores, mientras el favor divino se muestra al creyente humilde.

3.29-30 No abuses de la confianza, y evita los litigios.
3.30-31 El destino de los malhechores impunes advierte el peligro de tal suerte (Salmo 37:1-2, Salmo 37:35-36)

3.32-35 Las razones de la advertencia: en su comunión con Dios (Amos 3:7). La retribución de los pecadores, permanece con ellos, y será manifiesta como una porción, lo opuesto a honra la llevarán, como diploma, certificado de su deshonra. Como en el Salmo 18:26.
  



SABIDURÍA: VERDAD APLICADA

El libro de Proverbios nos habla de personas que tenían sabiduría y disfrutaron sus beneficios.
Proverbios 3; 4: Es leal    Beneficios: Vida larga, próspera
Instrucción de un padre: Es bondadosa    Beneficios: Apoyo de Dios y de la gente
Confía en el Señor Beneficios: Reputación de buen juicio
Coloca a Dios en primer lugar   Beneficios:   Éxito
Da las espaldas al mal   Beneficios: Salud, vitalidad
Distingue el bien del mal   Beneficios: Riquezas, honor, placer, paz
Escucha y aprende   Beneficios: Protección. Hace lo bueno


¡Maranatha! ¡Si, ven Señor Jesús!